Su movimiento Sr. Erdogan
Durante la última década, Turquía ha extendido significativamente su contingente en el extranjero. El ejército turco lleva a cabo misiones en Siria, Irak, Libia, Afganistán y Karabaj, entre otras.
De hecho, el presidente de la República Turca, Recep Tayyip Erdogan, ha puesto mucho empeño en ampliar las fuerzas armadas turcas y el complejo militar-industrial. El ejército turco es uno de los más capaces de la región y, en términos de cantidad, el segundo de la OTAN. La lucha contra el terrorismo en sus fronteras junto con las crecientes ambiciones del líder turco han dejado descontentos a algunos de los actores de Oriente Medio. Uno de los países más disgustados por la política turca en Siria es Estados Unidos.
La decisión de comprar el complejo S-400 de Rusia ha servido de vivo catalizador en el deterioro de las relaciones entre Washington y Ankara. La reacción de la Casa Blanca llegó a la vuelta de la esquina. Se impusieron sanciones económicas a Turquía. El país se quedó sin cazas americanos F-35 y eso es sólo la punta del iceberg. A su vez Erdogan en múltiples ocasiones ha acusado a Washington de armar al YPG/PKK, que es considerado como una organización terrorista.
Las discusiones sobre el tema de la amenaza de Estados Unidos se difunden a menudo en los medios sociales turcos sobre la base del fortalecimiento de las posiciones de la Casa Blanca en Siria y Grecia. Lo que es más sorprendente es que los representantes del gobierno turco en múltiples ocasiones en la televisión nacional no han negado la posibilidad de un enfrentamiento directo entre dos países en las regiones del norte de Siria. Hace tiempo que se habla de disonancias en el seno de la OTAN, pero cuando se trata de las declaraciones de los funcionarios sobre la posibilidad de un enfrentamiento directo entre dos de sus mayores miembros se hace bastante evidente que el malentendido entre Ankara y Washington ha llegado a un nivel de crisis sin precedentes. Además, la retirada del ejército turco de Siria se ha convertido en un tema común debido al creciente número de muertes entre las tropas turcas y la complejidad de la campaña en términos de los actores involucrados en ella.
Se podría llegar a la conclusión de que Ankara reforzaría la relación con Moscú en medio de las tensiones con Estados Unidos. Sin embargo, en el estado actual de las cosas, esta dirección no es favorable debido a las posiciones contrastantes de dos países sobre la regulación de la crisis siria. Las negociaciones de Sochi entre Putin y Erdogan del 29 de septiembre tuvieron un resultado intrincado. Por un lado, no se publicó ninguna declaración oficial posterior, lo que normalmente se toma como una mala señal. Por otro lado, ambos líderes subrayaron la productividad de las negociaciones.
Sólo cabe esperar que los jefes hayan llegado a un compromiso sobre el asunto, pero que no hayan hecho una declaración oficial para evitar el incumplimiento de los acuerdos y las especulaciones no deseadas. Es muy posible que asistamos al cambio de esfera de influencia al final del cual cada parte obtendrá una posición beneficiosa.
En la actualidad, mucho depende de Turquía y del vector político que elija. ¿Habrá un cambio en las relaciones con el YPG/PKK o se esforzará por encontrar un terreno común con Rusia, que está presionando los intereses del régimen de Assad? El mundo está esperando, su movimiento Sr. Erdogan.