La ciudad de Ankara acogió una reunión a tres bandas entre el ministro de Defensa turco y los ministros de Interior del GNA y Malta para abordar el asunto de la seguridad en Libia y el Mediterráneo

Turquía y el Gobierno de Acuerdo Nacional libio refuerzan sus posiciones

photo_camera PHOTO/Ministerio de Defensa turco - El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, en una reunión en el Sitio de Comando Táctico en Hatay

Turquía, Libia y Malta mantuvieron una reunión trilateral este lunes en la capital administrativa turca de Ankara para abordar los asuntos relativos a la cooperación, seguridad y estabilidad en el Mediterráneo oriental. El país euroasiático solidifica su postura de apoyo militar al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) del primer ministro Fayez Sarraj en su pugna contra el Ejército Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés) dirigido por el mariscal Jalifa Haftar, y se sigue tensando la cuerda en una guerra civil libia que se lleva desarrollando entre ambos bandos desde 2014 con un auténtico Estado fallido como es ahora el país norteafricano con luchas internas entre bandos que disputan el poder tras el derrocamiento y muerte del dictador Muamar El Gadafi en 2011. 

"Hemos acordado que la cooperación entre nuestros países continuará en los días próximos para el logro de la paz en la región", indicó el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, en un comunicado de prensa conjunto. Akar sostuvo la reunión con el ministro de Interior del GNA libio, Fathi Bashagha, y el ministro de Interior, Aplicación de la Ley y Seguridad Nacional de Malta, Byron Camilleri.

Los responsables ministeriales discutieron los pasos a tomar para alcanzar la estabilidad en el Mediterráneo, según manifestó Fathi Bashagha en la nota oficial difundida; también destacó que se necesitan más esfuerzos para apoyar la estabilidad de su país y acusó a Jalifa Haftar, líder del LNA, y al Ejecutivo oriental de Tobruk al que representa de dañar la seguridad regional.

Fayez Sarraj, primer ministro de Libia

Mientras, Byron Camilleri resaltó el hecho de que el Mediterráneo es una de las rutas de migración más mortales del mundo y pidió una solución a los problemas en la zona que obligan a huidas forzosas. "Turquía, en este sentido, notificó que ofrecerá un apoyo concreto e importante", señaló al respecto. 

Turquía sigue respaldando al GNA, reconocido internacionalmente por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2016 y radicado en la capital de Trípoli, que también cuenta con el soporte de Qatar (aliado turco en el plano internacional) e Italia. Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, y el primer ministro Fayez Sarraj sellaron en noviembre de 2019 un acuerdo por el que se aseguraba el apoyo militar otomano y por el que se repartían zonas económicas en el arco mediterráneo de cara a prospecciones gasísticas y petrolíferas. La nación euroasiática también ha sido señalada por enviar a Libia mercenarios a sueldo de diversas nacionalidades procedentes de Siria y adscritos a antiguos grupos ligados a organizaciones terroristas como Daesh y Al-Qaeda. 

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan

El propio Fathi Bashagha agradeció también la “postura positiva del Estado hermano de Qatar con el GNA”, después de reunirse con el viceprimer ministro y ministro de Estado para Asuntos de Defensa del Estado de Qatar, Khalid bin Muhammad al-Attiyah, y con el subsecretario del Ministerio de Defensa de Libia, Salah al-Namroush, el lunes en la sede del Ministerio de Defensa turco en Ankara. Por su parte, el ministro qatarí señaló que “el GNA obtuvo las últimas victorias gracias a la determinación de sus líderes”. 

Estos triunfos bélicos a los que se refiere el diplomático árabe son los últimos que han logrado las fuerzas de Fayez Sarraj gracias al apoyo castrense de Turquía, y con la inestimable aportación financiera de la monarquía del Golfo, como han apuntado diversos analistas. El pasado 4 de abril de 2019, el LNA lanzó una operación para hacerse con el último gran bastión resistente del Gobierno de Sarraj en Trípoli, pero gracias a la intervención turca, se ha recuperado terreno arrebatando a las huestes de Haftar zonas de los alrededores de la capital tripolitana, importantes enclaves como Sabratha, Sorman o incluso la base aérea de Al-Watiya.

Turquía lleva meses desarrollando una actividad beligerante y muy activa en las guerras civiles de Libia y Siria para aumentar su influencia geoestratégica y para obtener beneficios económicos gracias a los recursos energéticos presentes en esta área.

Ankara tiene clara su firme postura. Así, durante una reciente visita a Libia, el ministro de Defensa turco ya señaló que "Turquía se quedará en Libia para siempre”, que “no se retirará de ella”, y que “no hay solución en la región sin Turquía".

Hulusi Akar también se manifestó en la misma línea durante una visita al buque de guerra TCG Giresun en la costa de Libia: “Por tierra y por mar realizamos todo lo que podemos. Tenemos deberes y tenemos en la región una historia compartida que abarca 500 años. Nuestros abuelos se retiraron de la región, pero haremos todo lo posible por justicia y en el marco del derecho internacional. Nos quedaremos aquí para siempre con nuestros hermanos libios”. También hizo referencia a las actividades en curso de Turquía en el Mediterráneo oriental, afirmando que "las fuerzas navales turcas en el Mediterráneo, el Egeo y el Mar Negro están realizando todas sus tareas de la mejor manera".

La guerra civil libia se ha transformado en un escenario de juegos de poder en el que participan varias potencias extranjeras que defienden sus propios intereses sobre el terreno en el país norteafricano. El GNA de Fayez Sarraj recibe el citado sustento de Turquía, Qatar e Italia; mientras, el LNA de Jalifa Haftar es apoyado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto (grandes rivales regionales del Estado qatarí), Rusia y Francia. Todo ello con el envío de soldados a sueldo a ambas partes, como los destinados por la nación turca o los de la compañía militar privada del Grupo Wagner, que trabaja para el Kremlin ruso. 

Combatientes del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Fayez Sarraj

Ahora todas las miradas están puestas en los puntos neurálgicos de Sirte y Al-Jufra, importantes localizaciones que pueden ser escenario de un cruento enfrentamiento entre las facciones enfrentadas en Libia. En esta línea, Salim Qashout, portavoz militar de las fuerzas del GNA, indicó que están coordinados con Turquía ya para atacar estas dos urbes. Sirte, ciudad costera situada en el norte de Libia que significa un importante acceso a la zona petrolera central y oriental del país norteafricano, y Al-Jufra son clave porque el vecino Egipto las ha marcado como líneas rojas intocables si no se quiere desencadenar un choque armado de mayores dimensiones. Abdel Fattah al-Sisi, presidente egipcio, ya alertó que su potente Ejército entraría en acción si el GNA trata de tomar estos dos enclaves y que, además, contaría con legitimidad internacional para ello. 

De hecho, según la agencia de noticias estatal MENA, el Parlamento de El Cairo autorizó, en una sesión a puerta cerrada, el "envío de efectivos de las Fuerzas Armadas egipcias en misiones de combate fuera de las fronteras del Estado para defender la seguridad nacional egipcia en el eje estratégico occidental", es decir, en la frontera con Libia. Las tropas actuarían en contra de "milicias criminales armadas y elementos terroristas extranjeros", según lo aprobado.

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