El expresidente de la RFEF fue uno de los protagonistas de la unión del fútbol sala hace tres décadas. Recuerda a los actuales dirigentes que unidos es cuando se han conseguido éxitos

Villar: “Con todo lo que pasamos en el fútbol sala hace 30 años lo que sucede ahora es una anécdota”

photo_camera AFP/GABRIEL BOUYS - Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol

Ángel María Villar (Bilbao, 1950) vive alejado del ruido mediático. Ya lo estuvo durante los 30 años que presidió la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Quizá no hacer amigos en los medios y mantenerse tanto tiempo en el cargo fue lo que acabó con él. O quizá sea todo eso de lo que le acusan. La condena de la televisión ya la tiene. Como tantos otros. Algún día será la Justicia la que dicte sentencia sobre cómo administró sus años de mandato. Veremos si hay más ruido que condenas. Lo que no le podrán quitar es el mundial con España en 2010 o las dos Eurocopas. Aunque el primer gran título fue el mundial sub-19 de Nigeria en 1999. Tampoco los éxitos con el fútbol sala. Villar es parte de la mejor historia del fútbol español.

Atiende a Atalayar para hablar de fútbol sala. Después de llamadas y mensajes entre intermediarios accede a hablar de este deporte, pero no quiere una conversación telefónica. Hay mucho que tratar, mucho que recordar, demasiados datos que ofrecer a los atrevidos que ahora se pelean por el mismo deporte. El fútbol sala ya fue atacado hace más de 30 años como aquel niño con dos madres en el juicio del rey Salomón. Villar fue el presidente que tenía que tomar decisiones para desenredar la maraña judicial a la que habían sometido al futsal. 

En el cara a cara descubrimos que su preocupación por el fútbol sala viene de lejos. En su programa para la presidencia de la federación vizcaína ya hablaba de este deporte en el punto 11. En 1982, y ya de presidente, publicó las normas para las competiciones de benjamines e infantiles. Porque Villar guarda todo y se acuerda de todo. También el fútbol sala aparece en su candidatura a la presidencia de la UEFA de 1988. Otro documento que guarda y que comparte para la entrevista.  

Todo sería diferente si al colgar las botas en 1981 se hubiera podido ir a Estados Unidos a terminar su formación jurídica. No pudo ser. Pero eso no fue obstáculo para que a sus 70 años sea una fuente inagotable de conocimiento legal, administrativo y deportivo. Ha querido hablar de fútbol sala desde el profundo discernimiento. Antes de la entrevista ha preparado seis folios con recuerdos de aquel final de la década de 1980. Nombres, cargos, procesos, sentencias, tribunales… pero también jugadores y seleccionadores que ganaron bajo su mandato dos Mundiales y siete Eurocopas. Pide disculpas de antemano si se olvida de alguien porque hubo muchos protagonistas que cedieron por el bien de este deporte. El resultado fue muy bueno para la selección, pero también para los clubes.  Ahora la RFEF y la LNFS viven enfrentadas y eso pasará factura al fútbol sala en un año 2021 donde España volverá a un mundial. 

AFP PHOTO/GABRIEL BOUYS - Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol

¿Cómo empezó a organizarse el fútbol sala en España?

En la RFEF se empiezan a organizar campeonatos de fútbol sala en 1979 con Pablo Porta como presidente. Parece ser que el trato no fue del todo correcto hacía un sector del fútbol sala y algunos equipos se distanciaron de la federación, aunque hubo otro grupo de clubes que se quedaron. Los que se separaron constituyeron la Federación Española de Fútbol Sala (FEFS) cuya asociación de clubes era la ASOFUSA mientras que en la RFEF representaba a los clubes la Asociación Española de Clubes de Fútbol Sala (AECFS) con José Manuel Gózalo como presidente. 

¿Qué propició la polémica entre los equipos de José María García (Interviú) y Juan Manuel Gozalo (Unión Sport)?

No creo que García y ciertos clubes saliesen de la RFEF por sus desavenencias deportivas con Gozalo y los afines. Pero el hecho es que se dividen y se marchan porque creen que la federación no les dio buen servicio. 

¿Qué recorrido tiene la FEFS?

Fue un grupo liderado por Antonio Alberca y Teodosio Carbonell. Constituyeron la FEFS cuyo abogado fue Germán Rodríguez Conchado. El 22 de abril de 1982 presentaron en el registro de asociaciones del CSD la solicitud para que se reconociera a la FEFS como otra federación deportiva. Pablo Porta era el presidente de la RFEF y Romá Cuyás del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Hay que recordar que en 1985 se jugó en España el segundo campeonato del mundo de la Federación Internacional de Fútbol Sala (FIFUSA) donde participaron 12 asociaciones nacionales de fútbol sala y se celebró en 15 ciudades. Al principio hubo apoyo de la administración española, pero después se lo retiró por la candidatura que presentó Barcelona a los Juegos Olímpicos de 1992. FIFUSA (Federación Internacional de Fútbol Sala) no estaba reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI) y este hecho podía perjudicar a la candidatura de Barcelona. El presidente de FIFUSA era el brasileño Juanero D'Alessio. La final del mundial se celebró en el palacio de los deportes de Madrid y fue retransmitido por TVE

Este Mundial tuvo una fuerte polémica por la difusión de los partidos. El CSD consideró ilegal el campeonato por estar organizado por FIFUSA y RTVE llegó a negarse a emitir los partidos porque “el fútbol sala no interesaba” según un comunicado del Ente Público.

¿Por qué no llegó a existir una federación de fútbol sala?

En aquellos años, era presidente de la federación vizcaína de fútbol. Después de la presentación de la solicitud por la gestora de la FEFS, el CSD determina no inscribir a esta federación. El secretario de estado solicitó un informe a la RFEF ya que era preceptivo y la esta se pronunció diciendo que no se constituyera la FEFS. En aquel momento, para constituir una federación se necesitaba opinión de la RFEF porque dentro de su actividad deportiva también estaba la de gestionar, organizar, promover… el fútbol sala en España. 

Esta gestora de federación presenta dos recursos ante los tribunales españoles. Un recurso era sobre el fondo del asunto: querían saber si tenían derecho a constituir una federación, si era modalidad diferente al fútbol y si se aplicaba o no el artículo 22 de la Constitución Española que recoge el derecho al asociacionismo. Ese recurso lo pierden.  Nuevamente recurren al Tribunal Supremo y también lo pierden. 

La FEFS fundamentaba el segundo recurso por la prescripción. Consideraban que habían pasado más de 6 meses desde que solicitaron la inscripción hasta la resolución del CSD. La solicitud se realiza a primeros del 1982 y la resolución del CSD es en noviembre de ese mismo año. Por silencio administrativo el CSD estaba obligado a inscribirla. Este segundo recurso lo gana la FEFS, pero el CSD recurre al Tribunal Supremo y le vuelven a dar la razón a la FEFS. 

El 4 de febrero de 1986, cuatro años después de la solicitud, nace la FEFS. El CSD tiene que inscribirla en el registro de asociaciones deportivas con el número 54 por la ejecución de la sentencia. El 4 de diciembre de ese año el COE, que presidía don Carlos Ferrer Salat, reconoce y admite a la FEFS como miembro de pleno derecho. Eso enfadó mucho a la RFEF. 

¿Hubo más intentos de formar una federación de fútbol sala?

Sí. El 22 de junio 2004 Eufemiano Martínez de Etxeita vuelve a presentar una solicitud de inscripción de la FEFS en nombre de su junta gestora. Fue rechazada por el CSD por resolución del 22 de junio de 2004. La gestora recurre esa resolución ante los tribunales, pero dan la razón al CSD cuyo presidente era Antonio Gómez Angulo. La RFEF dio al CSD un informe negativo sobre la constitución. 

¿Qué fútbol sala te encuentras cuando llegas a la presidencia de la RFEF?

Llegué a la presidencia de la federación a finales de julio de 1988. Poco tiempo antes, Javier Gómez Navarro es nombrado presidente de CSD. Lo primero que hago es enterarme bien de la situación del fútbol sala que había vivido como directivo de Roca en la RFEF entre 1984 y 1988. 

Empiezo a conocer a los hombres de fútbol sala y encuentro una desafección terrible incrementada por los procedimientos judiciales que habían ocurrido. Reconozco que los pioneros de la FEFS y sus integrantes de la RFEF fueron fundamentales para buscar una solución a la situación porque creía que eran amantes del fútbol sala. No me opongo a Alberca ni a Carbonell. Lucho por la unidad del fútbol sala. La labor de José María García fue muy positiva. Tenía a Manuel Saorín como presidente de su club, también estaba la actividad de José Manuel Gozalo… hubo diversos actores muy importantes. 

Teníamos dos sentencias contradictorias del Tribunal Supremo sobre la FEFS. La de inscripción, a favor de esta, y otra contraria sobre el fondo de su petición. Entonces presentamos un recurso de revisión al tribunal Supremo porque así no podíamos seguir viviendo. Era terrible. Ya había un movimiento de unidad entre las dos asociaciones ASOFUSA y ACEFS. Habían nombrado a una gestora para trabajar en la unidad y anunciaron que iban a empezar a competir. 

Y llega la sentencia.

Sí. En 1990 la RFEF ganó el recurso de revisión ante el Tribunal Supremo. La sentencia dijo que había que desinscribir a la FEFS. El CSD se ve obligado a acatar la decisión del Tribunal Supremo.

Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol

¿Cómo nace la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS)?

En 1989 se constituye la LNFS con una gestora que transitoriamente está presidida por Saorín y Gozalo. Luego se constituye la LNFS fruto de la ASOFUSA y de la ACEFS. La LNFS no estaba en la RFEF ni en la FEFS. Era consciente de que cada uno tenía que ceder en algo. Había mucho protagonismo en ambas partes.  

La LNFS se constituye el 18 de agosto de 1989 porque el fútbol sala tenia que estar unido y esa iniciativa era un buen principio. En las primeras elecciones de la LNFS salió elegido presidente el exjugador Aurelio Gómez Araújo, “Yeyo”, que estuvo de 1989 hasta 2000. Después vino Antonio Franco de 2000 a 2003, luego Santiago Márquez del 2003 al 2006, posteriormente Carlos Gascón de 2006 al 2009 y, por último, Javier Lozano de 2009 hasta ahora. La LNFS se integró en la RFEF y se reconoció como órgano en la misma. Eso trajo consigo la modificación de estatutos y reglamentos. Su relación con la RFEF se hizo a través de un convenio. 

¿En qué consistía ese convenio?

El primer acuerdo marco con la LNFS se firma por seis temporadas (1999-2005) en la sede de la RFEF. Lo firmamos, Yeyo como presidente de la LNFS y yo como presidente de la RFEF. Se acuerdan competencias económicas, administrativas, de competición... 

Con Márquez se renueva de 2005 a 2009. Con Lozano de 2009 a 2013. Se renovó de 2013 a 2017. Yo lo iba a renovar en 2017, pero se quedó sin firmar debido a mi suspensión y destitución como presidente del RFEF. Con toda la problemática que pasamos hace 30 años lo que sucede ahora con el fútbol sala es una anécdota. 

¿Qué obligaciones tenía la LNFS?

La LNFS reconocía que la máxima autoridad del fútbol sala en España era la RFEF y eso está documentado. El fútbol sala estaba tutelado por la RFEF y era la LNFS la que se encargaba de la organización y gestión, de la venta de derechos de televisión, del calendario (respetando los partidos de España y los seis días previos a una concentración de partido oficial). Además, la LNFS mandaba un delegado cuando jugaba la selección española. Incluso nombré a Javier Lozano miembro de la Junta Directiva, algo que no estaba en el convenio. En esa junta había un miembro de la LNFS y otros cuatro eran parte de la junta directiva del Comité Nacional de Fútbol Sala (CNFS), entre ellos, el vicepresidente. El comité de árbitros estaba formado por miembros de la RFEF y de la LNFS. Para los nombramientos de los seleccionadores nacionales tenía que ser escuchada la opinión de la LNFS y del CNFS. Por cierto, ambos me hablaron muy bien de Javier Lozano y de José Venancio. 

Se acordó que la RFEF subvencionara a los clubes de fútbol sala con 50 millones de pesetas en concepto de gastos de desplazamiento. Además, se acordó que el fútbol sala recibiría en las tres primeras temporadas 45, 35 y 25 millones de pesetas respectivamente que la LNFS destinaría al fútbol sala base. No he fiscalizado el dinero que se le dio al fútbol sala porque los clubes de la LNFS daban más al fútbol sala de lo que recibían. Siempre he dejado hacer. También se ayudó a la LNFS con un domicilio social. 

¿En qué consistió la ayuda para el domicilio social?

La sede se compró cuando era presidente de la RFEF y la LNFS era su dueña. Luego la federación compró el edificio y se subrogó a la hipoteca. Cedió al fútbol sala el edificio en precario. 

¿Se modificó el convenio a lo largo de los años?

El convenio se modifica en pocas cosas. El tema del dinero, si acaso. Para el convenio de 2017 ya tenía preparado un borrador casi igual al anterior. La LNFS era una pequeña federación dentro de la RFEF. La federación aportaba una contribución al fútbol sala y lo gestionaba la LNFS. Para el último convenio la LNFS me pidió una ayuda económica para su gestión y eso había que negociarlo. 

¿Y qué papel asumió la RFEF con el fútbol sala?

Para organizar este deporte en el resto de las categorías la RFEF creó el Comité Nacional de Fútbol Sala (CNFS) en 1994. Su desarrollo tenía que ser completo. El fútbol sala son los miles de jugadores de todas las categorías en todos los rincones de España. Había que promocionar el fútbol sala, formar nuevos árbitros, títulos de entrenadores, incrementar el número de clubes, de equipos y de jugadores… un gran campo a desarrollar. Pero se tenía en cuenta que el fútbol sala son todos los clubes de la LNFS como el resto de los clubes de otras. El fútbol sala está estructurado a partir del articulo 18 de los estatutos y del libro 20 de su reglamento general. Esta función de promoción es muy importante en cualquier actividad deportiva. Si que es cierto que la imagen externa del fútbol sala nos las dan los grandes clubes y las selecciones nacionales.

Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol

¿Cómo se organizó el fútbol sala en el resto de las categorías?

En el acuerdo de 21 de febrero de 1992 entre la RFEF y la LNFS, con anuencia del CSD de Javier Gómez Navarro, deriva la competencia y titularidad de la RFEF para la regulación y desarrollo de las competiciones oficiales de fútbol sala. En ese acuerdo se reconoce y se integra a la LNFS en la RFEF y se crea un nuevo órgano, el CNFS. 

¿Cómo valoras la unión?

Se les integró en la FIFA y en la UEFA. Nuestro fútbol sala a nivel de clubes y de selecciones está entre los mejores del mundo. Tienen un gran modelo de estructura organizativa deseada y copiada por otras federaciones nacionales. En síntesis, es modélica en su estructura organizativa. Cuando llegué había tres mil árbitros, ahora hay diez mil. Se dieron títulos específicos de entrenadores. Cuando salí de la RFEF había unos once mil títulos y 500 eran de máxima categoría de fútbol sala. Se desarrollaron competiciones de todos los niveles en todas las territoriales. 

He estado como presidente de la comisión de fútbol sala en la UEFA durante ocho años. También presidí la comisión de árbitros de FIFA durante once años por lo tanto también era responsable de los árbitros del fútbol sala. Al frente de la RFEF en mi periodo incrementamos las licencias de jugadores desde las 20.000 aproximadamente en 1989 a 120.000 en 2017. 

Creo que conseguimos con creces nuestros objetivos. Todos cumplieron con su trabajo y consiguieron la unión en momentos difíciles. Se consiguió el progreso del fútbol sala en España y en el mundo. Fue un gran reto. Y doy las gracias a todos por ayudarme. Al CSD, que trabajaba para la unidad, a los clubes, a la FEFS, jugadores y jugadoras, árbitros, entrenadores, RFEF… Todos fuimos necesarios, nadie imprescindible. A los actuales gestores les deseo de todo corazón que mejoren y consigan éxitos deportivos para el fútbol sala. Que pongan lo mejor que tengan. 

¿Cómo se trabajó en el arbitraje específico para el fútbol sala?

Se unieron los árbitros de las dos federaciones y pasaron a formar parte de la LNFS. Al principio fueron unos 400 árbitros. Su presidente fue Antón Iturralde, después Fermín Sánchez Molina. En 2005 se creó el Comité Técnico de Árbitros de fútbol sala dentro del Comité Nacional de Árbitros de fútbol y se nombró presidente a Pedro Galán. Dentro de la organización se les clasifica y se les califican. Al principio, los árbitros de fútbol 11 iban a arbitrar a los campeonatos del mundo. En 1999 fue Soriano Ladren y en 1992 Ansuátegui Roca. Luego Pedro Galán estuvo en los mundiales de España, Guatemala y Taipéi. Después Roberto Gracia fue a Brasil. En Tailandia estuvo Fernando Gutiérrez arbitrando la final entre Argentina y Rusia. El nivel de los árbitros del fútbol sala español es muy alto y buen considerado a nivel internacional.

¿Qué recuerdas del Mundial de fútbol sala que organizó España en 1996?

Se jugó en Segovia, Murcia, Castellón y Barcelona. Costó un montón de millones de las antiguas pesetas. Había muchos gastos. Las entradas no cubrían y los ingresos por televisión eran para la FIFA. Subvencionaron algunos ayuntamientos por ser sede… pero la RFEF tuvo que poner muchos recursos. La final se celebró en Barcelona y fue presidía por Joao Havelange. La FIFA aprovechó aquella final para celebrar un comité ejecutivo. 

En Granada organizamos el europeo ese mismo año también aportando muchos recursos. No era oficial, era oficioso. Solicitamos a la UEFA que nos dejara ponerle un nombre similar para darle nivel. Después de nuestra experiencia la UEFA celebró el primer europeo en 1999 ya de manera oficial. El mundial FIFA celebrado en España fue un gran éxito tanto de nivel y de juego como organizativo. En la final que nos ganó Brasil se llenó el Palau Sant Jordi con todo el público animando a nuestra selección. Fue una pena no conseguir el primer campeonato del mundo en Barcelona. Javier lozano y los jugadores estuvieron a un altísimo nivel en la final y durante todo el campeonato. 

¿Y del Mundial de Guatemala de 2000?

Recuerdo exactamente todo lo que pasó. Estaba a la derecha de Joseph Blatter, presidente de la FIFA, en la final. Me acuerdo de la actuación de Javi Rodríguez que marcó dos goles y del grupo humano que hubo. Lo que significó quedar campeones del mundo es un ejemplo a seguir porque que partiendo de una ruptura hubo posteriormente unión y eso produjo un progreso en el fútbol sala que nos hizo ser campeones del mundo después de 10 años. Estuvimos 16 años siendo finalistas del campeonato del mundo. Si el fútbol sala hubiera estado dividido creo que no hubiéramos ganado los mundiales y los europeos de selecciones ni los campeonatos de Europa de clubes. 

¿Qué conclusiones sacas de aquello?

Organizamos un mundial en 1996 y dos europeos, en 1996 y en 1999. Nos gastamos miles de pesetas y de euros. Después, construimos un pabellón en Las Rozas de casi 700 millones de pesetas. En la época de Porta y Roca se puso en marcha la selección nacional cuando no había campeonatos oficiales en las organizaciones internacionales con unos costes importantísimos. Se pusieron al servicio de las selecciones de fútbol sala más recursos económicos personales y materiales. 

Al principio estaban aquellos internacionales veteranos de fútbol 11 que jugaban al fútbol sala. Lo promocionaron y hay que agradecérselo porque era lo que había y se necesitaba proyectarlo. Después había que buscar perfiles deportivos y no a gente de más de 40 años. Mi teoría es que fútbol sala es una especialidad del fútbol. 

Luego llegaron jugadores magníficos y de altísimo nivel. Además, humildes. Formaron un gran grupo. Luis Amado, Javi Rodríguez, Javi Sánchez, Kike, Jordi Torrás, Ortiz, Julio García Mera… formaron un gran grupo en todas las épocas de las selecciones con grandes éxitos deportivos. Iba a casi todos los partidos amistosos y oficiales. El porcentaje mayor de los éxitos de fútbol sala es debido a los jugadores y a los entrenadores. Hay un 5% de ese éxito que es trabajo de los directivos que es necesario.

¿Qué recuerdos tienes de los seleccionadores de España?

Tengo muy buen recuerdo de todos los seleccionadores. Sobre todo, de tres: Teodoro Nieto, Javier Lozano y José Venancio. Teodoro estaba en la selección española de fútbol desde 1982 cuando lo contrató Pablo Porta y jugó el primer partido de nuestra selección contra Italia. También siguió con Roca. Yo le conocía antes de ser presidente. Cuando llegué a la federación española Teodoro va al mundial de 1989 en Holanda. Tuvo una actividad extraordinaria. Estuvo unos años compaginando su actividad se seleccionador de fútbol sala con ser seleccionador femenino. Todos sus partidos al principio eran amistosos. Era un hombre que conocía muy bien el fútbol sala porque era un estudioso. Tuve muy buena relación con él. 

Después vino Lozano que estuvo 16 años. Llegó porque después del mundial de 1989 había que hacer un cambio. Nombramos a Felipe Ojeda, “Trona”, un año y no se le renovó. Jugó partidos amistosos, casi todos contra Brasil por una gira que organizamos. Ocupó el periodo de transición entre Teodoro y Lozano. Elegí a Lozano porque en el mundo del fútbol sala te decían que era el más idóneo. Tuvo una labor polivalente. También fue director de las instalaciones de la RFEF y ayudante de Antonio Camacho en el mundial de Corea en 2002. Nos proyectó al más alto nivel deportivo. Después llegó el Real Madrid y luego la presidencia de la LNFS. Nos hizo dos veces campeones del mundo en Guatemala y Taipéi. Una vez subcampeones en Barcelona. Y tres veces campeones de Europa. Extraordinarios éxitos. Consiguió lo máximo que se puede conseguir con una selección al nacional. Trabajo muy bien. Y era muy considerado por los jugadores. 

Al marcharse al Real Madrid nombré a José Venancio. Estaban en vigor los convenios con la LNFS y había que consultar al CNFS y a la LNFS y me dijeron que era el mejor. Lozano y Venancio estuvieron juntos en la sub-18. Venancio consiguió dos subcampeonatos del mundo en 2008 y 2012. Y también fue campeón de Europa cuatro veces. Fue un tipo muy estudioso y querido por los jugadores. Desarrolló una gran labor.  Ahora ha llegado Federico Vidal al que le deseo mucha suerte en la selección y éxitos en el mundial. He tenido unos grandes seleccionadores de fútbol sala comprometidos y muy responsables.

Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol

¿Fue complicado vender el fútbol sala a RTVE?

En mi tiempo quería que nuestra selección de futbol sala se televisara y por eso en las negociaciones con RTVE siempre pactaba que en el contrato de la absoluta de fútbol 11 también estuviera la selección de fútbol sala. No nos pagaban un duro por los partidos de fútbol sala, pero había que televisar esos encuentros. Los partidos de la selección de fútbol sala, la femenina y las categorías inferiores son deficitarios para la RFEF. 

¿Por qué surge la Copa del Rey de fútbol sala?

La Copa del Rey de fútbol 11 se constituyó desde 1903 y se llama Copa de España y el calificativo es Copa del Rey, del Generalísimo o Copa del presidente de la República… a tenor de quien ostentará la jefatura de estado. Al ser campeonato de España tienen que participar la mayoría de los clubes de las diferentes categorías, no solo los equipos de élite. Entra una representación de los clubes del fútbol aficionado.  Consideramos que la Copa de España de la LNFS era de unos cuantos clubes y quisimos dar más amplitud a otro campeonato en el que participarán más equipos. Además, las copas las organizan siempre las federaciones. A la RFEF le faltaba la Copa del Rey de fútbol sala donde participaran todos los niveles nacionales. Yo dije que no tenía sentido la Copa de España, pero ya estaba en la dinámica y generaba dinero. Como presidente tenía que ir al equilibrio entre lo deportivo y lo económico. Buscaba la proyección de una copa de fútbol sala que se denominara Copa del Rey. Y eso hay que solicitarlo a la Casa Real.

¿Podrá ser olímpico el fútbol sala algún día?

En aquel momento, con el conocimiento que teníamos consideramos que el mejor desarrollo del fútbol sala era en la RFEF. Si ahora se quiere reconocer al fútbol sala como olímpico tiene que ser a través de la FIFA. No es lo mismo una institución como la FIFA con el peso específico que tiene que otra nueva federación que se tiene que integrar en el COI.

La RFEF era la mejor alternativa porque nos conducía a la UEFA y a la FIFA. Era un convencimiento nuestro que ha tenido muy buenos resultados. 

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