La venganza del sanchismo

Pedro Sánchez

La tormenta perfecta ha llegado. Ya vivimos en el próximo año. La reina Isabel II ha muerto. Viva el rey Carlos. Don Pedro rige nuestros destinos. Aleluya. Comenzamos. 

La obsesión del sanchismo es asaltar el Poder Judicial.  El PSOE se ha podemizado tanto, que es difícil reconocer a Pedro Sánchez como socialdemócrata. Sabe que va a perder las elecciones venideras. Como buen peronista kichneriano insiste en embarrar el campo de juego. La conspiración de los “cenáculos madrileños” es otra de sus mentiras encadenadas. El día después de su cita en el Senado –con la invasión de más de 50 asesores– se dejaba cortejar en la Casa de América por José Creuheras, el poderoso presidente del Grupo Planeta que mantiene el liderazgo de Antena 3 y la Sexta. La servidumbre de RTVE, de la SER, de PRISA y de la mayor parte de los diarios digitales confirman que en su imperio mediático –incluido el BOE– solo queda un resquicio de libertad para la heroica prensa libre. Un centenar de coches oficiales colapsaron Cibeles para presentar el libro de Salvador Illa sobre el primer año de la pandemia aunque aun no sepamos ni el número de fallecidos por la COVID-19 ni conozcamos al equipo técnico que le asesoró para tomar decisiones anticonstitucionales. Que se lo cuente a las familias de los ancianos que murieron sin ternura en las residencias y a los sanitarios y farmacéuticos fallecidos por falta de protección. Toda la gestión fue un éxito. 

Extender sus garras al TC 

Sánchez ya ha entrado en modo victimista. Como los separatistas. Para él, gobernar se reduce a una palabra: propaganda. Seguir en modo electoral. No importa la verdad. El mensaje es apropiarse de las sensaciones, emociones e incluso bajas pasiones de los colectivos más vulnerables. Pura filosofía Redondo. El día anterior a su comparecencia en la Cámara Alta se reunía con “su gente” en Moncloa. Curiosamente, el presidente contestaba leyendo el telepronter. Preguntas de militantes socialistas, previamente seleccionadas por su valido Bolaños. Una farsa más de su gira musical por España que continuará en Toledo, en el palacio de Congresos El Greco: Una asamblea abierta en un espacio cerrado. Todo controlado. Ganarse la calle después de subir tanto al Falcon no es creíble. Llora como un magdaleno porque el populacho no le quiere. Ni le vota. Lo de Sevilla fue el primer capítulo. Ataques a Putin mientras le compramos gas licuado y omisión de las protestas de los ciudadanos cabreados. La pancarta silenciada por su prensa sumisa “¡Que te vote Txapote!” vale más que cien editoriales edulcorados de su Prisoe. 

Carlos Lesmes

No nos dejemos engañar. Moncloa solo tiene un objetivo a corto plazo: renovar el Tribunal Constitucional. Ya controla el Congreso, el Senado, la Fiscalía General, la Abogacía del Estado. Le falta el Tribunal de Garantías para que Conde-Pumpido y sus amigotes “se manchen las togas con el polvo del camino”. Es ahí, en esa mayoría absolutista de 7 a 4, en la que el sanchismo pervivirá sobre el tiempo y el espacio. Le urge ese cambio al Gobierno para “desjudicializar” los golpes de Estado permanentes del separatismo (amnistía para Junqueras, Puigdemont y cía), reformas del C.P. para anular los delitos de sedición y secesión, dar vía libre al referéndum en Cataluña y País Vasco y lavado de imagen de Bildu y de los asesinos etarras; trabajos, viviendas y pensiones con la complicidad del PNV para los presos vascos y humillación de las víctimas; constitucionalidad para las leyes del aborto, de la eutanasia, de la “okupación”, normas LGTBI, Memoria Democrática, legalización de todos los Reales Decretos del periodo sanchista, puesta en la calle de los ladrones del PSOE en Andalucía (EREs y Formación Profesional); consagración de las leyes que permiten pasar de curso sin aprobar; erradicación del español en casi media España, permitir la expansión de los Països Catalans a Baleares, Valencia y Aragón; anexión de Navarra por Euskadi, entrega del Sáhara Occidental a Marruecos sin pasar por el Consejo de Ministros ni por el Parlamento y, si me apuran, ilegalizar a VOX para que la derecha no gobierne jamás. Es volver al 31. Hay que ganar la guerra civil a Franco, ochenta y un años después. 

Todo eso y mucho más (leyes para el exprópiese por motivos ambientales y/o de seguridad nacional) se podrán aplicar para vaciar de contenido la Carta Magna y, ante este panorama, proponer con urgencia un proceso constituyente que permita entronizar la III República para que las élites extractivas del PSOE, IU, PCE, Podemos, ERC, Junts, PNV, EH Bildu. Compromìs, Más País, CUP, Comunes, PCR y Teruel Existe se repartan los cargos como lo hacen los familiares de Castro, de Ortega, de los Kim norcoreanos, de Putin en Rusia o de los Kichner en Argentina. Solo falta imponer, con la anuencia del TC del orden nuevo, la cartilla de racionamiento propuesta por la señora Díaz, que nos habla como si fuéramos devotos de Epi y Blas. Créanme. Carrefour, patrocinador principal de la Vuelta a España, compra la cesta de Yolanda Caperucita y se pone en contra del sector. 

A pesar de estar en contra de Economía, Defensa y Agricultura, “la modelistos” de Trabajo y Economía social, la impulsora de las manifestaciones sindicales con mariscadas, dice que tiene el respaldo del líder mundial de su partido. No es de extrañar; don Pedro atiza en todas direcciones para radicalizar y tensionar a la sociedad española en estos tiempos de incertidumbre. Con el Tribunal de Cuentas y el CIS en sus manos, Sánchez sobrevivirá a las encuestas y se vengará bloqueando a cualquier Gobierno conservador. No habrá alternativa. Esta es la democracia populista que defiende todo el Ejecutivo social-comunista. He escrito que este Gobierno es simbiótico y, por tanto, comunistas y socialistas –hoy reconvertidos en populistas– se necesitan para llegar a final de legislatura tanto como la mayoría de españoles para llegar a final de mes. Son un Gobierno de necesidad.  No necesario

Carlos Lesmes

La crisis energética como pretexto 

El doctor Sánchez Pérez-Castejón amañó el encuentro con Feijóo, con la venia del presidente de la antigua cámara de próceres, Ander Gil. Los tiempos marcaron el nivel de sectarismo: 132 minutos frente a 27. Ninguneo al resto de fuerzas políticas. Sánchez no escucha. Lleva todo escrito por sus escribas. Incluso contesta a lo que no le preguntan. En esta ocasión por ETA. Se suponía que el tema monográfico era la crisis energética. Por decirlo con sus propias palabras, el presidente mintió sin despeinarse. Sin corbata y sin decencia. Las dos ideas novedosas (bajada del IVA al gas del 21 al 5% y las ayudas a las empresas de cogeneración) eran propuestas del PP como la bajada del IVA de la luz. Corta y pega –como en su tesis doctoral– mejor que nadie. No a la deflactación del IRPF. 

Los datos catastrofistas sobre la energía nuclear eran totalmente falsos. Las centrales de quinta generación se montan en dos o tres años (no en 15 o 20) y el coste no supera los tres mil millones (él calculó 20.000). Omitió deliberadamente que los residuos ya se reciclan. Y que el resto del mundo desarrolla en estos momentos 485 nuevas centrales nucleares. Las empresas españolas no invierten en energía nuclear, hoy calificada de verde por el Parlamento y la Comisión Europea, porque este Gobierno, como hizo el de Zapatero, no les ofrece seguridad jurídica. Lo propio de un Estado de Derecho. El primer derecho de la democracia tras la vida y la libertad. De hecho, sin seguridad jurídica no hay democracia. 

En un acercamiento “piel con piel a la gente” acusó a los poderes energéticos y mediáticos de quererlo echar del Gobierno; de dar un golpe de Estado. Una paranoia debida a su narcisismo, a su desconfianza, a su ineficacia y a su mala fe. Todo a la vez. Está enfermo de poder. Acusar a Núñez Feijóo de haber llegado a Génova “pagado” por las eléctricas es una villanía impropia de un primer ministro democrático. Ahí lo dejo. 

Yolanda Díaz

Sánchez aseguró en el Palacio de la Marina Española que las eléctricas están en manos de la derecha. Veamos: A.M. Carmona, (Iberdrola), Elena Salgado (Endesa), José Blanco (Enagás), Jordi Sevilla y Beatriz Corredor (Red Eléctrica), José Montilla (Enagás), Narcis Serra (Naturgy). Creo recordar que Felipe González y Borrell fueron consejeros de varias multinacionales españolas. Hasta J.L. Rodriguez Zapatero colaboró con PDVSA y llegó a utilizar sus aviones privados. Todos, del PSOE. Telefónica es un cementerio de elefantes socialistas y no digamos cómo han invadido la SEPI, el CIS, el Tribunal de Cuentas, RTVE, Indra, Correos, Loterías y las grandes cadenas de televisión. Mismamente, hasta el compañero Vallés se ha vuelto bizcochable después de la advertencia de Lesmes en la apertura del Año Judicial. 

El cara a cara en la Cámara Alta el martes no fue un debate. Simplemente una encerrona al PP para continuar la cadena de insultos que han ocupado a doce ministros durante tres meses. Pasará como lo de “la derecha y la extrema derecha”. Ya no cuelan. Los ciudadanos están desesperados. La cuesta de enero ha llegado en septiembre. Estamos en la mitad de la tormenta perfecta. Tanto, que ya vivimos en el próximo año. 

El presidente nos ha sumido en una incertidumbre perpetua. Ha engañado a muchos mucho tiempo. Pero no puede engañarnos a todos todo el tiempo. Ni un minuto más. Habla de transparencia cuando es el Gobierno más opaco del mundo. Ni siquiera ha enviado a la ministra de Justicia para que pase el examen de nuestra democracia en el Parlamento Europeo. Defiende los casos de corrupción en Andalucía porque está defendiendo la corrupción de su propio partido. Y por eso permite que Bildu y ERC le marquen el camino de la “Mesa del Diálogo”. Dijimos y acertamos que no presentarían recurso al Constitucional por el “asesinato” del español en las aulas de Cataluña. Y tampoco lo ha hecho el Defensor del Pueblo. El niño de Canet sigue inmerso en el fango catalán. Otra vez tiene que ser VOX el que defienda la legalidad. Lástima del ocaso de Ciudadanos. 

Christine Lagarde

El presidente del Consejo General del Poder Judicial acusó a los dos partidos mayoritarios de la crisis existente en el gobierno de los jueces y en provocar el mayor estropicio de la historia. Carlos Lesmes amenazó con abandonar el cargo en unas semanas. La solución es sencilla: cumplir la Constitución (12 vocales nombrados por los jueces, 4 por el Congreso y 4 por el Senado). Es lo que exige Europa y pide el PP. Los socialistas quieren que siga vigente la ley de González-Peces Barba del 85, que elige a los 20 miembros por políticos que luego son juzgados (y absueltos) por esos jueces. Firmar acuerdos secretos con el PSOE es un suicidio. La ofensiva de la izquierda y de sus terminales mediáticas para envenenar a la Justicia es un asunto transcendental para el sanchismo. Con el TC, el Tribunal Supremo y el CGPJ a sus pies, este Gobierno progresista, troceará el tercer poder del Estado en porciones (por territorios) y creará una autonomía jurídica plurinacional que permitirá a los gobiernos modificar las sentencias de los Tribunales y acabará con la igualdad ante la ley. 

Moncloa se convertirá en el único podermultiusos. Tres en uno. El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. El siguiente paso será consagrar el partido único. Y las leyes serán habilitantes como la que quita y otorga poderes al Consejo General. Ya conocemos los experimentos del 33 en Alemania y las consecuencias posteriores. 

Encadenado a la tormenta perfecta 

Resultó enternecedor escuchar al senador Núñez Feijóo, con las advertencias de que el tiempo se le había acabado, que rogara al presidente del Gobierno que el PP le garantizaría la gobernabilidad hasta las generales de diciembre 2023 si abandona a sus socios comunistas, separatistas y golpistas. No puede. Les une su odio a España. Y aunque pierdan las elecciones controlarán las instituciones. Sánchez es un rehén de los socios que le auparon en 2018. Y no lo dejarán caer porque el chollo del dinero público se acaba. Como no dejará caer JxCat a ERC porque tiene 1.200 altos cargos y cuatro mil militantes más, chupando de la teta de la Generalitat. Estos 16 meses próximos van a resultar demasiado duros. El otoño y el invierno pueden resultar excesivamente calientes. 

Grande-Marlaska

Para colmo, la sequía es pertinaz. Los incendios han calcinado la España rural, el sector ganadero está al borde la ruina; el campo ha perdido 8.000 millones por la sequía. La luz, el gas, los piensos, los fertilizantes y las malas cosechas en vino y aceituna auguran un escenario dramático. Los datos macroeconómicos facilitados por Calviño son fake. No crecemos más que los socios comunitarios. Todavía no hemos alcanzado la producción prepandemia.

El paro es el más alto de los países grandes de la UE y también el IPC (10,4%). La tormenta perfecta culminaba con la subida de los tipos de interés. Las hipotecas serán un Himalaya para los ciudadanos que han comprado piso y el mundo del ladrillo notará el zarpazo del BCE para luchar contra la inflación. Resultado: la recesión se ampliará al menos dos o tres años. Hay que darle la razón al presidente: nadie sabe qué va a pasar ni qué hará Putin en el futuro. Estamos instalados en la duda. La incertidumbre es el peor ingrediente para encarar el futuro desunidos. En este momento, con las alianzas extremistas y antisistema no es posible alcanzar unos II Pactos de la Moncloa. Y sin pactos no se puede vivir en democracia. Atravesamos una economía de guerra –gloria a Ucrania a los 200 días de la lucha por su independencia y a la de todos nosotros–, pero el Gobierno no reduce ni un euro del derroche público. 

Adiós a la soberanía energética y, lo que es peor, a la alimentaria. El horizonte es sombrío. Yolanda invade competencias de Planas, le pide con toda “animosidad” a la CEOE que acepte sin rechistar el nuevo SMI (1.100 Euros por 14 pagas) y una negociación colectiva que absorba el IPC. Intervenir el súper es una ventana abierta a la escasez, a la baja calidad de los productos en línea y, a la postre, al racionamiento. 

Isabel II

Estos tipos todo lo importan directamente de Buenos Aires, Caracas y Cuba. Pedro no es el problema, como declaró la senadora de VOX. El problema es el Gobierno en pleno. Mientras el titular de Interior, Grande-Marlaska, maltrata a las víctimas del terrorismo en la ONU, la exministra socialista Maria Antonia Trujillo proclamaba en Tetuán que “Ceuta y Melilla son vestigios del pasado” y reclamaba “un diálogo abierto y sincero” –quiere decir rendición incondicional– para cerrar “una afrenta a la integridad territorial de Marruecos”. Mañana entregarán Canarias. Sánchez, como siempre en los grandes desvaríos, calla. Calla y otorga. Una tormenta perfecta sin una gota de agua. La venganza del sanchismo será sobrevivir. 

PS. La reina Isabel II ha muerto. Viva el rey Carlos III. Y Carlitos Alcaraz vela armas para asaltar el número 1 de la ATP si gana el Open de Nueva York. Nos queda esa esperanza.

Antonio Regalado dirige el blog Bahía de Ítaca.

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