Las partes involucradas en el conflicto han ignorado el derecho internacional y el derecho a la vida, según la ONU

Yemen sufre una pandemia adicional: la impunidad

photo_camera OCHA/YPN - Una madre sostiene a su hijo en el campamento de desplazados internos de Al Dhale'e en el Yemen

“Nadie tiene las manos limpias en este conflicto”, afirma un nuevo estudio del grupo de expertos que monitorea la situación en Yemen. Tras seis años de conflicto armado, todas las partes continúan violando las leyes internacionales, la dignidad, la vida y los derechos de los yemenitas sin que haya una rendición de cuentas por parte de los responsables de atropellos que podrían constituir crímenes de guerra. 

“Todas las partes enfrentadas en Yemen siguen cometiendo una amplia gama de violaciones de las leyes internacionales de derechos humanos y humanitarias, con ataques sistemáticos a los civiles no sólo durante las hostilidades, sino también en escenarios lejanos a las líneas de fuego”, apunta el tercer informe del Grupo de Expertos Internacionales y Regionales sobre ese país, publicado este miércoles.

El documento -elaborado por mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU- asevera que “nadie tiene las manos limpias en este conflicto” y señala que tanto el gobierno como los houthis, el Consejo de Transición del Sur y los miembros de la Coalición liderada por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han perpetrado atrocidades contra la población civil, muchas de las cuales podrían constituir crímenes de guerra.

Durante los seis años transcurridos desde el inicio del conflicto en Yemen, las partes han ignorado el derecho internacional, el derecho a la vida, la dignidad y las garantías fundamentales de la gente, sin que haya un enjuiciamiento a los perpetradores, sostienen los expertos.

El documento, titulado “Yemen: una pandemia de impunidad en una tierra torturada”, da cuenta de la situación de los derechos humanos en ese país de julio de 2019 a junio de 2020, aunque los autores revisaron incidentes ocurridos desde el inicio del conflicto, en 2014.

Los atropellos detallados en el informe incluyen asesinatos; desapariciones forzadas; detenciones arbitrarias; violencia de género; violencia sexual; tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes; reclutamiento y uso de niños en las hostilidades; negación del derecho a un juicio justo; y violación de los derechos económicos, sociales y culturales. “Yemen sigue siendo una tierra torturada con un pueblo devastado en formas que deberían sacudir la consciencia humana”, dijo Kamel Jendoubi, el presidente del Grupo de Expertos.

Garantizar la rendición de cuentas

Según el estudio, algunos de los bombardeos aéreos de la Coalición no se han ajustado a los principios de distinción, proporcionalidad y precaución para proteger a la población ni a los objetivos civiles.

Los hallazgos también revelaron ataques indiscriminados por todas las partes y la plantación de minas por los houthis. Los expertos reiteraron la urgencia de un alto el fuego amplio y conminaron a todos los actores del conflicto a tomar medidas inmediatas para detener las violaciones de derechos humanos.

Asimismo, subrayaron la necesidad de que se garantice la rendición de cuentas de quienes han cometido atrocidades en Yemen y de hacer realidad el derecho de las víctimas a la justicia y la reparación.

Responsabilidad internacional

“La comunidad internacional tiene la responsabilidad de poner fin a esta pandemia de impunidad y de no hacerse disimulada frente a las violaciones graves que se han cometido en Yemen. Después de años de documentar el saldo terrible de esta guerra nadie puede decir que no sabía lo que estaba pasando en ese país. La rendición de cuentas es clave para garantizar la justicia al pueblo yemenita y a la humanidad”, recalcó Jendoubi.

Los expertos manifestaron alarma por la transferencia continua de armas de terceros países a las partes enfrentadas y advirtieron que ese suministro de armamento perpetúa el conflicto y prolonga el sufrimiento de la gente.

Por otra parte, sugirieron que el Consejo de Seguridad de la ONU integre más ampliamente el ámbito de los derechos humanos a su agenda sobre el conflicto en Yemen y a que garantice que no habrá impunidad para los crímenes, remitiendo los casos a la Corte Penal Internacional y expandiendo la lista de personas sujetas a sanciones.
 

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