Opinión

El papel estratégico de las mujeres en el proceso de consolidación de la paz en Mali

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Lo que comenzó en el Mali en 2012 como una rebelión armada en el norte seguida de un golpe de Estado ha evolucionado a lo largo de los años hasta convertirse en una crisis multidimensional que abarca actores, regiones y causas diversas y entrelazadas. Es incluso cuestionable si una plena aplicación del acuerdo para la paz y la reconciliación en Mali, firmado en 2015 con el objetivo de resolver la crisis del norte, conseguiría sacar al país de su actual estado de inestabilidad. No obstante, existe un amplio consenso sobre la necesidad de su cumplimiento como paso vital dentro del proceso de consolidación de la paz1. Al mismo tiempo, cada vez son más las voces que se alzan entre la comunidad internacional, la sociedad maliense y los think tanks exigiendo aumentar la participación de la sociedad civil, y de las mujeres en particular, en la puesta en marcha del acuerdo y el proceso de consolidación de la paz2. De hecho, las mujeres de Mali han reivindicado desde el comienzo de la crisis una mayor representación en todos los niveles y etapas del proceso de gestión de la crisis. Su participación «significativa» es incluso una de las cinco prioridades marcadas por el Consejo de Seguridad en la Resolución 2480 (2019) al hablar de la puesta en marcha del acuerdo de paz3. ¿Por qué?

El presente documento pretende indagar sobre el papel de las mujeres en la consolidación de la paz en Mali, analizando el historial de su participación en el proceso de paz hasta el momento, el razonamiento detrás de las demandas para incluirlas aún más y las razones por las que dicha inclusión es una necesidad estratégica. Comprender el papel desempeñado por las mujeres en el proceso de consolidación de la paz es importante, ya que comprender los elementos que contribuyen a una paz efectiva y sostenible es crucial para evitar la reanudación de la guerra4. Según el concepto del «ciclo de guerra y paz'» en la historia estratégica, del mismo modo que las guerras influyen en el tipo de paz (y orden) que se construye, la forma en que se construye la paz puede conducir a la guerra en una mayor o menor medida5. El tratado de Versalles es un ejemplo claro en nuestra historia de ello; y Mali es claramente un caso práctico actual, ya que el presente acuerdo de paz actual firmado entre el Gobierno y los grupos rebeldes armados es el tercero en menos de 30 años; y casi cinco años después de su firma, todavía no ha logrado traer una paz genuina al país6.

Un poco de contexto: la historia de la crisis multidimensional de Mali y los esfuerzos para resolverla

A principios de 2012, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), inició la cuarta rebelión armada liderada por los tuareg en el norte de Mali desde que el país se independizó de Francia en 19607. Al igual que en veces anteriores, los rebeldes tuareg sentían que habían sido marginados por las autoridades malienses que gobernaban desde el sur del país y demandaban la creación de un estado independiente: el estado de Azawad, formado por las regiones de Gao, Kidal y Timbuktú (Figura 1)8

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Esta vez, sin embargo, muchos de los rebeldes acababan de regresar de luchar en Libia para Muammar Gadafi, trayendo consigo formación y armas que les permitieron tomar el control de varias ciudades clave del norte y expulsar al ejército de la región9. Además, el MNLA y otros grupos separatistas no estaban solos, sino que inicialmente formaron una coalición con el grupo yihadista local Ansar Dine de Iyad Ag Ghaly, cuyo objetivo era imponer la sharía (ley islámica) en todo Mali10. El 22 de marzo de ese año, los soldados malienses frustrados con la forma en la que Bamako estaba haciendo frente a la rebelión, lideraron un golpe de Estado que derrocó al presidente Amadou Toumani Touré11.

Durante los meses siguientes, los separatistas y los yihadistas se separaron debido a desacuerdos y estos últimos tomaron el control total de todo el norte del territorio, avanzando hacia el sur. A principios de 2013, una coalición internacional liderada por Francia logró expulsarlos de las principales ciudades12. Ese año se estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Mali (MINUSMA); se firmó un acuerdo preliminar y un alto el fuego entre el Gobierno interino y los grupos separatistas en Uagadugú (Burkina Faso); y se celebraron elecciones presidenciales que condujeron a la victoria del actual presidente Ibrahim Boubacar Keita13. Sin embargo, el alto el fuego no duró mucho y, en enero de 2014, el Gobierno maliense tuvo que pedir a Argelia que liderara la mediación internacional del conflicto como ya había hecho en ocasiones pasadas14. Tras largos meses de negociaciones en Argel, la versión final del Acuerdo para la Paz y la Reconciliación en Mali (de aquí en adelante «el Acuerdo») fue firmado el 20 de junio de 2015 entre el Gobierno maliense y las dos coaliciones de grupos armados luchando en el norte: la CMA y la plataforma15.

Sin embargo, dando un salto al presente, solo unas pocas disposiciones del Acuerdo han sido llevadas a cabo plenamente16 y la crisis en Mali ha evolucionado hasta incluir más actores, problemas y regiones no contempladas por el Acuerdo. El epicentro de la violencia se ha desplazado progresivamente en los últimos años desde el norte hasta el centro del país, donde ha habido un aumento de conflictos intercomunitarios, particularmente entre las comunidades de pastores fulani y las comunidades de agricultores dogon17. Este conflicto a menudo es alentado por grupos yihadistas que han demostrado ser resistentes pese a las pérdidas territoriales de 2013 y asentados ahora en el centro, también han perpetrado un número creciente de ataques contra las fuerzas de las Naciones Unidas, Francia y Mali en el terreno18. El cambio climático, la pobreza endémica, la ausencia de servicios estatales básicos en el centro y el norte de Mali, las redes criminales transnacionales, la presencia extranjera y la inestabilidad política son elementos adicionales que interactúan con los primeros, como causas y consecuencias, para crear una crisis multidimensional cuyo final parece todavía lejos.

No obstante, existen todavía signos de la voluntad de construir una paz sostenible en Mali. Son frecuentes las iniciativas dirigidas por la sociedad civil orientadas a promover el diálogo y la reconciliación entre comunidades19. En 2014, se estableció una Comisión de Verdad, Justicia y Reconciliación (CVJR) para contribuir a la paz a través de la justicia transicional y el pasado diciembre organizó su primera audiencia pública en Bamako20. En octubre, el Gobierno lanzó un Diálogo Nacional Inclusivo para allanar el camino de manera consensuada hacia reformas institucionales y constitucionales y acelerar la implementación del Acuerdo21. Finalmente, el pasado junio, el Consejo de Seguridad de la ONU, pese a ser crítico con el deterioro de la situación de seguridad y la lenta implementación del Acuerdo, reconoció el progreso realizado en los primeros meses de 2019 y renovó el mandato de la MINUSMA por un año más a través de la Resolución 248022. Cabe destacar que la resolución exigía como prioridad abordar por parte de todos los actores en Mali la garantía de «participación plena, efectiva y significativa de las mujeres» en el proceso de consolidación de la paz23.

¿Cuál es el razonamiento detrás de tal demanda? ¿Cómo podría una mayor inclusión de las mujeres en el proceso de paz contribuir a resolver la compleja crisis a la que Mali se enfrenta actualmente? Las secciones restantes de este artículo tienen como objetivo abordar estas preguntas.

Mujer, paz y seguridad

Durante décadas las mujeres han sido percibidas como víctimas pasivas de conflictos y guerras. Sin embargo, cada vez son más los que reconocen la variedad y complejidad de roles que desempeñan en estos últimos. El trabajo de Elise Boulding, una de las matriarcas de los estudios de paz en el siglo XX, fue pionero al visibilizar a las mujeres como agentes radicales de cambio en la consolidación de la paz y la resolución de conflictos. Su trabajo y el de otros que la siguieron, junto con un intenso cabildeo ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC, por sus siglas en inglés), llevó a la publicación histórica por este último de la Resolución 1325 (2000)24. La resolución fue la primera de este tipo en vincular a las mujeres a la agenda de paz y seguridad, abordando la forma particular en que los conflictos les afectan, así como su papel crucial en la resolución de conflictos y la consolidación de la paz, y abogando por su mayor representación y participación en todos los niveles de toma de decisiones25. Le siguieron las Resoluciones 1889 (2009), 2122 (2013) y 2242 (2015) y un gran número de investigaciones, documentos, conferencias y talleres sobre el tema26.

El llamamiento a una mayor inclusión de las mujeres en los procesos de consolidación de la paz no se explica meramente por el reconocimiento de la obligación moral de inclusividad e igualdad de género, sino que también se debe a un creciente número de estudios que prueban la eficacia de dicha inclusión. Se ha demostrado que la participación de actores de la sociedad civil en los acuerdos de paz hace que sea un  65 % menos probable que estos fracasen; y que la presencia de mujeres como negociadoras, mediadoras, testigos y signatarias aumenta un 35 % la probabilidad de que duren hasta 15 años27. Además, también ha sido probado que, en parte como consecuencia de los roles de género, las mujeres suelen «ser percibidas con más frecuencia por sus conciudadanos como miembros de la comunidad en los que se puede confiar» que además «ponen más énfasis en las responsabilidades sociales y cívicas» lo que les permitiría asumir roles de liderazgo en los procesos de paz28.

Es importante señalar que las mujeres pueden participar en la resolución de conflictos y en el proceso de consolidación de la paz de muchas y distintas formas, ya que son un grupo heterogéneo y el contexto en el que operan varía por casos. El Instituto Internacional de la Paz (IPI) ha identificado siete modos, que van desde la «participación directa en la mesa de negociaciones» a ejercer influencia en los procesos de paz a través de la «acción de masa», pasando por la participación en «comisiones inclusivas» encargadas de implementar importantes disposiciones de los acuerdos29.

A su vez, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés) ha aludido a las maneras en las que las mujeres pueden marcar la diferencia en base a pruebas cualitativas de distintos procesos de paz: por ejemplo, las mujeres han demostrado ser capaces de «cooperar tendiendo puentes entre distintos grupos étnicos y sectarios» en lugares como Israel y Palestina o Siria; han sido percibidas y «actuado como mediadores imparciales» en negociaciones de paz tanto en Irlanda del Norte como en Filipinas; han «ampliado la agenda» en negociaciones como la de Colombia, introduciendo cuestiones y prioridades que hacen que los acuerdos sean más duraderos; y han «hecho más efectiva la reconstrucción de postguerra» en lugares como Guatemala30. Por último, también se ha hecho énfasis, sobre todo desde la propia ONU, en las ventajas de contar con más mujeres entre las fuerzas de mantenimiento de la paz31.

Se suele asumir que las mujeres de sociedades tradicionales devastadas por la guerra tienen una actitud colaborativa, un conocimiento más profundo de la dinámica sobre el terreno y de las causas fundamentales de los conflictos, y una posición en el seno de sus familias y comunidades que les permite contribuir a la paz de manera exclusiva a ellas. No obstante, hay que tener en cuenta que la eficacia de su inclusión y participación depende de ciertas condiciones. El sistema de deliberación y voto durante las negociaciones de paz o el papel tradicional asignado a ellas en procesos locales de resolución de conflictos son determinantes a la hora de facilitar u obstruir su participación efectiva32.

Por otro lado, vale la pena recordar que las mujeres pueden jugar muchos papeles en un conflicto, incluyendo el de instigadoras de este. En los conflictos intercomunitarios en la región de Darfur o en Etiopía oriental, por ejemplo, algunas mujeres reprodujeron roles de género e incitaron a los hombres de sus comunidades a ser «hombres reales» y luchar, burlándose de aquellos que no lo hacían33. Sin embargo, esto no debe ser una justificación para su exclusión, sino un argumento adicional a favor de incorporar una perspectiva de género en los análisis de conflictos, así como las políticas adoptadas en respuesta34.

De hecho, el mundo académico reconoce cada vez más la importancia de estos análisis de género, argumentando que «si terceros interpretan el conflicto a través de las definiciones de sus actores principales, la resolución de conflictos puede simplemente reproducir los discursos y prácticas excluyentes y violentos que lo perpetúan»35. Sin embargo, pese a la evidencia y el discurso político a favor de tener en cuenta a la sociedad civil, y en particular a las mujeres, su inclusión sigue siendo escasa. Según un estudio de los principales procesos de paz entre 1992 y 2018, las mujeres han constituido solamente el 3 % de los mediadores, el 4 % de los signatarios y el 13 % de los negociadores de estos36.

Su inclusión en el proceso de paz formal de Mali también sigue siendo limitada, a pesar de los requisitos normativos y los compromisos contraídos. La siguiente sección varios de los requisitos más importantes en este aspecto y hasta qué punto Mali ha cumplido con ellos hasta el momento.

Las mujeres en el proceso de paz formal de Mali: requisitos y cumplimientos

La resolución 1325 (2000) y sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad y otros marcos políticos han exigido desde el principio una mayor representación y participación de las mujeres «en todos» los niveles de toma de decisiones, desde mecanismos de resolución de conflictos y consolidación de la paz, a operaciones de la ONU sobre el terreno37. También han hecho énfasis en la importancia de adoptar una perspectiva de género a lo largo de los distintos esfuerzos de paz y de incluir disposiciones específicas de género en los acuerdos resultantes.

Mali por su parte ha ratificado la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y el Protocolo de Maputo, y su Constitución de 1992 garantiza la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, independientemente de su sexo. Justo cuando estalló el conflicto en el norte, en marzo de 2012, emitió su primer Plan de Acción Nacional para la implementación de la Resolución 1325, y en 2015 aprobó una ley que establece una cuota de género del 30 % en los nombramientos para cargos políticos y de decisión38.

Pese a dichos compromisos, las mujeres de Mali fueron prácticamente excluidas al inicio del proceso de paz formal y si lograron un grado de participación fue gracias a su propia insistencia en ser incluidas. Se las arreglaron para participar en las negociaciones de paz en Uagadugú en 2012 pese a no haber sido invitadas gracias a cuatro mujeres malienses —Saran Keïta Diakité, Soyata Maiga, Diarra Afoussatou Thiero y Traouré Omou Touré (Figura 2)— que se presentaron en la ciudad y lucharon por un asiento en la mesa, logrando incluir algunas de sus preocupaciones en el acuerdo preliminar39. Más tarde, durante las negociaciones que condujeron al acuerdo de 2015, las mujeres constituyeron solo el 5 % de los negociadores y el 15 % de los signatarios40. Otras mujeres solo tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones durante la segunda fase de las negociaciones a través de representantes invitadas por las partes a una semana de «audiencias» con la sociedad civil41. En palabras de la señora Omou Touré, durante las negociaciones y por   lo   general   en   Mali,   las   mujeres  fueron   y  siguen  siendo «insuficientemente tomadas en cuenta»42.

El acuerdo resultante contiene 11 referencias a mujeres, incluida una de no amnistía a los perpetradores de violencia contra ellas y tres que les conciernen dentro del pilar del desarrollo económico y social de las regiones del norte43. Sin embargo, no se hace referencia explícita a su participación directa en los mecanismos de implementación y su participación formal en estos mecanismos sigue siendo insuficiente en la actualidad. Esta ha sido, tal y como se mencionó anteriormente, una de las principales críticas y exigencias reiteradas por el Consejo de Seguridad en su Resolución 2480 (2019) del pasado junio, en la cual llama: «5. …a todas las partes en Mali a garantizar la participación plena, efectiva y significativa de las mujeres en los mecanismos establecidos por el Acuerdo para apoyar y supervisar su aplicación, incluyendo una mayor representación de las mujeres en el CSA, cumpliendo con la cuota del 30 % de las mujeres en todas los cargos y funciones políticas tal y como se define en la legislación de Mali…»44

La promoción de la participación significativa de las mujeres y la organización de un taller para elaborar recomendaciones sobre el tema están, de hecho, entre las medidas prioritarias que el Consejo de Seguridad ha establecido para los partes malienses y MINUSMA antes del final del mandato de esta última. Además, la resolución solicita al secretario general «que aumente el número de mujeres en MINUSMA, así como... en todos los aspectos de las operaciones»45.

Figura 2. De derecha a izquierda: Soyata Maiga, abogada, Saran Keïta Diakité, presidenta de la Red de mujeres por la paz y la seguridad REPSFECO/Mali, y Diarra Afoussatou Thiero. Fuente. REPSFECO/Mali, UN Women. Disponible en: https://www.unwomen.org/es/news/stories/2012/5/q-a-with-saran-keïta-diakite-and-traore- oumou-toure-from-mali-on-their-participation-in-mali-s-peace

Sin embargo, seis meses después de la publicación de la resolución, el informe del secretario general de la ONU sobre la situación en Mali no mostró mucho progreso. Reveló que dentro de los mecanismos establecidos por el Acuerdo: (1) las mujeres constituyen el 4 % de los miembros en los subcomités del Comité de Seguimiento del Acuerdo (CSA) sin representación en el nivel más alto del mismo; (2) el 3 % en la Comisión de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR); (3) el 6 % en el Consejo Nacional para la Reforma del Sector de Seguridad (SSR); (4) el 1 y el 5 % de los funcionarios nombrados para la administración provisional a nivel regional y municipal respectivamente; y más positivamente (5) el 20 % de los comisarios en la Comisión de Verdad, Justicia y Reconciliación, la cual adopta una perspectiva de género en su mandato y métodos46.

Ninguno alcanza el objetivo del 30 % establecido por la ley nacional de cuotas de género adoptada en 2015, objetivo que tampoco se alcanza en las instituciones nacionales y los cuerpos legislativos: hoy en día, las mujeres tienen 14 escaños de 146 en la Asamblea Nacional; 7 puestos ministeriales de 38 en el Gobierno nacional; y ningún puesto como gobernadores regionales47. En MINUSMA, las mujeres representan el 3,58 % del personal militar, el 10,87 % del personal policial, el 24 % del personal civil internacional y el 15 % del personal civil nacional48. Sin embargo, el mandato de la misión adopta una perspectiva de género, y pretende apoyar la participación de las mujeres en el proceso de paz y seguridad49.

Por lo tanto, pese a que el Gobierno de Mali y la comunidad internacional parecen reconocer la importancia de las mujeres en el proceso de consolidación de la paz, sus palabras y compromisos no se trasladan lo suficiente a la acción. La falta de o limitada participación en el proceso formal de paz de las mujeres malienses específicamente, se debe en gran medida a la sociedad altamente estratificada y jerárquica de Mali50. Dicha estratificación abarca todas las dimensiones (geografía, etnia, edad, género y clase) y tiende a limitar la participación de las mujeres a la esfera privada, reduciendo su representación también en los mecanismos tradicionales y locales de resolución de conflictos51. Esto es importante ya que, como se indicó anteriormente, el papel tradicionalmente atribuido a las mujeres a nivel local ha sido identificado como un factor que obstaculiza o facilita su participación en los procesos formales de paz.

No obstante, muchas mujeres en Mali quieren participar, quieren paz, están trabajando por la paz y luchan por una mayor inclusión en el proceso para hacer su contribución más efectiva52. De manera más informal, ya contribuyen a la dinámica de paz —y conflicto— haciendo de su inclusión en el proceso formal una necesidad estratégica. La siguiente y última sección ahonda en el por qué.

Las mujeres en la dinámica (informal) de conflicto y paz de Mali, y el porqué de una mayor inclusión

Antes de abordar las formas informales a través de las cuales las mujeres en Mali han contribuido y siguen contribuyendo a la dinámica de la paz y conflicto, es importante recapitular y profundizar en cómo han contribuido al proceso formal. Utilizando la tipología desarrollada por el Instituto Internacional de la Paz mencionado anteriormente, se puede decir que las mujeres malienses tuvieron una limitada, pero «directa participación en la mesa de negociaciones» de Uagadugú y Argel. Allí, expresaron las preocupaciones de las mujeres malienses, incluidas las de habitantes de campos de refugiados y de Kidal que visitaron a propósito53. En Argel, además de las cuatro negociadoras, otras 14 mujeres asistieron como «observadoras» y «cuando abres el acuerdo de paz, puedes identificar el lenguaje exacto de las 18 mujeres que estuvieron presentes»54.

Aparentemente, las mujeres «ampliaron la agenda» de las negociaciones, a través también de las «consultas», haciendo hincapié en los temas de los pilares IV y V del acuerdo55. Además, parece que, durante las negociaciones en Argel, la CMA mantuvo consultas regulares con las mujeres y jóvenes de Kidal56. En general, según Toure Omou, aunque apenas representadas en las negociaciones finales, las mujeres fueron el grupo más activo de la sociedad civil al comienzo de la crisis, movilizándose individual y colectivamente a través de manifestaciones, publicación de declaraciones, e iniciativas con diferentes autoridades (Figura 3).57

Figura 3. Manifestación de mujeres en Bamako en defensa del Acuerdo. Fuente: RFI.

De hecho, desde la firma del Acuerdo, las mujeres han seguido siendo uno de los grupos más movilizados a través de «consultas», «acciones de masa» y otras iniciativas informales dirigidas por un gran número de asociaciones nacionales de mujeres y el decidido apoyo de ONU Mujeres y MINUSMA58. Hace poco, por ejemplo, muchas de estas asociaciones ayudaron a preparar el Diálogo Nacional Inclusivo (DNI), en el que después participaron; mientras que una red de parlamentarias lideró una iniciativa destinada a convencer a quienes no asistieron de unirse a la última fase del diálogo59.

Esto demuestra la determinación y la actitud de colaboración de muchas de ellas, ilustrados aún más por su «capacidad de cooperar tendiendo puentes entre distintos grupos», como sugiere el CFR60, en la «Cabaña de Paz» de Gao. Allí, mujeres de diferentes opiniones y grupos étnicos, incluidas tuaregs y fulanis, se reúnen regularmente para hablar sobre temas relacionados con la cohesión social y la convivencia o los derechos de las mujeres, pero también para hacer crecer sus tan necesitados negocios61 (Figura 4). De manera similar, desde 2017, mujeres de diferentes partes de Malí se reúnen en sentadas (assises des femmes pour la paix) para demostrar que pueden promover el diálogo social y la implementación del Acuerdo de Bamako62.

Figura 4. Mujeres enfrente de la «Cabaña de Paz» de Gao. Fuente. Sandra Kreutzer. UN Women, disponible en: https://www.unwomen.org/en/news/stories/2019/5/feature-mali- peace-huts-a-place-of-peace-and-reconciliation

Aunque es difícil medir el impacto de tales iniciativas, está claro que, con el apoyo necesario, su empeño en contribuir a la consolidación de la paz sería un valor añadido. Tras el intenso cabildeo y recomendaciones de la Plataforma de Mujeres Líderes63, parece haber sido reconocido por los partes interesadas del Acuerdo, pues han aprobado la creación de un Observatorio de Mujeres independiente para supervisar su implementación y compensar su falta de representación en el CSA64.

Si su activismo en la dinámica de la paz no es lo suficientemente convincente, no se puede negar la necesidad estratégica de incluirlas en el proceso de paz al considerar, irónicamente, su participación indirecta en la dinámica del conflicto. Pese a ser marginadas de la esfera pública, las mujeres malienses generalmente influyen en las acciones de sus esposos y, especialmente, de sus hijos a través de consultas en el hogar: varios estudios demuestran que su opiniones y órdenes tuvieron gran impacto en la decisión de muchos jóvenes malienses de unirse o no a grupos armados e islamistas65. En palabras de la presidenta de la Cabaña de la Paz en Gao, «somos nosotras quienes enviamos a nuestros hombres, hermanos e hijos a la guerra o evitamos que abandonen el hogar»66. Otro estudio descubrió que las mujeres del norte, particularmente aquellas de comunidades tuareg, movilizaron a los jóvenes a alzarse en armas contra una u otra fuerza y jugaron un importante papel como reclutadoras de combatientes67.

Esto se debe en parte a que, en la sociedad altamente estratificada y jerárquica de Mali, la edad es más importante que el género, lo que otorga a las mujeres mayores poder sobre los hombres jóvenes68. Los roles de género complementan la explicación, ya que parece que las mujeres malienses habrían alentado a los hombres a robar o matar humillándolos y diciéndoles que «no son lo suficientemente hombres», mientras que los hombres creen que es su papel mantener y proteger a su familia69. También cabe destacar que algunas mujeres han hecho uso de los roles de género para cometer ataques terroristas como parte de grupos yihadistas, mientras que otras han roto la tradición al unirse a grupos armados como combatientes70.

El apoyo de las mujeres a los grupos armados ya sea reclutando y alentando a los hombres a luchar, brindando asistencia logística o en tanto que combatientes, se debe a una multitud de razones que deben tenerse en cuenta. En muchos casos, el apoyo de las mujeres al MNLA o grupos islamistas cuando controlaban Kidal, Gao o Timbuktú se atribuye en entrevistas al hecho de que estos grupos proporcionaban servicios básicos que el gobierno no brindaba71.

La etnia y los sentimientos generales de marginación también les han motivado a alentar la lucha o luchar ellas mismas72. Algunas mujeres combatientes de la plataforma han argumentado, por otro lado, que se unieron al grupo con la esperanza de integrarse algún día en el Ejército de Malí73. Aquellas que abogan por la paz lo hacen porque también son unas de las principales víctimas del conflicto, y desean estabilidad y prosperidad para sus comunidades74.

Las mujeres de Mali constituyen un grupo heterogéneo, al igual que los hombres: tienen diferentes experiencias según su edad, su etnia, su residencia, su religión y su nivel de alfabetización. Todos deben ser escuchados, ya que todos forman el estado y se influyen mutuamente. En el caso de Mali, la inclusión de todos los actores de la sociedad civil es aún más importante dado que la marginación y la percepción de ausencia estatal son dos de los principales causas de la crisis75. Las mujeres en Mali se encuentran entre los grupos más marginados que simultáneamente tienen un conocimiento más profundo de las necesidades de su comunidad. Su inclusión en los procesos de consolidación de la paz es, por lo tanto, clave.

Conclusión

Pese a la firma en 2015 del Acuerdo para la Paz y la Reconciliación en Mali, la crisis desencadenada por la rebelión armada en el norte del país en 2012 no solo no ha mejorado, sino que se ha vuelto más compleja. Tal fenómeno probablemente tenga mucho que ver con la falta de inclusión formal y representación de las diferentes comunidades y grupos de la sociedad civil maliense en el acuerdo y sus mecanismos de aplicación, dominados por las dos coaliciones de grupos armados del norte (la CMA y la Plataforma), el Gobierno de Mali y la comunidad internacional. Las mujeres, que conforman más de la mitad de la población de Mali, han sido especialmente marginadas de la mayor parte del proceso formal, representando significativamente menos del 30 % de los miembros exigidos por ley en tanto en las negociaciones como en los mecanismos de aplicación y supervisión del acuerdo. Esto es así a pesar de toda la retórica y compromisos asumidos tanto a nivel nacional como internacional, particularmente en relación con la Resolución 1325 (2000) y el creciente volumen de pruebas que demuestran los beneficios de su inclusión plena.

Por otra parte, este documento ha demostrado que un gran número de mujeres en Mali quiere contribuir al proceso de paz y que, de hecho, ya han participado activamente en algunas de sus dinámicas. Han logrado ampliar la agenda del proceso a través de consultas, acciones en masa y, en algunos casos, a través de un asiento directo en la mesa de negociaciones o comisiones de implementación. Lo han hecho dirigiendo la atención a algunos de los problemas socioeconómicos y de justicia ahora presentes en los pilares IV y V del acuerdo, muy necesarios para abordar algunas de las causas fundamentales de la crisis y facilitar la reconciliación nacional; así como a sus propias experiencias propias y necesidades. También han demostrado su capacidad para tender puentes entre distintos etnias mediante sus reuniones en las cabañas de paz o las assisses pour la paix, algo crucial para un país donde coexisten más de diez grupos étnicos. Por otro lado, las mujeres en Mali también han contribuido a la dinámica del conflicto, siendo algunas combatientes y otras principales responsables de la decisión de sus hijos y vecinos de unirse a grupos armados.

Es importante recordar en este punto, como una de las principales conclusiones de este artículo, que las mujeres de Mali y del mundo son un grupo heterogéneo y del mismo modo lo son sus contribuciones a la dinámica de paz y conflicto. No solo se encuentran entre las principales víctimas de guerra, sino que también son importantes instigadoras de conflictos y líderes de los esfuerzos de paz. En Mali, independientemente del papel que hayan adoptado, todas lo han hecho debido a los problemas a los que se enfrentan y a su deseo de construir un lugar mejor para ellas y sus comunidades. En un país donde una de las principales causas de la crisis es el sentimiento de marginación, es crucial que se las tenga en cuenta. Sin duda, garantizar su «participación plena, efectiva y significativa» será difícil, ya que el papel de la mujer en la sociedad de Mali ha tendido tradicionalmente a limitarse a la esfera privada. Además, su inclusión en el proceso de paz no conducirá por sí sola a una paz sostenible; pues son muchos los factores que deben abordarse para ello —como la ausencia de servicios estatales básicos o incluso el cambio climático—. Sin embargo, su inclusión es un elemento clave en la respuesta multidimensional necesaria para abordar la crisis actual de Mali, podría evitar la repetición de las prácticas que perpetúan el conflicto y, en resumen, aumentará la probabilidad de alcanzar una paz sostenible.

Irene Pujol Chica*
Alumna del Máster de Geopolítica y Estudios Estratégicos
de la Universidad Carlos III de Madrid

*NOTA: Las ideas contenidas en los Documentos de Opinión son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento del IEEE o del Ministerio de Defensa.

Bibliografía

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2-United Nations. “With Peace Process in Mali at Critical Stage, Special Representative Recommends Extending Mandate of Integrated Stabilization Mission”, UN Security Council Meetings Coverage, 12 junio 2019, disponible en: https://www.un.org/press/en/2019/sc13839.doc.htm; MECHOULAN, Delphine, CONNOLLY, Lesley y HØJLAND, Minna. “Protecting Mali’s Peace: The Role of Civil Society”, IPI Global Observatory, 29 noviembre 2016, disponible en: https://theglobalobservatory.org/2016/11/mali-civil- society-women-minusma/ ; NYIRABIKALI, Gaudence. “Opportunities and Challenges for Civil Society contributions to Peacebuilding in Mali”. SIPRI Insights on Peace and Security, p. 5, marzo 2016, disponible en: https://sipri.org/sites/default/files/SIPRIInsight1601.pdf

3-S/RES/2480, 28 junio 2019, art. 4, par. 5.

4-La consolidación de la paz (peacebuilding en inglés) es el conjunto de actividades que ayudan a construir las bases de una paz positiva, una que va más allá de la mera ausencia de guerra y violencia sistémica y que es más sostenible. El concepto de consolidación de la paz fue introducido por el Secretario General de la ONU Boutros Boutros-Ghali en 1992. Para obtener más información al respecto consulte MOSEGAARD SØBJERG, Lene. “The UN’s new Peacebuilding Commission”, Global Policy Forum, diciembre 2006, disponible en: https://www.globalpolicy.org/un-reform/un-reform-initiatives/secretary- general-boutros-boutrosghalis-reform-agenda-1992-to-1996/48077.html

5-GRAY, Colin S. “Chapter 1, Themes and Contexts in Strategic History”. En War, Peace and International Relations: An Introduction to Strategic History, New York: Routledge, 2007, p. 7.

6-CHAUZAL, Gregory y VAN DAMME, Thibault. “The roots of Mali’s Conflict. Moving beyond the 2012 crisis”. CRU Report, Clingendael Institute’s Conflict Research Unit, marzo 2015, disponible en: https://www.clingendael.org/pub/2015/the_roots_of_malis_conflict/executive_summary/ ; “Mali security situation has reached critical threshold, warns UN human rights expert after visit”, Relief Web, 2 Diciembre 2019, disponible en: https://reliefweb.int/report/mali/mali-security-situation-has-reached-critical-threshold- warns-un-human-rights-expert

7-THURSTON, Alexander y LEBOVICH, Andrew. “A Handbook on Mali’s 2012-2013 Crisis”, Institute for the Study of Islamic Thought in Africa (ISITA), Working Paper Series No. 13-001, 2013, pp. 1-3, disponible en: https://buffett.northwestern.edu/documents/working-papers/ISITA-13-001-Thurston-Lebovich.pdf

8-Idem.

9-FESSY, Thomas. “Gaddafi’s influence in Mali’s coup”, BBC World, 22 marzo 2012, disponible en: https://www.bbc.com/news/world-africa-17481114

10-“Mali Tuareg leaders call off Islamic pact”, Reuters, 1 junio 2012, disponible en: https://www.reuters.com/article/mali-rebels-idUSL5E8H13W320120601

11-NOSSITER, Adam. “Soldiers Overthrow Mali Government in Setback for Democracy in Africa”, The New York Times, 22 marzo 2012, disponible en: https://www.nytimes.com/2012/03/23/world/africa/mali-coup- france-calls-for-elections.html

12-IBRAHIM, Ibrahim Yahaya y ZAPATA, Mollie. “Early Warning Report. Regions at Risk: Preventing Mass Atrocities in Mali”, Simon Skjodt-Center for the Prevention of Genocide, 2018, pp. 6, 33 pie de página 1 & 3, disponible en: https://www.ushmm.org/m/pdfs/Mali_Report_English_FINAL_April_2018.pdf

13-DÍEZ ALCALDE, J. Mali: Si no avanza el diálogo político, gana la violencia. Documento de Opinión IEEE 75/2016, pp. 5-6, disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2016/DIEEEO75- 2016_Mali_JDA.pdf; “Mali and Tuareg rebels sign peace deal”, BBC, 18 junio 2013, disponible en: https://www.bbc.com/news/world-africa-22961519

14-DÍEZ ALCALDE, supra nota 13, p. 6.

15-Aunque el MNLA inició la rebelión en 2012, cuando se firmó el Acuerdo de Argel, el conflicto había evolucionado hasta incluir diferentes grupos armados con agendas políticas distintas, lo cual refleja las divisiones internas entre los tuaregs y otros grupos étnicos en el norte, como los fulani y los songhai. Los distintos grupos armados se habían agrupado llegado 2015 en dos coaliciones: la Coordinadora de Movimientos de Azawad (CMA), en busca de autodeterminación, y la Plataforma, agrupación de milicias tuareg cuyo objetivo es abordar los problemas políticos y socioeconómicos del norte, pero defendiendo la unidad del Estado de Mali. Para obtener más información al respecto consulte: NYIRABIKALI, Gaudence. “Mali Peace Accord: Actors, Issues and their Representation”, Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), 27 agosto 2015, disponible en: https://www.sipri.org/node/385; CHAUZAL, Gregory y VAN DAMME, Thibault. “Chapter 2. Rebellion and Fragmentation in northern Mali”, CRU Report, Clingendael Institute’s Conflict Research Unit, marzo 2015, disponible en: https://www.clingendael.org/pub/2015/the_roots_of_malis_conflict/2_rebellion_and_fragmentation_in_nort hern_mali/#origins_and_allegiances_of_the_northern_communities

16-El Centro Carter, asignado como Observador Independiente de la aplicación del Acuerdo desde 2017, argumentó en su tercer informe que sólo 20 de los 78 compromisos establecidos por las partes se habían cumplido, y que la mayoría de ellos constituyen meramente pasos preliminares para la implementación de las principales provisiones: The Carter Center. “Report of the Independent Observer. Evaluation of Implementation in 2018”, 18 febrero 2019, disponible en: https://www.cartercenter.org/resources/pdfs/news/peace_publications/conflict_resolution/mali-3e-rapport- eng.pdf

17-“Mali in crisis: The fight between the Dogon and Fulani“. Talk to Aljazeera in the Field, 24 Agosto 2019, disponible en: https://www.aljazeera.com/programmes/talktojazeera/inthefield/2019/08/mali-crisis-fight- dogon-fulani-190822125317990.html

18-“In Focus: Conflict in Mali”, Congressional Research Service, Agosto 2019, disponible en: https://fas.org/sgp/crs/row/IF10116.pdf ; Security Council Report. “January 2020 Monthly Forecast. Mali”, 23 diciembre 2019, disponible en: https://www.securitycouncilreport.org/monthly-forecast/2020-01/mali- 7.php

19-Un ejemplo de esto es el movimiento "Malians Tout Court", que ha organizado durante los últimos meses foros y ceremonias para aliviar las tensiones entre las diferentes comunidades malienses y discutir la paz. AG IBRAHIM, Youssouf. ‘’Mali : la paix par les Maliens, une initiative du mouvement ‘’Maliens tout court’’’, NordSudJournal, 16 abril 2019, disponible en: https://www.nordsudjournal.com/mali-la-paix-par-les- maliens-une-initiative-du-mouvement-maliens-tout-court/

20-CVJR. ‘’La Commission Vérité, Justice et Réconciliation a organisée sa première audience publique ce 8 Décembre 2019 au CICB’’, 11 diciembre 2019, disponible en: http://cvjrmali.com/home/la-commission- verite-justice-et-reconciliation-organisee-sa-premiere-audience-publique-ce-08-decembre-2019-au-cicb/

21-DIALLO, Aissatou. ‘’Un «dialogue nationale inclusif» au Mali. Comment, avec qui et pourquoi faire?’’ Jeune Afrique, 10 octubre 2019, disponible en: https://www.jeuneafrique.com/840846/politique/un- dialogue-national-inclusif-au-mali-comment-avec-qui-et-pour-quoi-faire/

22-S/RES/2480, 28 June 2019, art. 5

23-Idem.

24-RAMSBOTHAM, Oliver, WOODHOUSE, Tom y MIALL, Hugh. “Chapter Thirteen: Gender and Conflict Resolution”. Contemporary Conflict Resolution, Cambridge: Polity, 2012, p. 306.

25-S/RES/1325, 31 octubre 2000.

26-DPPA. “Women, Peace and Security”, disponible en: https://dppa.un.org/en/women-peace-and- security; UN Women. “UN Women Sourcebook on Women, Peace and Security: Overview of contents”, octubre 2012, disponible en: http://iknowpolitics.org/sites/default/files/un_women_sourcebook_on_women_peace_and_security.pdf

27-NILSSON, Desirée. “Anchoring the peace: Civil society actors in peace accords and durable peace”, International Interactions, 38(2), 243-266, 2012, disponible en: https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/03050629.2012.659139 ; O’REILLY, Marie, O SÚILLEABHÁIN, Andrea y & PACFENHOLZ, Thania. “Reimagining Peacemaking: Women’s role in Peace Processes”. International Peace Institute, junio 2015, p. 12, disponible en: https://www.ipinst.org/wp-content/uploads/2015/06/IPI-E-pub-Reimagining-Peacemaking.pdf

28-Idem, p. 10.

29-La lista complete incluye (1) Participación directa en la mesa de negociaciones; (2) Estatus de observador en las negociaciones de paz; (3) Consultas; (4) Comisiones Inclusivas; (5) (High-level) talleres de resolución de problemas; (6) Referéndums y otras formas de toma de decisiones pública; (7) Acción de masa: Ídem pp. 13-18

30-Council on Foreign Relations. “Why it matters”, CFR: Women’s Participation in Peace Processes, enero 2019, disponible en: https://www.cfr.org/interactive/womens-participation-in-peace-processes/why-it- matters

31-United Nations Peacekeeping. “Women in Peacekeeping”, disponible en: https://peacekeeping.un.org/en/women-peacekeeping

32-O’REILLY, SÚILLEABHÁIN y PACFENHOLZ, supra nota 27, pp. 28-31

33-TADESSE, Bamlaku, TESFAYE, Yeneneh, y BEYENE, Fekadu. “Women in conflict and indigenous conflict resolution among the Issa and Gurgura clans of Somali in Eastern Ethiopia”, African Journal on Conflict Resolution, 10(1), 2010, p. 93; MOHAMED, Adam Azzain. “From instigating violence to building peace: the changing role of women in Darfur region of Western Sudan”, African Journal on Conflict Resolution, 4(1), 11-26, 2004, pp. 15-17.

34-Para más información sobre la importancia de integrar una perspectiva de género en situaciones de conflicto o posteriores a conflicto, y consejos sobre cómo hacerlo consultar por ejemplo UNDP. “Gender Approaches in Conflict and Post-Conflict Situations”, disponible en: https://www.undp.org/content/dam/aplaws/publication/en/publications/womens-empowerment/gender- approaches-in-conflict-and-post-conflict-situations-/gendermanualfinalBCPR.pdf

35-RAMSBOTHAM, WOODHOUSE y MIALL, supra nota 24, pp. 312-313

36-Council on Foreign Relations. “Introduction” , CFR: Women’s Participation in Peace Processes, enero 2019, disponible en: https://www.cfr.org/interactive/womens-participation-in-peace-processes/

37-S/RES/1325 (2000), S/RES/1889 (2009), S/RES/2122 (2013) y S/RES/2242 (2015)

38-Ministry for the Promotion of Women, Children and Families. “National Action Plan for the Implementation of Resolution 1325 of the Security Council of the United Nations on Women, Peace and Security 2012-2014”,marzo 2012, disponible en: https://www.peacewomen.org/sites/default/files/Mali%20NAP%20(2012-2014)%20-%20English.pdf ; LORENTZEN, Jenny. “Women and the Peace Process in Mali”, GPS Policy Brief 2. Oslo: PRIO, Febrero 2017 p.2, disponible en: https://www.prio.org/utility/DownloadFile.ashx?id=1531&type=publicationfile

39-Ídem; UN Women. “In the words of Saran Keïta Diakité: Girls receive a visit from a different man every night, a ‘new husband’”, 14 mayo 2013, disponible en: https://www.unwomen.org/en/news/stories/2013/5/girls-receive-a-visit-from-a-different-man-every-night-a- new-husband

40-Mientras que el gobierno y la CMA contaron con un máximo de tres mujeres en sus respectivas delegaciones, la delegación de la Plataforma no contaba con ninguna. El mayor número hasta ahora de mujeres negociadoras y signatarias de un acuerdo de paz es 33% y 25% respectivamente, en el caso de Filipinas: Council on Foreign Relations. “Explore the Data”, CFR: Women’s Role in Peace Processes, enero 2019, disponible en: https://www.cfr.org/interactive/interactive/womens-participation-in-peace- processes/explore-the-data ; BOUTELLIS, Arthur y ZAHAR, Marie-Joelle. “A Process in Search of Peace: Lessons from the Inter-Malian Agreement”, International Peace Institute, junio 2017, p. 13, disponible en: https://www.ipinst.org/wp-content/uploads/2017/06/IPI-Rpt-Inter-Malian-AgreementFinalRev.pdf

41-BOUTELLIS y ZAHAR, supra nota 40, p. 14

42-MISAHEL. ‘’Implication des femmes dans le suivi des accords de paix au Mali : Entretien avec Mme Toure Oumou’’, 15 Julio 2015, pp. 2-3, disponible en: http://www.peaceau.org/uploads/misahel-interview- mme-oumou-toure-2016-cafo-def-nat.pdf

43-Agreement for Peace and Reconciliation in Mali Resulting from the Algiers Process,15 mayo 2015, disponible en: https://www.un.org/en/pdfs/EN-ML_150620_Accord-pour-la-paix-et-la-reconciliation-au- Mali_Issu-du-Processus-d'Alger.pdf

44-S/RES/2480, 28 June 2019, art. 5.

45-S/RES/2480, 28 junio 2019, arts. 4 (par. 5), 28 (d) y 46

46-MINUSMA. “Report of the Secretary General on the Situation in Mali”, S/2019/983, 30 diciembre 2019, par. 37, disponible en: https://minusma.unmissions.org/sites/default/files/s_2019_983_e.pdf

47-Assemblée Nationale République du Mali. Liste des Députés Femmes de la Veme Législature 2014- 2018, disponible en: http://assemblee-nationale.ml/liste-des-deputes-femmes/ ; Primature République du Mali. Les Ministres, disponible en: http://primature.ml/les-ministres/

48-MINUSMA, supra nota 46, par. 82, 83 & 84

49-NGO Working Group on Women, Peace and Security. “Mapping Women, Peace and Security in the UN Security Council 2018”, 2018, p. 61, disponible en: https://www.womenpeacesecurity.org/files/NGOWG- Mapping-WPS-in-UNSC-2018.pdf

50-LORENTZEN, Jenny, TOURE, Nana Alassane y GAYE, Bassirou. “Women’s Participation in Peace and Reconciliation Processes in Mali”, PRIO Paper. Oslo: PRIO, 2019, p. 9; LACKENBAUER, H., THAN LINDELL, M., y INGERSTAD, G. “If our men won’t fight we will”: A Gendered Analysis of the Armed Conflict in Northern Mali. FOI-R--4121—SE, noviembre 2015, p. 69.

51-Idem; DAKOUO, Ambroise. “Les Pratiques du Dialogue Intercommunautaire pour la Paix et la Réconciliation au Mali. Expériences et Analyses”, ONG ORFED, abril 2016, p. 54, disponible en: http://base.afrique-gouvernance.net/docs/manuel_edit_orfed_vers_finale.pdf

52-LORENTZEN, supra note 38, p.3; UN Women Africa. “Malian women call for urgent action to sustain peace and ensure women’s participation”, 17 septiembre 2018, disponible en: https://africa.unwomen.org/en/news-and-events/stories/2018/09/mali-women-call-for-peace

53-MISAHEL, supra nota 39, p. 2; UN Women, supra nota 40.

54-Palabras de Fatoumata Maiga, presidenta de la Organización de Mujeres para las Iniciativas de Paz: DPO Gender Unit. “Women Transforming Peace”. Disponible en: https://peacekeeping.un.org/sites/default/files/women-transforming-peace.pdf

55-Así fue al menos de acuerdo con la señora Toure Oumou (presidenta de CAFO Mali presente en ambas instancias): MISAHEL, supra nota 39, pp. 2-4. Los Pilares IV y V del Acuerdo tienen que ver con el desarrollo socioeconómico y cultural, y aspectos humanitarios, de justicia y reconciliación respectivamente. Tal y como explica el CFR, éstos son temas que van más allá de las disposiciones de reparto de poderes y ganancias territoriales que suelen ser priorizados cuando ellas no participan.

56-LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 40.

57-MISAHEL, supra note 39, pp. 2-4.

58-Algunas de estas organizaciones y asociaciones son la Coordinación de las Organizaciones Femeninas de Malí (CAFO), la oficina en Malí de la Red de mujeres por la paz y la seguridad (REPSECO) perteneciente a la CEDEAO, WILDAF Mali, la Asociación de Mujeres por las Iniciativas de Paz (AFIP) y la Red de Jóvenes Mujeres Líderes de Mali. Se han acercado a distintas autoridades para negociar, han organizado manifestaciones, actividades de sensibilización y talleres y han promovido el diálogo, tal y como sus páginas de Facebook evidencian.

59-MINUSMA, supra nota 46, par. 39.; SIDIBÉ, Massa. “Dialogue National Inclusif: Les femmes parlementaires s’impliquent”, Mali-Web, 5 noviembre 2019, disponible en: http://mali- web.org/politique/dialogue-national-inclusif-les-femmes-parlementaires-simpliquent Dailymotion ”Rencontre entre le Réseau des Femmes Parlementaires du Mali et les Familles Fondatrices de Bamako [VIDEO]”, 8 noviembre 2019, disponible en: https://binged.it/376bk5f

60-Ver la segunda sección de este artículo.

61-La Cabaña de Paz de Gao es una de las 28 construidas por todo el territorio desde 2013 por ONU Mujeres con el apoyo financiero de distintos gobiernos y el Fondo de Consolidación de la Paz. Las mujeres de Gao ahora dirigen la cabaña que ya se constituye por más de 60 asociaciones de mujeres UN Women Africa.
“A    place    of    peace,    reconciliation    and    growth”,    7    mayo    2019, disponible en: https://www.unwomen.org/en/news/stories/2019/5/feature-mali-peace-huts-a-place-of-peace-and- reconciliation; MINUSMA. ‘’Les contributeurs au fonds de consolidation de la paix reçus dans la case de la paix de Gao’’, 5 octubre 2017, disponible en : https://minusma.unmissions.org/les-contributeurs-au-fonds- de-consolidation-de-la-paix-reçus-dans-la-case-de-la-paix-de-gao; DPO Gender Unit, supra nota 54, p. 5.

62-“Mali: Premieres assises des femmes pour la paix : a l’heure de l’engagement’’, MaliActu. 27 noviembre 2017, disponible en: https://maliactu.net/mali-premieres-assises-des-femmes-pour-la-paix-a-lheure-de- lengagement/

63-La Plataforma de Mujeres Líderes es un foro de networking creado por MINUSMA en 2014, que reúne a diferentes organizaciones de mujeres que trabajan para influir en el proceso de paz y les permite organizarse y ponerse de acuerdo en su posición para que puedan hablar con una sola voz. Ha sido muy activo desde sus inicios, publicando declaraciones de prensa con peticiones y recomendaciones, organizando talleres y difundiendo información sobre el Acuerdo: LORENTZEN, TOURE y GAYE, supra nota 50, p. 10.

64-Creado en julio de 2018, el Observatorio no estaba todavía operativo pero en su último informe sobre la situación de Mali, el Secretario General de la ONU António Guterres anunció que el estatus y estructura de tal observatorio sería decidido en Enero de 2020 en un taller de alto nivel organizado por MINUSMA, aunque de momento no hay noticias al respecto: MINUSMA, supra nota 46, p. 7; LORENTZEN, TOURE y GAYE, supra nota 50, p. 10; DPO Gender Unit, supra nota 54, p 4

65-LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 30, p. 70; IBRAHIM y ZAPATA, supra nota 12, p. 13; RODRIGUEZ GONZALEZ, María. El papel de las mujeres en la resolución del conflicto de Mali. Documento de Opinión IEEE 37/2017. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2017/DIEEEO37- 2017_Mujeres_Conflicto_Mali_MariaRguezGlez.pdf; INKS, Lisa, VELDMEIJER, Annalies y FOMBA, Abdoul Kassim Ibrahim. “ ‘We hope and we fight’: Youth, Communities and Violence in Mali”, Mercy Corps, septiembre 2017, p. 13, disponible en: https://www.mercycorps.org/research-resources/we-hope- and-we-fight

66-UN Women Africa, supra nota 61.

67-LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, pp. 43, 60, 68.

68-Esto es un dato importante ya que Mali es un país dónde el 65 % de la población tiene menos de 25 años: LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p.70; INKS, VELDMEIJER y FOMBA, supra nota 65, p. 13.

69-LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 63; LORENTZEN, TOURE y GAYE, supra nota 50, pp. 18-19.

70-TAPDOBA, Alida. ‘’Au Mali, des femmes s’engagent dans le djihadisme’’, DW, 22 octubre 2019, disponible en : https://www.dw.com/fr/au-mali-des-femmes-sengagent-dans-le-djihadisme/a-50928826; LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 42; INKS, VELDMEIJER y FOMBA, supra nota 65, p. 21.

71-Esta es sin duda una de las mayores causas de la crisis y la violencia generalizada, tanto para hombres como para mujeres en el norte y el centro del país. La crisis no será resuelta si dicha ausencia de servicios básicos no es abordada: LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 57.

72-Ídem, pp. 56 & 66.

73-INKS, VELDMEIJER y FOMBA, supra nota 65, p. 21.

74-Este trabajo no ha hablado de la cantidad de crímenes cometidos contra las mujeres en Mali porque ello ya ha sido mencionado en otras publicaciones y a veces puede representarlas como actrices pasivas y frágiles en lugar de lo fuertes y activas que en realidad son. Sin embargo, para aprender más al respecto, consulte, por ejemplo: UN Women. “Malian women make their voices heard: emergency aid, participation in the peace process and, and justice for all”, 25 enero 2013, disponible en: https://www.unwomen.org/en/news/stories/2013/1/malian-women-make-their-voices-heard

75-LACKENBAUER, THAN LINDELL y INGERSTAD, supra nota 50, p. 2.