No cabe duda de que el voto hispano será decisivo en las elecciones de este año.

Voces hispanas en las elecciones 2020 de Estados Unidos

photo_camera LLYC Economía
Introducción

Ya en 2016, la comunidad hispana representó el 11% del electorado (10 % en 2012)1 y este año el porcentaje será incluso mayor: 13,3 % o, lo que es lo mismo, 32 millones de personas. Esto coloca a la comunidad hispana por delante del electorado afroamericano (12,5 %)2 y, oficialmente, les convierte en el mayor grupo minoritario de las elecciones de 2020.

También se han hecho muchos esfuerzos para incrementar el número de latinos inscritos. Voto Latino, organización política de base que se dedica a educar y empoderar a la nueva generación de votantes latinos, ha logrado registrar 300.000 nuevos votantes (su objetivo era llegar a los 500.000) al mes de septiembre de 2020, lo que eleva más aún la importancia política de este grupo. Es un hito relevante que se logra tan solo dos años después de que el estudio sobre el sentimiento hispánico de la fundación We Are All Human concluyese que el 75 % de los hispanos estadounidenses aspiraban a una mayor representación política. Parece ser que ahora tendrán la oportunidad de conseguirlo ellos mismos.

Sin embargo, antes de hablar de cómo afectará el voto hispánico en las elecciones estadounidenses de 2020 es importante comprender qué significa «hispano». En primer lugar, no es un grupo monolítico: es un conglomerado estadounidense de carácter único que aglutina a un gran número de nacionalidades (y razas) distintas, a pesar de sus muchas diferencias. Muchos se identifican como blancos, negros, nativos o incluso asiáticos, y un gran número de ellos no son migrantes, sino que han nacido en los EE. UU.

Dicho esto, la gran mayoría de los hispanos de Estados Unidos son de origen mexicano, representando este grupo el 61,9 % de la población hispana en ese país en 2018. Las otras seis poblaciones de origen hispano, con 1 millón de personas o más que viven en los Estados Unidos, son: cubanos, salvadoreños, dominicanos, guatemaltecos, colombianos y hondureños.3 En todos los estados hay presencia hispana, siendo los que más acogen los estados de Nuevo México (48,54 %), Texas (39,17 %), California (38,88 %), Arizona (31,14 %), Nevada (28,45 %), Florida (25,17 %), Colorado (21,42 %), Nueva Jersey (19,91 %), Nueva York (18,89 %) e Illinois (16,96 %).4

Puede que haya advertido que muchos de ellos son los denominados estados bisagra, comentados en nuestro último artículo, “The Possible Impact of COVID-19 on the U.S. Elections.” De esta lista de estados con los mayores porcentajes de hispanos, seis son también estados bisagra, circunstancia esta que coloca al voto hispano en el centro de las próximas elecciones estadounidenses.

¿Cómo es posible, entonces, prever qué votará este grupo diverso? Y ¿cuáles son los asuntos que más les preocupan?

LLYC voto Latinoamericano
Cuatro asuntos clave

Aunque el término «hispano» englobe a muchas personas con vidas muy diferentes, existen algunos asuntos clave que sí comparten: inmigración, salud y educación y, por supuesto, seguridad. Seguramente cada comunidad confiera una importancia distinta a estas cuestiones, dando pie a diferentes resultados en las votaciones, pero son, en cualquier caso, asuntos importantes que hay que comprender.

Inmigración

Las cuestiones sobre la inmigración siempre figuran en la lista de intereses de la población hispana, algo natural para una comunidad con un porcentaje de migrantes tan elevado. Es probable que incluso los nacidos en los EE.UU. tengan amigos o familiares inmigrantes, por lo que es un asunto previsible de interés.

Una de las políticas sobre inmigración más importantes ha sido la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), implementada en 2012. Este programa ha impedido la deportación de cerca de 650.000 migrantes jóvenes indocumentados que crecieron en los Estados Unidos. 5 En 2017, la administración Trump anunció su plan de poner fin al DACA, dejando las vidas de muchos de estos jóvenes sumidas en la incertidumbre. Casi la mitad de los beneficiarios del DACA viven en California, cuyo voto es típicamente demócrata, y Texas, el cual, pese a haber sido históricamente un bastión republicano, últimamente tiende a ser un «estado bisagra».

Pero no todo se reduce al DACA. Como explica el Instituto CATO, el Congreso ha considerado y rechazado reiteradamente en las últimas décadas una reforma migratoria general. Aunque en cada ocasión fracasó por razones propias, todas las propuestas contenían las mismas políticas básicas: legislar a los migrantes ilegales que actualmente viven en los Estados Unidos, aumentar la aplicación de las leyes de inmigración en las fronteras y en el interior, y liberalizar la migración legal permanente y la migración temporal mediante un programa ampliado de visados para trabajadores menos cualificados. Son todos asuntos importantes para muchas personas de la comunidad hispana estadounidense.

Salud

La salud y la atención sanitaria son siempre cuestiones importantes, pero últimamente se han colocado en lo alto de la lista debido a la pandemia de la Covid-19 y al galopante recuento de fallecimientos que sigue habiendo en los Estados Unidos. Lo dicho no es menos cierto para la población hispana que, históricamente, ha tenido que hacer frente a problemas mayores de salud en este país.

De ahí que los seguros sanitarios sean un aspecto relevante. Mientras que solo el 8 % de la población blanca no está asegurada, la cifra alcanza el 25 % en la comunidad hispana. Tienen que salvar, asimismo, otras barreras para acceder a una atención sanitaria más costosa que la que la que recibe la comunidad blanca como, por ejemplo, la inseguridad alimentaria, vivir en vecindarios inseguros y bajos niveles
de educación. Puede que esta sea la razón, en parte, de la prevalencia del SIDA (con índices de diagnóstico que triplican los observados entre la población blanca) y el embarazo entre adolescentes (el doble).6

LLYC voto latinoamericano

Educación

Normalmente, a la comunidad hispana le preocupa mucho la educación porque la consideran la vía de acceso a un futuro mejor. La buena educación y la educación superior es, para muchos, el camino que les aleja de las penurias económicas, y la comunidad hispana es muy consciente de ello, a pesar de que muchos siguen estando excluidos. Hasta el 26 % de la población hispana tiene un nivel de estudios que no alcanza la educación secundaria, en comparación con solo el 6 % de la población blanca.

Cifras récord de latinos están trabajando para estrechar esta brecha y obtener grados universitarios; sin embargo, el coste y a burocracia son barreras nada desdeñables. Según los datos del National Center for Education Statistics [Centro Nacional de Estadísticas sobre Educación], la hispana es una de las dos poblaciones cuyas cifras de matriculación universitaria han aumentado en 2016 y 2017 (de 3,17 a 3,27 millones), más del doble de los 1,4 millones de hispanos matriculados en 2000.

Pero según los datos de Excelencia, prácticamente la mitad de los estudiantes hispanos son los primeros de sus familias en estudiar en la universidad. El dinero despierta también gran preocupación, si se tiene en cuenta que menos de la mitad de los estudiantes hispanos reúnen los criterios exigidos para acceder a las becas Pell,7 que solo se conceden en casos de gran necesidad económica. Aun así, muchos no comprenden bien cuánto costará o qué les requerirá la universidad, lo que se traduce en tasas de retención bajas, a pesar de que cada vez haya más matriculados. Por todo esto, es uno de los tres asuntos que más preocupa a esta comunidad.

Seguridad

La seguridad también recibe una mención destacada, dado el clima de malestar social que ha barrido la nación. Se trata de una cuestión clave porque muchos migrantes que abandonaron sus países lo hicieron por
cuestiones relacionadas con la seguridad. Para muchos de estos hispanos, la seguridad es sumamente importante.

La cuestión de la participación

Como todos sabemos, el número de hispanos con derecho a voto no es tan importante como el número que realmente acude a las urnas, y este número es menor entre ellos que entre los afroamericanos. En 2016, solo el 47,6 % de la población hispana votó en comparación con el 59,9 % de la población afroamericana y el 65,3% de la población blanca.8 Esta tendencia se ha venido observando durante muchos años, con una participación media durante las elecciones presidenciales del 47,75 % desde que el censo de los EE.UU. comenzase a registrar estos datos en 1978. De hecho, solo en una ocasión (en 1992) consiguieron los ciudadanos hispanos votantes superar la barrera del 50 %. En comparación, la participación de los votantes blancos es de un promedio del 65,22 % en las elecciones presidenciales, mientras que los votantes
afroamericanos se sitúan entre los dos grupos en un 58,88 %.9

Esta constatación redunda por su importancia en las próximas elecciones. Como Henry Muñoz, anterior representante del Partido Demócrata, que ayudó a formar Somos, una red de profesionales sanitarios de Nueva York, comentó al New York Times: «No quiero que nadie dé por sentada a la comunidad latina de este país, y tendemos a hacerlo. Los latinos no votan porque
no creen que nadie en la administración les cubra las espaldas. No creen que si votan, o que si se organizan, afecte de algún modo a sus familias».10

Por supuesto, también se dan otros factores. Las campañas presidenciales no persiguen todos los votos, sino que se centran en quienes con mayor probabilidad se acerquen a las urnas. Normalmente no se focalizan tanto en los votantes hispanos, teniendo en cuenta su índice de baja participación, y ello no hace sino enquistar el problema y no conseguir movilizar a nuevos votantes. Esto, sumado a la realidad más variada y compleja que hay detrás de la identidad hispana, podría explicar en parte esta discrepancia.

Este año, no obstante, ambas campañas han estado cambiando la forma de cortejar a este importante grupo demográfico, reconociendo así que cada vez tiene más peso en la sociedad y su posible efecto en las próximas elecciones. Aunque la Covid-19 les ha obligado a cambiar su forma de acercarse, no les ha detenido.

Qué significado tiene en la elecciones de 2020

Puede que anteriores candidatos presidenciales se hayan dirigido a la población hispana; sin embargo, es la primera vez que esta comunidad ha recibido tanta atención. La población hispana estadounidense se encuentra ahora mismo en el centro de la atención política, con ambos partidos intentando granjearse el favor de los votantes para que salgan de su casa a votar el próximo noviembre. Lo que aún resta por ver es con qué eficacia lograrán conectar con estos votantes y abordar sus intereses, así como si consiguen evitar tratarles como un grupo monolítico. Si con todo logran activar a esta población, es posible que sean los hispanos quienes decidan el futuro de la nación.

Bibliografía y notas a pie de página: 


1 - https://www.cnn.com/2013/09/20/us/hispanics-in-the-u-s-/index. html#:~:text=In%202015%2C%20the%20Census%20Bureau,up%20 from%2010%25%20in%202012.

2 - https://www.pewsocialtrends.org/essay/an-early-look-at-the-2020- electorate/

3 - https://www.pewresearch.org/fact-tank/2020/09/10/key-facts-about-u-s- latinos-for-national-hispanic-heritage-month/

4 - https://worldpopulationreview.com/state-rankings/hispanic-population- by-state

5 - https://www.cnn.com/2020/06/18/us/supreme-court-daca-by-the-
numbers/index.html

6 - Henry J. Kaiser Family Foundation. https://www.kff.org/infographic/health- and-health-care-for-hispanics-in-the-united-states/

7 - https://www.usatoday.com/in-depth/news/nation/2020/01/06/more-hispanic-students- than-ever-go-college-but-cost-high/2520646001/

8 - https://www.census.gov/data/tables/time-series/demo/voting-and-registration/voting- historical-time-series.html

9  -Extrapolated from the Census data available here: https://www.census.gov/data/tables/ time-series/demo/voting-and-registration/voting-historical-time-series.html

10 - https://www.nytimes.com/2020/04/24/us/politics/latinos-biden-trump.html

Más en Economía y Empresas