Opinión

Silencio en Bruselas por las palabras humillantes de Pedro Sánchez a dos vicepresidentes de la Comisión Europea

photo_camera pedro-sanchez-presidente-gobierno-españa

La Comisión Europea guarda silencio sobre el desprecio mostrado públicamente por el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez a dos de sus vicepresidentes. Sacando a relucir el tema durante un mitin de las elecciones autonómicas de Castilla y León, el presidente del Ejecutivo soltó un improperio digno de una riña tabernaria cuando al referirse al viaje del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el de Zaragoza, Jorge Azcón, dijo: "Todo un alcalde de Madrid, con los alcaldes del PP, ir ante el edificio de la Comisión Europea y que no le abra ni el portero, no le haga caso ni el portero". Un diputado de su partido, el PSOE, Daniel Biondi, fue más lejos en el desprecio al afirmar sin enrojecer de vergüenza que “a Almeida y los alcaldes del PP ni un funcionario de la UE les saludó en Bruselas”.  

En la capital comunitaria no salen de su asombro con tal desparpajo. A los alcaldes del Partido Popular, que habían viajado a Bruselas para protestar ante la Comisión Europea sobre el reparto de los fondos europeos recibidos por el Ejecutivo español y distribuidos con criterios estrictamente partidistas, según ellos, proponiendo la creación de mecanismos de control y transparencia sobre dichos fondos, les recibieron el vicepresidente de la Comisión responsable de Promoción del Modo de Vida Europeo y Migración, el griego Margaritis Schinas, y la vicepresidenta de la Comisión encargada de Demografía, la croata Duvrovka Suica.  

Todos los vicepresidentes de la Comisión, incluidos los que Sánchez considera que no llegan al nivel de “porteros”, Suica y Schinas, tienen el mismo nivel de altos funcionarios que tiene el español socialista Josep Borrell y el holandés Frans Timmermans, vicepresidente primero. No tienen la misma responsabilidad y el mismo poder, pero tienen el mismo nivel de altos funcionarios. 

Las palabras humillantes del jefe del Ejecutivo español hacia los dos vicepresidentes personalmente lo son también hacia los Gobiernos de sus respectivos países, Grecia y Croacia, quienes propusieron sus nombres a la presidenta Úrsula von der Leyen, para formar parte del Ejecutivo comunitario. Hay que tener en cuenta que, de los 27 países miembros de la Unión Europea, sólo 8 ostentan el cargo de vicepresidentes, el resto ocupan funciones en el colegio de comisarios, de menor rango funcionarial.  

La Comisión Europea no ha comentado el incidente, pero no sería extraño que cuando el Ejecutivo español acuda a Bruselas a pedir ayudas para hacer frente a la emigración o solicite apoyos para paliar los efectos negativos del insuficiente crecimiento demográfico y el drama de la “España vaciada”, se encuentre frente a frente con los “no-funcionarios” y “menos-que-porteros” vicepresidentes Margaritis Schinas y Duvrovca Suica, a quienes suplicará que escuchen sus dolencias.