Los castillos de fuegos espaciales del presidente Sánchez and company

PHOTO/Pexels  -   El gran esfuerzo pirotécnico del presidente Sánchez está volcado en envolver los asuntos espaciales con castillos de fuegos artificiales galácticos

Estaba cantado que iba a ocurrir y así ha sido. Se acaba de crear el Mando del Espacio en el seno del que desde el pasado mes de junio se ha rebautizado como Ejército del Aire y del Espacio.

Es una consecuencia directa y coherente de la cada vez mayor importancia del espacio ultraterrestre para las comunicaciones y las retransmisiones de imágenes vía satélite, la predicción meteorológica, la economía, la obtención de datos para la gestión y auxilio en catástrofes. Por supuesto, para la seguridad y defensa de los activos nacionales que están en órbita y la prevención de posibles acciones hostiles prevenientes de más allá de la atmosfera.

A tenor de que la nueva denominación del Ejército del Aire lleva adosada la esfera de responsabilidad supra terrestre, el ministerio de Defensa de la magistrada Margarita Robles ha reestructurado la organización básica del Ejército del Aire y del Espacio para dar cabida a las nuevas responsabilidades que asume el hoy jefe de Estado Mayor de los aviadores, el general Javier Salto.

Juan Pons

Por ejemplo, la Fuerza Aérea pasa a ser Fuerza Aeroespacial y se da vida a un componente adicional, el nuevo Mando del Espacio, al que se le ha asignado el cometido de centralizar y preparar a las unidades del ramo, así como dirigir, planear, organizar y coordinar las funciones de vigilancia, control y operación en el espacio que ejerce el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE) de Torrejón. Dotarle con sistemas de mando y control, asignarle personal y un largo etcétera será la tarea a llevar a cabo por el general de División Juan Carlos Sánchez Delgado, quien se prevé que sea nombrado primer jefe del Mando del Espacio.

Habrá que solucionar el hecho de que no exista ni un solo satélite comercial, científico o militar de titularidad del Estado español. Ni que hoy todavía no se haya insuflado vida a la Agencia Espacial Española una vez ya aprobados sus estatutos en el Consejo de Ministros del 14 de marzo. Por fortuna, todo lo anterior está previsto y en camino para dentro de muy poco tiempo. Y tiene su explicación.

Una maratón de fuegos artificiales y traca

Es sabido que fueron los chinos quienes inventaron la pólvora. Pues bien, el presidente del gobierno de la coalición PSOE/Unidas-Podemos ya está poniendo en práctica sus dotes pirotécnicas interplanetarias de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, donde sus barones y apadrinados se juegan el cuello.

Juan Pons

Sin ser un hacendoso químico, Pedro Sánchez ha sabido dejarse asesorar por quienes le han mostrado y demostrado que la traca y los fuegos artificiales siguen captando la atención en el marco de la vieja pero efectiva fórmula mágica populista de “pan y circo”.

Además, hacer ruido con la traca asusta a los oponentes políticos. Les hace dar saltitos para evitar las deflagraciones de los pequeños petardos. Incluso llega a desorientarles y paralizarles, como ha quedado de manifiesto con algún que otro partido de la oposición en la moción de censura, en la que el profesor Ramón Tamames ha sido actor invitado.

El principal esfuerzo pirotécnico del presidente Sánchez está ahora volcado en los castillos de fuegos artificiales galácticos. Su pretensión es conseguir que muchos ciudadanos de a pie levanten la cabeza hacia el cielo, abran la boca y exclamen asombrados Oooh, ¡qué bonito! Resultado esperado: votos a la saca.

Juan Pons

El Batallón de Asesores del Palacio de la Moncloa, el BATAPLOF, es el diseñador de la magna campaña pirotécnica a la que vamos a asistir. Una vez más, será al alimón con los fontaneros y estrategas de la calle Ferraz, cuya maquinaria de propaganda está bien engrasada y probada en mil y un combates políticos, aunque con numerosos resbalones. Por ejemplo, es misión imposible intentar hacer cercano a la gente a un personaje refractario a la empatía y las emociones.

Para su festival pirotécnico, Pedro Sánchez se apoya en dos ministras. Una es la ya citada titular de Defensa, Margarita Robles. La otra es la que desempeña la cartera de Ciencia e Innovación, la ex alcaldesa de Gandía, Diana Morant, importante ciudad ducal de la costa de Valencia que de fallas, traca y fuegos artificiales sabe un montón. Objetivos principales: reconquistar Andalucía para el puño y la rosa y mantener la alcaldía de Sevilla −que por algo es la sede de la AEE−, en manos de su apadrinado, Antonio Muñoz. A ello va a contribuir, sabiéndolo o sin saberlo, el sector espacial nacional.

Prevención ante el marketing masivo

Desde el palacio de la Moncloa, los adláteres del presidente Pedro Sánchez están dosificando las actividades de índole espacial de cara a regar de noticias que causen admiración las ocho semanas que anteceden a la contienda política que está a las puertas, que tendrá su segunda y decisiva parte en los comicios generales de 2024.

Juan Pons

Me temo que, en lo que resta de año, vamos a ver y escuchar declaraciones rotundas sin base sólida. Afirmaciones de que España es casi como Francia o Alemania en materia espacial. Que los cohetes españoles, aunque no son como los de la NASA… pero casi, casi.

Cuando despegue el lanzador Miura 1 desde Huelva, y si logra el éxito como cabe esperar, se repetirán falacias como que España ya ocupa un lugar en el pódium de las pocas naciones del mundo con capacidad autónoma de alcanzar el espacio ultraterrestre. Conviene recordar que la compañía PLD tiene mucho mérito en el desarrollo del Miura 1, pero que es poco más que un cohete sonda. En definitiva, cabe esperar mucho marketing para consumo nacional.

La realidad es que España tiene una importante industria espacial, que lucha por ganar contratos en el escenario internacional. Es cierto que logran el éxito en muchos casos, pero todavía a mucha distancia del potencial la de Alemania, Francia, Italia o Reino Unido, como es razonable que ocurra. Pero al Ejecutivo le da igual y su festival pirotécnico está programado para comenzar en torno a mediados de abril.

Juan Pons

El presidente Sánchez ha iniciado una maratón política repleta de traca y fuegos artificiales a costa de que uno de sus hombres de confianza más cercanos en la Moncloa, el general Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional, le haya abierto los ojos sobre la importancia estratégica del sector del espacio ultraterrestre y la necesidad de crear la Agencia Espacial Española. A partir de ahí viene todo lo demás.

El mérito que hay que atribuir al presidente Sánchez es que ha sabido dejarse aconsejar y hacer realidad lo que su antecesor, Mariano Rajoy, no tuvo la visión política de llevar a cabo: constituir una organización como la Agencia Espacial Española. Pero qué cabía esperar de quien tampoco tuvo las agallas para, con la Ley en la mano, parar los pies a los separatistas catalanes antes de que su agresividad llegará a los límites de lo irracional. 

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