Opinión

El discurso de la “Fiesta del Trono” en Marruecos: un mensaje por la determinación y una mano tendida a Argelia

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El Discurso del Trono durante el reinado del rey Mohamed VI se convirtió en una ocasión para evaluar el desempeño del Estado, hacer un balance de la situación económica y social del país y prever el futuro con respecto a cuestiones de fondo de gran actualidad. Por eso, la opinión pública marroquí, nacional e incluso internacional (a través de las representaciones extranjeras en Rabat), espera con ansias lo que vuelve a traer el Discurso del Trono, y las misiones claras e implícitas que transmite para interactuar con temas de actualidad o con dimensiones estratégicas que conciernen a Marruecos y a los países de la región o cuestiones internacionales que requieran un tratamiento cuidadoso por parte del sistema internacional.

El actual discurso del 30 de julio no limitó el enfoque, ya que venía con una profunda dimensión estratégica, pero al mismo tiempo realizó un cuidadoso análisis de los temas actuales y futuros, todo en el marco de un enfoque humanitario imbuido de los valores de solidaridad, buena vecindad y cultura de la tolerancia.

El hilo conductor de todo el discurso es la necesidad de inspirarse en las fortalezas del sistema marroquí, especialmente a nivel de valores y a nivel de modelos que han demostrado su eficacia, para afrontar las dificultades, las dificultades de la crisis que culminó con los altos precios y el deterioro del poder adquisitivo del ciudadano, y los desafíos estructurales relacionados con el empoderamiento de las mujeres y el apoyo a sus capacidades, o los relacionados con el éxito de los talleres que estructuran la cobertura social, o el desafío de superar obstáculos al flujo de inversiones, o la mano tendida de hermanos en Argelia para construir el edificio de una relación de vecindad basada en una historia común, una cultura y una hermandad que extiende sus raíces a lo largo de la historia.

En cuanto al empoderamiento de las mujeres, el monarca marroquí incidió en la necesidad de superar la perspectiva de la discriminación positiva, que, si bien ha permitido al país avanzar, ha mostrado sus limitaciones para responder a los problemas de las mujeres. El monarca marroquí subrayó la necesidad de pasar a una perspectiva de derechos humanos basada en la equidad, que sigue siendo una ambición que todos los marroquíes deberían esforzarse por alcanzar en un futuro próximo.

El código de familia que se adoptó en 2004 fue un logro en sí mismo, dice el rey de Marruecos. Sin embargo, el tiempo ha puesto de manifiesto las debilidades en cuanto a su aplicación o las limitaciones de algunas de sus disposiciones. Por eso ahora es necesario reconsiderar estos temas y tratarlos de manera perspicaz, a nivel legislativo e institucional, y si el caso requiere un tratamiento jurisprudencial moderado que adopte “ijtihad” e intenciones si el texto coránico no es explícito acerca de ellos.

Lo que importa es mantener la estabilidad social preservando la dignidad de la mujer y asegurando las condiciones para construir una familia equilibrada y solidaria. Estos son los mismos valores que prevalecieron en el manejo ejemplar de Marruecos de los efectos de la crisis (COVID-19), dice el monarca marroquí, donde se realizaron transferencias directas en beneficio de los pobres, apoyo para mantener las oportunidades laborales en el sector privado, garantizando el abastecimiento del mercado, comprando y circulando vacunas de forma gratuita a pesar de su alto costo, y trabajando en la generalización de la cobertura de salud para garantizar condiciones de seguridad sanitaria en las que se brinden las posibilidades a todos de acceder a servicios de salud de calidad que preserven la dignidad de pacientes y acompañantes.

La cobertura de salud forma parte de un nuevo enfoque de lo social, que incluye también las asignaciones familiares y la indemnización por pérdida de empleo, así como la generalización del derecho a la jubilación. Así, mientras la cobertura de salud se generalizará a fines de 2022, el programa de compensación familiar para familias que sufren fragilidad o pobreza o que no tienen hijos en edad escolar (el número total es de siete millones), se lanzará en 2023, es por eso que el rey Mohamed VI hace un llamado al Gobierno para que acelere la creación del registro social para garantizar que haya datos que permitan identificar con precisión a las familias necesitadas y que la compensación familiar aumente sus capacidades para cumplir con los requisitos de la vida.

La crisis proyecta sus sombras sobre el país y la gente, como sucede en todas partes del mundo. Es por ello por lo que la recuperación que experimentó la economía nacional tras la COVID-19 se ve frenada por la ola de inflación que azotó al mundo, la cual solo fue agudizada por la guerra en Ucrania, especialmente en un período conocido como la sucesión de años de sequía severa a nivel nacional. La intervención del Estado para mitigar los efectos de la sequía tuvo un impacto positivo en los desiertos y en el nivel de la agricultura dependiente de la lluvia. El Estado también intervino para inyectar 16.000 millones de dirhams adicionales (1.600 millones de dólares), además de los 16.000 millones de dirhams aprobados en el marco del presupuesto de 2022, para apoyar los precios de la harina, el azúcar y el gas butano.

Sin embargo, el rey Mohamed VI insistió en la necesidad de que el Gobierno interviniera para combatir la especulación y los intentos de explotar la crisis para aumentar los precios.

No obstante, hay que mantener la esperanza y hacer un llamamiento al optimismo y confiar en los rasgos que caracterizan a la economía marroquí para salir de la crisis, afirma el monarca marroquí.

Atraer inversiones, apoyar el producto nacional y apoyar las exportaciones son todas políticas que conducirán a la creación de empleo y riqueza. Esto requiere, en mi opinión, más rigor por parte de la Administración y del Gobierno, en cuanto a la protección del inversor y la eliminación de las trabas que pone la Administración (hay quien pone trabas a la inversión, dice el rey Mohamed VI, para obtener beneficios personales) antes que él y mejorar las condiciones de acceso a bienes inmuebles y financiación y obtener apoyo directo.

El mismo espíritu de optimismo prevaleció en el llamado del rey Mohamed VI a los hermanos de Argelia para superar las causas de tensión y trabajar juntos para sentar las bases de una sólida integración económica que sirva a los intereses de los dos pueblos hermanos. Un llamamiento del corazón que implícitamente afirma que los lazos de hermandad son demasiado profundos y fuertes para dejarse influir por las divagaciones mediáticas aquí y allá, para sembrar la lógica de la contienda entre dos países que comparten historia, geografía, cultura y una lucha común contra el colonialismo.

Por eso hizo un llamamiento a los marroquíes para que dejen de atacar a Argelia a través de las plataformas de las redes sociales, con la esperanza implícita de que los líderes argelinos sigan su ejemplo y acaben con los abusos de manos de quienes quieren el mal en la región. Hizo un llamamiento a la dirigencia argelina a ponerse de la mano y mirar al futuro con espíritu de fraternidad y buena vecindad.

Un mensaje rico en misiones, fuerte en el deseo de estar a la altura de los desafíos, y con un enfoque humanista en los valores de la solidaridad, la sinergia y la buena vecindad. A través de ella se examinó la realidad, sin detenerse en ella, pero se sembró en las almas la esperanza de que el alivio está cerca, sólo para que cada uno muestre sentido de responsabilidad, ante sí mismo, ante su prójimo, ante su pueblo y ante la historia. Quien tiene este edificio de valores no teme pasar baches, por duros que sean sus impactos en las almas y las personas.