Opinión

Carrera electoral al 28M

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se acercó a saludar al candidato Ramón Tamames tras finalizar la moción de censura.

Este gesto de cortesía parlamentaria demuestra que estamos ante un autócrata sin ninguna empatía. Para él no hay adversarios, solo enemigos políticos.

Acusar al viejo profesor de no respetar al Parlamento es una indignidad propia de un doctor de corta y pega con tanto miedo a perder el Falcon como el poder. Como bien advirtió Inés Arrimadas a Cuca Gamarra ante la ausencia de Feijóo, “el presidente es un peligro para España, pero no está muerto políticamente”.

El resultado se esperaba. A los 52 votos de VOX se ha unido el del exdiputado de Ciudadanos Pablo Cambronero.  El tono faltón de Patxi López confirma que el PSOE sigue instalado en el guerracivilismo del 34 y del 36. Tamames apeló al consenso sin conseguirlo.

La campaña electoral ha comenzado. Sánchez ha lanzado a Yolanda Diaz como marca blanca del PSOE para dividir a Podemos. Arrimadas ha sido la estrella rutilante de esta moción. El catedrático Tamames se lamentó precisamente de la falta de consenso entre todas las fuerzas políticas cuando lo importante es España.

El debate señala un antes y un después en el panorama nacional. Los resultados de esta iniciativa parlamentarían se verán el próximo 28-M a las 20 horas. Sesenta y cinco días para cambiar de historia.

La primavera ha comenzado con un Gobierno sin rumbo, una oposición sin norte y una ciudadanía harta, dolorosamente harta, de escuchar mucho ruido, demasiada furia y odio infinito mientras tiene problemas para llegar a final de mes.

No hay tregua para la esperanza. La concordia de la Transición es imposible.

Uno creía que fue un error la filtración del discurso del profesor. Pero no; he aprendido que el presidente siempre actúa como un robot. Lee el primer tocho, el segundo y el tercero sin contestar jamás a lo que se le pregunta. Hasta el propio candidato tuvo que decirle sin acritud: ¿por qué responde a preguntas que no le he formulado? Habría que aplicarle la primera ley de la robótica de Asimov: “Los robots deberán tener un interruptor de emergencia”. Aunque Sánchez sea un indomable.congreso-españa

A piñón fijo

Los que seguimos sus andanzas de cerca, comprobamos que nunca toma ninguna nota, sabemos que su radicalidad y sus mentiras no van a cambiar. Vienen redactadas desde Moncloa.

Mintió cuando acusó al PP de haber congelado las pensiones; Rajoy las bajó al 0,25% tras la ruinosa gestión de ZP que sí las congeló en 2010. Don Pedro miente -perdonen que me reitere- por encima de sus posibilidades.

Mintió también a sabiendas cuando acusó a Abascal de haberle insultado mientras actuaba como telonero. El insultador profesional es él. Lean: “Vox es el glutamato (el sabor) que necesita el PP”.

El líder de la mayoría “progresista y plurinacional” volvió a sacar el discurso de odio, la furia y la nada y le recordó a Tamames que VOX “no es el PCE ni el CDS ni el PP de Fraga; quienes impulsan su moción son los sucesores de Blas Piñar”. ¿Quién se acuerda hoy del notario don Blas?

Como él paga mensual y religiosamente desde 2018 a su mayoría Frankenstein (Podemos, ERC, Bildu, Compromís, PRC, Teruel Existe, CUP, PdCat, JxCat y demás mareas), advirtió al partido verde que “el PP pagará en diferido su indecente abstención y saldará la deuda en junio”.

Lo indecente de la advertencia es que lo diga un tipo que ha pactado, sin escrúpulos, con todos los enemigos de España y que se abstuvo en la moción de Iglesias contra Rajoy en 2017. Lo de la derecha, la extrema derecha y la derecha extrema, ya no cuela. Nos recordaba al “dóberman” de Felipe y Guerra en 1996. Siempre a piñón fijo.

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A por los votos centristas

Confieso que tenía poca confianza en esta iniciativa parlamentaria. Visto el debate reconozco mi error. El diagnóstico del joven Tamames fue correcto. Y alguien con su autoridad moral tenía que contar las verdades del barquero.

Santiago Abascal está mejor en la réplica sin papeles que leyendo los folios. Perdió 20 minutos en acusar a los medios de comunicación de que le maltratan. Mucha culpa ha sido suya y de la cúpula del partido por las pocas facilidades que han dado a los periodistas. Yo no escribo al dictado de nadie ni cobro por adelantado.

En la primera réplica y en la segunda, desde el escaño, el líder de VOX confirmó en el fondo y en la forma que lo que busca son los votos del centro.
 
Ni extrema derecha ni fascismo ni gaitas; desde el puente de la moderación, ha aprovechado esta moción para pescar en el río revuelto y en las aguas turbulentas de Ciudadanos.

Tiene razón el presidente: quieren echarlo voto a voto de la residencia palaciega de la carretera de La Coruña. Y la alternativa pasa por caminar juntos. En la oposición, PP y VOX son complementarios. Vista la mayoría Frankenstein, es lo normal tras sufrir durante 4 años interminables a un Gobierno tan extenso como derrochón e incompetente.

Abascal le espetó a bocajarro a Pedro Sánchez que “esta es una legislatura suicida”. Cuando el presidente le pidió que se disculpara con Belarra, Montero y “Pam” por haberlas llamado “locas”, el de Bilbao respondió: “Después de desearme la muerte, insisto, en que son frívolas, negligentes, corruptas y totalitarias”.

Cuando Sánchez le situó cercano a la corrupción del PP, Santiago Abascal, sonrió: “¿Usted me habla de corrupción? Recuerde el saqueo del Banco de España, el Vita, el Gal, Filesa, Malesa, Cruz Roja, los Eres de Andalucía…los dos presidentes del PSOE condenados… y Tito Berni”.

El líder “voxista” denunció, además, la Ley Trans, la Ley del Sí es sí, la prohibición de explotar nuestros recursos naturales; le recordó al presidente que tardó cuatro horas en engañar a sus electores y las tres sentencias del Tribunal de Garantías contra el confinamiento y el cierre del Parlamento. “Esto no ha pasado ni en Polonia ni en Hungría”, preciso el político vasco. Y finalmente dejó esta perla en el hemiciclo: “No podíamos degradar más esta XIV Legislatura de lo que ustedes lo han hecho; preside usted el peor gobierno de toda la democracia española”.

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El dedo en la llaga

Tras el debate entre el presentador y el presidente del Ejecutivo, daba la impresión de que todo estaba sentenciado. Pues no; el profesor Tamames armó unas reflexiones, un diagnóstico muy certero de los males que aquejan a España.

Recorrió su biografía desde 1957, recordó a sus compañeros de celda en Carabanchel y admitió que entró en el PCE más por ser antifranquista que por ser comunista. Reivindicó la Transición desde los Pactos de la Moncloa, la Carta Magna, la Monarquía Parlamentaria, Hispanoamérica, y la Reconciliación nacional.

Recordó también la ingobernabilidad de la República, (rebelión de Asturias, 1934); culpó a Largo Caballero -el Lenin español- de alentar la Guerra Civil y justificó su presencia en el Congreso como “uno de mis últimos tributos en pro del futuro de nuestro hermoso, turbulento y complicado país”.

El catedrático de Economía, en sus dos días de gloria -ya está en la Historia con 89 años- consideró una obligación defender la unidad de la Patria. Acusó a Sánchez de no defender el idioma español en Cataluña y reconoció que esta moción de censura se debería haber presentado cuando se modificó el Código Penal para favorecer a secesionistas, malversadores y agresores sexuales. Rechazó el intento del Gobierno de controlar la Justicia.  Luego se preocupó por el medio ambiente, la falta de agua, los okupas, la inseguridad jurídica, las pymes, el gasto público y la falta de seguridad en las calles.

Tamames no descubrió el Mediterráneo, pero puso en evidencia que la propaganda sanchista no se digiere fácilmente. Tuvo la valentía de tirare a la cabeza el “caso del Tito Berni”, alojado en el propio Congreso y el escandaloso silencio de la entrega a Marruecos del Sáhara Occidental, sin debate en las Cortes, así como el mantenimiento de la última colonia europea: Gibraltar.

El presidente del Gobierno gastó hora y tres cuartos para leer lo que sus escribas de la Moncloa le habían preparado. Tanto, que contestó a muchas cosas por las que el aspirante nunca le preguntó. Un abuso del Reglamento de la Cámara que habría que corregir para estar en igualdad de condiciones.

Sánchez repite sus mantras porque le cuesta vender   una mercancía averiada. “Hemos perdido mucho tiempo”, señor presidente, le dijo el doctorando presidencial: “Asimov en esos 105 minutos hubiera explicado la República y todo el Imperio Romano”.

Yolanda aprende a sumar

La ministra Yolanda Díaz fue ungida por don Pedro para que apaciente el rebaño a la izquierda de la izquierda. Fue su mañana de gloria. No puede abstraerse ni un segundo de lo de trabajadores y trabajadoras; compañeros y compañeras, todos y todas… Nunca la habíamos visto recitando un texto tan largo. Habla y habla sin parar, pero no sabe muy bien qué es lo que dice. Mezcla las churras con las “meninas”, exagera afirmando que 4 de cada 10 empleos en la UE los crea España y que somos el país más competitivo y exportador de los 27. Cualquier día cuenta uno a uno a todos los parados fijos discontinuos y, de paso, nos explica cuánto nos cuesta la “pax sanchista” con CCOO y UGT.

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Aprovechó su oportunidad y se mostró muy agradecida con el Gran Jefe (Sánchez es el líder de las mesnadas), con la subjefa (Calviño), con sus enemigas íntimas y próximas compañeras de partido, Belarra y Montero, con Garzón, con Subirat-Colau y con el desaparecido del “caso Negreira” (Iceta).

Se notaba que el texto había sido escrito extramuros de su Departamento, quizás por los escribas egipcios de Escrivá (de Balaguer) o de Bolaños.

Se explayó en las subidas del salario mínimo y de las pensiones; con las becas, con la dependencia, con el feminismo, con el medioambiente, con la cesta de la compra y con el diálogo social (con sus sindicatos “verticales”, naturalmente).

Yolanda, la escapista, es ya la fan número uno del señor Pérez-Castejón. Algún colaborador le recomendó que el estilo de Epi y Blas, de “amigos y amigas, todos y todas, tengo muchas cosas que deciros en Magariños, Madrid, el domingo 2 de abril; os espero”, no era el tono más correcto. No es casual que el demiurgo Patxi la nombrara presidenta segunda.

El problema de esta señora es que ha sido designada por segunda vez digitalmente: una por Iglesias y ahora por Sánchez, dos abrazos de osos pardos para utilizarla como mercancía electoral en un espacio inexistente a la izquierda de la izquierda. La izquierda de este país es toda podemita.

El maestro Tamames (candidato a presidente) le agradeció el discurso y le aconsejó: “Sea más concisa porque creo que usted ha expuesto aquí su plataforma Sumar”.

Los progresistas plurinacionales

No fue un buen día para el dúo Montero-Belarra que no tuvieron “papel con frase” en este acontecimiento tan inusual; Errejón ya se apuntó al carro de Yolanda y Baldoví, descompuesto, también se sumó. En su intervención parecía que estaba bailando con el fantasma de Mónica Oltra. Destiló odio mediterráneo como Rufián que llamó “ratones” a los militantes de VOX. Impresentable.

Miriam Nogueras, la seguidora del cobarde Puigdemont, -la que apartó la bandera nacional en la Sala de Prensa y le salió gratis total-, fue a lo suyo: al caso “Pegasus” y contó el desprecio que este Gobierno tan transparente hizo a los europarlamentarios llegados a Madrid. Nadie del gobierno los recibió. ¿Qué esperabas?

El PVN dedicó 20 minutos en intentar desacreditar a Tamames. Aitor Esteban, en plan tabernario, se mostró como nunca y como siempre: un matón de barrio. Un veleta. Por lo visto, el gobierno de su admirado Patxi López apuesta para sus próximas coaliciones en el País Vasco y Navarra con Bildu. Que tome nota el PP.

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Los hits de Sánchez

Aguanté estoicamente todo el debate. Las 10 horas del primer día resultaron entretenidas. Me volvió a asombrar por su claridad expositiva, Inés Arrimada. Demasiado talento político para esta mujer herida por el rayo. Amenazó con exponer 43 razones en contra de Sánchez. Contamos diez. "Nunca dejaremos de trabajar para que la política se parezca un poquito más a lo que necesitan los españoles”, comenzó diciendo como si liderara 58 diputados naranjas. La portavoz del GPCS, aprovechó la sesión para recordar los grandes “hits” de este Gobierno.

"Pedro Sánchez”-dijo desde la tribuna-  “ha sido capaz de cosas increíbles como acercar al 100% de los etarras al País Vasco, a petición de Bildu, quitar o imponer la mascarilla obligatoria en función de sus intereses electorales, crear un Tribunal de Cuentas a medida de los golpistas, señalar desde la tribuna del Congreso a medios de comunicación que no son afines, suprimir el delito de sedición, rebajar el delito de malversación, perseguir a la educación concertada y educación especial o bloquear 40 veces la Ley de la ELA mientras mantienen gobierno más caro de la historia".

Es que Pedro es increíble, querida Inés. No se puede ser más constructivo en la crítica.

La portavoz centrista también señaló que "un país que se gasta el 50% de su presupuesto en pensiones e intereses de la deuda, no puede prosperar", además de proponer que "se pueden indexar a corto plazo las pensiones a los salarios. La base de todo son la natalidad y las familias. Con este Gobierno, hoy nacen menos niños. Hoy es más difícil conciliar y llegar a final de mes".

Poco importan ya sus 9 votos en contra -lo duro que es cabalgar sobre contradícenos- pero muchos ciudadanos se van a quedar varados en tierra de nadie, huérfanos de un programa centrista necesario para sostener las libertades y la Constitución. Gracias, Inés por seguir aquí todavía.

Al día siguiente

Cuca Gamarra, portavoz del PP abrió la sesión desmarcándose de VOX y predicando el advenimiento de Feijóo como el nuevo Mesías redentor. No explicó su ausencia, difícil de justificar. Si cree que el presidente le va a regalar algo, se equivoca.

Acusó al presidente de “no tener autoridad para destituir ministros y ministros sin dignidad para dimitir”. Vale. “La próxima moción de censura será en las urnas; no vamos a votar a favor por respeto a los españoles (sic) y no vamos a votar en contra por respeto a usted, señor Tamames”.

Apeló al “caso Berni”, a las mentiras presidenciales permanentes y se preguntó: “¿Qué queda del partido socialista después del sanchismo?” Patxi López, podría haberle dicho: ¿Y a usted qué más le da?

Un discurso aseado y políticamente equidistante entre VOX y PSOE como si la neutralidad en este momento no fuera una rendición preventiva.

Patxi López cerró turno, recién llegado de las trincheras de la batalla del Ebro. Su antifascismo, su tono excitado y su defensa de la izquierda dizque socialdemócrata más dogmática, nos recordaron lo peor de Largo Caballero y de Prieto juntos. Don Julián Besteiro -incluso Alfonso Guerra- se avergonzarían de él como portavoz del PSOE. Hasta el señor Tamames le recomendó que tomara “cafinitrina” para evitar un infarto.

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Es el nuevo chiquilicuatre del sanchismo. Nos helará la sangre de nuevo con sus nuevos compañeros bilduetarras de viaje. “Somos la izquierda que lucha por las mujeres y por los trabajadores; somos los defensores de la gente…”, gritaba como un hooligan. Y terminó acusando a la derecha de “viajar al pasado”. Manda trillos.

Pedro Sánchez acudió a humillar al doctor Tamames; pero no pudo. Sus “tochos” elaborados en la Moncloa no convencen a nadie.  Abandonó el hemiciclo sin dar la mano a su oponente tras hablar de fraude constitucional. Él sí que accedió al poder de forma fraudulenta en 2018. ¿Recuerdan la sentencia falsa del caso Gürtel y al juez José Ricardo de Prada que propició la moción de censura? Le gustaría olvidarlo. Estamos aquí para recordárselo a este político sin principios y sin educación.

Lección magistral del profesor

Más allá del resultado (53 votos a favor, 89 abstenciones y 201 en contra), y de la vanidad, don Ramón Tamames nos ha dado a todos una lección magistral de democracia. El rodillo Frankenstein -una guillotina realmente- se impuso sin piedad ni cortesía parlamentaria. Don Ramón reprochó que el Hemiciclo se convierta en un mitin permanente y dejó en el aire un decálogo de asignaturas pendientes que tendremos que aprobar conjuntamente.

La unidad de España, la defensa de la Constitución, del diálogo, de la Transición, del medio ambiente, del agua; la reforma electoral, el impulso con Hispanoamérica -su propuesta de crear una universidad con el nombre de Machado-Neruda, su Fiscalía Parlamentaria más allá de la tutela de La Moncloa sobre el Parlamento o la creación de vigilantes voluntarios urbanitas para detectar y apagar los incendios forestales; la defensa del Sáhara y de Gibraltar y la condena de la corrupción -en ese momento dimitía la directora de la Guardia Civil, María Gámez tras ser procesado su marido por sus oscuros negocios en la Andalucía socialista- son otras ideas que han quedado sepultadas en tierra quemada por el ruido de la izquierda separatista, agresiva y ultramontana. A las feministas les recordó el papel de Isabel la Católica. Reina de Castilla (1474-1504)

Admitió en varias ocasiones que España es difícil de gobernar, sí; pero ¿qué pasaría si no hubiera un monarca en la Jefatura del Estado?  La respuesta quedó escrita en el viento.

La moción de Tamames-Abascal nos ha despertado de nuestro invierno cómodo del desencanto y del confort. Vivimos tiempos de división y de incertidumbre. El dilema es simple: libertad frente a populismo.

Solo una sugerencia al “joven” candidato derrotado: no pasa el tiempo, querido profesor; pasamos nosotros.

*Antonio REGALADO dirige BAHÍA DE ÌTACA en:

aregaladorodriguez.blogspot.com