El conflicto de Yemen, lejos de llegar a su fin, vislumbra nuevas estrategias desde Ankara para el futuro de su territorio

Yemen continúa sumido en el caos y salen a la luz los planes de Turquía con los Hermanos Musulmanes

photo_camera AP/HANI MOHAMMED - Un combatiente rebelde hutí sostiene su arma durante una reunión destinada a movilizar a más combatientes para el movimiento apoyado por Irán, en Sanaa

La que ya es la mayor crisis humanitaria desde la creación de Naciones Unidas no parece tener próximo su final. Ningún bando quiere ceder y cada vez son más los intereses que existen en Yemen. Desde el golpe de los hutíes en el año de 2014 las acciones violentas han ido en aumento hasta el punto de que ni siquiera las ONG pueden llegar para prestar ayuda a todos los civiles que están sufriendo las consecuencias de esta terrible guerra. 

Las milicias hutíes, que cuentan con el apoyo de Irán, son las grandes responsables de que estas ayudas humanitarias no lleguen a destino. En aras de facilitar la entrega de suministros a la población, el nuevo Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, decidió quitar la designación de “organización terrorista” a los hutíes, esperando a cambio una respuesta que permitiese la llegada de las ONG. Sin embargo, las fuerzas respaldadas por Irán siempre han impedido que estas ayudas entren en el país, independientemente de la categorización americana. Es más, las milicias ven esta decisión como el paso previo a fortalecer su posición frente a un Estados Unidos dócil y permisivo

Este cambio en cuanto a la denominación de la milicia hutí parece difícil de entender. Y más aún cuando esta misma semana se ha producido un ataque perpetrado por este grupo terrorista contra el aeropuerto civil de Abha, situado en Arabia Saudí. “Sería muy extraño si la Administración de Biden mantiene a los hutíes fuera de la lista de terroristas porque durante las últimas tres semanas, hemos visto muchos ataques desde el lado hutí hacia Arabia Saudí y también dentro de Yemen”, afirmaba el analista político, Hamdan Al-Shehri. Estas ofensivas por parte de los hutíes contra los civiles no hacen sino aumentar y hacen muy complicado comprender el porqué de la decisión de Estados Unidos. 

Aún así, desde Irán ven con miedo este acercamiento por parte de Biden a la milicia y presionan para que continúen con los atentados en diversas posiciones por un motivo muy claro, según Al-Sheri: “Teherán no busca ninguna solución a la crisis”. Los motivos por los que intenta evitar a toda costa la llegada de ayuda humanitaria son por un lado militares – intentando perpetuar la guerra – y por otro, como no podía ser de otra forma, económicos. 

Atalayar_Partidarios hutíes

Según un informe de Associated Press (AP), a principios de 2020 los hutíes bloquearon la mitad de los programas de entrega de ayuda de la ONU en Yemen, “una táctica de mano dura para obligar a la agencia a darles un mayor control sobre la campaña humanitaria masiva, junto con un recorte de miles de millones de dólares en ayuda exterior”. La ONU recibió alrededor de 3 mil millones de dólares en donaciones internacionales para la causa de Yemen, pero los hutíes habían condicionado la concesión de acceso a las áreas bajo su control a una serie de condiciones que les habrían dado una mayor influencia sobre quién recibía ayuda. Esta demanda hizo que el 2% de esas donaciones (una cifra de entre 60 y 80 millones de dólares) acabase en las arcas de su llamada agencia de coordinación de ayuda, SCMCHA. Lo que también indicaba AP en su informe es que “El hostigamiento, la intimidación y la sospecha de malversación de fondos por parte de los hutíes han estado ocurriendo durante años”. 

Lo que está claro es que un entramado de semejante complejidad política, armamentística, económica… no está siendo elaborada en su integridad por las milicias hutíes, ni muchísimo menos. El papel de Irán es fundamental en todo el conflicto, pero no es el único que se encuentra detrás de éste. Los Hermanos Musulmanes cuentan con una posición clave en la guerra que se está llevando a cabo en territorio yemení. Esta organización, sí está catalogada como una organización terrorista por parte de Estados Unidos, al ser considerada una de las grandes inspiradoras de las células yihadistas, y defender el islam más radicalizado

La Sociedad de los Hermanos Musulmanes constituye la organización islamista más antigua que existe actualmente en todo el mundo árabe y musulmán. Su papel en este conflicto es tremendamente importante ya que está compuesto en gran parte por antiguos integrantes del Gobierno de Yemen que, una vez exiliados, han actuado al frente de esta organización. Gran ejemplo de ello son Hamid al-Ahmar o Abdul Majeed al-Zindani. Este último, es etiquetado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como “leal a Bin Laden”, suponiendo una gran amenaza para el país. 

En este punto aparece uno de los aspectos más importantes, a la par que preocupantes, de todo el conflicto yemení. El medio Al-Ain publica una información que vincula a los Hermanos Musulmanes con el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan. El objetivo desde Ankara sería llevar a cabo una acción conjunta con la organización para combatir con las milicias hutíes y el apoyo iraní. 

La información que publica el medio árabe se refiere a reuniones y acciones específicas que se han llevado a cabo y que se seguirán produciendo en el futuro más próximo. Al-Ain hace referencia al propio Hamid al-Ahmar que, según esta información, regresa a la actividad pública como uno de los grandes responsables de los movimientos turcos en territorio yemení. Ya desde su huida a causa del golpe de 2014 trabajaba para el Gobierno de Erdogan de forma clandestina. Pero no sólo al-Ahmar pasará al frente de la acción turca, también Abdullah Majeed al-Zindani, hijo del terrorista Abdul referido anteriormente, constituye una de las ramas más importantes de los Hermanos Musulmanes en cuanto a los intereses del presidente de Turquía. 

Atalayar_Hermanos musulmanes

El medio Al-Ain habla de una reunión en la que participaron Salah Bates, Hamid Al-Ahmar, Sakhr Al- Wajih, Abdullah Al-Zindani, Ahmed Al-Uqbi y Abdullah Al-Hadha, por parte de los Hermanos Musulamanes, y el ministro de Interior turco, Suleiman Soylu, su adjunto Ismail Chatakli y el consejero Yasin Aktay. En ella se cubrieron los aspectos generales de la agenda de ambas partes y, según el medio, de un complot para legitimar las intervenciones de Ankara en las regiones más ricas en petróleo y las costas yemeníes con el Mar Arábigo y el Mar Rojo.  

Hamid Al-Ahmar está ejerciendo presión a los funcionarios turcos para que muestren su apoyo a la iniciativa de los Hermanos Musulmanes de declarar una “región de Hadramout”, y que esta sea controlada por la propia organización de los Hermanos Musulmanes, proporcionándole apoyo económico y un paquete de privilegios. Paralelamente, Al-Ahmar incita a los líderes más jóvenes de la organización a presionar en busca de alcanzar el objetivo. Como también lo ha hecho con el presidente de Yemen reconocido internacionalmente, Abd Rabbo Mansour Hadi. 

Turquía ya ha puesto en marcha un plan de actuación con un aliado de la cuerda más extremista del islam. Erdogan pretende acabar cuanto antes un conflicto que para nada parece cercano a concluir, mientras no pierde de vista su acción militar en la región kurda, donde esta misma semana ha perdido tres hombres en un ataque al norte de Irak. 

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