Una asociación española pretende unir el Mediterráneo con jardines

Pedro Canales

Pie de foto: A lo largo de la historia, los musulmanes diseñaron bellos jardines para el disfrute, como aún se pueden contemplar en Granada, Siria, Turquía, Irán o el Magreb. Sobresalieron además las explotaciones agrarias, experimentales y de aclimatación, en especial en al-Andalus, precursoras de los jardines botánicos del Renacimiento.

La asociación española, Fundación de Cultura Islámica (FUNCI), ha puesto en marcha un proyecto para crear una red de jardines botánicos en todo el entorno mediterráneo y de Oriente Próximo. El objetivo de dicho proyecto cultural es múltiple: promover la interconexión de los países de la región, preservar el entorno del ecosistema, promover la participación de los actores sociales y públicos desde el más absoluto respeto a la identidad cultural de sus pueblos, y rescatar el legado histórico común. La FUNCI ha tomado como referencia base para su ambicioso plan, el modelo de los jardines construidos durante el periodo histórico conocido como Al Andalusen la España postmedieval.

La Fundación, que preside el eminente pensador y sufí Cherif Abderrahman Jah, ha conseguido hasta el momento la adhesión a su proyecto, denominado Med-O-Med, de 23 países de la región, firmantes de una Declaración destinada al desarrollo sostenible del patrimonio natural y cultural, con su corolario de promoción de la convivencia y la paz. La Plataforma común la constituyen cuatro redes e inventarios que resaltan el patrimonio único del área mediterránea: jardines botánicos, centros de diversidad vegetal, paisajes culturales e iniciativas sostenibles.

Pie de foto: Med-O-Med.

En sus pocos años de actividad en este proyecto la FUNCI ha conseguido ya ultimar cuatro realizaciones: el Jardín andalusí de Rabat en Marruecos, el Green Doueir de Líbano, el Jardín andalusí de Alepo en Siria y el Jardín botánico de Al Quds en Palestina. Igualmente ha participado en la organización de otros proyectos similares, como el Jardín botánico coránico de Doha en Qatar, el Jardín de la Cueva de Nerja en Málaga, el Real jardín botánico de Jordania o la Almunya del sur en Almería.

Hay además otros proyectos en curso de realización, como el proyecto de Paisaje medieval de Madrid, la Escuela de jardinería de Salé en Marruecos, el Parque Dounya de Argel y el Jardín de Agdal en Marraquech. 

Pie de foto: Med-O-Med.

Encarna Gutiérrez, secretaria general de la FUNCI, entrevistada por Atalayar, declaró que la meta principal que persigue el Med-O-Med es “paliar la escasez de recursos en materia de conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y cultural en el área sur y este de la cuenca mediterránea y de Oriente Medio”, asociando a este ambicioso proyecto todos los actores posibles, gobiernos, personalidades públicas y privadas, asociaciones culturales y entidades de la sociedad civil de toda la región. 

Además de la recuperación patrimonial, el proyecto Med-O-Med reactiva oficios que tienden a caer en el olvido o que la sociedad postmoderna de la comunicación deja en el camino, como los de la carpintería, ebanistería, moldeadores, yesería, canteros, jardinería, aguadores, vidriería, decoración, hilandería, y tantos otros. En las escuelas y talleres que la FUNCI ha puesto en marcha en estos países, se forman cientos de jóvenes trabajadoras y trabajadores en estas especialidades. “Una tradición que no se debe perder”, afirma Encarna Gutiérrez. 

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