Mientras, el presidente egipcio Al-Sisi destaca el esfuerzo por reconstruir Gaza en su primera llamada con Bennett

Yair Lapid elige Emiratos para su primera visita oficial a un país árabe 

photo_camera AP/EMMANUEL DUNAND - El primer ministro alternativo israelí y ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid

El viaje del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, a Emiratos Árabes Unidos confirma la tendencia del nuevo Gobierno de Israel de seguir fortaleciendo la relación con los países árabes que firmaron los Acuerdos de Abraham. Durante esta visita Lapid será recibido por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional emiratí, Abdulá bin Zayed Nahyan, e inaugurará formalmente la Embajada israelí en Abu Dabi, el Consulado en Dubái, ambos en funcionamiento desde hace meses y el pabellón de su país en la Exposición Universal (1 de octubre de 2021 al 31 de marzo de 2022).

Ningún ministro del gabinete israelí ha visitado los EAU desde que se anunciaron los Acuerdos de Abraham. El ex primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tuvo que posponer los viajes previstos debido a los cierres de fronteras por la COVID-19. Asimismo, el último de los viajes se pospuso como consecuencia de las últimas elecciones ya que EAU no quería que la relación se politizara. "Orgulloso de representar al Estado de Israel en su primera visita oficial a los EAU. Gracias por la cálida bienvenida", tuiteó Yair Lapid en hebreo y árabe a su llegada. Anteriormente, Lapid publicó en Twitter una foto suya en un avión, acompañada de las palabras "Estoy despegando para una visita histórica a los EAU".

PHOTO/AP - El ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdullah bin Zayed bin Sultan Al Nahyan

Es especialmente destacable que el primer viaje oficial del nuevo Ejecutivo sea a un país árabe. No se trata de una decisión al azar, sino que marca la intención del nuevo Gobierno de coalición de consolidar los Acuerdos de Abraham, que implicaron la normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes entre ellos Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Bahréin y Marruecos. 

Asimismo, estas negociaciones rompieron el histórico consenso entre los países árabes de que cualquier reconocimiento oficial de Israel debía pasar por el fin de la ocupación de los territorios palestinos y el establecimiento de la solución de dos Estados en las fronteras de 1967. El nuevo Ejecutivo de Israel sabe la importancia de estos acuerdos y es por ello que la primera visita oficial al extranjero sea a Emiratos Árabes Unidos.

REUTERS/TOM BRENNER - Fotografia de archivo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el ministro de Asuntos Exteriores de Bahréin, Abdullatif Al Zayani, y el ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed

A diferencia del anterior Gobierno liderado por Netanyahu, Naftali Bennett, el actual primer ministro de Israel ha delegado todas las decisiones y actuaciones de política exterior en Lapid, mientras que Bennett se centrará en los asuntos internos del país. El nuevo Ejecutivo a pesar de que ha intentado desligarse en múltiples ocasiones del Gobierno de Netanyahu recoge la herencia de los Acuerdos de Abraham que pretende revitalizar fervientemente. 

Desde que se firmaran los acuerdos de normalización de relaciones entre Israel y EAU, ambos países han llegado a múltiples acuerdos comerciales. Israel ha firmado una serie de acuerdos con los Emiratos Árabes Unidos, que van desde el turismo hasta la aviación y los servicios financieros. Los dos Estados han acordado la exención de visados para sus ciudadanos. Así como la firma de varios acuerdos bilaterales sobre inversiones, turismo, vuelos directos, seguridad y telecomunicaciones. 

Poco después de que se alcanzara el acuerdo, la Administración Trump autorizó la venta de 50 aviones de combate F-35 a EAU, lo que le convertiría en el segundo país de Oriente Medio, después de Israel, en adquirirlos. Asimismo, el Gobierno de Biden dejó en suspenso el acuerdo de venta de los aviones de combate F-35 a EAU, pero finalmente en abril, la Administración decidió seguir adelante con la venta de armas de 23.000 millones de dólares, afirmando que trabajaría con EAU para garantizar el cumplimiento de las normas de derechos humanos.

PHOTO/REUTERS - El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi
La llamada entre Al-Sisi y Bennet busca consolidar el alto el fuego entre Hamás e Israel 

Desde que estallara la Primavera Árabe el país africano se había mantenido en un segundo plano. Egipto debía primero hacer frente a sus problemas internos antes de posicionarse de nuevo como un país determinante para la estabilidad de la región. Sin embargo, poco a poco El Cairo ha vuelto a erigirse como el mediador de Oriente Medio. 

Mediadores egipcios se han reunido desde el alto el fuego del pasado 21 de mayo, con todas las partes en Israel y los territorios palestinos y, pese a que no se han anunciado progresos en las negociaciones, en su primera llamada telefónica con Naftali Bennett desde que este asumiera el cargo, Al-Sisi destacó el apoyo de Egipto a los esfuerzos para alcanzar una solución justa y permanente entre palestinos e israelíes. Asimismo, Al-Sisi reafirmo la importancia de apoyar una campaña egipcia para ayudar a reconstruir la Franja de Gaza después de los combates del mes pasado entre Israel y Hamas.

PHOTO/AP - El líder del partido Yamina, Naftali Bennett, a la izquierda,  mientras habla con el líder del partido Yesh Atid, Yair Lapid

Los esfuerzos diplomáticos que está llevando a cabo Egipto desde que empezará la escalada de violencia entre Hamás e Israel están siendo titánicos. El país del norte de África se ha erigido, sin lugar a duda, como principal mediador incluso por encima de Estados Unidos.

Uno de los principales puntos a tratar en esta llamada fue la liberación de soldados y ciudadanos israelíes en poder de Hamás. Estas conversaciones se han ido manteniendo por primera vez de manera directa, pero fuentes oficiales egipcias han subrayado que esperan que estos encuentros sirvan para establecer “una tregua a largo plazo, que permita nuevas discusiones y posiblemente conversaciones directas".

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