Un terrorista ha hecho explotar el todoterreno que conducía cerca de Bordj Badji Mokhtar

Un soldado argelino muerto en un ataque suicida en la frontera con Mali

PHOTO/REUTERS - Soldados argelinos hacen guardia en una planta de tratamiento de gas

Atentado en la frontera entre Argelia y Mali. Un soldado del Ejército Nacional Popular ha sido asesinado en una base situada en las proximidades de la localidad de Bordj Badji Mokhtar. El incidente tuvo lugar cuando un kamikaze que todavía no ha sido identificado intentó penetrar en unas instalaciones militares. Cuando el soldado a cargo de dar acceso a las instalaciones le cerró el paso, el terrorista hizo explosionar el vehículo. Tanto el militar que guardaba la base como el terrorista murieron.

El Ministerio de la Defensa Nacional de Argelia ha calificado de “mártir” al soldado fallecido en un comunicado oficial. Asimismo, el general Saïd Chengriha, jefe interino del Estado Mayor, ha transmitido sus condolencias a sus familiares. El texto emitido recalca la “determinación” del Ejército argelino de luchar contra la “plaga” terrorista “con el objetivo preservar la seguridad y la estabilidad del país”.

El general argelino Saïd Chengriha, jefe interino del Estado Mayor

Todavía no se conoce la afiliación del atacante. La región del Sáhara y el Sahel ha sido el escenario de la proliferación reciente de la actividad de numerosos grupos terroristas. Entre ellos, se encuentran Daesh en el Gran Sahara (ISGS, por sus siglas en inglés) y el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), un conglomerado que integra a la antigua Al-Qaeda en el Magreb Islámico, además de otras organizaciones de menor peso. 

La estrategia de estos grupos ha residido, fundamentalmente, en orquestar diversas campañas de atentados contra instituciones oficiales y sus representantes. Las Fuerzas Armadas de países como Mali o Burkina Faso han sido de las más castigadas a lo largo de los últimos años. Argelia, sin embargo, había vivido un cierto periodo de estabilidad en lo que se refiere a atentados terroristas; una rareza en una región donde las fronteras nacionales se caracterizan por su permeabilidad. 

Una imagen fija tomada de un vídeo muestra la escena de un ataque con coche bomba en Gao, en el norte de Malí

No es casualidad: Argelia tiene un largo historial de lucha contra el terrorismo a sus espaldas. En la década de los 90, el Grupo Islámico Armado (GIA) lanzó una sangrienta campaña de atentados aprovechando el caos de la guerra civil. Se estima que sus ataques se saldaron con más de mil víctimas mortales. Desde entonces, el país se ha distinguido como una de las escuelas más reputadas en materia de seguridad y defensa de toda la región mediterránea. De hecho, este es el primer atentado mortal en su territorio desde agosto de 2017.

No obstante, a nivel interno, Argelia atraviesa un momento relativamente complejo desde la caída de Abdelaziz Bouteflika. A pesar de la elección de Abdelmadjid Tebboune como presidente, las manifestaciones en las calles del movimiento Hirak continúan. Aunque se trata de una movilización ciudadana que se ha distinguido por su carácter pacífico, los grupos terroristas que, hasta el momento, se habían mantenido al margen, podrían aprovechar este intervalo de transición para tratar de volver a ganar presencia en el país norteafricano

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