Casa Árabe Madrid inaugura la exposición ‘Vínculos abiertos: cuatro artistas hispano-marroquíes’

Tetuán y España: una conexión artística

PHOTO: GUILLERMO LÓPEZ / ATALAYAR - De izquierda a derecha, Khalid El Bekay, Amine Asselman, Pedro Martínez-Avial, la consejera cultural de la Embajada de Marruecos, Monia Douiss y Said Messari

Las relaciones artísticas entre Marruecos y España vuelven a tener un espacio en Madrid. La sede de Casa Árabe en la capital española ha inaugurado la exposición ‘Vínculos abiertos: cuatro artistas hispano-marroquíes’. La muestra está constituida por obras de Monia Touiss, Said Messari, Amine Asselman y Khalid El Bekay. Como ellos mismos han expresado, estos cuatro artistas pertenecen a cuatro generaciones diferentes, pero todos comparten rasgos comunes: se formaron en artes plásticas en la escuela de la ciudad marroquí de Tetuán y, en la actualidad, residen en distintas localidades de España.

Esta muestra viene a demostrar el dinamismo y la contemporaneidad del arte de todo el mundo árabe y, en concreto, del arte marroquí”, ha explicado Pedro Martínez-Avial, director de Casa Árabe, durante la presentación oficial. Ha agradecido, además, la colaboración del Instituto Nacional de Bellas Artes de Tetuán, cuya colaboración ha sido fundamental para la organización de la exposición. En representación de la Embajada de Marruecos en España, han acudido a la ceremonia de inauguración la embajadora Karima Benyaich, así como la consejera cultural de la institución.

Es una visión de esa unión entre España y Marruecos que, a veces, no se ve”, ha manifestado Amine Asselman en nombre de todos los artistas. “Iniciativas como estas hay que fortalecerlas; hay más unión que desunión y este es un buen espacio para conocer al país vecino”, ha apostillado. La inauguración de la muestra ha coincidido con la celebración a nivel global del Día Internacional de la Lengua Árabe.

Amine Asselman posa con una de sus obras

Esta circunstancia no ha sido irrelevante para el desarrollo de la exposición. Así lo explica Monia Douiss, la artista con cuyas obras comienza la muestra. “Cuando lo supe, me dije: ‘Voy a hacer este proyecto como homenaje a la poesía’”, ha explicado Douiss. En concreto, se trata de una serie de siete cuadros más pequeños y uno más grande dedicados a las odas colgantes de los poetas del siglo VI. Las composiciones a las que hace referencia la artista quedaban suspendidas de la Kaaba para que fuesen admiradas.

En efecto, las obras de la artista tienen un trasfondo poético muy apreciable. Domina en ellas un color intenso, pero, al mismo tiempo, transmiten una sensación de ligereza, armonía y casi de sedosidad, como si, en lugar de pintura, descansase sobre el cuadro un tejido fino.

Monia Douiss posa con una de sus obras inspiradas en las odas colgantes

Junto a las obras de Douiss, están expuestas las creaciones de Said Messari. El contraste es importante. Las piezas de Messari se caracterizan, precisamente, por la ausencia de color; se trata de pequeñas composiciones que el artista realiza sobre el papel que él mismo fabrica. Ese papel se moldea de tal modo que se crean pequeñas figuras en relieve, frágiles y delicadas, con una apariencia similar, a primera vista, a la de los mocárabes. 

La ironía es un punto central de la producción artística de Messari. Algunas de sus composiciones están centradas en el cambio climático; otras, en la temática de las nuevas tecnologías y el aislamiento que, paradójicamente, parecen haber generado. “Esta obra representa un libro como un objeto arqueológico, al que ya casi no se da uso”, ha ejemplificado el autor. “En esta otra, figuran unas teteras que representan la cultura de la conversación en Marruecos; sin embargo, están dispersas, cada una a su bola”, ha continuado Messari.

Said Messari da forma al papel para crear obras figurativas

Igualmente, la ironía es también un pilar destacado de las creaciones del ya citado Amine Asselman, el más joven de los artistas que participan en la muestra. Ha explicado que lleva ya cinco años trabajando sobre las relaciones entre España y Marruecos. En particular, la frontera entre los dos países ha sido el leitmotiv de sus obras: lo que, en principio, representa una separación, él lo convierte en un punto común. “Intento introducir elementos de unión, como el mosaico geométrico y la cerámica, que son herencias históricas de España”, ha explicado. No es, sin embargo, el único proyecto que está desarrollando Asselman en la actualidad. “Estoy tratando de traducir la música en mosaicos geométricos. Creo que comparten un lenguaje común en cuanto a repetición y ritmo”, ha detallado.

Justo en frente de las obras de Asselman, están expuestas las creadas por Khalid El Bekay, el único de los cuatro artistas que no es originario de Tetuán, sino de Casablanca. No obstante, también se formó en la ciudad norteña. Las composiciones de El Bekay, que lleva viviendo en España 26 años, llaman bastante la atención. Están elaboradas a base de trazas verticales donde el color dorado es un gran protagonista. Sin embargo, lo más sorprendente es la combinación de caracteres chinos con otro del alifato árabe.

Khalid El Bekay, junto a sus obras influidas por su viaje a China

“Siempre buscamos transmitir las sensaciones internas, pero no podemos olvidar las influencias del entorno donde vive”, ha comentado el artista, que completó su formación en Barcelona. En este caso, esas influencias vienen de un viaje suyo por el país asiático, que dio lugar al proyecto que ahora se expone en Casa Árabe. “Busco transmitir paz y nobleza, pero también felicidad”, ha confiado El Bekay.

La exposición es de acceso gratuito y permanecerá abierta al público hasta el día 1 de marzo de 2020.

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