El Tribunal Especial para el Líbano ha absuelto a los otros tres acusados al no poder demostrar que tuvieran relación con este ataque

Un miembro de Hizbulá culpable del asesinato de Hariri

PHOTO/REUTERS - El juez David Re, la jueza presidenta, la jueza Janet Nosworthy y la jueza Micheline Braidy asisten a una sesión del Tribunal del Líbano

Un culpable y tres absueltos. Este es el veredicto final del Tribunal Especial para el Líbano (STL), en el cual se ha condenado a Salim Jamil Ayyash, presunto miembro del grupo islamista chií libanés Hizbulá, por haber sido responsable del atentado en el cual el exprimer ministro libanés Rafic Hariri y otras 21 personas perdieron la vida en 2005. 

PHOTO/REUTERS – El juez David Re, presidente del Tribunal

“La sala de Primera Instancia del STL declara a Salim Jamil Ayyash culpable de conspiración y de cometer un acto de terrorismo premeditadamente contra Rafic Hariri, así como por el homicidio intencionado de 21 personas y el intento de homicidio de otras 226”, ha dicho el presidente de la Corte, David Re. “Aunque no actuó solo, tuvo un papel importante en la preparación del ataque, por lo que es culpable de los cargos”, ha agregado.  Este mismo tribunal ha absuelto a los otros tres acusados al no poder demostrar que tuvieran relación con este ataque. 

 REUTERS/EVA PLEVIER - Una mujer protesta frente al edificio del Tribunal Especial para el Líbano durante una sesión del Tribunal del Líbano

Era la mañana del 14 de febrero de 2005 cuando el ex primer ministro libanés Rafic Hariri murió al estallar un coche bomba al paso de su convoy en una calle del centro de Beirut. Este atentado fue reclamado por un grupo fundamentalista denominado Victoria de la Yihad en la Gran Siria, desconocido hasta entonces. No obstante, la acusación cree que podría tratarse de una reclamación falsa, por lo que iniciaron los trámites correspondientes. Este juicio ‘in absentia’ ha sido el primero que se ha celebrado con estas características desde los juicios de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial.

PHOTO/AP - En esta foto de archivo del 14 de febrero de 2005, unos vehículos se quemaron tras un atentado con bomba dirigido contra la caravana del ex Primer Ministro Rafik Hariri, que causó la muerte de él y de otras 22 personas en Beirut (Líbano)

“No hay pruebas de la responsabilidad directa de los líderes de Hizbulá en el asesinato que se cobró la vida del ex primer ministro Rafic Hariri, el 14 de febrero de 2005 en Beirut”. Estas han sido las palabras utilizadas por el Tribunal Especial para el Líbano (TEL) durante la sesión de apertura para emitir el veredicto. Este fallo llega en un momento crucial para el país de los cedros, que sufre una crisis económica sin precedentes y en donde una explosión en el puerto acabó con la vida de más de 170 personas. 

 PHOTO/REUTERS - Vista general del lugar de la explosión de un coche bomba en Beirut (Líbano) el 14 de febrero de 2005

Rafic Hariri, un conocido líder de la comunidad suní con estrechos vínculos con Estados Unidos y otros países occidentales, fue visto por aquel entonces como una amenaza para la influencia iraní y siria en el Líbano. En este contexto, el Tribunal considera, según el diario libanés L’Orient Jour, que “Siria e Hizbulá podrían haber tenido razones para eliminar a Hariri y sus aliados políticos. Sin embargo, no hay evidencia de ninguna participación del liderazgo de Hizbulá en su asesinato y tampoco hay evidencia directa de la participación de Siria”, ha aseverado el juez David Re. 

  REUTERS/Tribunal Especial para el Líbano - El sitio web del Tribunal Especial para el Líbano, respaldado por la ONU, muestra las fotos de cuatro hombres buscados por el asesinato del presidente Rafik Hariri

La sesión celebrada en Leidschendam, cerca de La Haya, para anunciar el veredicto de este asesinato, en el que también murieron otras 21 personas, ha comenzado con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la doble explosión en el puerto de Beirut.  Este tribunal aplazó la fecha en la que preveía dictar sentencia hasta el 18 de agosto, tras la catástrofe ocurrida el pasado 4 de agosto. Los sospechosos juzgados in absentia se enfrentan a cargos de conspiración para la comisión del atentado, así como del intento de homicidio de los 231 heridos. 

 PHOTO/REUTERS - Estatua del ex primer ministro del Líbano asesinado, Rafik Hariri, cerca del lugar del atentado suicida con camión bomba que lo mató en 2005, en Beirut

El tribunal está juzgando desde 2014, a cuatro miembros del grupo libanés chií Hizbulá -Salim Jamil Ayyash, de 56 años, acusado de “homicidio intencional” y de ser el jefe del equipo que llevó a cabo el ataque; Hussein Hassan Oneissi, de 46 años y Assad Hassan Sabrá, quienes supuestamente grabaron un vídeo falso en el que atribuían la responsabilidad del crimen en nombre a un grupo ficticio. Por su parte, Hassan Habib Merhi se enfrenta a varios cargos como el de haber conspirado para cometer el ataque terrorista en el que murió Hariri y otras 21 personas. En el caso de ser declarados culpables, los acusados se enfrentan a cadena perpetua, aunque la sentencia se dictará más adelante. No obstante, según han informado los medios locales, tanto la acusación como la defensa pueden apelar la sentencia.  El tribunal ha desvelado este martes que el principal sospechoso del ataque es un exoficial de Hizbulá que fue asesinado en 2016 en Siria. 

PHOTO/REUTERS - Manifestantes antisirios llevan las banderas nacionales del Líbano durante una manifestación en Beirut (Líbano) el 14 de marzo de 2005

“El ex primer ministro Saad Hariri viajará a la Haya para participar en la sesión del Tribunal Especial para el Líbano programada para este martes, en la que se anunciará el veredicto sobre Hariri y sus compañeros. Después del veredicto, el primer ministro   Hariri hará un comunicado sobre el fallo”, señaló el ex primer ministro e hijo de Hariri a través de la red social Twitter. El pasado mes de julio emitió una nota oficial en la que decía que esperaba que la lectura de la sentencia fuera un “día de verdad y justicia para Líbano” y que “nunca ha perdido la esperanza en la justicia internacional”. 

Durante la audiencia, la Fiscalía ha insistido en que el asesinato “tenía un objetivo político, ya que el multimillonario suní era percibido como una grave amenaza por los pro-sirios y pro-Hizbulá”. Hizbulá, un aliado del régimen sirio en Irán, ha rechazado cualquier responsabilidad y ha dicho en reiteradas ocasiones que no reconoce a este Tribunal. 

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