¿Es el fin del dinero?

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Son muchos los avances tecnológicos que apuestan por medios de pago digital que eliminan la necesidad de una moneda física. Se trata de una apuesta por nuevos modelos que está tomando cada vez más fuerza y se va introduciendo poco a poco en la sociedad de forma escalonada.

El resultado es una reducción del contacto físico con el dinero y una eliminación del bien material en sí mismo. Las monedas se vuelven virtuales y las cuantías existen solo en una dimensión no tangible. Para muchos resulta algo confuso y poco seguro, sin embargo, prácticamente todas las personas de los países desarrollados han realizado alguna vez pagos online siendo reticentes a este sistema tan solo unos años atrás.

No es de extrañar que el dinero se esté desvaneciendo y resulta lógico pensar esta evolución continuará en la misma dirección. De los pagos con billetes y monedas de forma exclusiva pasamos en pocos años a las tarjetas de crédito. Ahora están a la orden del día los medios de pago a través de aplicaciones y los sistemas contactless.

La biometría como futuro cercano

Aunque pueda sonar como un concepto futurista y lejano, lo cierto es que la biometría ya se utiliza como sistema de seguridad y de pago. 
Es cierto que los sistemas biométricos están aún en pleno desarrollo, sin embargo, las pruebas realizadas hasta el momento están ofreciendo resultados más que interesantes a este respecto. Las grandes compañías como Visa o Mastercard ya están implementando sistemas de lectura de huellas dactilares o de identificación facial que permiten incrementar los niveles de seguridad en los pagos.

¿Qué es la biometría?

Se trata de una tecnología desarrollada para identificar de forma precisa los rasgos físicos de las personas. Este método cobra sentido a través de la existencia de rasgos únicos que resultan propios en cada individuo y son totalmente intransferibles.

Gracias a estos sistemas se puede conseguir un nivel muy elevado de eficacia en los protocolos de seguridad de los pagos digitales, así como en el acceso a zonas restringidas u otras cuestiones en las que la identificación precisa de las personas se hace de importancia esencial.

Aunque estamos ante una tecnología que ya se encuentra en uso en muchos ámbitos de la vida cotidiana, sí es cierto que se trata de métodos muy innovadores que se encuentran en un fase muy inicial de su desarrollo. El aspecto más positivo de esta afirmación es que el margen de mejora existente ofrece muchas alternativas de incremento de la seguridad generando confianza en los usuarios de los sistemas digitales de pago. Con ello se avanza de forma muy veloz hacia la eliminación del dinero físico y se consigue una mayor eficiencia en el uso del mismo.

Como ha ocurrido ya con otros métodos de pago digital mencionados anteriormente, el uso por parte de algunos sectores ofrecerá la comprobación de sus cualidades y permitirá generar una mayor confianza en el resto de usuarios hasta normalizar su funcionamiento.
 

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