Opinión

Actores alternativos en Latam: Turquía

photo_camera PHOTO/OFICINA DE PRENSA PRESIDENCIAL TURCA vía REUTERS - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pronuncia un discurso televisado a la nación en Ankara, Turquía, el 10 de julio de 2020

Turquía, que hoy nos ocupa, cuenta con empresarios de primer orden, con su peso demográfico –84M de habitantes y edad media de 32 años–, abundantes vínculos con su diáspora, y soft power en torno a su industria de entretenimiento, que arrasa en Latam de manera semejante al Hallyu –la ola surcoreana del k-pop y otros productos culturales–.

El jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, visitó Ankara para la VII Cumbre Turco-Española con el presidente Recep Tayyip Erdoğan.

Se trató del anuncio del lanzamiento de la OPA del BBVA para hacerse con el 100% del capital de Garanti, principal entidad privada turca y filial del grupo español. El gran factor de crecimiento es el cliente joven. La operación pretende generar beneficios al tiempo que aprovechar la bajada de la lira.

Como aliados colaboran en la OTAN cuya próxima cumbre se celebrará en España en junio. La española Navantia ha terminado este año un pequeño portaviones turco con el objetivo de construir uno mayor. Hay en proyecto un submarino. Mención aparte merecen los drones: los aviones no tripulados turcos son, a la vez, efectivos y de bajo coste.

Se ha pasado de una balanza comercial por valor de $7.700M en 2010, a un máximo histórico de $14.725M en 2019. Objetivo: $20.000M. Hay más de 600 empresas españolas implantadas en Turquía.

A diferencia de otros socios comunitarios, en España tanto el gobierno como la oposición apoyan la – cada vez más improbable – adhesión de Turquía a la UE como política de Estado. Más allá de esto Madrid pone freno a París que apoya al PKK, organización considerada terrorista en Ankara que EEUU declara hoy como aliada en Siria. España no formó parte de la declaración sobre el caso Kavala firmada por algunos embajadores occidentales en Ankara y por el que el Consejo de Europa lanza una acción disciplinaria contra Turquía. Estos rasgos de la política exterior española llevan a aplicar el término de «verdadero amigo» a España.

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Existen paralelismos en la historia reciente como el de tener desde los 50 bases estadounidenses debido a su enorme significado geoestratégico. Ambos fueron gobernados por golpes militares o dictaduras durante un tiempo. Y la lucha contra el nacionalismo kurdo del PKK, el terrorismo separatista de ETA.

Aunque los dos líderes las eludieron, las diferencias existen. Solo un ejemplo: la lacra de la violencia a la mujer. Cuestión en la que Erdoğan muestra una actitud «muy sensible» basándose en el concepto de la familia. Retiró a su país de la convención de Estambul de protección a la mujer en verano: el islamismo criticaba que «el acuerdo promovía la homosexualidad».

Sánchez, autoproclamado paladín en la lucha por los derechos de la mujer, no dudó en cortar a una periodista de RNE por sus incómodas preguntas a Erdoğan.

Las esferas de influencia religiosa, lingüística y cultural de Madrid y Ankara no se superponen geográficamente. Esto facilita una asociación estratégica permitiendo a los dos abrirse a las esferas de influencia del otro. España a la recién establecida Organización de los Estados Túrquicos. Turquía a los países latinoamericanos a los que concede gran importancia.

Ya en 1513 el almirante y cartógrafo otomano, Piri Reis, dibujó un enigmático mapa que muestra lo que parecen ser las costas de América y la Antártida, antes de que estas fueran exploradas. Un icono nacional para Turquía, sigue siendo objeto de debate si es el mapa más antiguo de América.

Las relaciones datan de la segunda mitad del siglo XIX. Entre 1860 y el final de la Gran Guerra hubo diversas olas migratorias desde el Imperio Otomano a Latam. A aquellos emigrantes, en su mayoría árabes, se les llamó «Los Turcos» al venir con pasaporte otomano. Después de la contienda y el derrumbe otomano la migración fue masiva. En 1926, Chile fue el primer país de la región en reconocer a la joven República fundada por Mustafa Kemal Atatürk. A partir de los 40 creció el número de embajadas. Las relaciones languidecieron hasta que en los 90 se produjo la primera visita oficial de un jefe de Estado turco. Argentina, Brasil y Chile recibieron a Süleyman Demirel.

AFP/ADEM ALTAN  -   El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una conferencia de prensa celebrada después de la reunión de coordinación para luchar contra el coronavirus, en Ankara

Con la llegada al poder en 2003 de la formación socialconservadora y tendencia islamodemócrata, Partido Justica y Desarrollo (AKP), la política exterior experimenta un multilateralismo más allá de los aliados tradicionales.

Durante los últimos 20 años, en línea con esa transformación, Turquía viene desarrollando una activa política de apertura. El «Plan de Acción para América Latina y el Caribe» se implementó con la participación de Embajadores y representantes de los sectores público y privado entrando en vigor en 1998. El Plan fue revisado en 2006 declarado como el «Año de América Latina y el Caribe» en Turquía.

Ankara cuenta con 16 embajadas en América Latina y el Caribe. Mediante ellas y a través de la Agencia de Cooperación y Coordinación Turca (TİKA), se posiciona como potencia humanitaria con el apoyo mostrado tanto en diferentes desastres naturales como la actual lucha contra la pandemia. En aplicación de la diplomacia pública pretende darse un mayor apoyo a las comunidades musulmanas en la región a través de la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía (DIYANET).

La ofensiva diplomática de Ankara estrecha los lazos políticos, económicos y culturales y ha llevado a Erdoğan a Cuba, México y Colombia en 2015 y a Chile, Perú y Ecuador en 2016. En 2018 estuvo en Argentina para la cumbre del G20 con una visita relámpago a Paraguay.

La mayor parte de las importaciones turcas son materias primas y recursos naturales: cobre, combustibles, minerales y petróleo (Brasil y Argentina también exportan maquinaria). Sus exportaciones, bienes manufacturados de tecnología media: repuestos automotrices y motores, hierro y acero, maquinaria pesada y material para reactores nucleares, frutas y comestibles, textiles y fibras sintéticas.

Brasil y México son considerados socios estratégicos. Existe un Tratado de Libre Comercio con Chile desde 2011. Negociaciones para un TLC con Ecuador, Colombia, México y Perú están «en marcha». Guatemala está interesada en negociar un Acuerdo de Alcance Parcial (AAP). Otro objetivo es concertar TLC con las organizaciones Alianza del Pacífico, Caricom y Mercosur. Desde 1998 Turquía tiene el status de miembro observador de la OEA.

PHOTO/Presidencia de la Nación - En la cumbre del G20 de Buenos Aires, Mauricio Macri y Recep Tayyip Erdogan establecieron las bases para crear la primera sociedad turco-argentina del ámbito espacial

En el caso de Venezuela y como mostró la visita de Maduro en 2018, el régimen ha encontrado en Turquía un polémico apoyo para la apertura de su comercio y economía. Las buenas relaciones con Ankara son toda una válvula de oxígeno para Caracas, y confieren a Turquía un papel desproporcionado en el hemisferio.

La empresa turca Ingeniería y Comercio de Tecnologías de Defensa (STM) exhibe sus plataformas navales militares y sistemas de mini aeronaves no tripuladas tácticas (UAV) en la feria Expodefensa 2021 –una de las ferias de la industria de defensa más importantes de Latinoamérica y el Caribe– celebrada esta semana en Bogotá.

El reciente desplome de la lira turca, cayendo más de un 15% frente al dólar, se produjo tras defender Erdoğan una política económica poco ortodoxa calificada por los economistas de «insensata» e «irracional». Lo achacó a «otro complot extranjero», comparándolo con el sospechoso intento de golpe de Estado de 2016 que no logró sacarlo del poder. Con la intervención del Banco Central en el mercado de divisas, la lira se ha apreciado un 10% cambiándose el dólar por 12,4 liras.

La economía creció un 7,4% durante este tercer trimestre, según datos publicados esta semana por el Instituto Estadístico Turco (TÜIK), confirmando un crecimiento del PIB, impulsado por el consumo interno y las exportaciones. Turquía fue una de las escasas economías que creció el año pasado, un 1,75%.

Sin embargo, el mandatario antepone las empresas a las personas en sus esfuerzos por salir de la crisis. El aumento de la inflación –el 19,9%, extraoficialmente y en la percepción popular, más del doble– empieza a ahogar a sectores sociales antes considerados inmunes.

No hay riesgo de «contagio directo» para Latinoamérica mas conviene estar atentos. La crisis actual es, con variaciones menores, la continuidad de la iniciada en 2018, acentuada por las acciones políticas y económicas del régimen de Erdoğan. Cada vez más autoritario durante su actual presidencia (desde 2014), ya echó a 3 presidentes del Banco Central y en lo que va de 2021 ordenó recortar en 4 puntos la tasa de interés (de 19 al 15% anual). En plena crisis dimite el ministro de Finanzas por rechazar la estrategia monetaria de Erdogan y su contínua intervención en el trabajo del Banco Central. La caída de la lira provoca un fuerte descontento entre los militares.

La política exterior ha superado el obstáculo de la distancia geográfica incrementando la diplomacia cultural y el soft power. Turquía es uno de los casos más representativos. «Atraer y no imponer» es un principio prioritario en América Latina. Tanto más si se tiene en cuenta la acumulación de referentes negativos: las protestas de Gezi en 2013, persecución de mujeres activistas, represión ejercida en contra del pueblo kurdo, etc. Sin olvidar que las industrias creativas y culturales producen cuantiosas ganancias.

La Corporación Turca de Radio y Televisión (TRT) juega un papel central para la difusión masiva de teleseries (dizi), películas y música a través de canales y plataformas de streaming. Kanal D Drama, propiedad de Kanal D International Networks, se lanzó en 2018 como resultado de una alianza estratégica entre Thema América y Kanal D International. Gestiona y distribuye la señal en idioma español en EEUU y América Latina y debido al rotundo éxito, ahora también en España.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. PHOTO/Presidential Press Service via AP

La intención del Ejecutivo turco es mejorar la imagen de su país presentándolo como una nación desarrollada, moderna, aunque fiel a sus tradiciones, y democrática. La censura es severa y no es buena admiten los actores, «pero hay que cumplir».

La televisión ha sido plataforma fundamental para comenzar a generar una imagen positiva. Las teleseries turcas han dado a conocer una sociedad musulmana no árabe y la rica historia y cultura del país. Han batido récords de audiencia en Argentina, Chile, Paraguay y Perú desplazando a Colombia y México en el liderazgo del sector.

Entre los dizi más exitosos en América Latina se cuentan «Las mil y una noches», «El sultán» o «¿Qué culpa tiene Fatmagül?». Una película o dizi involucra la industria musical, de la moda, de artes escénicas, de software, de publicidad... Promocionar lo popular puede llevar al establecimiento de institutos culturales a medio plazo. Un interés ya presente es el académico en el que destacan las becas de estudio ofrecidas por el Gobierno de Turquía a través de Türkiye Burslari  (YTB).

Ha de citarse al clérigo Fethullah Gülen, antiguo aliado de Erdoğan que hoy le acusa de propiciar el fallido golpe de Estado de 2016. EEUU sigue ignorando la petición de extradición.

El gülenismo o «Hizmet» (servicio) cuenta con millones de seguidores en el mundo. De igual modo en América Latina. La influencia del gülenismo se ha extendido gracias a una red de prestigiosas escuelas privadas de primaria y secundaria. El movimiento defiende una sociedad civil, libre mercado, diálogo entre religiones y el valor del trabajo para ser un buen musulmán. Se compara su ideología a la del Opus Dei o el calvinismo.

Según El Economista, Latam estaría por devolver la visita a los turcos:

«La compañía de compraventa de autos usados Kavak adquirió a la empresa turca de este ramo Garaj Sepeti para comenzar a operar en el país europeo, con miras al mercado asiático. Con esta adquisición, Kavak expande sus fronteras fuera de América Latina, donde ya trabaja en México, Argentina, Brasil y se espera que próximamente en Chile. Kavak se convirtió en septiembre de 2020 en la primera startup mexicana en alcanzar la clasificación de unicornio, con una valuación de más de $1,000M. Menos de un año después...la compañía se convirtió en la segunda startup más valiosa de América Latina, después del neobanco brasileño Nubank, con una valuación de $8,700M»

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