Opinión

Pensar en las pymes

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Las pymes son una parte fundamental de la economía en el Mediterráneo. Y todos los países de la región reconocen su importancia y su impacto para crear riqueza. Sin embargo, este conocimiento no ha dado lugar a soluciones efectivas para los problemas endémicos que sufren las pequeñas y medianas empresas y que se manifiestan de forma trágica en cada crisis. Hay que pensar en las pymes, porque estas y las empresas informales representan el 90% del tejido empresarial, el 60% del PIB y el 70% del empleo en la región.

Muchos factores dificultan que las pymes comiencen, crezcan y prosperen. Los costos de inicio son altos, el papeleo es engorroso, la financiación es difícil de conseguir, las opciones de salida para los inversionistas son limitadas y el costo del fracaso es alto. Las pymes solamente reciben el 8% del total de préstamos bancarios. Las medidas gubernamentales o los programas de financiación no son suficientes.

A medida que la región busca una economía más diversificada y sostenible, las pymes deben ocupar un lugar central como el principal motor de la innovación para un futuro sostenible y próspero. Es hora de pensar a la medida de las pymes.

A pesar de las llamadas hacia el liderazgo para impulsar el crecimiento, la diversificación y la innovación, y de décadas de convocatorias para fomentar el espíritu empresarial, el ecosistema actual todavía está orientado hacia grandes empresas. Las estructuras y las mentalidades gubernamentales están diseñadas para "pensar en grande", para atender a grandes empresas, construir grandes espacios de oficinas, alquilar grandes almacenes y atraer grandes inversores. Pero el mundo ha cambiado y hay que adaptar la definición y percepción de lo pequeño.

Los gobiernos tienen que ofrecer una plataforma que acoja la iniciativa emprendedora y que proporcione un entorno de negocios transparente y eficaz si quieren salir de la crisis y en vista del potencial material y humano de que disponen. Se necesita una base de muy bajo costo, una licencia rápida para operar, un sistema financiero que los habilite y un ecosistema donde no solo puedan recaudar fondos, sino que también puedan permitir opciones de salida claras y profesionales.

Las políticas para apoyar a las pymes requieren la coordinación entre muchos actores: gobiernos, ayuntamientos y organizaciones del sector privado. Es un sistema complejo que necesita ser cuidadosamente impulsado. Hay que ayudar a las pymes para orientarlas hacia un futuro digital y prepararlas para el desafío del cambio climático. 

El futuro de las economías del Mediterráneo se sustentará en el espíritu empresarial, que es la piedra angular de cualquier economía que apunta a aumentar la participación del sector privado de una fuerza laboral joven. Más del 60% de la población de la región es menor de 25 años, un dividendo real que debe aprovecharse. Es el momento de pensar en las pymes.