“Donald Trump se tambalea como un niño de 12 años en una torre de tráfico de control aéreo”, recoge la obra de autor anónimo. Mientras, el proceso de impeachment sigue avanzando con las audiencias públicas

‘A warning’: el libro que amenaza con destruir la presidencia de Donald Trump

photo_camera REUTERS/JOHATHAN ERNST - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

‘A warning’ (“La advertencia”). Así se titula el nuevo libro que promete romperle los esquemas al presidente estadounidense, Donald Trump, inmerso en un proceso de impeachment (juicio político) contra él. La obra, bajo autoría anónima, saldrá mañana a la venta en Amazon con un precio que ronda los 18 dólares.
A lo largo de 259 páginas, los editores de la publicación presentan “un retrato behind-the-scenes sin precedentes de la Presidencia de Trump del alto funcionario anónimo cuyas primeras palabras de advertencia sobre el presidente sacudieron la capital de la nación”.

Cabe recordar, en este punto, que el pasado 5 de septiembre de 2018, el New York Times publicó un “ensayo bomba” sobre el caos de la Casa Blanca, la inestabilidad de la Administración Trump y las personas que trabajan para controlar los imprudentes impulsos del mandatario. “El dilema, que no comprende completamente [refiriéndose a Donal Trump], es que muchos de los altos funcionarios de su propia Administración están trabajando diligentemente desde dentro para frustrar partes de su agenda y sus peores inclinaciones”, alertaba el autor anónimo ya por aquel entonces.

De dicho artículo solo se reveló que pertenecía a un “funcionario de alto rango de la Administración”, testigo ocular de todo lo que describía en el ensayo. Un año y dos meses más tarde, la fuente ha decidido hablar de nuevo a través de “A warning”, en un contexto marcado por la incipiente carrera electoral hacia los comicios presidenciales del 3 de noviembre de 2020. “Ofrece una primera mirada al presidente y su historial, una lectura obligada antes del día de las elecciones”, declaran desde Amazon. “Sorprenderá y desafiará tanto a los demócratas como a los republicanos, los motivará a considerar cómo juzgamos a los líderes de nuestra nación e iluminará las consecuencias de la reelección de un comandante jefe no apto para este papel”, aseguran desde la plataforma. Así, el libro se configura como “una evaluación aleccionadora del hombre en la Oficina Oval y una advertencia sobre algo aún más importante: quiénes somos como personas”, concluyen en Amazon.

La exembajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, durante la audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en el Capitolio de Washington, el 15 de noviembre de 2019

Aunque el libro sale a la venta de forma oficial este martes 19 de noviembre, el editor ofreció a la prensa, fundamentalmente estadounidenses, un pase adelantado de la publicación. Las conclusiones que recogen los medios, como The Washington Post, giran en torno a la misma idea: “un retrato escalofriante del presidente como cruel, inepto y un peligro para la nación que él fue elegido para liderar”.

“Trump se tambalea de crisis en crisis como un niño de doce años en una torre de control de tráfico aéreo, apretando los botones del gobierno indiscriminadamente, indiferentes a los aviones que se deslizan por la pista y los vuelos que se desvían frenéticamente del aeropuerto”, describe el diario capitalino, que cita un pasaje de ‘A warning’.

“No estoy calificado para diagnosticar la agudeza mental del presidente […] Todo lo que puedo decirte es que las personas normales que pasan algún tiempo con Donald Trump se sienten incómodas por lo que presencian. Tropieza, insulta, se confunde, se irrita fácilmente y tiene problemas para sintetizar información, no ocasionalmente, sino con regularidad. Los que afirman lo contrario se mienten a sí mismos o al país”, escribe el autor. 

Otro de los fragmentos que se ha hecho público y que ha generado polémica es aquel que define el día a día de los funcionarios en la Casa Blanca: llegar a trabajar por la mañana “es como presentarse en la residencia de ancianos al amanecer para encontrar a su tío anciano [Donald Trump] corriendo sin pantalones por el patio y maldiciendo en voz alta sobre la comida de la cafetería, mientras el personal, preocupado, intenta atraparlo […] Estás aturdido, divertido y avergonzado, todo al mismo tiempo. Solo que tu tío probablemente no lo haría todos los días, sus palabras no se transmitirían al público y no tendría que liderar el Gobierno de Estados Unidos una vez que se pone los pantalones”.

Ante estos pasajes, las reacciones por parte de la esfera trumpiana se han producido a través de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, quien ha remitido un correo electrónico a los medios que se han hecho eco de ‘A warning’. “El cobarde que escribió este libro no puso su nombre en él porque no es más que mentiras […] Autores reales se acercan a sus sujetos para verificar los hechos, pero esta persona se esconde, lo que hace imposible esta parte básica de ser un escritor real. Los reporteros que elijan escribir sobre esta farsa deben tener la integridad periodística para cubrir el libro como lo que es: una obra de ficción”, ha expuesto la funcionaria en el email. El Departamento de Justicia ya fue un paso más allá la semana pasada, cuando advirtió a la editorial de la obra, Hachette Book Group, y a los agentes del autor anónimo, Matt Latimer y Keith Urbahn del grupo Javelin, de que la fuente podría estar “violando un acuerdo de confidencialidad”.

Miembros republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes escuchan a la exembajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch
Avanza el proceso del impeachment

La irascibilidad del aparato gubernamental es un signo más de que las alarmas han saltado en el Despacho Oval. El presidente sufrió otro duro revés el pasado 31 de octubre, cuando la Cámara de Representantes, presidida por Nancy Pelosi, aprobó la formalización del proceso de impeachment y dos cuestiones fundamentales derivadas: por un lado, que todas las audiencias y comparecencias deben ser públicas, y, por otro lado, que el Comité de Inteligencia -con mayoría demócrata- tiene el derecho de divulgar, si así lo desea, declaraciones privadas. 

En toda la nación, los estadounidenses están sintonizando el segundo día de los procedimientos del impeachment

En este marco, cabe destacar que esta última semana ha sido el turno de la exembajadora estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch. Tras su comparecencia, la diplomática sufrió un duro ataque por parte del presidente. “En todas las partes a las que fue, lo hizo mal […] Incluso el nuevo presidente ucraniano habló desfavorablemente sobre ella en mi segunda llamada telefónica”, publicó entonces el mandatario en su cuenta de Twitter. La audiencia de Yovanovitch fue clave para los demócratas, que buscaban “pintar un panorama de presidente vano, fuera de control, que abusa de poder y se salta los canales diplomáticos establecidos”, como recoge el analista Stepehn Collinson de la CNN. Cabe recordar que la funcionaria fue despedida tras 33 años de servicio discreto supuestamente por “obstaculizar sus estratagema de política exterior rebelde”. La razón oficial fue “por motivos de seguridad”. Fue sometida, por ello, a una campaña de descrédito sin precedentes, lo que arruinó su carrera.

Un tweet del presidente Donald Trump sobre la exembajadora estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch, se muestra durante su testimonio ante la audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes

En su comparecencia, la exembajadora declaró que le resultaba “difícil comprender que los intereses extranjeros y privados puedan socavar los intereses estadounidenses de esta manera”. Añadió que los hechos que vertebran las acusaciones contra Donald Trump “deberían preocupar a todo el mundo en la sala”. “Si nuestro representante está arrodillado, esto limita nuestra efectividad para salvaguardar los intereses vitals de la seguridad nacional de Estados Unidos”, alertó la diplomática. “Expresé serias preocupaciones sobre la degradación del Servicio Exterior en los últimos años y el fracaso del liderazgo del Departamento de Estado para hacerlo retroceder a medida que los intereses extranjeros y corruptos aparentemente fueron secuestrando nuestra política de Ucrania”, concluyó Yovanovitch.

La exembajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, testifica ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el 15 de noviembre de 2019 en Washington, DC

En la misma línea, declaró el diplomático William Taylor, que presentó un testimonio demoledor contra la figura del presidente -definido como el “más condenatorio” en lo que va de proceso-. “Es una historia rencorosa sobre denunciantes, los canales secundarios del señor Giuliani, quid pro quos (para un favor a cambio de otro), corrupción e interferencia en las elecciones”, expuso el también el actual encargado de negocios para Ucrania. Junto con él, compareció el subsecretario adjunto para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, George P. Kent.

Esta semana será el turno para el teniente coronel Alexander Vindman; el que fuera representante especial de Estados Unidos en las negociaciones con Ucrania, Kurt Volker; y la asesora especial del secretario de Estado Mike Pompeo, Jennifer Williams. Laura Cooper, la principal funcionaria del Pentágono que trabaja en Ucrania, participará en una audiencia pública el miércoles. Ese mismo día, también comparecerán David Hale, subsecretario de Estado para asuntos políticos del Departamento de Estado; y Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos en la Unión Europea.

El principal diplomático estadounidense en Ucrania, William Taylor, se va después de testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en el Capitolio en Washington, el miércoles 13 de noviembre de 2019

Cabe recordar que los demócratas del Congreso han estado investigando, por un lado, si el presidente Donald Trump retuvo a propósito la ayuda militar estadounidense a Ucrania y, por otro lado, las presiones al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para que abriese investigaciones sobre los rivales políticos de Trump en la carrera presidencial, fundamentalmente, Joe Biden.

Por ello, la reciente entrada en escena de Mark Sandy, oficial de la Oficina de la Administración y Presupuesto, se ha vuelto crucial. Su abogada declaró la semana pasada que su cliente podría comparecer si se lo pidieran. De hecho, fue citado este sábado, aunque fue una audiencia a puerta privada. Es clave porque él, como funcionario de la Casa Blanca, puede esclarecer si la Dirección General actuó por órdenes del presidente al retener la ayuda a Ucrania, “ostensiblemente con el fin obtener concesiones políticas de su gobierno”.

Mark Sandy, director de Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca

Si esto finalmente se confirma, el mandatario estadounidense estaría, todavía más, contra las cuerdas. Una vez que concluyan las audiencias, el Comité de Justicia deberá presentar sus conclusiones al Congreso, que votará para destituir o no a Donald Trump. Esto también requiere la aprobación del Senado, lo que es más improbable, puesto que es de mayoría republicana.
 

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