Nueva misión de la Unión Europea en Níger: lecciones aprendidas
El Consejo Europeo dentro de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), a petición de las autoridades nigerinas, ha lanzado una Misión de Asociación Militar con Níger denominada la EUMPM Níger para fortalecer la capacidad de las Fuerzas Armadas nigerinas en la lucha contra el terrorismo yihadista.
La EUMPM Níger apoyará en particular la creación del Centro de Formación de Técnicos de las Fuerzas Armadas y proporcionará asesoramiento especializado y formación previa solicitud a los especialistas de las Fuerzas Armadas de Níger y apoyará la creación de un nuevo batallón de comunicación y asistencia al mando. El mandato de la misión, elaborado en estrecha consulta con las autoridades nigerinas, durará inicialmente tres años, y el importe de referencia financiera para los costes comunes para este período será de 27,3 millones de euros.
La EUMPM Níger se coordinará estrechamente con la EUCAP Sahel Níger para reforzar la interoperabilidad entre las fuerzas de seguridad y defensa de Níger. La Misión también coordinará sus actividades con las actividades de los Estados miembros en el Níger y, según proceda, con asociados de ideas afines que apoyen el plan de fomento de la capacidad de las Fuerzas Armadas del Níger.
Se trata de una Misión de la UE muy ambiciosa que ya veremos si logra sus objetivos y si no se comenten los mismos errores que en otras misiones militares desplegadas en el Sahel como en la EUTM Mali de donde ya salieron países como Francia y Alemania.
Estratégicamente, Níger es frontera con Argelia, Mali, Burkina Faso, Libia, Chad, Nigeria y Benín. Dentro de los países que forman el Sahel es el país más estable por encima de Mali, Burkina Faso o Chad. Por lo que podría convertirse en el país más estable en la lucha contra el terrorismo en el Sahel siempre que adopte medidas socioeconómicas que contenten a la población. Tenemos que recordar que Níger es rico en recursos como uranio, oro, sal, fosfato de plata o estaño que se extraen en cantidades industriales que deberían revertir en la población civil.
Igualmente, y a pesar de su situación geográfica, Níger ha logrado frenar el avance de la amenaza yihadista de grupos terroristas como Boko Haram o las franquicias de Dáesh y Al-Qaeda en el Sahel
A tener en cuenta que, a pesar de su inmensa superficie, Níger es el país más grande de África occidental, tiene una sólida red de defensa y seguridad e invierte gran cantidad de dinero en seguridad.
Si analizamos cuál debe ser el enfoque correcto en la lucha contra el terrorismo yihadista en el Sahel este debe ser llevado a cabo siempre desde el ámbito local primero y luego desde el ámbito regional contando con la ayuda internacional de forma coordinada, pero siempre a iniciativa local y sin cometer los errores del pasado.
Hay que recordar que el odio a Occidente y muy especialmente a Francia y a Europa se va extendiendo día a día por el Sahel de forma que la idea que circula es que la política europea en África no es ni para frenar el avance del terrorismo yihadista ni por los derechos humanos ni por la democracia, sino para proteger sus intereses y al margen del régimen, incluso del más sanguinario.
Si hay alguna lección que hay que tener en cuenta es la necesidad de tener en cuenta a todos los actores implicados en la zona, la protección y la percepción de la población civil y las realidades locales, una lección que hasta ahora no parece haberse tenido en cuenta.
Como ya advertimos, nos encontramos en un nuevo escenario internacional de lucha contra el terrorismo yihadista en el Sahel donde tanto Francia como la Unión Europea o Estados Unidos se desplazarán a países como Costa de Marfil o Níger para poner sus bases permanentes.
Sin embargo, este desplazamiento hacia el sur del Sahel podría empeorar la lucha contra el terrorismo yihadista ya que Mali está situado mejor estratégicamente y es donde se ha dejado libre gran parte del territorio especialmente el norte por donde pasan todos los tráficos ilícitos del crimen organizado y donde tienen base estos grupos terroristas, por lo que Francia, Estados Unidos y la UE quedarían desplazados más lejos y más hacia el Sur del Sahel y lejos de esta zona tan estratégica.
De las lecciones aprendidas en estos años en la lucha contra el terrorismo en el Sahel hay que recordar que debe haber una estrategia coordinada para el Sahel y que no solo pasa por la estrategia militar. Se puede acabar con los lideres de los grupos terroristas, pero estos grupos siguen ahí.
Hay que analizar otros factores, como el económico, la falta de control por parte de los Estados en todo su territorio, una mayor presencia policial a nivel local y distintos elementos más que no se han tenido en cuenta. Es la ausencia de Estado lo que hace que estos grupos terroristas vayan ganando territorio. Por ello hay que reconstruir estos Estados ahora fallidos en todos sus ámbitos y no solo en el militar.
Hay que desarrollar una nueva Estrategia para el Sahel no solo pensada desde el ámbito militar ni desde Occidente, sino pensando en cuáles son los problemas del Sahel y cómo hay que combatirlos en todos sus ámbitos. Centrándose en trabajar más y mejor desde el ámbito local en todos sus aspectos y en la lucha contra el terrorismo yihadista apoyándose más en los medios aéreos y en los medios de inteligencia.
La suma de capacidades y la coordinación de todos los actores que operan en el Sahel será la única posibilidad para conseguir la estabilización en el Sahel.
Igualmente, la solución militar no puede hacer frente por sí sola al problema del terrorismo yihadista en el Sahel y al de la radicalización. La estrategia debe ser a nivel regional y multisectorial partiendo de la idea de que hay que ofrecer soluciones africanas a problemas africanos y donde Occidente debe ir a ayudar y no a imponer ni a explotar como en el pasado. Esto nos diferenciará como nueva estrategia ante la población civil, ante los grupos terroristas y ante grupos como Wagner.