Tras el abandono por parte de Raúl Castro del liderazgo del Partido Comunista se abre una nueva etapa en la historia de Cuba

Un nuevo horizonte en la política cubana

photo_camera PHOTO/ARIEL LEY ROYERO/ACN via REUTERS - El ex presidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, gesticula durante la sesión de clausura del VIII Congreso del Partido Comunista en La Habana, Cuba, 19 de abril de 2021, Cuba marcó el lunes el fin de una era con el traspaso de poder del clan Castro, en el poder durante seis décadas, al primer líder civil de la historia del país comunista, Miguel Díaz-Canel

Raúl Castro vivió a la sombra de su hermano Fidel durante gran parte de su vida. Fue precisamente Fidel el que personificaba un liderazgo carismático reconocido en todo el mundo y aún recordado por millones de personas, que llevó a la ruina a la población cubana. Sin embargo, Raúl jugó un papel fundamental en la revolución que llevó a cabo la izquierda de Cuba en 1959, consiguiendo mantener el comunismo que lleva décadas lastrando a la ciudadanía. Vivió muchos años lejos de los focos, pero cuando su hermano murió comenzó a coger fuerza y consiguió labrarse una trayectoria al frente del Partido Comunista de Cuba que ahora llega a su fin.

Durante el octavo congreso del partido, Raúl Castro manifestó su abandono a los 89 años. Eso sí, lo hizo manteniendo su espíritu revolucionario intacto: “continuaré militando como un combatiente revolucionario más, dispuesto a aportar mi modesta contribución hasta el final de la vida”, manifestaba en las que ya son sus últimas declaraciones como líder del Partido Comunista de Cuba. “Creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y la comprensión de mis compatriotas. Mientras viva, estaré listo con el pie en el estribo para defender el socialismo”, decía mientras su población, víctima de la desastrosa gestión que llevó a cabo junto con Fidel Castro, se ve obligada a abandonar el país en busca de un futuro mejor.

Quien tenga la suerte de dejar atrás el régimen comunista cubano, sin duda lo hará. Sin embargo, aquellos que no tengan tanta fortuna se verán obligados a sufrir las consecuencias que aún siguen dejando las políticas desarrolladas por el presidente Miguel Díaz-Canel. Será él quien tome el relevo de Raúl al frente del Partido Comunista, aunque mantendrá el contacto con el ya exlíder del partido para tomar las “decisiones estratégicas” del futuro del país. “La generación del centenario, fundadora y guía del partido, traspasa responsabilidades”, decía el presidente cubano en redes sociales antes de hacerse oficial el abandono de su puesto por parte de Raúl Castro.  Llega el primer Buró Político del Comité Central en el que no habrá ningún Castro. La salida del hermano de Fidel no ha llegado sola. A su abandono del liderazgo del partido, le han acompañado importantes representantes de la política de Cuba.

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Era algo previsible que el segundo secretario, José Ramón Machado, iba a abandonar su cargo en el órgano rector del partido a sus 90 años. Como también lo ha hecho el comandante Ramiro Valdés, de 89 años, uno de aquellos héroes de la Sierra Maestra, y el político bautizado por la prensa internacional como el “zar de las reformas económicas”, que si algo ha hecho durante su mandato es dejar mucho que desear al frente de la situación económica del país cubano.

“Es hora de borrar prejuicios del pasado, hay que asegurar el diseño de los negocios”, aseguró Raúl Castro poco antes de dejar su puesto como líder del Partido Comunista de Cuba. Viene un nuevo cupo de mandatarios cubanos que serán los encargado de avanzar en “la conceptualización y actualización del modelo”. Deberán elaborar un sistema mínimamente mixto que otorgue cierta libertad a los actores externos que tengan la voluntad de operar en terreno cubano. De lo contrario, la evolución que pretenden llevar a cabo en Cuba no tendrá ningún resultado. La necesidad acuciante de transformar el sistema económico del país pasa por romper un esquema que necesita abrirse a la inversión extranjera.

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El futuro más próximo de la política cubana puede tener en su foco al ministro Roberto Morales, que ha sido elegido secretario de Organización y es uno de los candidatos con más posibilidades para ser el relevo de Díaz-Canel al frente de la Presidencia. El todavía presidente ocupará el cargo que hasta ahora ostentaba Raúl Castro y estará acompañado por el general de origen asturiano, Álvaro López Miera, recién elegido ministro de las Fuerzas Armadas. A su lado, al frente de la cúpula del Partido Comunista de Cuba, se mantendrán el primer ministro Manuel Marrero y el canciller y ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez. Mientras tanto, Luis Alberto Rodrigo López-Calleja, yerno de Raúl Castro, estará al frente del Grupo de Administración Empresarial (GAESA). Este, además, es una de las personas más importantes en estos momentos en el país ya que es uno de los militares más poderosos de toda la isla, manejando gran parte de la economía del país gracias al conglomerado militar.

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Dentro del Buró Político se mantienen importantes nombres como pueden ser Esteban Lezo, actual presidente del Parlamento, o Salvador Mesa, vicepresidente de Cuba. Una generación que, si bien no batallaron en la Sierra Maestra, representan un grupo que ha convivido muchos años con la vieja guardia cubana y que ahora aspiran a dar un giro a las políticas del país que le haga salir de una situación que ha sumido a Cuba en una situación muy delicada, agravada, evidentemente, por la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19.

Quien tiene mucho trabajo por delante es el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez. Si atraer nuevos inversores a territorio cubano es fundamental, antes deberán mejorar la imagen que se tiene desde fuera del país presidido por Miguel Díaz-Canel. Como no podía ser de otra manera, desde Estados Unidos ya se han manifestado acerca del cambio de paradigma en la política de Cuba. Peter Hakim, del instituto ¬Interamerican Dialogue, ha defendido que no existen motivos para establecer nuevos lazos con el país cubano: “¿Qué ventaja ¬política le puede aportar a Biden ¬reabrir la relación con Cuba? Ninguna”. La política de acercamiento llevada a cabo por Barack Obama no parece que vaya a tener su relevo en la Administración Biden que, por el momento, no tiene ninguna intención de sentarse con los dirigentes cubanos. 


 

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