Los inmigrantes marroquíes se arman de paciencia para cruzar el Estrecho

Por Amina Adib
Foto: Vehículos a punto de embarcar rumbo a Tánger en el puerto de Algeciras.
Los Marroquíes Residentes en el Extranjero (MRE) tienen que armarse de paciencia estos días para cruzar el Estrecho de Gibraltar con destino a su país. El pasado fin de semana fue especialmente difícil para muchos inmigrantes marroquíes que deseaban embarcar rumbo a Tánger. Las colas para embarcar hacia Tánger fueron de hasta 12 horas. Desde el 15 de junio, han cruzado el Estrecho desde los puertos de Algeciras y Tarifa, en la provincia de Cádiz, 145.000 vehículos y 648.000 pasajeros. Las instalaciones portuarias se encuentran prácticamente al 100% de su ocupación. Los inmigrantes y sus familias vienen de España y de otros países europeos como Francia, Bélgica, Países Bajos, Italia y Alemania. Para muchos de esos marroquíes, la Operación Paso del Estrecho, a pesar de los medios materiales y humanos desplegados por España y Marruecos, puede convertirse en un calvario. En Algeciras, los responsables de la operación hacen todo lo que es humanamente posible para atender correctamente a los MRE. “Pero a veces ocurre que se forma un atasco de personas y vehículos, y por muchos esfuerzos que hagamos, todo se retrasa, se forman colas muy largas, y ocurre como el domingo, que hay que esperar hasta nueve horas para subir al barco que va a Tánger”, explica a Atalayar una trabajadora social del Ayuntamiento de Algeciras que presta sus servicios en la Operación Paso del Estrecho. “Ha mejorado mucho, hace unos años, nos trataban como animales. Ahora el trato es mucho mejor, hay más medios y las autoridades españolas nos facilitan el cruce del Estrecho”, asegura Mohamed El Muntasir, un inmigrante que vive en Francia y se dirige a su ciudad natal, Beni Melal, en el Atlas Medio. “En Marruecos el trato es peor que en España y las cosas no están tan bien organizadas”, afirma El Muntasir. La familia El Amrani, que vive en Cataluña desde hace 14 años y viajó hasta Algeciras en una vieja furgoneta Citroen, confirma las palabras de Mohamed.
Retrasar el viaje
El domingo, las autoridades españolas tuvieron que abrir la zona de espera habilitada en Guadacorte, en el término municipal de Los Barrios, un espacio con capacidad para acoger 10.000 personas y 2.500 vehículos. Fuentes de la Operación Paso del Estrecho confirmaron a Europa Press que fueron embarcados “unos 700 coches a la hora”. Las esperas para los marroquíes que están en Algeciras fueron tan largas para el embarque, que las autoridades recomendaron al resto de usuarios de las navieras que quisieran ir a Ceuta o Tánger que lo dejaran para este martes, salvo necesidad urgente. Este lunes, a pesar de la intensidad del operativo, no se detectaron graves incidencias. La atención sanitaria, la hidratación, especialmente a niños y personas mayores, fue constante, e incluso fueron muchos los MRE que aprovecharon para hacer una pausa en zonas cercanas al puerto de Algeciras y buscar una sombra para resguardarse de los más de 35 grados de temperatura que se registran en la Bahía de Algeciras estos días. Embarcar hacia Ceuta no superó las dos o tres horas de espera. Se registraron algunas colas para la compra de billetes, por lo que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras recomendó adquirirlos antes de llegar al puerto andaluz, donde entraron hasta 600 vehículos a la hora durante la jornada del lunes. Asimismo, la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos permaneció un día más con importantes retenciones y colas kilométricas debido a la continua llegada de vehículos desde el puerto de Algeciras. En Melilla, hubo hasta cinco horas de espera para cruzar la frontera con Marruecos en el paso de Beni Ensar. Según declaró un agente de la Policía española al diario ‘El Faro’, esto se debe “a la mala gestión por parte de las autoridades marroquíes”. En Almeria, según informaciones periodísticas, algunos marroquíes esperaron hasta dos días para embarcar con destino a Nador. Esto se debe a que la empresa española Acciona es la única compañía que opera entre las dos ciudades desde que se retiró la marroquí Comarit.