Turquía vende a Qatar el 10% de las acciones de la Bolsa de Valores de Estambul
La situación económica que atraviesa Turquía, agravada por la pandemia, ha provocado el desplome de la lira turca, que ha alcanzado mínimos históricos durante los últimos meses. Ante esta situación, Erdogan se ha visto obligado a vender el 10% de las acciones de su Bolsa de Valores a Qatar, por un valor estimado de unos 300 millones de dólares, unos 250 millones de euros. De esta forma, el fondo soberano turco mantiene el 80,6% de la Bolsa de Estambul, conocida con las siglas BIST-100. El otro 9,4% está en manos de la Bolsa Comercial de Estambul, la Asociación Turca de Mercados de Capitales y otros inversores.
La venta se habría cerrado en la reunión mantenida por los líderes turco y qatarí hace unos días, durante la visita de Al-Thani al país. Se certificaría de esta manera la buena relación entre Ankara y Doha, que han visto en sus relaciones una vía de escape a los bloqueos y sanciones impuestas por otros países. Durante la reunión, se tratarían también otros aspectos para intentar apuntalar la economía turca, así se habrían firmado una serie de memorandos que incluirían la venta de acciones de un centro comercial en Estambul, también de la participación en el puerto de Antalya y otros acuerdos de cooperación entre ambos países en el ámbito de las finanzas.
Desde la oposición política, la venta del 10% de las acciones se ha visto como una "traición a la confianza" depositada en él. El más contundente en sus declaraciones ha sido el líder del Partido del Futuro turco, Ahmet Davutoglu. El anteriormente primer ministro – cuando aún formaba parte de las filas del partido de Erdogan, Justicia y Desarrollo –, ha calificado la venta como "imperdonable". Davutoglu exigió también la rendición de cuentas a la que debe someterse Erdogan y sus aliados políticos tras haber llevado a cabo esta destrucción de la economía turca.
Aparte de lo que supone esta venta, la creciente falta de divisas tras el desplome de la lira, puede causar también la venta de bienes públicos con los que hacer caja. En ese sentido iban también parte de los acuerdos con Doha. En palabras del economista Veysel Ulusoy: "Este es el umbral al que hemos llegado, que muestra la escasez de las reservas del Banco Central y la incapacidad de pagar las deudas".
El abogado turco Dogan Arkan, ha anunciado la presentación de una denuncia contra Erdogan, indicando que un valor nacional como es la Bolsa de Valores, "no se puede privatizar" y que de ser posible "la venta debería licitarse, no venderse directamente a los qataríes". Otras figuras de la oposición han manifestado, al igual que Davutoglu, su rechazo a la venta. Aykut Erdogan, del principal partido de la oposición, denunciaba que "Turquía se convertirá en propiedad privada de Qatar en un futuro".
Erdogan ha buscado una salida sencilla y rápida para una situación económica que hace peligrar su presidencia. Turquía deberá hacer frente además, a unas más que posibles sanciones, a raíz de la próxima cumbre europea, lo que estrechará aún más el margen de maniobra de Erdogan, que sigue en esta huida hacia adelante para preservar su estancia al frente de Turquía, algo que será decidido en las próximas, previsiblemente para 2023, elecciones presidenciales.
