La Cámara de Representantes aprueba un documento para dar forma a la siguiente etapa de la investigación, que será más abierta al público

El impeachment sobre Trump entra en una nueva fase

photo_camera AFP/MANDEL NGAN - Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC

Donald Trump sigue acumulando reveses. La Cámara de Representantes, donde los demócratas disfrutan de mayoría, ha aprobado este jueves formalizar la investigación sobre el presidente de Estados Unidos. La moción aprobada abre una nueva fase en un proceso que ya está en marcha. Hasta ahora, todas las declaraciones habían sido a puerta cerrada. En este nuevo escenario, la investigación tendrá más publicidad y el flujo de información será mayor.

El texto aprobado es de carácter procedimental. La votación no tenía como fin lanzar el impeachment sobre Trump, sino más bien poner negro sobre blanco la parte formal de ese hipotético impeachment: asuntos de calendario, qué derechos tendrían los abogados de Trump, en qué condiciones se celebrarían las comparecencias... Ha sido aprobado con 232 votos a favor -solo dos demócratas han votado en contra- y 196 en contra -de los republicanos. Puede parecer un movimiento menor, pero es el mayor avance en un caso de impeachment desde 1998, cuando Bill Clinton fue procesado por el ‘caso Lewinsky’. 

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara y portavoz demócrata, ha tildado el día de triste: “Nadie viene al Congreso a procesar a un presidente”. Ha añadido que llevar adelante la investigación “no es una cuestión de partidismo, sino de patriotismo”. La reacción en las filas republicanas no se ha hecho esperar. Trump ha tuiteado que la iniciativa demócrata constituye “la mayor caza de brujas en la historia de América”. Stephanie Grisham, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, ha negado cualquier rastro de ilegalidad en la conducta del presidente y ha calificado el impeachment de “farsa”.

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes

La investigación se centra en esclarecer si el presidente Trump presionó a Vladímir Zelenski, su homólogo ucraniano, para que investigase acusaciones de corrupción vertidas sobre Joe Biden, exvicepresidente y uno de los candidatos favoritos a las primarias demócratas de 2020, y su hijo Hunter. Actualmente, es el Comité de Inteligencia de la Cámara, presidido por Adam Schiff, el que se está haciendo cargo del caso. Todas las declaraciones que ha requerido se han realizado a puerta cerrada, una circunstancia que el Partido Republicano ha calificado de “secretismo”. 

Los últimos testigos en comparecer han sido Tim Morrison, que trabajó como asesor del Consejo de Seguridad Nacional para Rusia y Europa hasta este miércoles, 30 de octubre, cuando decidió presentar su dimisión. Su testimonio ha coincidido con el expresado anteriormente por el exembajador de Estados Unidos en Ucrania Bill Taylor, que confirmó el ‘quid pro quo’ que mantuvo Trump con Zelenski. Tanto Morrison como Taylor presenciaron en directo la conversación de los dos dirigentes.

 Esta combinación de imágenes de archivo muestra (de izquierda a derecha, de arriba abajo) a Donald Trump, Rudy Giuliani, Nancy Pelosi, Mike Pompeo, Adam Schiff y Volodymyr Zelensky
Un camino largo

El texto aprobado establece que, a partir de ahora, las comparecencias serán públicas. El Comité de Inteligencia, con mayoría demócrata, tendrá el derecho de divulgar, si así lo desea, declaraciones privadas. El informe con sus conclusiones será transmitido al Comité de Justicia, donde también en manos demócratas, que realizará sus propias investigaciones. En esta etapa de la investigación, los abogados de Trump podrán estar presentes durante las sesiones. Cabe destacar que también recaen sospechas sobre el principal letrado de Trump, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani.

El proceso no acabará ahí. Las conclusiones del Comité de Justicia deberán ser entregadas al Congreso. Se requiere la aprobación de las dos cámaras para destituir al presidente. En la Cámara de Representantes, bastaría una mayoría simple que los demócratas tienen asegurada. El Senado, sin embargo, es harina de otro costal: precisa de una mayoría cualificada de dos tercios y la institución está en manos republicanas. Para aprobar una moción de destitución, se necesitarían los votos a favor de todos los senadores demócratas, de los dos senadores independientes y de 20 de los 53 senadores republicanos.

Si bien el asunto de Ucrania ha sido una cascada de malas noticias para Trump, Rusia parece haberle dado un respiro. Este martes, 29 de octubre, la Corte de Apelación de Estados Unidos bloqueó la publicación de todo el contenido del informe especial elaborado por el fiscal Robert Mueller sobre la presunta colusión de Trump con Rusia durante la campaña presidencial de 2016. La investigación no inculpó al presidente, pero tampoco lo eximió del delito de obstrucción a la justicia. 

A pesar de que el Comité de Justicia de la Cámara de Representantes ha expresado que “necesita con urgencia” tener acceso pleno a todo el contenido de lo que ya se conoce como ‘Informe Mueller’, el Fiscal General William Barr solamente ha autorizado que se desclasifique una pequeña parte.
 

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