El ETRSS-1 es una plataforma de observación que será seguido por un satélite de comunicaciones, tal y como han acordado la pasada primavera los gobiernos de Beijing y Addis Abeba

Etiopia pondrá en órbita el 17 de diciembre su primer satélite con la ayuda de China

photo_camera El ETRSS-1 es un pequeño satélite de 70 kilos construido en China 

El primer satélite propiedad del estado de Etiopía volará al espacio a bordo de un lanzador chino CZ-4B, que despegará el 17 de diciembre desde el centro espacial de Taiyuan, a unos 500 kilómetros al norte de Beijing. 

Denominado oficialmente Satélite Etíope de Observación Remota o ETRSS-1 por su acrónimo en inglés (EThiopian Remote Sensing Satellite), se trata de una pequeña plataforma espacial de observación de la Tierra de un peso de tan sólo 70 kilos que será situado a una altura aproximada de 700 kilómetros.

Si el despegue y puesta en órbita se desarrolla según los planes establecidos, el satélite enviará sus primeras imágenes dentro de unos pocos días y después de la fase de calibración de sus cámaras a bordo, entrará en servicio en la primavera de 2020.

La razón de ser del ETRSS-1 es supervisar el extenso territorio etíope de más de un millón de kilómetros “para velar por la mejora de la planificación y mejora del rendimiento agrícola, servir de sistema de alerta temprana ante inundaciones y sequías así como para vigilar la buena marcha de las actividades mineras y las iniciativas de protección de los recursos naturales”, ha desvelado el Sahle-Work Zewde ante el Parlamento.

Hay que tener en cuenta que el país obtiene la mayor parte de sus ingresos de la agricultura y la ganadería, por lo que las autoridades etíopes ha considerado de la máxima prioridad disponer de un satélite propiedad del estado para mitigar los efectos negativos del cambio climático global que afecta de manera especial al su territorio.

El ministro de Innovación y Tecnología, Getahun Mekuria, ha afirmado que la finalidad principal de las imágenes en color que proporcione el satélite una vez en servicio pasan por “supervisar y evaluar los graves problemas ambientales del país africano, principalmente en lo relativo a la adecuada utilización de los recursos hídricos, las actividades mineras y la predicción de desastres naturales, como inundaciones y sequías”.

A ello cabe añadir, según Solomon Belay, director general del Instituto de Tecnología de Ciencia Espacial de Etiopía o ESSTI (Ethiopian Space Science and Technology Institute), que también sus imágenes serán empleadas para “la gobernanza y administración de la tierra, el desarrollo y la supervisión de la infraestructura y, por supuesto, en cometidos de vigilancia de fronteras, defensa y seguridad nacional”. Las imágenes que proporcione el ETRSS-1 representarán “un ahorro anual de alrededor de 12 millones de dólares para las arcas de Etiopía”, ha subrayado Belay.

La Academia de Tecnología Espacial de China ‒CAST por sus siglas en inglés‒ ha sido la responsable de diseñar, desarrollar y fabricar el satélite, tras la firma de un acuerdo de cooperación bilateral en materia espacial entre ambos países.

Las autoridades de China y Etiopía han suscrito un acuerdo

En el citado acuerdo de cooperación espacial, el Gobierno chino del presidente de Xi Jinping se comprometía a aportar 6 millones de dólares para la puesta a punto del ingenio, cuyo coste está estimado en alrededor de 8 millones de dólares.

Según el director general del ESSTI, alrededor de una veintena de ingenieros etíopes han estado directamente involucrados “en el diseño y desarrollo preliminar del satélite”. El motivo es que las autoridades etíopes aspiran a que su colaboración con China en materia espacial les permita adquirir conocimientos y transferencia de tecnología para poder “diseñar, construir y lanzar el segundo satélite de forma independiente”, algo muy difícil de alcanzar en tan corto espacio de tiempo.

Los primeros pasos para contar con un satélite de observación nacional se dieron el 14 de octubre de 2016, cuando el Consejo de Ministros de Etiopía aprobó la creación del ESSTI que, una ver establecido, presentó un proyecto para desarrollar una plataforma espacial en cooperación con un tercer país, que era el que debía aportar la tecnología y los medios necesarios para hacer realidad la iniciativa.

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, aprovechó su estancia en China con ocasión de la celebración a finales de abril del segundo Foro Internacional de Cooperación de la Ruta de la Seda para visitar la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST) y conocer de manera directa el estado del satélite ETRSS-1. 

El gobierno chino ha aportado 6 millones de dólares

Los dos países han ampliado su colaboración espacial con la firma en Addis Abeba el pasado 27 de mayo de un segundo acuerdo para construir un satélite de comunicaciones. 

El Gobierno etíope también está ultimando conversaciones bilaterales con el Gobierno francés y con el Banco Europeo de Inversiones para que el grupo industrial ArianeGroup levante en Addis Abeba un centro para la fabricación y pruebas de mini satélites.

El Centro de Control del ETRSS-1 se ha levantado con tecnología china en el observatorio en Entoto, situado a 3.200 metros de altitud, a escasos kilómetros de Addis Abeba. El pequeño satélite etíope partirá al espacio junto con otras cuatro plataformas, el satélite de observación chino-brasileño CBERS-4A, de cerca de dos toneladas de peso, y otros tres muy pequeños y ligeros mini satélites, uno brasileño y dos chinos.

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