Un funcionario experto en el ámbito de los derechos humanos será el encargado de estudiar las denuncias sobre las violaciones de derechos después del golpe de Estado del 25 de octubre

Un experto en derechos humanos de Naciones Unidas llega a Sudán para investigar agresiones durante las protestas

photo_camera FILE/PHOTO - Protestas en Sudán

El golpe de Estado ocurrido el año pasado sigue teniendo efectos negativos sobre el territorio sudanés, la agitación social continúa, así como el interés de Naciones Unidas por proteger a los ciudadanos. De hecho, un experto en derechos humanos de dicha organización internacional ha sido enviado al país para verificar las denuncias de violaciones que sufrieron los individuos durante las manifestaciones en contra del golpe, y siguen sufriendo.

El senegalés Adama Dieng, experto de Naciones Unidas, aterrizó el pasado lunes en la capital sudanesa, Jartum, lo que ha supuesto su primera visita al país desde el golpe militar. Este funcionario fue asignado en noviembre para monitorear la situación en Sudán tras el 25 de octubre, previamente, fue asesor especial sobre la prevención del genocidio y actuó como investigador del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR). El primer encuentro del senegalés fue con Volker Perthes, jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán.

Protestas en Sudán

La visita al país estaba prevista hace un mes, pero las autoridades del país africano solicitaron su aplazamiento, aseguró el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ACNUDH). Mohamed Saeed al-Hilu, ministro de Justicia en funciones y el propio experto tuvieron su primer encuentro el pasado lunes. Asimismo, Dieng se reunirá con otros funcionarios gubernamentales, activistas y grupos de la sociedad civil para investigar la violencia. Gomaa al-Wakil, jefe del Departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, dijo que “la misión de Dieng es verificar las denuncias de abusos contra los derechos humanos durante las protestas que han tenido lugar desde la toma del poder”.

Hace meses, miles de personas salieron a la calles de Jartum, y su ciudad gemela de Omdurman, para pedir la instauración de un Gobierno civil e iniciar la tan ansiada transición democrática. Ante esto, las fuerzas de seguridad sudanesas lanzaron una importante ofensiva contra los manifestantes, quienes emplearon gases lacrimógenos para dispersar a los participantes, al menos 10 manifestantes resultaron heridos. También, se desconectaron la señal de internet y móvil de la nación, evitando así las reuniones entre los ciudadanos. Todos estos hechos van a ser investigados.

Protestas en Sudán

Por otra parte, las fuerzas de seguridad sudanesas han sido acusadas de violencia sexual contra las mujeres manifestantes presentes en las revueltas. Como consecuencia, Naciones Unidas ha pedido una investigación, estos casos de violencia sexual, también, sucedieron durante el régimen de Al-Bashir. “La oficina de la ONU para los derechos humanos recibió denuncias de que al menos 13 mujeres y niñas habían sido violadas, algunas en grupo, así como denuncias de acoso alrededor del palacio durante unas protestas en Jartum”, comunicó un funcionario de la organización internacional.

Asimismo, cientos de activistas y líderes de las manifestaciones a favor de la democracia han sido detenidos, hechos que complican los esfuerzos internacionales por parte de Naciones Unidas para encontrar una salida al problema sudanés. La visita del experto ha coincidido con la muerte de un hombre durante una manifestación en Jartum. “Un hombre murió el domingo en la represión de las protestas en Sudán, un país sumido en la violencia desde el golpe de Estado de octubre”, indicaron médicos. El Gobierno militar ha reconocido que algunos militares abrieron fuego, pero la Administración sudanesa nunca dio la orden de dichas acciones. Al mismo tiempo, ha acusado a los manifestantes de apuñalar a un general de Policía.

Protestas en Sudán

Ahora hay que esperar al dictamen del experto de Naciones Unidas, mientras tanto, el país sigue paralizado y a la espera de una transición democrática, tras 30 años de represión y aislamiento internacional bajo el Gobierno islamista de Omar al-Bashir. No obstante, las revueltas siguen sucediendo, desde el golpe de Estado más de 80 personas han muerto, y más de 2.600 han resultado heridas. La comunidad internacional ha criticado en numerosas ocasiones la represión sangrienta y las continuas redadas contra los activistas y ciudadanos. 

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