Se trata de un trabajador portuario de Al-Sheher (sur)

Yemen contabiliza oficialmente su primer caso de coronavirus

PHOTO/AFP - Un voluntario yemení desinfecta el interior de una furgoneta pública en la capital Saná, en medio de la preocupación por la propagación del coronavirus

Las autoridades sanitarias de Yemen confirmaron de manera oficial en las últimas horas el primer positivo por coronavirus en el país, el cual ostentaba la condición de ser el único en el mundo árabe que aún no había registrado afectado alguno por la COVID-19. Se trata de un trabajador portuario del enclave sureño de Al-Sheher.
Tras el anuncio del diagnóstico, Faraj Salmeen al-Bahsani, gobernador de la provincia de Hadramut, donde se encuentra la localidad de Al-Sheher, anunció un toque de queda completo e inmediato que se alargó hasta esta misma jornada. La medida continuará aunque solo en horario nocturno hasta nuevo aviso, indicó el gobernador.

El Comité Supremo de Emergencia señaló mediante la red social Twitter que el enfermo "está estable y recibiendo atención medica”, y que “equipos médicos y las agencias implicadas están tomando las medidas necesarias".
Según confirmaron a la televisión estatal yemení fuentes de la localidad portuaria de Al-Sheher, el operario del puerto afectado pudo haber contraído el virus al estar en contacto con personas que llegaban de Emiratos Árabes Unidos.

Después de la aparición de este caso, desde las mezquitas se llamó a la población, a través de altavoces, a permanecer en las casas; un mensaje que también está trasladando la Policía, según vídeos difundidos en las redes sociales.

La COVID-19 aparece en un momento ciertamente muy complicado para Yemen, nación que no tiene una capacidad sanitaria adecuada para enfrentarse al coronavirus dada su condición de país más pobre de Oriente Medio, y teniendo en cuenta, además, la guerra civil por la que atraviesa. Un conflicto bélico que enfrenta al Gobierno oficialista de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, reconocido internacionalmente y apoyado sobre el terreno por una coalición liderada por Arabia Saudí, y a los rebeldes hutíes, milicia chií que trata de socavar definitivamente al Ejecutivo y oponerse a la expansión suní del Reino, bajo el patrocinio de la República Islámica de Irán, y que controla amplias zonas del territorio yemení en su parte oeste y noroeste, incluida la capital Saná.

El brote de la enfermedad era temido tanto por las autoridades del Gobierno reconocido internacionalmente como por los insurgentes hutíes; y ya hay fuentes que hablan de 16 casos diagnosticados actualmente.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ya había reiterado a las partes en conflicto la urgencia de llegar a una tregua para hacer frente al coronavirus. Mientras, el reino saudí anunció el miércoles un cese el fuego de dos semanas que entró en vigor el jueves atendiendo a la propia petición de Naciones Unidas. 

Los hutíes no han respondido formalmente al cese el fuego, pero ambas partes se acusaron de continuar las hostilidades después del inicio de la tregua.

Yemen, con un 80% del total de los 30 millones de su población dependiendo de la ayuda internacional para cumplir con sus necesidades, es uno de los países más pobres del mundo y, en palabras de la ONU, el mayor desastre humanitario del planeta, después de venir sufriendo desde 2014 una cruenta guerra que ha devastado a la nación. 


 

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