Estúpido juego de espías
El estúpido juego de espías que estamos sufriendo en España es además indecente. Es estúpido porque demuestra la mediocridad y la escasa categoría de quienes no han sabido responder con firmeza y solvencia a la burda maniobra de los independentistas para recuperar un protagonismo que se ha desinflado en los últimos meses porque la ciudadanía catalana es consciente de la falsedad de sus planteamientos y las graves y negativas consecuencias que han provocado en estos años.
Es indecente porque se ha provocado un grave daño a una institución del Estado clave para la estabilidad y defensa de la democracia en España como es el Centro Nacional de Inteligencia. Un daño que se ha producido antes de la comparecencia de la recientemente cesada directora del CNI, Paz Esteban, porque, increíblemente el Gobierno anuncia que el móvil del presidente y de la ministra de Defensa han sido escuchados hace un año por el método Pegasus.
Muchos líderes de todo el mundo han sido espiados, pero ninguno lo reconoce, sólo el español para tapar los graves errores cometidos al poner en marcha la Comisión de Secretos Oficiales tras una oscura maniobra en el Congreso dando cabida a independentistas, proetarras, antisistema y demás oportunistas que lamentablemente logran con su populismo respaldo electoral y que no deberían tener esa consideración de un Estado que debe defenderse con sus instituciones.
España se ha quedado ciega al cortar el flujo de intercambio de información los servicios de otros países. Nada más salir de la comisión, los independentistas violaban las reglas y comentaban lo tratado en la reunión donde la exdirectora del CNI dejó en evidencia al Gobierno al demostrar que las escuchas a 18 independentistas se habían realizado con la correspondiente autorización judicial.
El colmo del despropósito ha sido la destitución de la directora del CNI por parte del Consejo de Ministros. Una cesión inaceptable.
Otra cuestión inadmisible es filtrar sin pruebas, bueno todo este caso delirante discurre con las únicas pruebas aportadas por la ahora exdirectora del CNI, que Marruecos puede ser quien ha espiado a Pedro Sánchez y a Margarita Robles. Y eso que se acaba de encauzar con gran polémica las relaciones estratégicas con el vecino del sur para volver a enturbiarlas. Lógicamente no hay respuesta ni comentarios. Nadie reconoce ni comenta estos temas solo la Moncloa, pero podría haber sido Rusia o China o alguna multinacional o quién sabe porque Pegasus llega a quien tiene dinero para pagarlo.
Más allá de querer salvar la cara a toda costa, hay que recordar que la antena más numerosa del CNI está en Marruecos, que en todas las embajadas hay funcionarios del servicio de inteligencia acreditados ante el gobierno local y que desde siempre todo el mundo se espía o al menos lo intenta. Por eso existe el Gabinete Telegráfico que acompaña siempre al presidente, incluso a sus viajes a Bruselas, que es donde hay más intentos de espionaje entre socios, aliados y supuestos amigos.