Opinión

La islamización de la COVID-19. Polarización propagandística en las redes sociales de la umma virtual

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En el amplio mundo de las fuentes abiertas y redes sociales relacionadas con la proyección narrativa la propaganda yihadista en su conjunto y la del islam, rigorista y proselitista, en particular, se apoyan en productos comunicativos de polarización propagandística bien estudiados, los cuales se basan en la mayoría de las ocasiones en la estrategia comunicativa que podemos conceptuar como la «islamización de los acontecimientos».

En su afán para construir una propaganda polarizadora, capaz de arrastrar y controlar la audiencia, el rigorismo islamista y proselitista tiene presente en todo momento la premisa que subraya que «una polarización óptima y eficaz del público en un proceso comunicativo se consigue mediante una construcción, en forma y/o contenido, de ese producto lo más cercano y parecido posible al estereotipo de referencia arraigado en el publico destinatario del mensaje».

Por lo que, cuanto más sintonizados estén los productos comunicativos —forma y contenido— (banners, infografías, videos, comunicados, cánticos, etc.) con el estereotipo del público destinatario del mensaje se garantiza una mayor polarización y, por consiguiente, una mayor eficacia.

En base a lo anterior, debemos tener en cuenta que el estereotipo de referencia en el mundo musulmán se sustrae de la cosmovisión islámica que construye todos sus esquemas en base a la obediencia a Alá y el seguimiento y emulación al mensajero Mahoma, o lo que es lo mismo, las fuentes del islam. «Entonces la fuente de las evidencias en el islam son estas dos majestuosas fuentes: El Libro de Alá y la Sunna de Su Mensajero la paz y las bendiciones de Alá sean sobre él»1, por eso las recomendó el Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones sean con él, cuando dijo: «Os he dejado algo que, si lo tenéis firme, no os desviaréis después de mí: el Libro de Alá y mi Sunna»2.

En consecuencia, el estereotipo en la cosmovisión islámica lo dibujan las fuentes del islam y los preceptos (las Aleyas del Corán y los Hadices de la Sunna del Profeta) contenidos en las mismas.

Todo lo que se acerca a estas referencias constituye el estereotipo de vida para los musulmanes y todo lo que se separa de ellas se distancia de su arquetipo.

Tomando como fundamento lo anterior, la amenaza, con la finalidad de llegar a una polarización máxima, islamiza sus productos, como dinámica de acercarlos al estereotipo antes indicado o bien edifica artículos en consonancia con el Corán y la Sunna.

Para que un elemento o producto propagandístico adquiere tal adjetivo, es decir, el de un producto islamizado, debe estar fundamentado en las fuentes del islam. Sin esta condición, ningún elemento puede considerarse islámico, al no descansar ni sostenerse en una referencia bien definida dentro de esas fuentes.

De hecho, no existe ningún género perteneciente a la propaganda (yihadista, proselitista, islamista, etc.), que no esté islamizado o lo que es lo mismo, generado a la sombra de una o más referencias sustraídas de las fuentes del islam (una Aleya, un Hadith, una Sura, etc.).

Un ejemplo sencillo de la islamización, en sus niveles más básicos dentro del proceso comunicativo propagandístico, se puede contemplar en la proyección gráfica expuesta más adelante.

La islamización es una condición básica de cualquier producto propagandístico yihadista, islamista, proselitista, como se ha subrayado anteriormente, independientemente del producto sencillo o complejo bien elaborado.

El ejemplo ilustrado acto seguido representa imágenes de unos referentes islamistas, yihadistas, proselitistas. La islamización propagandística acompaña los elementos más sencillos y básicos como pueden ser las imágenes de unos referentes como los que aparecen expuestos más abajo.

En este caso el producto esta islamizado (descansa de alguna manera en una referencia de las fuentes del islam para licitarse en ojos del público musulmán y así ir ganado terreno).

La islamización se proyecta en el elemento compartido, la barba, no se considera un elemento más, sino que constituye un ingrediente dentro del proceso comunicativo propagandístico de islamización del producto, básico, eso sí, pero necesario y, en consecuencia, de polarización en la cosmovisión islámica. Es un componente que descansa sobre una referencia sólida de las fuentes del islam (muchos ejemplos se localizan en Hadices) entre los cuales se encuentra el Hadith de la figura 2.

La islamización de un suceso constituye un nivel más elaborado, narrativamente hablando, de los productos propagandísticos. Se basa en rastrear y escoger entre aquellos que resultan más sobresalientes en un plano nacional o internacional tratando de someterlos a un proceso de «islamización» (búsqueda de fundamentación en las fuentes del islam) y, desde esa situación, elaborar un género propagandístico cuyo objetivo es la captación del público musulmán.

Normalmente dichas obras no representan un mensaje de ideología yihadista e islamista directa, sino que se exhiben de manera indirecta e imperceptible ya que en su mayoría se generan en el marco de una propaganda del IDÁD (PREPARACIÓN)3, un tipo que pretende reforzar ciertas actitudes y la predisposición interna del público destinatario de aquella (musulmanes), lo que constituye una fase necesaria para poder comprender, encajar y posiblemente responder a los mensajes yihadistas e islamistas directos.

En buena parte la islamización de un hecho, como estrategia propagandística, pretende hermetizar el grupo y trabajar su cohesión grupal, reforzando el favoritismo endogrupal, amparando la identificación de los individuos con su grupo (musulmanes) y, por extensión, asumiendo la forma en la que ese conjunto capta un determinado problema, lo que los lleva a rechazar la postura no acorde con la suya, así como a aquellas personas que la sostienen.

A través de los productos propagandísticos de islamización de los acontecimientos, el público musulmán se concentra en torno a su grupo de pertenencia para percibir y comprender cualquier problema que surge en su entorno al tiempo que refutan conceptual, afectiva y conductualmente cualquier otra posición y a sus partidarios.

Tal predisposición, a pesar de que el proceso comunicativo en la mayoría de los casos no es explícitamente yihadista, sí que resulta necesario para los futuros mensajes yihadistas, ya que sin sentimiento fuerte de pertenencia al grupo y cohesión grupal ninguna llamada a la yihad puede prosperar y puede tener respuesta entre el público musulmán.

La amenaza no ha dejado pasar la crisis generada en todos los órdenes por el coronavirus, como acontecimiento de proyección mundial, sin poner en marcha su maquinaria y empezar a construir productos propagandísticos polarizadores eficaces basados en la «islamización» de dicha pandemia (relacionarlas con referencias islámicas de cosmovisión islámica y así dotarlas de poder de arrastre).

A continuación, se presenta algunos ejemplos de productos de polarización propagandística basados en la «islamización de los acontecimientos»:

1- Coronavirus, el castigo de Alá.

2- Coronavirus, un soldado de Alá.

La narrativa del castigo. El coronavirus, un castigo de Alá

La referencia narrativa propagandística de mayor trascendencia circulante en las fuentes abiertas con la que se pretende polarizar al público musulmán, creada a raíz de la pandemia del corona virus mediante la islamización de la mismo (proyección en las fuentes del islam) es la que destaca que «el coronavirus es un castigo de Alá».

En la cosmovisión islámica cuando se habla de desastres naturales y particularmente de pandemias, se hace referencia a que son una manifestación divina ya que todo está en manos de Alá. En el libro sagrado del Corán se cita textualmente: «No hay nada que ocurra en la tierra o en vosotros mismos sin que esté en un libro antes de que lo hayamos causado. Eso es fácil para Alá»4 (Corán 57:22). Como se puede extraer de la lectura de esa Aleya, se deja bien claro que todo ha sido recogido por escrito con antelación por Alá. En otro apartado, en concreto, en la Sura 11 (Hud) se hace referencia a que «a Alá pertenece lo que no se ve de los cielos y de la tierra. De Él proceden todas las órdenes, así pues, adórale y confíate a Él...»(Corán 11:123)5.

Por lo tanto, considerar una pandemia como la COVID-19 un asunto divino y en concreto un castigo de Alá encuentra su base en referencias y textos existentes en las fuentes del Islam (Corán y la Sunna), tal como lo subraya el Corán: «la desgracia no dejará de golpear a los que se niegan a creer o de rondar sus hogares a causa de lo que hicieron hasta que la promesa de Alá llegue; pues ciertamente Alá no falta a lo prometido» (Corán13:31)6. También se comenta en otra Aleya que «ya les habíamos afligido con el castigo y no se humillaron ni suplicaron ante su Señor» (Corán 23:76)7; así como en la Sura 16 donde textualmente se dice «¿Acaso los que han maquinado maldades están a salvo de que Alá no haga que se los trague la tierra o les traiga el castigo por donde no lo esperen?»(Corán 16:45).

En otro apartado del libro sagrado, en referencia al castigo divino a los judíos (infieles), se indica: «y enviamos contra ellos el diluvio, la langosta, los piojos, las ranas y la sangre como signos claros, pero se llenaron de soberbia y fueron gente de mal. Pero cuando hubo caído sobre ellos el castigo, dijeron: ¡Musa!: Ruega por nosotros a tu Señor según lo que acordó contigo. Si apartas de nosotros este castigo, te creeremos y dejaremos ir contigo a los hijos de Israel» (Corán 07:133).

Este discernimiento de los desastres naturales y de la propia pandemia, a pesar de los matices que puedan existir, es percibido de esa forma mayoritariamente por los musulmanes, independientemente de su grado de religiosidad.

Toda la narrativa existente en las fuentes abiertas del mundo islámico relacionada con las pandemias y los desastres naturales, aunque a veces se disfraza de cierta racionalidad y de una aparente desvinculación del marco de la cosmovisión islámica siempre vuelve de forma directa o indirecta a esa narrativa interpretativa religiosa islámica guiada por el Corán y la Sunna. «La mentalidad árabe-islámica está atormentada por la teoría del castigo divino y la encapsulación de cualquier calamidad infligida a los no musulmanes, en una cobertura religiosa, es vista como un castigo divino y una venganza a estos infieles y a los musulmanes no obedientes. Por lo tanto, cada civilización no se basa en el método de Dios, es corrupción, injusticia y engaño en la tierra»8 y de allí merecedora del castigo.

Aun así, y pese al trasfondo religioso de la mencionada narrativa (el corona un castigo de Alá) en su apariencia no refleja un corte yihadista o rigorista islamista (indicado anteriormente).

Una percepción simplista le costará ver en tales referencias y en sus campañas y corrientes activas en las fuentes abiertas una dimensión propagandística yihadista e islamista, y mucho menos de alcance estratégico que pretenda polarizar al público con el fin de controlarlo y arrastrarlo.

Solo una percepción contextualizada (establecida en un contexto real) es capaz de ver la dimensión de todo lo expuesto.

Tan solo una visión que contemple todos los elementos a través de la cosmovisión islámica y la dimensión real de la propaganda yihadista (la «estructura esferal de la propaganda yihadista e islamista»)9 puede ver el trasfondo subrayado y resaltado anteriormente.

Debemos tener presente que la propaganda yihadista es un cuerpo estructurado en dos partes donde la primera se encarga de generar y reforzar las actitudes que llevan a la audiencia a responder y entender los mensajes directos y puramente explícitos de la yihad, islamismo y del Islam extremista, una fase de construcción y refuerzo de las mencionadas actitudes (predisposición interna) que se conoce como la fase de la preparación (IDÁD), y una segunda, de estimulación mediante un mensaje directo a la que se reconoce como la fase de la ejecución (TANFITH). Las dos fases unidas e inseparables constituyen el cuerpo de la propaganda yihadista.

Teniendo presente que una propaganda eficaz es la que puede sugestionar a su público, para llegar a tal sugestión hacen falta dos elementos inseparables: por un lado, una predisposición interna forjada hacia un determinado estímulo; y, por otro, un mensaje directo que pretende estimular dicha predisposición.

Por consiguiente, la presente campaña de polarización de islamización del corona virus, y en este caso particular, la narrativa del castigo es una propaganda de IDÁD, reforzadora de las actitudes, en concreto de dos que son necesarias para encajar futuros mensajes directos de la amenaza: cohesión grupal y rechazo exogrupal por un lado, y la actitud de la necesidad urgente de la TAWBA (rendición y arrepentimiento de no seguir el camino y senda de Alá), por otro.

En el caso de la actitud de cohesión grupal y rechazo al exogrupo es una actitud básica y necesaria para que cualquier mensaje yihadista funcione. Reforzar la aceptación grupal y el rechazo al exogrupo es una garantía para cualquier propaganda ya que dichas actitudes garantizan la generación de un individuo de masa, elemento básico en la comunicación propagandística.

Los clérigos e ideólogos populares han alimentado cada día a lo largo de estos meses un producto que argumenta que la crisis de la COVID-19 es un castigo de Alá: por un lado, a los infieles, y por otro, a los propios musulmanes por alejarse del buen camino y seguir el de aquéllos (infieles).

Muchos son los matices narrativos de las campañas emprendidas sobre dicho asunto si bien el fin es único, en concreto, la polarización del público destinatario de este y su estimulación a recobrar conciencia de que es musulmán, que no debe seguir a los infieles y que ha de obedecer a Alá, alentando la causa indogrupal y el rechazo exogrupal.

Como ya se ha subrayado la narrativa del castigo (el coronavirus un castigo de Alá) tiene muchos matices con una única finalidad. Acto seguido se exponen una serie de ejemplos sobre la narrativa del castigo, con sus diferentes matices, sustraídos de las fuentes abiertas.

El coronavirus un castigo de Alá con la finalidad de educar y hacer reflexionar a la umma

1-En el conocido canal religioso saudí Al-Majd (la gloria), observado desde la perspectiva de la cosmovisión islámica como un canal religioso medianamente moderado, al menos en lo que intenta proyectar, se proyecta un capítulo especial del programa Wiqaya (prevención), titulado «Enfrentarse a las crisis con optimismo» en el que se plantea el problema del corona virus y de la pandemia. El invitado de ese programa, clérigo Abduallah Askar explica que dicho virus es una voluntad de Alá y que este, que es bondadoso y sabio, quiere el bien para sus siervos por cuyo motivo les ha enviado el coronavirus, que es una manera de educarlos —castigo con el fin de educar— para que no se les olvide que hay que obedecer a Alá y seguir su camino, el del bien, y no desviarse del mismo. Literalmente el clérigo subraya que «el coronavirus es una prueba y un examen puesto por Alá repleto de beneficios».

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2-Otro ejemplo que sigue el mismo matiz, recogido en esta ocasión de la prensa escrita, en concreto de la revista digital Al-Ray, la escritora y doctora Ariy Al-Sinan en un artículo titulado «Corona un castigo o una prueba», en una tentativa de suavizar el registro del discurso procastigo que se ha apoderado de las opiniones y las fuentes abierta del mundo árabe-musulmán señala que «las personas deben persistir en las calamidades, el mandato de Dios Todopoderoso es todo beneficio y bondad sin lugar a duda…si una persona cae en una calamidad como una enfermedad que ahora es generalizada (como el corona virus), puede ser una prueba para elevar sus grados, o expiar sus malas acciones, o un castigo de Dios Todopoderoso… y las personas son variedades en eso. Si una persona es un adorador, bueno y obediente, que no tiene nada entre él y Dios más que una verdadera servidumbre, acción de gracias y alabanza, entonces esto implica que tal enfermedad y desgracia es una simple prueba para la elevación de los grados (para que tenga más nivel como musulmán) dice el noble Hadith»10.

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El coronavirus, un castigo de Alá como revancha por humillar y dañar a la minoría musulmana china del Igor

Muchas opiniones, en el marco de la narrativa del castigo, se agarran a otro matiz, en concreto, a cómo la difusión de ese virus en Wuhan (China) se produjo poco después de la agresión llevada a cabo por las autoridades chinas contra los musulmanes uigures. A raíz de esta se pone el foco de atención sobre la minoría musulmana china, la de los Igor, tratando de dar una explicación a la expansión de ese virus, considerando que es un castigo de Alá a los infieles chinos por la opresión ejercida a esa minoría y un castigo al mundo entero por no oponerse a tal barbarie, incluidos los musulmanes del resto del mundo por su falta de ayuda a sus hermanos en la fe.

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En el mismo contexto, un musulmán uigur subió en las redes sociales un vídeo que describe lo que ha pasado a China a raíz de lo que se les hizo pasar como minoría musulmana. En concreto, indicó que «cuando las autoridades chinas arrestaron a docenas de musulmanes uigures, los chinos aplaudían al gobierno por sus acciones y ahora diez ciudades, en la provincia de Hubei, se han convertido en campos militares por la propagación del virus»11.

Agregó en el vídeo que se publicó en Twitter que «a los uigures se les impidió viajar dentro de las ciudades y ahora los chinos se ven obligados a verificar y buscar antes de viajar hacia y desde cualquier sitio»12.

Con respecto a la prohibición dictada por las autoridades de ese país hacia la comunidad musulmana de los uigures, el autor del vídeo antes señalado dijo que esa minoría china ahora celebran sus festivales y bodas a través de los medios de comunicación por temor a la infección del coronavirus, argumento que a lo largo de toda la grabación apoya la narrativa del castigo.

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Dentro del mismo vídeo el joven explica que el Gobierno chino obligó a los uigures a comer carne de cerdo y que después de la propagación del virus, ese alimento se encareció en China impidiendo a muchos ciudadanos adquirir dicho producto. Finaliza su grabación, como era de esperar, con una Aleya del Corán: «han engañado su engaño, y cuando Dios los engaña, incluso si su engaño se aleja de ellos, las montañas de Dios no pierden. Dios es querido y vengativo» (47).

El coronavirus, un castigo de Alá por la corrupción del hombre y el alejamiento del camino de Alá

En tres entregas numeradas, todas ellas bajo el título «Es el coronavirus un símbolo de la furia de Alá»”, un joven autor llamado Ahmad Abu Ratima, en una de las plataformas más seculares Arabi 21 comenta que «mucha gente dice que no hay necesidad de involucrar a la religión en la interpretación de los fenómenos naturales y que éstos deben entenderse dentro de las leyes materiales…»13. Más adelante, en uno de los párrafos aporta una Aleya que dice: «esta perturbación en el ecosistema debido a las acciones del hombre es corrupción en el lenguaje del Corán», —«la corrupción apareció en tierra y en el mar, lo que ganó las manos de las personas»—. Hay quienes llaman a este castigo «venganza de la naturaleza», mientras que los creyentes lo ven como una manifestación de la mano de Alá trabajando en la naturaleza. Cuando decimos que Alá castiga con las enfermedades, los incendios, la guerra, el miedo, la pobreza y el colapso económico, queremos decir que Alá castiga la corrupción, la extravagancia, la injusticia y la ignorancia, que es la esencia de lo que los materialistas dicen que es corrupción. La extravagancia, la injusticia y la ignorancia son sanciones naturales, pero ganamos (los musulmanes) la dimensión de la fe y lo que agrega a una vida materialista de tranquilidad y un sentido, significado y propósito, y una responsabilidad moral14.

El matiz de la corrupción y el alejamiento del camino de Alá, ejemplo de ello se aporta en el trabajo anterior, es la narrativa más interiorizada por la mayoría de los musulmanes, ya que perciben que cuando las personas dejan de seguir y de someterse a los preceptos de Alá la corrupción abunda en la tierra.

Entonces hay cosas (como las pandemias) que advierten a las personas, por un lado, y les castiga por otro, una percepción forjada por muchos Versículos y Aleyas del Corán que se dirigen a la humanidad para que puedan temer, y tal vez recordar, orar y exhortar (volver al buen camino), pero la humanidad, según las mencionadas Aleyas, se apartó de su Señor.

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Otro ejemplo con la misma matiz, pero en este caso en el contexto de la yihad explícita (organización yihadista) es una grabación —no verificada— donde el portavoz de la organización yihadista Dáesh, Abu Hamza al Qurashi, dice «el coronavirus es un castigo que Dios ha infligido a sus enemigos...»15.

A diferencia de los anteriores matices, la narrativa del castigo en manos de la yihad explícita (organización yihadista ) como en este caso del Dáesh pretende ir más allá de un simple refuerzo a las actitudes y utiliza la narrativa del castigo «el corona un castigo de Alá» para llamar a la yihad en sus filas estructurando mensajes directos que pertenecen a la propaganda del TANFITH (EJECUCIÓN) dando el salto de la propaganda del IDÁD (PREPARACIÓN), a la de ejecución (TANFITH) llamando a la operatividad (YIHAD) contra los infieles con el fin de transformar el mundo para que se guíe por las leyes de Alá.

El coronavirus, un soldado de Alá

Dice el Corán en la Aleya (versículo) 35, Sura 74, «Solo Alá conoce a sus soldados». Las fuentes del islam (Corán y Sunna) dejan bien claro que solo Dios conoce sus soldados (los que luchan por la causa de Alá hacen que la palabra de este sea la vencedora y suprema). Según las fuentes del islam, los soldados de Alá no son solo hombres que luchan por su causa, sino que cualquier ser o fenómeno puede ser un soldado de dios como lo ha sido la lluvia, el viento y el polvo en la batalla de Badr emprendida por el profeta Mahoma hace más de 15 siglos en contra de los infieles. También lo han sido los insectos, los piojos y bichos…con la afirmación de las fuentes del islam, en concreto en las Aleyas de la Sura 7 (Al-Araf), una que hace referencia a la historia del Faraón y Moisés.

Alrededor de estas referencias y otras sustraídas de las fuentes del islam, la ideología islamista y rigorista yihadista construye su gran campaña de polarización propagandística bajo el lema «el coronavirus, un soldado de Alá». Campañas, en su mayoría, como el caso anterior (el coronavirus un castigo de Alá) para reforzar las actitudes e incitar a la gente a sentir necesidad de una rendición y un regreso urgente hacia Alá, un estado que favorece una respuesta a los mensajes incitadores a la yihad y el martirio. Aunque el mismo lema en manos de la yihad explícita (organización yihadista) sirve para construir mensajes directos operativos que llaman a la yihad en sus filas el caso del Dáesh que se analizará más adelante.

El lema narrativo «el coronavirus, un soldado de Alá» está alimentado últimamente de forma cotidiana por los miles de artículos y trabajos de ideólogos y por los productos grafico-escriturales (banners) que en diferentes idiomas aparecen publicados por los partidarios del Dáesh en las redes sociales.

El ideólogo religioso Abdulhamid Uthmani dice lo siguiente: «Esos seres microscópicos aéreos, como bacterias y virus, son los soldados de dios».

Esa misma persona escribió en la publicación digital Bawabat Al-Churuq un artículo titulado «¿El corona un soldado de Alá?», publicado el 4 de junio del presente año, donde señala que «Nuestros principios religiosos como creyentes, y aunque sí reconozcamos las dimensiones médicas y de salud de la crisis de corona virus hoy el problema no está exento de nuestra dimensión metafísica», creyendo que el Todopoderoso dice en la Aleya (versículo) 35, Sura 74 : «Solo Alá conoce a sus soldados».

Quizá esos seres microscópicos aéreos como las bacterias y los virus son los soldados de dios, así que estos serán la severa tribulación, lo que constituye una advertencia divina para las personas de fe primero y, posteriormente, para la humanidad16. El mismo autor prosigue señalando que «este recordatorio de fe está en el corazón del pensamiento islámico».

Por otra parte, el clérigo Abduallah Al-Zubayr, en un sermón sobre la pandemia titulado «Solo Alá conoce a sus soldados» manifiesta abiertamente que: «un virus que no se puede apreciar con el ojo humano termina con la vida de millones de personas, arrasa con todo y la gente muere... Cadáveres que llenan plazas y calles… El coronavirus es un soldado de Alá. Llega este virus y termina con ellos, ¿por qué, ¿qué han hecho?»17, y acto seguido indica que «han dañado a los protegidos de Alá y a la religión de Alá, han encarcelado más de un millón de musulmanes de la minoría de los “Igor”, los han torturado, los han lastimado, se burlan de ellos, insultan a Alá verbalmente y Alá no ha tardado en vengarse de ellos, el Poderoso Vengador».

Este virus insignificante e indecible es un soldado de Alá, no se aprecia con el ojo y no hay un insecticida que lo elimine. No hay arma que pueda con él ni vacuna para sanar a los infectados… Ni médico capaz de luchar contra él en todo el globo terrestre… Han encarcelado los musulmanes en los campamentos de lavados de cerebro…torturándoles, y Alá los encerró en sus ciudades, pueblos, en casas sin poder salir de ellas…los han torturado y lastimado y quisieron exterminarlos…y Alá los ha exterminado a ellos con este virus…un soldado de Alá y «Solo Alá conoce a sus soldados»18. Y prosigue el clérigo animando a los musulmanes para resistir y que esperen a otros soldados de Alá que nadie conoce ni ve…

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En cuanto al Dáesh y sus partidarios, la narrativa relativa a la pandemia del coronavirus la marca el presente producto «El corona es un soldado de Alá» en muchos escritos y productos propagandísticos a nivel de redes sociales. Un ejemplo de ello hallado en las fuentes abiertas es cómo las mujeres del Dáesh, establecidas en el campamento de Hasaka en Siria, defienden esa visión.

En una grabación difundida en las fuentes abiertas del mundo árabe, las mujeres del Dáesh llaman y declaran a pleno pulmón que «¡el corona de los soldados de dios y aflige a los infieles!». Las mujeres del Dáesh aparecieron en una entrevista en la televisión desde un campamento establecido en la región siria de Hasaka para confirmar que la epidemia no las afectará porque solo afecta a los infieles. Una de ellas comenta que «el coronavirus aflige a quienes les hacen mal. ¡Es un soldado de dios!»19.

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Recursos virtuales

https://www.bbc.com/arabic/art-and-culture-51805095/1774295كورونا-لمواجهة-محمد-النبي-بتعاليم-تستشهد-أمريكية-مجلة/العربية-الدول

https://www.aa.com.tr/ar/ /1774295كورونا-لمواجهة-محمد-النبي-بتعاليم-تستشهد-أمريكية-مجلة/العربية-الدول

https://www.aa.com.tr/ar/ لإليغور-انتقاما -هللا-جنود-انتشرت-هكذا-الفيروسات-وأسلمة-كورونا

https://www.hafryat.com/ar/blog/ تعالى-هللا-عن-اإلعراض-عقوبة

https://www.islamweb.net/ar/article/217306/

https://al3omk.com/520281.html

https://www.echoroukonline.com/هل-كورونا-من-جند-هللا؟/

https://www.islamweb.net/ar/article/217306/عقوبة-اإلعراض-عن-هللا-تعالى

https://www.mawazin.net/Details.aspx?jimare=90118

http://gate.ahram.org.eg/News/2367305.aspx

https://arabi21.com/story/1251803/هل-فيروس-كورونا-غضب-من-هللا-2

https://khutabaa.com/khutabaa-section/corncr-speeches/182629

https://www.alokab.com/topic/19951-كيف-ستتعامل-دولة-الخالفة-مع-األوبئة/

https://newturkpost.com/news/60936-مساجد-تركيا-تتضرع-إلى-هللا-بالصالة-في
.كورونا؟-انتشار-من-الحد-في-اإلسالم-تعاليم-أسهمت-كيف-يعترف-الغرب/مجتمع

https://alkhaleejonline.net/
-في-الخطاب-بن-عمر-المؤمنين-أمير-وسياسة-كورونا-فيروس

https://blogs.aljazeera.net/blogs/2020/3/12/ الوباء-مع-التعامل

https://arabic.cnn.com/world/article/2020/03/21/prophit-mohammad-coronavirus- newsweek-report-social-reactions

https://sabq.org/jY4QvW

https://www.albawabhnews.com/3948081
-وضع-من-أول-محمد-النبي-أجانب-خبراء

https://alwan.elwatannews.com/news/details/4660071/ واألمراض-األوبئة-مع-التعامل-أسس

https://fatwa.najah.edu/question/ref-439002/

https://www.taibahu.edu.sa/Pages/AR/DownloadCenter.aspx?SiteId=50a13fdf-fc2d- 43ef-a1d5-50bd4a749c1b&FileId=6a8bc4f9-8692-4018-8eb9-2ce195228ae7

https://almunajjid.com/speeches/lessons/113

https://www.elbotola.com/article/2020-03-21-17-12-671.html

https://www.annasronline.com/index.php/2014-09-30-11-05-07/2014-08-24-14-17- 03/144515-2020-03-14-11-17-13

https://gate.ahram.org.eg/News/2367305.aspx Sahih Al-Bujari

Sahih Muslim

Dalila Benrahmoune*

Islamóloga especialista en propaganda y narrativa

Bibliografía y nota al pie:

1-La importancia de la Sunnah en el islam. Jeque “Shéij Saleh ibn Fawzan al-Fawzan.

2-Lo narró el imam Málik en “Al-Muwatta’” (2/899/H1594).

3-La frase del I’DAD pretende construir en su público la predisposición interna y crear las actitudes necesarias que le habilitan para entender, encajar y actuar consecuentemente al recibir la propaganda directa (TANFITH), y no escandalizarse ante conceptos como la yihad, el martirio, la decapitación, la Burqa, etc., como lo haría un occidental carente de dicha predisposición. Hay que señalar que no estamos ante un tipo de propaganda sino ante una fase necesaria para que haya propaganda. Esta propaganda se contempla como el núcleo, el corazón y la esencia del cuerpo propagandístico yihadista y su fase inicial, tal como se aprecia en la imagen del esquema esférico, ya que sin ella no tendrá sentido ni cabida la siguiente fase (la propaganda directa “TANFITH”).

4-La Sura “De lo que ha de ocurrir” Aleya 22.

5-La Sura “Hud” Aleya 123.    

6-La Sura “Trueno” Aleya 31.

7-La Sura “Los Creyentes” Aleya 76.

8-Disponible en: https://www.saaid.net/Minute/110.htm

9-La estructura funcional esférica de la propaganda yihadista. Dalila Benrahmoune . Cuadernos de la Guardia Civil CGC59-2019.

10-Disponible en: https://www.alraimedia.com/Home/Details?id=58378d6f-b69b-4963-8040- da57cdb533b9

13-Disponible en: https://arabi21.com/story/1251803/هل-فيروس-كورونا-غضب-من-هللا-2

14-Disponible en: https://arabi21.com/story/1251803/هل-فيروس-كورونا-غضب-من-هللا-2

16-Disponible en: https://www.echoroukonline.com/هل-كورونا-من-جند-هللا؟/