Opinión

El levantamiento de Irán, en resumen - Día 121

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El levantamiento nacional iraní ha entrado en su quinto mes tras una jornada de grandes concentraciones y manifestaciones contra el régimen de los mulás en varias ciudades de la provincia de Sistán y Baluchistán, especialmente en la capital de la provincial de Zahedan. Un gran número de residentes salieron a la calle el viernes en las ciudades baluchis de Zahedan, Rask y Khash, coreando consignas dirigidas específicamente contra el líder supremo del régimen, Ali Jamenei, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria (CGRI), las fuerzas paramilitares Basij y otras unidades de la amplia represión del régimen. Los habitantes de la capital provincial de Zahedan y de otras ciudades baluchis llevan mucho tiempo oprimidos por el régimen iraní en el poder y llevan décadas protestando valientemente contra las atrocidades de los mulás, especialmente en los últimos cuatro meses. 

El sábado por la mañana, hacia las 9.00 hora local, unos 500 familiares de presos comunes recluidos en la cárcel del régimen se reunieron frente al llamado edificio judicial de los mulás para protestar por las condiciones de detención de sus parientes. Estos familiares habían viajado a la capital iraní desde ciudades distintas y distantes. Se vio a algunos de los niños con pancartas en las que se leía: "¡No ejecutéis a mi padre! Las autoridades enviaron fuerzas de seguridad para dispersar a la multitud con el falso pretexto de que el sistema judicial está cerrado hoy." 

En Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, valientes jóvenes cegaron la cámara de vigilancia de las fuerzas represivas de Jamenei que estaba instalada en la plaza Madar de la ciudad. 

En reacción a la ejecución de un exfuncionario del régimen iraní, la Sra. Maryam Rajavi, líder de la Resistencia iraní, declaró: La atroz ejecución del antiguo viceministro de Defensa Alireza Akbari, según dijo él mismo entre los comandantes del CGRI en la guerra Irán-Irak y la Brigada Badr, mostró el salvajismo de Jamenei y Raisi incluso hacia sus agentes más cercanos. El Reino Unido debe cerrar la Embajada del régimen y romper sus lazos con él. 

La revuelta nacional iraní cumplió el jueves 119 días, mientras los manifestantes proseguían su campaña contra el régimen, centrándose en concentraciones nocturnas. Han aumentado los informes de personas que queman tablones de propaganda del régimen y carteles del líder supremo Ali Jamenei, escriben consignas contra el régimen en pintadas y utilizan cócteles molotov contra diversos lugares afines al régimen, principalmente bases de las unidades paramilitares Basij de la Guardia Revolucionaria (CGRI).  

El régimen de los mulás que gobierna Irán, desesperado por poner fin a las protestas en curso en el país, ha intensificado la represión y las amenazas, incluido un número creciente de condenas a muerte contra manifestantes detenidos. Tras haber ejecutado ya a cuatro personas detenidas durante las recientes protestas, el régimen se enfrenta a una nación decidida a continuar su campaña por la libertad y la democracia y que se niega a dar marcha atrás ante la represión de los mulás. 

Mohammad Broghani es otro manifestante detenido que se encuentra en el corredor de la muerte de la prisión de Gohardasht y los informes indican que su condena a muerte ha sido suspendida temporalmente. Ghobadlou y Broghani fueron condenados a muerte tras ser torturados para obtener confesiones bajo coacción y sin las debidas garantías procesales, ni siquiera en virtud de las propias leyes del régimen. 

Según informes que circulan por las redes sociales, las autoridades del régimen desplegaron un gran número de fuerzas de seguridad en la prisión de Gohardasht (Rajaie-Shahr), en Karaj, al oeste de Teherán, en la madrugada del jueves. Los activistas afirman que podría tratarse de los preparativos para la ejecución de Mohammad Ghobadlou, manifestante detenido durante las últimas concentraciones de la revolución en curso. 

En Teherán, los manifestantes prendieron fuego a una gran pancarta del Líder Supremo del régimen, Ali Jamenei, y del jefe de la Fuerza Quds del CGRI, Qassem Soleimani, que fue asesinado. 

También en Teherán, los residentes prendieron fuego a una valla publicitaria pro-régimen, en protesta por las recientes ejecuciones de Mohammad Mehdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini. 

En Shiraz, en el centro-sur de Irán, los manifestantes atacaron esta madrugada, hora local, una base de las opresivas fuerzas de seguridad del régimen.