Opinión

La carretera de la discordia

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El Parlamento mauritano ha aprobado esta semana el proyecto de construcción de una carretera entre la localidad mauritana de Zuerat y la localidad argelina de Tinduf, un enlace viario destinado fatalmente a envenenar aún más las relaciones en el Magreb.

Zuerat, ciudad situada en el norte mauritano, es el epicentro de la explotación del mineral de hierro que el tren minero transporta hasta el puerto atlántico mauritano de Nuadibú. El convoy ferroviario, construido por Francia en 1963 culmina la explotación de mineral que comenzó en el periodo colonial; el tren es uno de los más largos del mundo con tres máquinas locomotoras y 150 vagones de carga de mineral.

El trazado de la línea ferroviaria Zuerat/Nuadibú está hecho de manera de no penetrar en el territorio de la antigua colonia española del Sáhara Occidental y solo discurre por tierras mauritanas.

La construcción de una carretera entre Zuerat y Tinduf es un proyecto esencialmente argelino. Los mauritanos no tenían necesidad ni gran interés en asfaltar las pistas que unen a las dos ciudades y por las que circulan mercancías en camiones. El volumen de intercambios comerciales entre Argelia y Mauritania por esta vía es muy pequeño y no justifica la inversión financiera que supone la construcción y mantenimiento de una carretera asfaltada.

Sin embargo, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune ordenó en julio de 2020 la explotación de las minas de hierro de Gara Djebilet situadas en la región de Tinduf. De los diferentes planes argelinos para hacer llegar el mineral de hierro a puertos de embarque para la exportación de este – el principal cliente potencial es China - el único rentable es hacer llegar el mineral al puerto mauritano de Nuadibú en el Atlántico y ello o bien uniendo Tinduf y Zuerat por tren o haciéndolo por carretera. La otra alternativa, que se ha barajado siempre como una de las razones del apoyo argelino a un Sáhara Occidental independiente, es hacer llegar el mineral de hierro de Gara Djebilet directamente a la costa del Sáhara Occidental, a través de la carretera que une Tinduf, Smara y El Aaiún.

La discordia

La carretera entre Zuerat y Tinduf, va, sin embargo, a plantear un serio problema que agravará las tensas relaciones ya existentes entre Argelia y Marruecos. El trazado de esta tiene una parte ya activa, aunque en base a pistas más o menos bien mantenidas, y es entre Zuerat y Ain Ben Tili, localidad mauritana situada al borde mismo de la frontera del Sáhara Occidental tal como se trazó en la época colonial española. El problema, sin embargo, surgirá en el trazado viario entre Ain Ben Tili y Tinduf. Los mauritanos no quieren crearse un nuevo problema con Marruecos y prefieren que la carretera se construya bordeando la línea sur-este de la delimitación del territorio del Sáhara Occidental; mientras que Argelia quiere que el trazado una Ain Ben Tili con Tinduf pasando por Bir Lahlu, una localidad del Sáhara Occidental que el Frente Polisario considera como “liberada”, pero que sigue bajo el estricto control de las fuerzas de la MINURSO desplegadas en la región.

Tal como están las cosas en estos momentos y previsiblemente seguirán así en el próximo futuro inmediato, Marruecos no aceptará de ninguna manera que la carretera Zuerat-Tinduf penetre en territorio saharaui, que Rabat considera como “sus provincias del sur”. A menos que se llegue a un acuerdo tripartito entre Marruecos, Argelia y Mauritania, por el que se reconozca el control administrativo y soberano de Marruecos del territorio del Sáhara hasta las líneas de los muros defensivos, y se deje la parte exterior a los muros hasta territorio argelino o mauritano, como zona bajo control del Polisario.

El envenenamiento de las relaciones bilaterales entre Argel y Rabat, sin embargo, deja pensar que el trazado de la carretera está pensado para incrementar la tensión y no para disminuirla. Se da la circunstancia de que, por primera vez en la historia independiente del Magreb, el rey de Marruecos no ha felicitado al presidente argelino de turno, en este caso Abdelmadjid Tebboune, por el día de la Independencia que se celebra el 5 de Julio. Aun en los momentos de mayor tensión, el soberano marroquí siempre consideró que era necesario mantener los puentes de comunicación. El último mensaje enviado por Rabat a Argel fue el 5 de Julio de 2021, en el que Mohamed VI insistió que Marruecos recuerda “con orgullo la solidaridad fraternal y sincera que marcó la lucha heroica común por la libertad y la independencia”. Seis meses después, en un gesto unilateral, Argelia rompía relaciones diplomáticas con Marruecos.