Opinion

Mawlawi Mehdi, insurgencia y dinámicas de poder en Afganistán

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Este documento es copia del original que ha sido publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos en el siguiente enlace.

El movimiento talibán ha sido siempre predominantemente pastún, con un largo historial de conflictos con el resto de los grupos étnicos afganos. No puede extrañar, por tanto, que los hazaras no tuvieran prácticamente ninguna presencia entre sus filas y que, en 2019, sorprendiera la designación de un hazara, Mawlawi Mehdi, como gobernador del distrito de Balkhab, en la provincia de Sar-e-Pul. Sin embargo, la deriva del régimen talibán tras su llegada al poder, llevó a este comandante a rebelarse contra sus antiguos comandantes. El análisis de este micro-conflicto resulta interesante porque permite entender las dinámicas de poder que subyacen bajo el aparentemente monolítico movimiento talibán.

Introducción

El movimiento talibán sido siempre predominantemente pastún, con un largo historial de conflictos con el resto de los grupos étnicos afganos, sobre todo con los hazaras. Posiblemente porque, además de no pastunes, son chiitas y, por tanto, según los talibán, herejes. No puede extrañar, por tanto, que los hazaras no tuvieran prácticamente ninguna presencia entre las filas de la insurgencia talibán y que, en 2019, sorprendiera la designación de un hazara, Mawlawi Mehdi, como gobernador del distrito de Balkhab, en la provincia de Sar-e-Pul, haciendo mención expresa de su identidad étnica y religiosa. En aquel momento, este nombramiento podía interpretarse como un gesto tranquilizador hacia los hazaras y otras minorías, en el marco de las conversaciones de paz1. Mehdi insistió entonces en el carácter no sectario de los talibán, a la vez que se presentaba como «puente entre los talibán y la comunidad hazara»2 , tratando de convencer a estos, sin demasiado éxito, de que «este nuevo Emirato Islámico no es igual que el anterior... no actúan con criterios étnicos, sino solo para establecer un sistema islámico»3.

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Balkhab, distrito natal de Mehdi, no estaba bajo control talibán cuando fue nombrado gobernador. Había estado desde 2001 bajo el control de Mohammad Mohaqeq, líder del partido hazara Wahdat. Los talibán se habían limitado a controlar las carreteras de acceso, sin mantener presencia permanente. Los importantes depósitos de cobre y carbón que alberga podrían estar detrás del interés por controlarlo. En los distritos que rodean Balkhab, de mayoría tayika, uzbeca y aymaq, con presencia pastún y hazara, la presencia talibana era más relevante. En todos ellos, los conflictos entre los partidos de las etnias mayoritarias favorecieron la paulatina expansión talibana4.

Los orígenes de Mawlawi Mahdi

Mahdi es hijo de un comandante muyahidín hazara de la facción de Mohaqeq. En una fecha indeterminada, un pleito por la usurpación de unas tierras les obligó a huir a Irán, de donde regresaron en 2010. A resultas de este mismo pleito, Mahdi acabó en la cárcel por el secuestro de un miembro de la familia rival, afiliada a la facción hazara rival de Akbari. El ingreso en prisión se produjo a pesar de que ambas familias habían llegado a un acuerdo, a través de la intervención de una asamblea local de ancianos. En la cárcel, Mehdi contactó con los talibán, con los que siguió en contacto al regresar a Balkhab en 2017. Inicialmente, se vinculó tanto con la facción de Mohaqeq, como con los talibán, tratando de conseguir todos los apoyos posibles para establecerse5. Finalmente, consiguió convertirse en comandante de un grupo armado ilegal «independiente», financiándose principalmente a través de la imposición de tasas ilegales al comercio de carbón.

En 2018 comenzó a actuar en nombre de los talibán, a los que acabó por unirse formalmente, haciendo que fuera expulsado de Balkhab, no está claro si por un levantamiento popular o por una operación de limpieza de las fuerzas de seguridad. Tras su expulsión, se refugió en el noreste de la provincia, dominada por los uzbekos, pero con fuerte presencia talibana, de donde fue finalmente expulsado por el gobernador provincial. Durante 2019, los ancianos hazara locales intentaron, sin éxito, mediar entre el gobernador y Mehdi pero, tras su experiencia en 2010, este desconfiaba de esas asambleas. Su siguiente destino fue el distrito de Sancharak, donde había presencia talibana. Desde allí fue nombrado gobernador de Balkhab.

Tanto los partidarios de Mohaqeq, como el ejército, organizaron varias operaciones contra él. En una de ellas, en febrero 2019, los hombres de Mehdi sufrieron 28 muertos, entre ellos uno de sus hermanos. Como consecuencia de esto, fue debilitándose hasta que tuvo que huir al distrito de Kohistanat, bajo control talibán6.

El eterno conflicto entre hazaras y talibán

Mehdi no es el primer caso de un hazara aliado con los talibán. Es fiel reflejo de su táctica de instrumentalizar los conflictos locales para reclutar combatientes en comunidades mayoritariamente hostiles.

Los hazaras, una de las principales minorías afganas, han estado tradicionalmente sujetos a discriminación por su identidad étnica y religiosa. El primer gobierno talibán fue muy hostil con ellos, mientras en el período 2002-2021 se les reconoció plenitud de derechos. Debido a su apoyo al proceso de construcción del Estado afgano, los hazaras fueron objetivo habitual de la insurgencia talibana.

Cuando los talibán derrotaron a la Alianza del Norte en 1996, las milicias hazara se retiraron al Hazarayat (la tierra de los hazara), donde fueron finalmente derrotados. Los talibán eran conscientes del desafío que suponía someter un área donde no tenían alianzas previas, por lo que trataron de ganarse el apoyo de alguna de las facciones hazara rivales. Lograron así el apoyo de Akbari, rival de Mohaqeq, que pasó a convertirse en el líder hazara más importante y el principal aliado de los talibán en la región7 8.

Estas alianzas puntuales no impidieron que se cometieran masacres contra los hazaras. En palabras del entonces gobernador provincial de Bamyán: «No son musulmanes, son chiíes. Son kafir [infieles]. Mataron a los nuestros y ahora tenemos que matarlos»9. Estas declaraciones se basan en una fatua del fundador de los talibán, Mulá Omar: «No hay diferencia entre herejes y chiitas y es una obligación luchar contra ellos».

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A partir de 2001, los talibán adoptaron una política de no discriminación, intentando calmar los temores de los hazaras. En 2006, el Mulá Omar instó a los suyos a no guiarse por el odio sectario, porque «todos los musulmanes, aunque sean de diferentes escuelas de pensamiento, son hermanos». Estas declaraciones no lograron tranquilizar a los hazaras10. Es posible que entre los talibán hubiera quienes aceptaran esta postura, pero el sentimiento antihazara, con sus componentes étnico y religioso, está muy arraigado entre los pastunes, y no es fácil de erradicar.

Tras el retorno al poder de los talibán, en 2021, los hazara no están representados en el gobierno de facto, ni como gobernadores, alcaldes o jefes de policía. Además, se les ha apartado de la Administración y la judicatura. Solo la presión internacional consiguió que se nombrara a dos hazaras para puestos de cierto nivel, Mawlawi Mahdi y Abdul Latif Nazari, viceministro de Economía. Mehdi, pasó a ocupar un puesto menor, como jefe de inteligencia en la provincia de Bamyán. Para algunos, se trataría de una maniobra dirigida a apaciguar a sus correligionarios y evitar un levantamiento. En abril fue cesado y regresó a Balkhab. Parece que los talibán dudaban de su lealtad11.

Durante la ofensiva talibana de 2021, ya se apreció la brutalidad del trato que estaban recibiendo los hazaras en las zonas ocupadas, con o sin aprobación de la cúpula talibana, y se constató un incremento en el número de ataques contra la comunidad hazara, aunque la mayoría fueran asumidos por el ISIS-K12. Además, cientos de familias hazara fueron expulsadas de sus hogares y tierras para entregárselos a nómadas kuchis, mayoritariamente pastunes, o a combatientes talibán13.

El divorcio de Mahdi con los talibán

Desde Bamyán, Mehdi siguió pendiente de Balkhab, principalmente del control de sus recursos mineros, particularmente de las minas de carbón, la fuente de riqueza más importante. Tradicionalmente, comandantes talibán como Mehdi imponían impuestos ilegales al comercio de este recurso, exportado mayoritariamente a Paquistán, donde su precio es más alto. Según fuentes locales, antes del verano de 2021, quienes comerciaban con carbón debían pagar a Mehdi 1.500 afganis (17 euros) por camión de carbón, además de los 3.600 afganis (40 euros) en impuestos oficiales. Con su llegada al poder, la falta de recursos económicos ha llevado a la Administración talibana a centralizar en Kabul todos los ingresos obtenidos en las provincias, privando a sus comandantes de una importante fuente de financiación14. Es muy posible que este asunto esté detrás del enfrentamiento entre Mehdi y los talibán, aunque este utilice su actitud sectaria hacia los hazaras para justificarse15. Otra teoría, procedente de Teherán y que podríamos calificar de conspiranoica, sostiene que Estados Unidos estaría detrás de la revuelta de Mehdi16. No hay evidencias que confirmen esta acusación.

El caso es que los talibán se han marcado como objetivo prioritario consolidar el poder monopolizando los recursos, aplastando cualquier amenaza percibida y adelantándose a las futuras. En lo que respecta a Balkhab, el grupo ha hecho del monopolio de los recursos mineros un objetivo inexcusable.

Privado de poder y de fuentes de financiación y temeroso de ser arrestado, Mehdi optó por retirarse a su ciudad natal. Abandonó formalmente las filas talibanas, derrocó al gobernador y se hizo con el control de Balkhab, preparando a la comunidad hazara para defenderse de un ataque talibán inminente. Se estima que podría contar con unos 500 combatientes, pero el dato es poco fiable.

Reacción talibán

La reacción talibán no se hizo esperar. A mediados de junio, reunieron fuerzas de las provincias cercanas para combatirle. Curiosamente, los comandantes talibán de etnia uzbeka de las provincias vecinas se negaron a proporcionar los 200 combatientes que se les pidió para esta operación. El dato no es irrelevante, podría demostrar una fisura en la lealtad hacia el mando talibán que podría ser representativa del malestar reinante entre los talibán no pastunes. Los talibán fueron incrementando sus fuerzas hasta llegar a los 3.000 combatientes, liderados por el jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas afganas, Qari Fasihuddin Fitrat, acompañado de los comandantes de los Cuerpos del Norte y Herat17, lo que podría tener relación con el temor a una expansión de la insurgencia a otras zonas del norte y oeste afganos. La gravedad de la situación llevó a que Mulá Fazel, viceministro de Defensa, asumiera finalmente el mando de la operación18.

Entre los días 22 y 25 de junio se produjo una ofensiva talibana con apoyo aéreo desde varios frentes, siendo difícil estimar el número de bajas producidas. Parece que el liderazgo lo asumieron inicialmente fuerzas de élite procedentes de Kabul, pero el elevado número de bajas aconsejó reemplazarlos por fuerzas locales. Lo que sí parece confirmarse es que, tras varios días de combates, los talibán habrían logrado capturar la capital a principio de julio, mientras Mehdi estaría reorganizando a sus hombres en las zonas altas.

De acuerdo con la estrategia de contrainsurgencia que parecen estar siguiendo los talibán en todo el país19, su actuación da la impresión de estar siendo brutal. Las informaciones disponibles hablan de ejecuciones sumarias, destrucción de viviendas y éxodo de población hacia provincias vecinas o hacia las montañas, donde el hambre estaría causando estragos. También se habla de cortes de suministros y carreteras como parte de una estrategia basada en aterrorizar a la población hazara, a la que parecen considerar como enemiga en su conjunto. Los talibán niegan estas acusaciones, afirmando que no quieren perjudicar a los civiles20. Numerosas organizaciones han expresado su preocupación por las acciones de los talibán, aun reconociendo la dificultad de verificar estas informaciones21.

Conclusión

Un bandolero hazara que se une al movimiento talibán es nombrado gobernador y acaba combatiendo contra ellos, es un caso excepcional que no puede considerarse como representativo de una amenaza generalizada. Sin embargo, refleja cómo los complejos equilibrios del poder local pueden llevar a cambiar de bando a los actores del conflicto afgano. Resulta tentador achacar la actitud de Mehdi a una presunta naturaleza traicionera de los afganos, o de los orientales en general. La realidad es mucho más compleja. Para quienes viven en sociedades asentadas en el umbral de la supervivencia, tomar decisiones guiadas por criterios ideológicos es un lujo fuera de su alcance. Cuando elegir el bando equivocado puede conducir a una comunidad entera a la miseria absoluta, si no al exilio, son criterios de supervivencia los que guían las decisiones, llevando a «arrimarse» a aquellos que mejor puedan garantizarla. Ocurrió en 2021 a favor de los talibán, podría ocurrir en el futuro en su contra. Los líderes tribales afganos tienen la responsabilidad, por encima de todo, de garantizar la seguridad y la supervivencia de sus dependientes. Este objetivo los llevará a buscar las alianzas que, en cada momento, sean más beneficiosas. Ambiciones personales, poder y riqueza se entrecruzan con estos planteamientos, evidentemente, pero no llegan a desvirtuar esta manera de actuar que puede resultar difícilmente justificable desde la perspectiva de quienes no ven condicionada su supervivencia por sus decisiones políticas. El caso de Mehdi no es ajeno a esta realidad.

El éxito inicial de la revuelta y la negativa de los talibán de etnia uzbeka a participar en su represión demuestran las dificultades a las que se enfrentan los talibán, sobre todo en el norte, donde sus apoyos resultan escasos y muy poco sólidos. El carácter marcadamente pastún del régimen talibán es una de sus mayores debilidades. En el caso de los hazaras, una hostilidad basada en rivalidades históricas, con un marcado componente religioso, hace muy difícil que puedan aspirar a ganar apoyos firmes en este grupo social. El establecimiento de un gobierno inclusivo, multiétnico, podría haber ayudado a superar estos recelos y a ampliar la base social del régimen. Haber optado por un gobierno exclusivamente de pastunes, más allá de la presencia testimonial de otras etnias, supone una debilidad que jugará a favor de cualquier movimiento de oposición, armada o no, que pueda articularse en el país. A ello hay que añadir que el intento de las autoridades de Kabul de centralizar los «impuestos» que cobran sus comandantes locales constituye una fuente de fricción con unos subordinados acostumbrados a autofinanciarse y que, además, no ven que alcanzar el poder les haya supuesto una mejoría en cuanto a sus condiciones de vida y las de sus dependientes22.

Epílogo

Según información difundida por los talibán, a finales de agosto, tras haber sido derrotada su efímera revuelta contra los talibán, Mehdi fue abatido cerca de la frontera con Irán, cuando trataba de huir a ese país, a pesar de este desenlace, la revuelta de Mehdi es una advertencia que los talibán no deberían pasar por alto.

Javier Ruiz Arévalo

Coronel de Ejército de Tierra (ESP). Doctor en Derecho

@jmruizarevalo

Referencias:

1 RUTTIG, T. «The case of Mawlawi Mehdi and Balkhab District: Are the Taleban attracting Hazaras?», Afghanistan Analysts Network. 23 may 2020. https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/war-and- peace/the-case-of-mawlawi-mehdi-and-balkhab-district-are-the-taleban-attracting-hazaras/

2 RAGHAVAN, Sudarsan. «The Taliban is trying to win over Afghanistan’s Shiites with a 33-year-old Hazara emissary. But many question the group’s sincerity». The Washington Post. November 1, 2021. https://www.washingtonpost.com/world/asia_pacific/taliban-afghanistan-hazaras/2021/11/01/096c9690- 3775-11ec-9662-399cfa75efee_story.html

3 Ibídem.

4 RUTTIG, Thomas. «Protests and Factional Conflict in Sarepul». Afghanistan Analysts Network. Feb 2012. https://www.afghanistan-analysts.org/en/reports/rights-freedom/protests-and-factional-conflict-in-sarepul

5    Una    biografía    de    Mehdi:    http://www.afghan- bios.info/index.php?option=com_afghanbios&id=4624&task=view&total=1017&start=584&Itemid=2

6 RUTTIG, 2020.

7    SEMPLE,    Michael.    «Reconciliation    in    Afghanistan».    USIP.    September    1,    2009. https://www.usip.org/publications/2009/09/reconciliation-afghanistan

8 2005 Afghanistan Justice Project (AJP) report

9 HUMAN RIGHTS WATCH. The Massacre in Mazar-e-Sharif. Vol. 10, No. 7 (C). November 1998. https://www.hrw.org/legacy/reports98/afghan/Afrepor0.htm

10 RUTTIG, 2020.

11 FARKHONDEB, Akbari. «The Risks Facing Hazaras in Taliban-ruled Afghanistan». GW Program on
Extremism. https://extremism.gwu.edu/risks-facing-hazaras-taliban-ruled-afghanistan

12 AMNISTIA INTERNACIONAL. «Afganistán: Los talibán son responsables de la brutal masacre de hombres    hazaras».    20    de    agosto    de    2021.    https://www.es.amnesty.org/en-que- estamos/noticias/noticia/articulo/afganistan-los-talibán-son-responsables-de-la-brutal-masacre-de- hombres-hazaras/

13 HASHT E SUBH DAILY. «Kuchis Are Taking Advantage of Hazara Farmlands in Ghazni’s Nawur District». Oct 5, 2021. https://8am.af/eng/kuchis-are-taking-advantage-of-hazara-farmlands-in-ghaznis- nawur-district/

14 GLINSKI, Stefanie. «Taliban Wage War Over Coal in Northern Afghanistan. The battle for cash pits the Kabul extremists against Hazara locals». Foreign Policy. July 5, 2022. Taliban Wage War Over Coal Mining in Afghanistan (foreignpolicy.com)

15 THE CRADDLE. «Taliban ousts its only Shia Hazara commander». 24 de junio de 2022. https://thecradle.co/Article/news/12185

16 TASNIM NEWS AGENCY. Iran Envoy Warns of US Sedition amid Clashes in Afghanistan’s Balkhab. June 26, 2022. https://www.tasnimnews.com/en/news/2022/06/26/2734638/iran-envoy-warns-of-us- sedition-amid-clashes-in-afghanistan-s-balkhab

17 THE FRONTIER POST. «Taliban’s highest-ranking army officer heads to N. Afghanistan». 25 de junio de 2022. https://thefrontierpost.com/talibans-highest-ranking-army-officer-heads-to-n-afghanistan/

18 HASHT-E SUBH DAILY. «Fierce Fighting Rages Between Taliban and Local Forces Led by Mawlawi Mehdi in Balkhab». Jun 23, 2022. https://8am.af/eng/fierce-fighting-between-taliban-and-mawlawi-mehdis- forces-in-balkhab/

19 RUIZ ARÉVALO, Javier. De lobo a pastor. La contrainsurgencia talibana. Documento de Opinión IEEE 69/2022. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2022/DIEEEO69_2022_JAVRUI_Lobo.pdf

20 HASHT-E-SUBH. «Rising Concerns Over Civilian Casualties and Atrocity Crimes Committed by Taliban Forces in Balkhab». Jun 28, 2022. Rising Concerns Over Civilian Casualties and Atrocity Crimes Committed by Taliban Forces in Balkhab - Hasht-e Subh Daily (8am.af)

21 GLINSKI, op. cit.

22 RASMUSSEN, Sune E. y STANCATI, Margherita. «Taliban Splits Emerge Over Religion, Power and Girls ’Schools». The Wall Street Journal. July 1, 2022. https://www.wsj.com/articles/taliban-splits- afghanistan-religion-girls-schools-11656682831