Mensaje desde la Comisión Parlamentaria Mixta Marruecos/UE sobre el asalto a la valla de Melilla

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Estimado diputado,

En calidad de diputados marroquíes y miembros de la Comisión Parlamentaria Mixta Marruecos/UE, nos gustaría arrojar luz sobre el asalto del 24 de junio de 2022 a la valla que separa las ciudades de Nador y Melilla, en el norte de Marruecos, organizado por lo que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, denominó "mafias de la migración", y que se saldó con la muerte de varios migrantes, y con cientos de heridos entre los mismos y entre las fuerzas de seguridad. Estos grupos organizados se aprovechan de las aspiraciones y deseos de los migrantes africanos que esperan mejorar su situación socioeconómica para servir a sus agendas de tráfico de personas.

Los trágicos sucesos ocurridos a la altura de la valla que separa las dos ciudades forman parte de un proceso que marca un gran cambio en los métodos utilizados por las redes de tráfico de personas, así como de migración ilegal y crimen organizado para asaltar las vallas y atacar a las fuerzas de seguridad para conseguir que el mayor número posible de migrantes traspase la valla y acceda a Melilla. Los ataques se han vuelto en los últimos años más violentos, más organizados y más letales. Varios elementos militarizados y bien entrenados atraviesan el desierto del Gran Sáhara y desde allí atraviesan Argelia para cruzar a Marruecos con gran facilidad, para reunirse en los bosques que rodean Nador y Melilla y preparar ataques violentos contra la valla que separa las dos ciudades, al igual que en las montañas que dominan Ceuta, para preparar ataques contra la valla que rodea esa ciudad.

El asalto del 24 de junio no ha hecho más que confirmar los peores temores de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas, según los cuales los cabecillas de las mafias migratorias están más entrenados en la lucha callejera violenta, la guerra de guerrillas y la fabricación de armas improvisadas. Resulta muy probable que algunos de ellos hayan sido entrenados por grupos de crimen organizado que deambulan por la vasta región del Sahel y el Gran Sáhara. El cambio en los métodos, que han pasado de ser ligeramente violentos (en el pasado) a ser peligrosamente letales (en los últimos tiempos), denota un cambio peligroso que todos (la UE, los países del norte de África y del Sahel) debemos tener en cuenta e incluir en nuestros futuros esfuerzos de colaboración para luchar contra el crimen organizado y la inmigración ilegal y violenta.

Las fuerzas de seguridad marroquíes están acostumbradas a los asaltos a la valla que rodea las dos ciudades de Ceuta y Melilla desde hace años (145 asaltos desde 2016), pero el ataque del 24 de junio de 2022 no tiene precedentes en cuanto al uso de métodos de terror y violencia peligrosa, perpetrados por agentes experimentados y violentos traídos a través de los países vecinos para asaltar la valla, en momentos de desavenencias políticas entre España y Argelia y de mayores tensiones entre Argelia y Marruecos, así como de dificultades geopolíticas en la región sahelo-sahariana.

La particularidad de los últimos acontecimientos es que los líderes de la banda mafiosa cambiaron el punto de ataque de la localidad "habitual" del Barrio Chino en Melilla a un estrecho pasillo utilizado específicamente por los residentes y peatones para cruzar entre Melilla y Nador. La oleada de 2.000 migrantes, dirigida por líderes mafiosos militarizados, irrumpió en las calles de Nador de forma violenta y muy orquestada, intentando atravesar un estrecho pasillo, lo que provocó una estampida que se saldó con 23 muertos y 78 migrantes heridos (algunos de los cuales siguen hospitalizados). Asimismo, más de 140 agentes de seguridad marroquíes resultaron heridos, algunos de ellos en estado grave. El asalto fue extremadamente violento, mostrando un alto grado de organización, una cadena de mando experimentada, métodos paramilitares y líderes de redes mafiosas experimentados y bien entrenados, con métodos de crimen organizado.

Marruecos ha sido un formidable baluarte contra los flujos migratorios ilegales hacia Europa, utilizando sus propios recursos para vigilar sus fronteras y colaborando con Europa y África para gestionar mejor los flujos migratorios. Las fuerzas marroquíes miran hacia fuera, hacia el mar y la tierra, para impedir las entradas ilegales en el país, y hacia dentro, para impedir los cruces ilegales hacia Europa. Así, Marruecos gasta 500 millones de euros al año en la lucha contra la migración ilegal hacia Europa. La ayuda de la UE a Marruecos en este sentido no pasa de un total de 270 millones de euros para un periodo total de 15 años, con una media de apenas 15 millones al año. La lucha contra la inmigración ilegal requiere recursos y una verdadera colaboración. Por el momento, Marruecos utiliza sus propios recursos para vigilar 3.500 kilómetros de fronteras marítimas y 3.400 kilómetros de fronteras terrestres.

El reto es enorme, pero los éxitos están ahí: 1.300 redes desmanteladas solo en los últimos 5 años (256 en 2021 y 100 hasta mayo de 2022). Asimismo, se han frustrado más de 360.000 intentos de migración ilegal desde 2017 (63.000 en 2021 y 26.000 hasta mayo de 2022). Estos rotundos éxitos no deben verse empañados por sucesos trágicos como el reciente asalto violento a Nador y Melilla.

Marruecos no es solo una tierra de tránsito para los migrantes subsaharianos que quieren cruzar a Europa y una fuente de migración, sino también una tierra de acogida. Desde 2013, adoptó una política de legalización de los migrantes ilegales que se tradujo en la aceptación de 50.000 como residentes extranjeros legales, además de unos 12.000 estudiantes subsaharianos que estudian en las universidades marroquíes, el 90% de los cuales viven con becas proporcionadas por el propio Gobierno marroquí.

Como diputados, aplaudimos los esfuerzos humanos del Gobierno marroquí para proteger la dignidad y los derechos de los migrantes y las víctimas vulnerables de la mafia y el crimen organizado. Destacamos con satisfacción cómo la Marina Real de Marruecos rescató a casi 15.000 personas en el mar en 2021 y a 2.384 en 2022. También alentamos al Gobierno marroquí a consolidar su política de enfoque humano y de derechos de la migración, favoreciendo el retorno seguro de los migrantes a sus países de origen, respetando sus derechos y su dignidad en coordinación con los países africanos.

La migración no puede gestionarse únicamente a través de un enfoque de seguridad. Reforzar la migración legal y mutuamente beneficiosa, aliviar los procedimientos de visado para profesionales, empresarios, estudiantes y trabajadores estacionales, junto con un desarrollo sostenible y más eficiente de los países de origen, y a través de un programa eficaz de ayuda internacional y la creación de un espacio de crecimiento virtuoso y prosperidad en torno al Mediterráneo, en el norte de África y en las regiones del Sahel son puntos de entrada reales y eficaces para una estrategia exitosa de la UE y sus socios en materia de migración.

El contexto internacional es tal hoy en día que los intentos de migración ilegal no harán más que exacerbarse. Las perturbaciones surgidas después de la crisis sanitaria de la COVID, la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de los alimentos y la energía, la militarización de la energía por parte de algunos países de Europa del Este y del norte de África, la creciente inestabilidad en el Sahel, el norte de África, el mar Negro y el Mar del Sur de China, no sólo conducirán a un aumento de los migrantes y los refugiados, sino a la militarización de la migración con fines políticos. Algunos medios de comunicación españoles (Andros Lozano, "Las fuerzas de seguridad temen que Argelia haya relajado el control en su frontera con Marruecos para presionar a España con la inmigración", El Mundo, 27 de junio de 2022) hablan de la relajación por parte de Argelia del control de sus fronteras con Marruecos, que ha provocado una mayor afluencia de migrantes hacia Melilla, como una forma de presionar a España en la cuestión del Sáhara Occidental.

Ha llegado el momento de replantear las políticas de asociación y vecindad para trabajar hacia un enfoque más sostenible y mutuamente beneficioso de la migración que proteja las fronteras y las soberanías nacionales, al tiempo que abra las puertas razonables para un movimiento legal y sostenible de personas entre los países del norte y del sur. La prosperidad compartida es la clave de este nuevo modelo de política de vecindad entre Europa y sus socios del Sur.

En nombre de los diputados marroquíes, miembros de la Comisión Parlamentaria Mixta Marruecos/UE

Dr. Lahcen Haddad, Copresidente

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