La coalición internacional que lidera la nación norteamericana también ha enviado un convoy de vehículos con materiales y equipos logísticos

Estados Unidos despliega un nuevo sistema antimisiles Patriot en Siria

PHOTO/AP - Sistema de defensa de misiles Patriot de EEUU

La coalición internacional que lidera Estados Unidos para combatir al grupo terrorista Daesh en Siria ha desplegado un sistema antimisiles Patriot en los alrededores de la planta de gas de Koniko en la región de Deiz Ezzor, en el noreste de Siria, según la información recogida por Syrian Observer. 

La creación de esta coalición, cuyo objetivo es coordinar distintas operaciones militares para detener el avance de Daesh, fue anunciada en diciembre de 2015. El corresponsal de Syrian Observer ha asegurado que las milicias de la coalición han estado trabajando en los alrededor de la planta de Koniko, anexando un área de aproximadamente 1.000 dunam al campo (10 dunams equivalen a una hectárea). Este mismo analista también ha especificado que además de ampliar su zona de control han instalado una cerca de alambre alrededor de esta zona. 

El portal web Deir Ezzor 24 ha publicado en varias ocasiones información relacionada con la llegada de baterías de misiles a esta base; baterías que, de acuerdo con los medios locales, están desplegadas hoy en día. Así, en los últimos meses, EEUU ha aumentado su presencia militar en Siria y ha llegado a controlar varias posiciones en campos de petróleo y gas de la región. 

El despliegue de un sistema de antimisiles Patriot se ha instalado después de que el Ejército de EEUU situara una nueva base en el enclave de Deir Ezzor, al este de Siria, para reforzar sus posiciones dentro del conflicto bélico que se desarrolla en el país de Oriente Medio desde 2011. Una de las bases con las que cuenta el país liderado por Donald Trump en Siria se encuentra alrededor de un campo gasífero. Este tipo de movimientos ponen de manifiesto el evidente interés que despierta esta región en Estados Unidos.

Un convoy militar de EEUU en la ciudad de Qamishli, en el norte de Siria

En este contexto, al menos tres soldados estadounidenses y cinco miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias, (FDS) han resultado heridos en un ataque que ha tenido lugar entre las provincias de Hasaka y Deir Ezzor. La agencia de noticias siria SANA ha indicado que un convoy conjunto de las fuerzas de las fuerzas estadounidenses y grupos respaldados por las FDS han sido atacados por hombres armados no identificados con ametralladoras y lanzagranadas RPG en la rotonda de la aldea de Rwaished. 

Este mismo medio de comunicación ha alertado hace unas horas de la llegada de un convoy de vehículos estadounidenses cargados con material y equipo logístico. El convoy se dirigía a las “bases ilegítimas en al-Yarubia, en la parte nororiental de Al-Hasaka, en violación de los principios internacionales”, ha especificado la agencia. Según este mismo medio de comunicación, el convoy accedió a Siria a través de Irak por el cruce ilegítimo de al-Walid. Por otro lado, al menos seis vehículos blindados han llegado a suelo sirio a través de la aldea de al-Mahmoudya, en Irak, y en dirección a los pozos petrolíferos sirios de Karchouk. 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) ha publicado una serie de fotografías que muestran una columna de camiones de la coalición internacional que entró por el paso fronterizo de Al-Walid. Esta columna está formada, según el SOHR, por unos 25 camiones, que transportaban materiales de construcción y equipo logístico, y se dirigían principalmente a las bases de la coalición internacional en Al-Hasaka y Deir Ezzor. Previamente, el 23 de mayo, esta misma organización había afirmado que un convoy de esta misma coalición había accedido a Siria, concretamente a la zona rural de Al-Hasaka a través del paso fronterizo de Al-Walid, y que estaba compuesto por 50 camiones que transportaban armas, municiones, equipo militar y logístico, además de habitaciones prefabricadas, según esta institución. 

En este conflicto, Rusia apoya al régimen del presidente sirio Bachar al-Asad, mientras que Turquía y Estados Unidos respaldan a los rebeldes. Desde el comienzo de la guerra en 2011, el Gobierno del país y los propios ciudadanos sirios han expresado su rechazo a la presencia de Estados Unidos, una presencia que en tiempos de coronavirus no ha dejado de incrementarse. 

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