El Atlético de Madrid conquista su undécima Liga en la última jornada tras remontar en Valladolid y después de perder una ventaja de 11 puntos

Una Liga en rojo y blanco

photo_camera Atlético de Madrid

Se cierra una Liga histórica. Todo lo que ha pasado en 38 jornadas quedará para el recuerdo. Estadios vacíos, el Real Madrid en Valdebebas, el mejor Sevilla de la historia, la debacle de Koeman, el Betis en Europa… Y todavía queda por saber si será la última Liga que jueguen iconos como Ramos o Messi. 

#PartidoAPartido

Pero la verdadera historia de esta Liga es la que ha escrito el Atlético de Madrid de Simeone. El segundo campeonato que conquistan juntos. El segundo que le quitan al Real Madrid y al Barcelona. Partido a partido. En las buenas rachas cuando miraban por el retrovisor al vecino con 11 puntos de ventaja en la jornada 21 y cuando preparaban la camiseta del “pupas” porque el Madrid y el Barça tenían a tiro quitarles el liderato. De todo eso es capaz el Atlético del Cholo. Porque este equipo y este entrenador están llamados a entenderse tal y como lo hacen y no de otra manera. Miguel Ángel Gil nunca ha tenido un empleado que se gane cada euro de su contrato. 

Luis Suárez, jugador Atlético de Madrid

#Deméritos

Es complicado reconocer el mérito del Atlético sin hablar del demérito del Barça y del Real Madrid. Esta vez es más sangrante. El club rojiblanco estaba en su derecho deportivo de pasar un bache de juego y de resultados como el de diciembre. Fuera de la Champions y dejando escapar puntos en el campeonato español. A los últimos diez partidos llegaba desahuciado. Sin opciones de levantar su undécimo título, el primero que podían ganar en el Metropolitano. El Barça tenía el calendario a favor y Koeman había conseguido un fútbol interesante. El Real Madrid tenía opciones, pero no podían tirar de casta y coraje en cada partido. Fútbol nunca tuvieron y fuelle tampoco. 

#SinLíderes

El Barcelona pudo ponerse líder un lunes de mayo. El Real Madrid, un domingo del mismo mes. El Granada remontó y dejó hundido a los de Koeman. El Real Madrid no se comió al Sevilla y el VAR fue una pulga más del perro flaco. Simeone veía todo desde la distancia. Ni se inmutaba. Su proyecto siempre tiene fútbol. Siempre tiene un objetivo. Quizá no salga bien cada temporada, pero hay una identidad a la que volver cuando vienen mal dadas. 

Ronald Koeman, FC Barcelona

#Pupas

El Atlético cicatrizó por fin la pupa que tiene abierta desde la noche de los tiempos. Sus rivales no querían la Liga y ellos no estaban dispuestos a dejarla escapar una tercera vez. El empate a cero en el Camp Nou fue una victoria moral. El momento de enseñarle al Barça que lo de Luis Suárez no fue un regalo envenenado. Al uruguayo se le caían los goles en el Liverpool, en el Barça y, como no, en el Atlético de Madrid. Su edad y su rodilla no han sido un problema para Simeone y su cuerpo técnico. Han dosificado poco sus minutos porque las lesiones y la COVID que importó de un asado con Uruguay obligaron a parar al delantero y eso lo aprovechó para volver descansado.

#VAR

Una temporada acelerada. Con partidos cada tres días. Con la Eurocopa en el horizonte. Los protocolos de la COVID también han alterado los hábitos de los equipos. Los contagios se cebaron con el Atlético de Madrid que sufrió los contagios de casi todos sus jugadores. Los horarios. Y el VAR. Lo que un día fue un gran invento como se demostró en el Mundial de Rusia hoy es un motivo de queja continua y un clavo donde agarrarse cuando no se quieren ver las carencias deportivas. 

#Oblak

Oblak es el jugador de la temporada 20-21. El mejor del Atlético de Madrid y el que más protagonismo ha tenido en la Liga. Paró un penalti al Elche que pudo suponer ceder el liderato. Ha sacado manos milagrosas y ha desarrollado una técnica para parar penaltis que bordea la norma, pero no la quiebra. Y de eso se trata en el fútbol de élite. Llorente se ha doctorado en el Atlético de Madrid con Simeone. Una tesis de cómo llegar del Real Madrid con la etiqueta de buen jugador, una época de gradas y banquillos y una reaparición estelar para convertirse en el futuro Koke. 

Jan Oblak, Atlético de Madrid

#Goles

Amortizado Luis Suárez (21 goles) y con Costa fuera del fútbol, el tapado de la delantera rojiblanca ha sido Correa con nueve tantos. Muchos de ellos anotados en los partidos en los que Suárez estuvo ausente. Simeone mandó a Carrasco a China en 2018 y lo recuperó en 2020 con la mili hecha. Volvió aquel jugador que llegó a anotar en la final de Champions de Milán contra el Real Madrid. Incisivo, rápido y con gol. Seis tantos esta temporada. 

#Competir

El Atlético de Madrid se lleva la Liga que se jugó tras la pandemia. La que los árbitros decidieron embarrar con las absurdas normas de las manos. También se lleva una Liga merecida porque ha sido más regular que sus rivales. Y eso es lo que premia esta competición. También, quizá, haya ganado la última Liga en la que sus eternos rivales compitieran con plantillas sin calidad y descompensadas. Da igual. Había que competir y ganar y los de Simeone lo hicieron más y mejor. 

Zinedine Zidane

#JoaoFelix

El futuro rojiblanco pasa por Simeone y por esa plantilla. Con pocas bajas. Con pocos fichajes. Exprimiendo los goles de Suárez. La decisión del verano es qué hacer con Joao Félix. El jugador franquicia del Atleti no encuentra su sitio y Simeone puede pedir una venta o una cesión para que vuelva más comprometido. La otra incógnita será mantener en la portería a Oblak. Europa se pelea por goleadores, pero los grandes entrenadores saben que un equipo se forma desde la portería. 

Y que no falte Simeone. El pasado todavía está ahí para recordarle al Atlético que cualquier tiempo pasado fue peor. 

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