Entretanto, se siguen conociendo más detalles del despliegue de mercenarios en ambos bandos del conflicto

Se registra por primera vez la llegada del Ejército turco a Libia

photo_camera PHOTO/REUTERS - El buque turco Yavuz en el Mediterráneo Oriental en una imagen de archivo

Dos buques de guerra turcos, de nombre Gaziantep y Qediz, acompañados por un helicóptero, han llegado durante la madrugada de este miércoles al puerto de la capital libia, Trípoli. Así lo han asegurado testigos presenciales en Al-Arabiya, que ha confirmado la información, por lo que se ofrece una prueba de que ya ha comenzado el desembarco de efectivos de las Fuerzas Armadas turcas en el país norteafricano, considerado como Estado fallido desde el año 2011. “Un buque de carga escoltó a los dos barcos para desembarcar tanques y camiones militares”, ha concretado la fuente, que también ha desvelado que el equipo fue posteriormente trasladado a la Base de la Fuerza Aérea de Maitika/Mitiga.

Dicha instalación militar fue noticia la semana pasada porque un avión turco que había despegado desde allí fue derribado por el Ejército de Liberación Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés) -una de las dos facciones que combate en el conflicto-, comandado por el mariscal Jalifa Haftar, según informó el portavoz del LNA, Ahmed Mismari. 

Según explican desde la publicación, este movimiento turco sería el primero confirmado de despliegue de tropas del Ejército turco tras el anuncio del presidente del país euroasiático, Recep Tayyip Erdogan, de apoyar explícitamente al Gobierno de Unidad Nacional libio (GNA, por sus siglas en inglés) -una de las dos facciones que combate en el conflicto- liderado por el primer ministro Fayez Sarraj y auspiciado por la ONU.

Cabe recordar, en este punto, que en la Conferencia de Berlín, celebrada el pasado 19 de enero, el mandatario turco, junto con el resto de dirigentes presentes, se comprometió a implementar un alto el fuego duradero y a respetar el embargo de armas, impuesto por Naciones Unidas en el año 2011. Sin embargo, sus recientes acciones han contradicho su postura oficial.

De hecho, los planes de Ankara en la contienda libia son muy ambiciosos. Su objetivo es obtener una presencia en dicho país de cerca de 6.000 “voluntarios”. Hasta el momento, el Observatorio sirio ha informado de que, en total, casi 2.600 combatientes han sido enviado a Trípoli, mientras que otros 1.790 reclutas han entrado en Turquía para someterse a cursos de capacitación, antes de ser desplegados en Libia. Según reveló The Guardian hace dos semanas, el primer envío de 650 milicianos se produjo en el pasado mes de diciembre, todos ellos pertenecientes a la segunda división del Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés), un conglomerado de grupos rebeldes sirios financiados por Turquía. 

Los mercenarios del GNA

Este miércoles también se han hecho virales una serie de vídeos en los que se puede ver cómo los mercenarios sirios financiados por Ankara celebran haber recibido su salario, tanto en dólares estadounidenses como en dinares libios. El medio Al-Ain ha desvelado, en esta línea, que el GNA anunció recientemente un paquete de mil millones de dinares libios -unos 714 millones de dólares- para el Ministerio de Defensa y Esfuerzos Militares, lo que, según la publicación, es sospechosamente coincidente con la difusión de los vídeos. 

Sarraj llegó a reconocer en una entrevista concedida a BBC Radio que trajo mercenarios sirios apoyados por Turquía para luchar junto a sus filas en los combates de Trípoli. “No dudamos en tratar con cualquier parte que nos pueda ayudar de alguna manera”, admitió el primer ministro.

En este sentido, cabe destacar que el LNA publicó el testimonio de un mercenario sirio, después de que fuera detenido al sur de la capital. De nombre Anas Deeb, llegó a reconocer que “vino con los mercenarios de Erdogan a Libia para luchar por 2.000 dólares al mes y para obtener la ciudadanía turca a su regreso”. El combatiente aseguró, asimismo, que “hay más de 1.000 mercenarios involucrados en operaciones en Trípoli, procedentes de brigadas llamadas ‘Sultan Murad’, ‘Suleiman Shah’ y ‘Quinta Legión’. Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado de que dichos voluntarios también son integrantes de otras facciones como ‘División al-Mu'tasim’, ‘Brigada Suqur Al-Shamal’ y ‘Samarcanda’.

Del mismo modo, la organización ha recogido el testimonio mayoritario de los mercenarios: “Quiero ir a Libia para ganar lo que Turquía ofrece. No tengo nada que perder. Vivo en una tienda de campaña y mi salario es de 300 liras turcas, que no son suficientes para mi comida. La partida a Libia, donde obtendré 2.000 dólares, es mejor que luchar en el este del Éufrates”.

Además, poco a poco se van conociendo más detalles del despliegue de los milicianos en el país norteafricano. Según ha informado Radio France International (RFA), Turquía está utilizando las aerolíneas Belhadj Airlines Company y Afriqiyah Airlines para transferir a los mercenarios. En el caso de la primera, la fuente revela que “desde sus inicios, Belhadj ha estado trabajando para servirla y servir los intereses de Turquía y Qatar”. “La incapacidad del Estado libio para controlar completamente el tráfico aéreo ha permitido esto, junto con el hecho de que el aeropuerto de Maitika está bajo el dominio del GNA”, asegura. 

Los mercenarios del LNA

Por parte del LNA, también están saliendo a la luz sus vínculos con diferentes grupos de mercenarios. El mariscal Jalifa Haftar y su Ejército es apoyado por Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudí, Jordania, Egipto, Rusia y Francia. Sin embargo, redes de milicianos, fundamentalmente procedentes de Moscú, como el Grupo Wagner, de Chad y de Sudán, están luchando en la contienda en favor del LNA.

Sobre este último caso, cabe destacar que el Ministerio de Relaciones Exteriores sudanés ha comunicado este martes de que “está siguiendo de cerca las informaciones sobre el envío de ciudadanos sudaneses por una empresa de Emiratos [Black Shield, del sector de la seguridad] a Libia para trabajar en campos petroleros después de atraerlos con contratos como guardias de seguridad que se ubicarían en EAU”. 

Según ha revelado el medio Lybia Observer, este martes, cientos de sudaneses protestaron frente a la sede de dicho Ministerio en la capital, Jartum, para condenar los contratos de la compañía con los que enviaron a los jóvenes sudaneses a Yemen y a Libia, donde no está clara su función, aunque todo a punta a que habrían llegado para integrar las filas afines al LNA, socio de EAU. También se han producido otras manifestaciones frente a la Embajada del país del golfo Pérsico de Jartum.

Mientras, está previsto que este miércoles el Consejo de Seguridad de la ONU celebre una reunión para discutir el proyecto de resolución presentado por Reino Unido sobre un alto el fuego permanente. El documento presentado por la delegación británica prevé que el secretario general de la organización internacional, Antonio Guterres, remita propuestas sobre posibles mecanismos para monitorear el alto el fuego, incluyendo contribuciones por parte de las organizaciones regionales, “en una referencia implícita a las redes europeas y africanas que podrían enviar equipos para monitorear el armisticio”, según ha informado Libya Akhbar. 

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