China, al auxilio de Argelia en tiempos del coronavirus

China sigue exhibiendo músculo en esta crisis del COVID-19, que parece tener controlada en su territorio, y anuncia la construcción de un hospital en Argelia con capacidad para atender a 9.000 personas que puedan enfermar de coronavirus. Además, el sábado pasado llegaba al país magrebí un primer lote de material médico procedente del gigante asiático. Desde la Embajada de China en Argel se anunciaba además este martes que hay más ayuda en camino. Ante las reticencias europeas a ayudar a Argelia, China sale al socorro de su socio magrebí. 

“Un pequeño hospital de protección será construido en Argelia para proporcionar servicios médicos de prevención y lucha contra la epidemia a unos 4.000 trabajadores chinos y 5.000 argelinos”, se anuncia en una nota de la agencia china Xinhua citada por varios medios del país magrebí. Lo cierto es que, a pesar de que se concreta con exactitud el número de pacientes que podrá atender, se desconoce cuándo y dónde se levantará el citado centro médico. De lo que sí se es consciente en Argel y Pekín es de que lo peor de la pandemia en el país magrebí está por llegar. 

De acuerdo con la citada agencia china, desde el gigante asiático se ha desplazado  -llegaron el pasado día 27- “un equipo médico formado por siete miembros y un equipo de trabajo integrado por cinco” que “llegó a Argel con material médico por valor de 3,23 millones de yuanes (unos 455.000 dólares)”. La nota de la agencia china precisa que el lote “contiene 500.000 mascarillas quirúrgicas, 50.000 mascarillas N95 y 2.000 uniformes de protección médica, además de diez respiradores para cuidados intensivos”. 

“Se trata, prosigue la misma fuente, de personal profesional y técnico especializado principalmente en medicina respiratoria, cuidados intensivos, medicina cardiovascular, cuidados integrados y medicina tradicional china y occidental, sanidad pública y prevención de epidemias”. “Posee una amplia experiencia en la prevención de epidemias”, concluye el texto de Xinhua. 

La noticia de la construcción del hospital ha sido acogida con satisfacción por algunos medios argelinos. El Courrier d’Algérie comenzaba su crónica sobre la información que “China no dejará nunca de impresionar”, y añadía más adelante que “si ahora los chinos hablan de ‘pequeño hospital’, el calificativo hay que relativizarlo al tener en cuenta el enorme potencial que demuestran en la realización de mega estructuras sanitarias”, con alusión explícita al hospital construido en la ciudad de Wuhan en apenas diez días. El diario Réflexion dedicaba una portada al anuncio.

Con motivo del envío este sábado del citado lote de material procedente de China, el ministro delegado a cargo de la Industria farmacéutica, Lotfi Djamel Benbahmed, aseguraba que el gesto del gigante asiático con Argelia “denota la profundidad y solidez de los vínculos de solidaridad entre los dos pueblos”. No en vano, la solidaridad había comenzado en el otro sentido: Argelia envió a China a comienzos del pasado mes de febrero una donación de 500.000 mascarillas, 20.000 gafas de protección y 300.000 guantes, según se hace eco la agencia estatal Algérie Presse Service. 

Los vínculos entre Argelia y China son profundos. En septiembre los dos países alcanzarán los 62 años de relaciones diplomáticas. Antiguo bastión socialista –Argelia se sigue denominando oficialmente República Argelina Democrática y Popular-, el país magrebí ha encontrado un sólido apoyo tradicional en el régimen comunista chino. “Ya han llegado a Argel donaciones hechas por la organización benéfica Ma Yun y por ciudadanos chinos que viven en el país y otros materiales médicos llegarán muy pronto y progresivamente”, se anunciaba este martes desde la Embajada del gigante asiático en la capital argelina en una nota recogida por el digital TSA Algérie. 

“China y Argelia han desarrollado una cooperación exitosa en los ámbitos político, económico, comercial y cultural, entre otros ámbitos, con una creciente confianza y coordinación política”, aseguraba el embajador de China en Argel, Li Lianhe, el pasado mes de junio en declaraciones recogidas por Xinhua procedentes de una entrevista del diplomático en el diario argelino Le Jeune Indépendant. 

Según los datos expuestos por el embajador, Argelia es el quinto socio comercial de China en África y el comercio bilateral alcanzó los 9.100 millones de dólares estadounidenses en 2018. La intensa cooperación entre ambos Estados se ha manifestado también en ayuda médica procedente del gigante asiático: desde 1963 China ha enviado a Argelia un total de 26 equipos médicos que integraron 3.400 profesionales sanitarios, los cuales han tratado a 23,7 millones de pacientes, según datos recogidos por Xinhua a partir de las declaraciones del embajador en Argel Li Lianhe. China y Argelia establecieron una asociación estratégica integral en 2014 y firmaron un memorando de entendimiento sobre cooperación durante la Cumbre de Pekín del Foro sobre Cooperación China-África de septiembre de 2018. 

“Argel es una obra abierta a los chinos, principalmente en lo relativo a los grandes proyectos, a la imagen de la Gran Mezquita de Argel y de la autopista Este-Oeste y otros proyectos de envergadura llevados a cabo en asociación con los chinos”, afirmaba en noviembre del año pasado el entonces ministro de Turismo argelino, Abdelkader Benmessaoud, en declaraciones que recogía el medio económico Le Maghreb. 

La ayuda china –aunque hasta ahora modesta- a su aliado magrebí pone en evidencia las reticencias europeas respecto a Argel. Aunque la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, anunciaba hace una semana tras haber conversado con el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, que la Unión Europea prepara ya un paquete de ayuda dirigido a varios países del Mediterráneo meridional y oriental –citada Argelia expresamente- lo cierto es que, hasta ahora, las autoridades europeas no han destinado ninguna partida concreta a este país magrebí. Sí han aprobado, en cambio, donaciones por un total de 700 millones de euros a dos de sus vecinos, Marruecos y Túnez.

El Reino se beneficiará de 450 millones de euros en dos etapas –la primera ayuda, inmediata, asciende a 150 millones de euros- y la República tunecina recibirá una donación de 250 millones. Además, la Embajada de la UE en Túnez anunciaba que se triplican los fondos asignados al programa de asistencia técnica sanitaria Essaha Aziza, a través del cual se destinarán 60 millones de euros a repartir entre las 24 gobernaciones tunecinas, recoge la web Tunisie Numerique. 

A la crisis económica general y nacional, a Argelia se le añade el problema de los bajos precios del petróleo –los hidrocarburos suponen entre el 90 y el 95% de los ingresos por exportaciones-, que marcan mínimos de hace 18 años. Para hacer frente a la crisis presupuestaria, las autoridades argelinas han puesto ya en marcha un plan de austeridad merced al cual pretenden recortar un 30% el gasto público y rebajar acusadamente la factura de las importaciones. 

Entretanto, la epidemia del COVID-19 sigue avanzando entre la población argelina. Al cierre de este texto se contabilizaban 847 contagios confirmados, 58 personas fallecidas y 61 curadas. Es el país magrebí más golpeado por el coronavirus.

Como ocurre en los vecinos Marruecos y Túnez, el número de casos confirmados en Argelia sigue situándose por debajo del millar, aunque el alcance limitado de las pruebas de detección apunta a que las cifras reales se sitúan muy por encima de las oficiales. Al igual que en Marruecos y Túnez, la cloroquina –un fármaco relativamente barato utilizado habitualmente contra la malaria y el lupus- se suministra desde hace días en los centros médicos argelinos para tratar a enfermos de COVID-19.