La medida que entrará en vigor el 22 de noviembre busca luchar contra la desinformación política y las interferencias en los procesos electorales

Twitter prohíbe los anuncios políticos pagados y deja en evidencia a Facebook

PHOTO/MONIKA SKOLIMOWSKA - Twitter detendrá toda la publicidad política a nivel mundial a partir del 22 de noviembre

La propaganda política en las redes sociales es una evolución de un fenómeno que existe desde hace décadas trasplantado al mundo de internet. Hoy en día los partidos políticos lanzan sus campañas publicitarias en esas plataformas, incluyan verdades o mentiras, llevando la manipulación política a unos niveles no vistos nunca antes. 

Mucho ha cambiado desde que Barack Obama irrumpiera como presidente de Estados Unidos a través, entre otras cosas, de su uso de las redes sociales con fines políticos. Doce años después la situación está fuera de control y los anuncios políticos. La era de la desinformación y la posverdad (distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y las actitudes sociales) hacen que las Fake News sean una fuente de inestabilidad continua para el mundo. En esto, las redes sociales han actuado como catalizadores de los anuncios políticos incluyendo las que tienen afirmaciones que son mentira (sea noticias falsas o anuncios falsos). 

Jack Dorsey

Buscando distanciarse del polémico debate a nivel global, Twitter anunció esta semana su decisión de poner fin a la publicación de "toda la publicidad política" en la red social a nivel global a partir del 22 de noviembre (después de las elecciones en España pero antes de las de Reino Unido y un año antes que las elecciones en Estados Unidos). Así lo anunció Jack Dorsey, fundador y director ejecutivo de la empresa, en una serie de mensajes en los que explicaba que “el alcance de un mensaje político debería ser algo que se gana, no que se compra”. La prohibición afecta únicamente a contenidos de pago, es decir, a los espacios publicitarios que campañas políticas o particulares podían comprar hasta ahora para promocionar sus mensajes, pero no limita lo que los usuarios pueden decir en la plataforma.

Que Twitter deje de permitir anuncios políticos pagados en su plataforma tanto a campañas electorales de candidatos como aquellas referentes a cuestiones controvertidas políticamente es una reacción a la decisión de uno de sus principales rivales en las redes, como es Facebook. Esta última decidió recientemente tomar la decisión de permitir anuncios políticos pagados con contenidos que sean demostrablemente falsos lo que ha llevado a la empresa a estar en el centro de una nueva polémica. "Si bien la publicidad en Internet es increíblemente poderosa y muy efectiva para los anunciantes comerciales, ese poder tiene riesgos importantes en política, donde se puede utilizar para influenciar los votos y afecta a las vidas de millones de personas”, dijo Dorsey en su Twitter.

“Un mensaje político gana influencia cuando la gente decide seguir una cuenta o retuitearlo. Pagar por tener más alcance elimina esa decisión y obliga a que los mensajes políticos sean optimizados y dirigidos. Creemos que esta decisión no debería ser limitada por el dinero”, dice Dorsey. El CEO de Twitter dirigió una crítica velada a su competidor Facebook al asegurar "que no sería creíble por su parte decir: "Estamos trabajando duro para que la gente no disemine información falsa, pero si alguien nos paga para que forcemos a la gente a ver su anuncio político... bueno, entonces pueden decir lo que quieran".

Su declaración, que coincidió con la publicación del informe financiero trimestral de su rival, destaca por las marcadas diferencias entre los dos gigantes de las redes sociales en el manejo del discurso político. La crítica a la que está expuesta Facebook se hizo más evidente aún cuando con la noticia de que más de 200 empleados de la empresa protestaron, en una carta abierta y dirigida a Mark Zuckerberg por las decisión reciente de permitir que los políticos publiquen cualquier afirmación que quieran, incluidos las falsas, en los anuncios de la plataforma que permiten mentir en los anuncios políticos.

Facebook permite anuncios políticos pagados

La resistencia interna ilustra como los anuncios políticos se han convertido en una de los mayores puntos de tensión del desarrollo tecnológico y del nuevo paradigma político y social en el que las redes tienen un papel principal. "Los anuncios políticos en internet presentan desafíos completamente nuevos para el discurso cívico: la optimización de mensajes a través del aprendizaje de las máquinas, el microtargeting (apuntar con minúscula precisión a personas concretas), la desinformación sin control y los deepfakes (imágenes y vídeos  manipulados de manera tan sofisticada que la mentira es indetectable). Todo cada vez con más velocidad, sofisticación, y a una escala apabullante", aseguró Dorsey de Twitter en su red social.

Este mes, la campaña presidencial del presidente Donald Trump comenzó a divulgar un anuncio pagado en Facebook que contenía afirmaciones falsas sobre el exvicepresidente Joe Biden, candidato a la presidencia a quien acusaba de corrupción. Cuando la campaña de Biden le pidió a Facebook que eliminara el vídeo, la empresa se negó. La empresa tecnológica alega que su decisión es por respeto a la libertad de expresión, la de prensa y al proceso democrático, la compañía no iba a contrastar con verificadores profesionales las palabras o anuncios de los políticos en la red social.

Muchos se preguntan si esta decisión supondrá a Twitter un golpe financiero. La publicidad representa, aproximadamente, el 86% de su negocio total pero los analistas creen que los anuncios políticos son solo una pequeña parte de eso.

Los otros asuntos polémicos a los que se enfrentan estas redes tiene que ver con el papel que las redes sociales tienen en el mundo contemporáneo y van desde la privacidad y el uso de los datos a la manera de abordar que se difunden contenidos terroristas y extremistas violentos en distintas esquinas del mundo, incluidos atentados terroristas.  

La transparencia y seguridad 'online' es un fenómeno que necesita de más atención y recursos pero, sobre todo, de la voluntad de acción de las empresas que albergan los mensajes en las redes sociales. Suceda o no, la democracia, que reclama un nuevo contrato social, notará los efectos de cada una de estas decisiones y el discurso político seguirá adaptándose a los tiempos cambiantes pero siempre con el poder como objetivo final. 

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