Un paso adelante
Cincuenta días y cuarenta mil ucranianos asesinados después, la operación militar especial Z del genocida Vladimir Putin durará al menos cien años. Como la guerra Inglaterra-Francia (1337-1453). Los ciudadanos invadidos no podrán perdonar durante muchas generaciones la invasión, las fosas de cadáveres, las violaciones, la destrucción, los bombardeos indiscriminados, las humillaciones, el exilio masivo, los delitos de guerra de un régimen comunista y nazi que quiere romper un país rico, valiente y orgulloso. Esta es nuestra guerra interminable. Lo que está en juego es la libertad de la Unión Europea. La Tercera Guerra Mundial ha comenzado sin declararse todavía.
Cierto que la URSS jugó un papel muy importante en la Segunda Guerra Mundial. Llegó primero a Berlín, violó y mató con fiereza bolchevique, sufrió las peores atrocidades del Tercer Reich, sí; pero en el reparto se quedó con la mejor parte; se anexionó todos los países del Este, esclavizó a una quincena de naciones y amenazó con su Guerra Fría a todo el mundo libre durante siete lustros. La caída del Muro en 1989 mostró que el estalinismo era un coloso con los pies de barro. Los ejércitos temibles de Moscú son una institución corrompida que solo sabe ejecutar a gente inocente. Lo hemos visto en las ciudades mártires de Járkov, Bucha y Mariúpol. Resisten numantinamente como lo ha hecho Kiev, pero los halcones del Kremlin son implacables.
La política de tierra quemada para que el corredor del Donbás se extienda hasta el mar Negro es solo la excusa para anexionarse de nuevo como botín de guerra la península de Crimea y arrasar la hermosa ciudad de Odesa; el cierre del sur dejaría a Ucrania con sus cielos de cristal y sin salida a sus productos al mercado mundial por el Mediterráneo. Asfixia por hambre. Comunismo puro. Putin y sus milicianos mercenarios rompen de parte a parte a dentelladas secas y calientes las ilusiones de un pueblo unido frente al terror. No más comunismo, gritan los ucranianos desesperados y más solos que nunca.
El presidente Zelenski lo reitera en todos los Parlamentos: el objetivo es Europa. Destrozar la democracia y nuestro bienestar. Menos palabras de solidaridad, menos cascos de guerra y más armamento pesado para que el pueblo se defienda. Cierto que tenemos el problema del gas, del petróleo y del carbón rusos. La dependencia tiene este precio: la rendición preventiva. Y encima le estamos pagando la guerra a Moscú para que maten a nuestros hermanos ucranianos. 350.000 millones de dólares anuales. Pero ¿vale más la calefacción y la ducha caliente que las vidas humanas?
Los escenarios rusos sobrepasan a las brutalidades hitlerianas. La amenaza nuclear no se ha despejado pero los drones Z ya han descargado sobre Mariúpol las primeras armas químicas. Los hornos crematorios móviles de los invasores no dejan cadáveres; eso que se ahorra Putin. Las familias no cobrarán el seguro de sus hijos y esposos muertos al no acreditar que desaparecieron en combate sobre suelo ucraniano.
La mentira y el terror son siempre los mejores aliados del comunismo. Los camiones y los tanques no llevan placas para no ser identificados los criminales. Igual que en Cuba y en Venezuela. Ucrania es un campo de minas, que estallarán durante dos décadas. Los ejecutivos que no han podido salir de la Federación Rusa han sido amenazados y obligados a pagar las nóminas de los trabajadores despedidos. Rectifico. No, no; son trabajadores liberados. Liberados de trabajar, no de cobrar. La Rusia progresista, el progresismo de izquierdas. ¿Dónde están los sindicatos de clase?
La pregunta es sencilla en esta Semana de Pasión y muerte sin resurrección a los 50 días del asedio, hambre y ruinas. ¿Cuántos inocentes civiles y militares será necesario inmolar para que nos demos cuenta de que Rusia dispara contra todos nosotros?
Convendrán conmigo en que la respuesta en el Congreso al presidente Zelenski debió darla el jefe del Estado, Felipe VI. Pero Sánchez es el único emperador. Al Rey lo tiene marginado porque él es quien habla y actúa en nombre de España. Léanse de nuevo la carta apócrifa (nadie es el autor, pero la firma don Pedro) en la que entrega a cambio de nada el Sáhara Occidental a Marruecos. No cuenta ni con el ministro de Asuntos Exteriores que ha admitido en privado que no conocía el contenido ni con su Gobierno ni con el Parlamento. Un acto nulo de pleno derecho.
La rendición, con la bandera de España boca abajo –“ciudad tomada”- indica que este tipo no tiene límites en su ambición de poder. El comunicado conjunto es una tomadura de pelo como lo es que nos hayamos enterado por el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí de la carta y del volantazo sobre el Sáhara. Transparencia de alquitrán.
El Frente Polisario ha roto relaciones con España y Argelia ha retirado a su embajador y nos amenaza con una subida extra del metro cúbico del gas. Un negocio redondo para un presidente de Gobierno que actúa como jefe del Estado. Pero no sabe jugar al ajedrez. Ha cabreado a todos al mismo tiempo. Tiene mucho mérito. Presidencialismo imperial napoleónico en sustitución de la Monarquía parlamentaria.
Lo grave no es la brusquedad del cambio rechazado por todo el arco parlamentario, sino que, al modificar el mapa geoestratégico, el inquilino de La Moncloa ha aumentado las 200 millas del Atlántico hasta invadir el espacio marino de las islas Canarias. Con la nueva frontera, Rabat pasa a ser el dueño potencial de los fondos marinos entre su costa y el archipiélago canario, ricos, riquísimos en telurio, vital para los paneles solares y en cobalto, esencial para los coches eléctricos. Amén del petróleo en la zona.
El PSOE se quedó en soledad respaldando al doctor Sánchez. El valiente gudari Odón Olorza, después de votar que sí se fue a la sala de prensa a explicar a la opinión africana que “no quería romper la unidad de su Grupo Parlamentario, pero que sus convicciones íntimas estaban en contra de la cesión”. Hay que ser miserable. Y más miserables los que votan a este tipo patético entregado ya a cumplir las órdenes de Otegui. Dimite. Por dignidad.
Dicen que los ideólogos de este volantazo son Zapatero y Moratinos, los que convirtieron el contencioso de Gibraltar entre Madrid-Londres en un eterno tripartito que incluía, además con voz y voto, al ministro principal del Peñón. Los de la Alianza de las Civilizaciones con Turquía e Irán que pagó España en la ONU. ¡Vaya dúo! ¿También redactaron la carta de la traición? Apaga y vámonos.
Costó llevar al presidente al Congreso para hablar de esta “voladura diplomática”. Con el talante que le caracteriza, el inquilino monclovita, se vino arriba y dijo: “Señorías, no es un volantazo, ni un cambio; es un paso hacia adelante…” Sin duda, un paso hacia el abismo.
Sevilla consagró el liderazgo único de Alberto Núñez Feijóo en una Convención a la búlgara. No fue un Congreso refundacional. No hubo ningún mensaje político. Los populares despidieron a Casado sin una lágrima. Solo lloraba su mujer. “No vengo a insultar a Sánchez, vengo a ganarle las elecciones generales”. No es un mal punto de partida. Madrid, desbloqueado para Ayuso en un abrir y cerrar de ojos.
Presentación ante el Rey en la Zarzuela y visita urgente a petición de la Moncloa. Tres horas de reunión para nada. Sánchez no pide ayuda jamás; exige pleitesía incondicional mientras sigue gobernando a golpe de decreto-ley. Nerviosismo en el Gobierno mientras PP y VOX han iniciado una alternativa lógica y legítima para gobernar en Castilla y León como pide el pueblo con su mayoría absoluta.
La izquierda radical con este Ejecutivo sectario ha iniciado un “cordón sanitario” (ahora le llaman cordón democrático) para deslegitimar lo conseguido en las urnas. Es la misma táctica antidemocrática de Iglesias (cordón antifascista contra el Parlamento andaluz) el día de la toma de posesión de Juanma Moreno que acabó con 40 años de corrupción socialista.
La titular de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no acudirá a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco en Valladolid el próximo martes. Es la primera vez en la historia de la democracia que un miembro del Consejo de Ministros no asiste al nacimiento de una legislatura autonómica después de ver cómo los golpistas (Mas, Puigdemont, Torras y Aragonés) han despreciado al representante del Ejecutivo de la Nación, no han jurado la Constitución y han apelado al pueblo catalán para seguir destrozando la unidad de la Patria. Otro sí en Vitoria.
Las Comunidades Autónomas socialistas han iniciado una campaña nazi contra los tres consejeros y el vicepresidente de Abascal en la Comunidad castellano y leonesa y se han conjurado para no sentarse con ellos en ninguna reunión intercomunitaria. Les falta que los señalen en el brazo con la estrella amarilla, como judíos apestados. ¿Estos son los demócratas?
Lo de la ultraderecha ya no cuela. Es solo “miedo oficial” que viene de Lenin, Stalin y Hitler. Terror rojo. Esta será toda la filosofía de trabajo de la izquierda en las próximas convocatorias a las urnas para no abandonar el poder.
Tiene bemoles que sea Sánchez el que se acostó con Podemos (“no podría dormir ni los españoles tampoco”, ¿recuerdan?), y luego incorporase a la cama redonda de la gobernanza de España a los golpistas de ERC-Colau y a los herederos de ETA (Otegui-Bildu).
Larga vida a los comuneros de Mañueco que ha desvelado que el PSOE regional no quiso abstenerse en la investidura. Lamentable el ciudadano Igea en sus ataques personales al reelegido presidente. El perfil de los consejeros de VOX es inmejorable para dirigir Agricultura, Cultura e Industria y Empleo. El currículum profesional y la trayectoria humana de Gerardo Dueñas, Gonzalo Santonja y Mariano Venganzones, respectivamente, es una garantía de que cumplirán los acuerdos de coalición y de lealtad institucional. El experimento –permítanme la expresión- servirá para trasladarlo a Andalucía en junio y la única vía posible para relevar voto a voto al presidente más mentiroso de nuestra Historia, el doctor Sánchez Pérez-Castejón.
El estadista Sánchez acaba de manipular las estadísticas europeas para asegurar que los españoles pagamos en 2021 por la luz lo mismo que antes de la pandemia, descontada la inflación. Totalmente incierto. He comprobado mis facturas y la diferencia excede los 500 euros. Lo del gas es otro cantar. En cuatro meses de este año pagaremos lo mismo que en 2019. El presidente economista habla, naturalmente, por él mismo. Ha pagado lo mismo naturalmente en la Moncloa y en Doñana (1,5 millones de presupuesto para mejoras) y en los Quintos de Mora: cero euros. Gratis total. Sus mentiras son una bofetada para los millones de familias que no llegan a final de mes.
Unos datos para visualizar el alcance de la recesión que se avecina. 9,8% de inflación en el último año. Se ha llevado por delante 10.000 negocios pequeños desde enero. La venta de coches ha descendido un 30%. Tenemos el mayor paro de la UE, y el mayor déficit estructural, una deuda del 125% del PIB y un Ejecutivo elefantiásico con 24 ministerios (incluida la Fiscalía General del Estado) y con 1.240 asesores. Sánchez y Yolanda-Belarra-Montero son la mayor agencia de colocación de España que, además, mantiene a mariscada limpia a sindicatos, patronal y partidos políticos.
No hay sector en España que no esté indignado con este Gobierno avaro y despilfarrador que se ha reído de los camioneros, de los agricultores, de los ganaderos, del mundo de la caza, de los hombres del mar, de los gasolineros, de las pymes y de las eléctricas. El caos organizativo por la bajada hasta junio de los 20 céntimos por litro de carburante confirma que mandan –que no gobiernan- a golpe de encuesta de CIS de Tezanos. Con lo fácil que hubiera sido bajar en esa proporción el IVA.
El Banco Central Europeo subirá pronto el precio del dinero y no comprará deuda soberana ilimitada. Mario Draghi fue una madre. Los PGE para este año se cimentaron con un petróleo a 68 euros. Hoy está a casi el doble. Y Calviño y sus mariachis nos siguen asegurando que no hay recesión y que todo es culpa de la guerra de Putin. Y de la extrema derecha, claro. Han enmudecido tras el fracaso de Ana Hidalgo, el referente socialista de don Pedro en Francia, que no ha alcanzado en las presidenciales ni el 2%, y el Partido Socialista de Francia de Mitterrand –otro mentiroso patológico en política- se ha disuelto para no pagar las deudas de la campaña electoral.
Del fracaso escolar –gran legado de la coalición PSOE-Podemos- hablaremos otro día. Adelanto el título de la próxima Bahía: ‘Ciudadanos de cristal’. Quiero decir, esclavos sin Filosofía, Lengua e Historia. Eso sí, se suprime la regla de tres, pero las Matemáticas se ajustarán a la perspectiva de género y al “sentido socioemocional”. La ideología contra la razón y la cultura del esfuerzo. Como diría nuestro providencial presidente, no es un cambio ni un volantazo, es sólo otro paso adelante. Estamos al borde del abismo y dimos un paso al frente. Superada la pandemia, otro año –y van tres seguidos- la incertidumbre nos deja sin tregua de Pascua.
Antonio REGALADO dirige BAHÍA DE ÍTACA en: aregaladoregaladorodriguez.blogspot.com