Irán: la teocracia avanza hacia un acuerdo, o una retirada táctica

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El 18 de noviembre, el periódico proiraní Jahan-e-Sanat escribió: "Lo que está claro es que Amir Abdullahian ha hecho un ejercicio de suavidad, y esto es notable porque no se le permite hacer comentarios tan suaves a menos que se dirijan a él los órganos de decisión (es decir, el Líder Supremo de Irán)". A medida que aumenta la presión de Occidente y la amenaza a la seguridad rodea más a la región, Teherán se verá inevitablemente obligado a tomar nuevas decisiones y a rebajar sus expectativas respecto al JCPOA.

Un medio de comunicación extranjero llamado Iran Front Page, que refleja al Gobierno iraní, cita a Bagheri Kenny, un negociador iraní en Viena, diciendo que los dos documentos anteriores proporcionados fueron sustituidos por dos nuevos documentos que estaban más cerca del final de la sexta ronda de conversaciones. El medio de comunicación cita la entrevista de Bagheri Kani con Al-Jazeera, según la cual todas las partes aceptaron los dos textos como base de las conversaciones. Según el diario Politico, después de tres semanas de conversaciones, las discusiones sobre el acuerdo nuclear iraní han vuelto esencialmente al punto en el que se encontraban a principios de verano. Sin embargo, los diplomáticos indicaron que incluso esto muestra el progreso realizado tras un paréntesis de cinco meses.

Por otra parte, tanto Kamalvandi, exsubdirector de la Organización de la Energía Atómica, como Islami, vicepresidente y jefe de la Organización de la Energía Atómica, aunque habían dicho anteriormente que el emplazamiento de Karaj no era inofensivo porque no realizaba trabajos nucleares, retrocedieron ligeramente bajo la presión del OIEA. De lo contrario, lo más probable es que la Junta de Gobernadores hubiera emitido una resolución contra Teherán, y el caso de éste se hubiera remitido al Consejo de Seguridad

¿Puede considerarse este pequeño paso como el inicio de la retirada del régimen iraní? Tal vez Teherán se haya visto obligado a proseguir con las conversaciones nucleares y haya seguido los pasos del Gobierno anterior, porque lo único que espera es el levantamiento de las sanciones para poner una tirita a las preocupaciones sociales del pueblo. Según el Ministerio de Cooperativas iraní, al menos 30 millones de personas se encuentran este año por debajo del umbral de la pobreza absoluta. Es un hecho innegable que el levantamiento de las sanciones ahora puede tener un impacto positivo en los medios de vida de la gente. Tras una rápida lectura de todo esto, parece que estamos bastante de acuerdo en que no es así.

En el proyecto de presupuesto propuesto por Ebrahim Raisi para el próximo año en Irán, el aumento sin precedentes de las fuerzas del régimen, como la Guardia Revolucionaria, incluso hasta un 240% (casi menos de 2,5 veces), muestra un terrible aumento de la represión en Irán.

Según el American Enterprise Institute, el régimen iraní está evolucionando hacia una represión más generalizada, y esto se debe a la presión interna que puede desafiar su poder. La represión de este régimen no es nueva, pero su profundidad y transformación estructural sí lo es y muestra el cambio en la relación de este régimen con el pueblo. Las protestas y la violencia contra el régimen se han generalizado y su defensa contra el pueblo se ha puesto en entredicho. El régimen está optimizando su sistema de seguridad para el control social. Los funcionarios del régimen han adoptado una triple estrategia que incluye la disuasión, la coerción y la censura. La práctica se basa en una amplia red de patrullas vecinales, fuerzas de movilización y bases de seguridad, que miden el pulso y el momento del descontento y aplastan cualquier protesta.

El régimen iraní se ha preparado para la represión, con un aumento sin precedentes del presupuesto de sus fuerzas represivas. Esto demuestra que el régimen iraní no tiene intención de llegar a un acuerdo. Los documentos que Bagheri Kani hizo antes de llegar a Teherán son sólo una retirada táctica temporal. Si el régimen quisiera llegar a un acuerdo, lo habría hecho antes del cambio de presidente. Traer a un presidente totalmente abierto a la represión interna y a las aventuras regionales es una estrategia para ganar tiempo. El régimen iraní quiere poder alcanzar su nivel de uranio enriquecido. Según los funcionarios del régimen, puede conseguir el máximo de puntos dando una puntuación mínima. Para obligar al P5 + 1 a aceptar el mismo acuerdo defectuoso de 2015 que permitió a Irán tanto vender su petróleo como mantener su infraestructura nuclear, su influencia regional y el desarrollo de misiles. Por lo tanto, no hay duda de que este régimen ha atado su destino a la bomba atómica.

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