Colombia es un referente de la transición energética en la región. El presidente Iván Duque ha señalado la importancia de CAF para que este proceso se traslade a más países del continente

“CAF tiene que convertirse en el gran banco verde de América Latina y el Caribe”

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El cambio climático es uno de los principales retos de nuestro tiempo. Este desafío, que debe abordarse desde una perspectiva global, cada vez tiene más peso dentro de las agendas políticas. Desde hace años, tanto los gobiernos como las empresas han comenzado a comprometerse con el medio ambiente y a desarrollar medidas que disminuyan la huella de carbono. 

En America Latina, Colombia se ha convertido en un ejemplo en la transición energética en la región. Con motivo de la visita del presidente Iván Duque a España, CAF, el banco de desarrollo de América Latina, ha organizado un encuentro sobre esta cuestión que nos afecta a todos. Bajo el título “Transición energética en América Latina: retos, oportunidades y visión programática a partir del éxito colombiano”, Duque ha presentado las medidas que se han llevado a cabo en Colombia para lograr convertirse en el modelo regional.

El nuevo presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, exministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, ha iniciado este evento sobre la transición energética. Un encuentro que se ha desarrollado con la vista puesta en la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático que se celebrará en Glasgow a principios de noviembre. En esta convención “se tomarán decisiones cruciales” para los países de América Latina, tal y como ha afirmado Díaz-Granados. El presidente ejecutivo de CAF también ha descrito la cumbre de Glasgow “como la más importante en su género”.

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Estas jornadas climáticas estarán condicionadas por la pandemia del coronavirus, un desafío global que también ha sido recalcado por Díaz-Granados en el evento llevado a cabo en Casa América. “Nuestra región ha sido la más golpeada, en términos de vidas, pérdidas económicas y daño fiscal. La región está más débil, más pobre y más endeudada que nunca antes”, reconoció el presidente de CAF.

Díaz-Granados, parafraseando al biólogo Cristián Samper, ha relacionado esta crisis sanitaria con la situación climática. “La pandemia, como el cambio climático, como la pérdida de biodiversidad, está relacionada con la forma en la que el ser humano se asocia con la naturaleza”, declaró el exministro. Reiterando las palabras de Samper, Díaz-Granados afirmó que “vivimos en un mundo en el que existe una desconexión profunda entre las actividades humanas y la capacidad del planeta para absorber nuestra forma de vida”.

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Consciente del grave panorama, CAF ha anunciado su compromiso con la transición energética y el medio ambiente. El banco de desarrollo de América Latina ha anunciado su objetivo de financiamiento “verde”, que consiste en buscar al menos un 40% de financiamiento ecológico para 2026. 

Díaz-Granados ha reafirmado también el compromiso de la institución en ayudar a los países accionistas a lograr cumplir con sus metas del 2030, y en concreto, con los objetivos medioambientales. Asimismo, ha reconocido la importancia de la cooperación con España, no solo para hacer frente al cambio climático, sino también contra la pandemia que llevamos viviendo desde 2020. “Particularmente la alianza con España hoy es más urgente que nunca”, declaró Díaz-Granados.

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Para Díaz-Granados, la transición energética tiene que cumplir con una serie condiciones. En primer lugar, este proceso debe tener un carácter inclusivo, “sin dejar a nadie atrás”.  Para ello, se deben atender las necesidades del mundo rural que, en el caso latinoamericano, es una condición “más que necesaria”, tal y como señala el presidente ejecutivo de CAF. Por ello, se deben mejorar los servicios públicos como el transporte, y disminuir la contaminación.

En este aspecto, Díaz-Granados hizo hincapié en la llamada economía circular, un modelo de producción y consumo sostenible que busca reutilizar, renovar y reciclar materiales que pueden ser usados varias veces. 

En segundo lugar, esta transición debe basarse en la tecnología para modernizarse, logrando más efectividad en la producción eléctrica. “Tecnología que pueda asegurar una mejor distribución, una mejor interconexión, un mejor almacenamiento”, explicó Díaz-Granados. Por otro lado, la estabilidad constitucional es clave para lograr la transformación energética.

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Díaz-Granados ha querido finalizar su intervención reconociendo los esfuerzos impulsados por el Gobierno de Colombia para disminuir la huella de carbono y destacando la ley de cambio climático promocionada por España. También subrayó “el nivel de ambición” del pacto verde europeo. 

Posteriormente, Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha reiterado el discurso de Díaz-Granados, asegurando que es necesaria “una transformación sin precedentes”. Ribera ha felicitado a Colombia por sus recientes logros climáticos y también a CAF por sus proyectos en la región. De acuerdo con la ministra, el organismo “tendrá un papel clave en el bienestar de los ciudadanos, no solamente en las ciudades, sino también en las zonas rurales”

Iván Duque cerró la ronda de intervenciones haciendo referencia a la resilencia económica y social. El presidente colombiano admitió que los esfuerzos globales para hacer frente al cambio climático han sido los mejores, aunque recalcó que el mundo todavía está emitiendo gases contaminantes. “La acción climática no es optativa ni facultativa, es un deber moral”, aseguró.

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Duque también expuso la favorable situación de su país, que tan solo emite un 0,06% de gases efecto invernadero, una cantidad menor que algunos países menos poblados de la región. Igualmente reconoció la especial vulnerabilidad de Colombia ante el cambio climático debido a su geografía. “Colombia es también uno de los países más amenazados”, alertó. El país latinoamericano alberga un 50% de selva tropical y posee un 35% del bioma amazónico. Por estos motivos, unas de las prioridades de Bogotá es proteger la gran biodiversidad nacional. “Si queremos llegar a cero carbono neutral tenemos que reconocer nuestra situación y necesidades”, aseguró.

Para Duque, el camino a cero está basado en varios puntos. En primer lugar, la transición enérgica, donde ha vuelto a recalcar el papel de Colombia. Para hacer esa transformación es necesario apostar por nuevas tecnologías que puedan desarrollan hidrógeno verde e hidrógeno azul. Igual de relevante es la movilidad limpia. Duque expuso la ley de vehículos eléctricos desarrollada por el Gobierno, una normativa que ha hecho que Colombia tenga la flota de vehículos eléctricos públicos más grande de América Latina. Otro aspecto fundamental para llegar a cero emisiones es luchar contra la deforestación. Las zonas con más biodiversidad deben ser protegidas para que no se vean afectadas.

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Para finalizar, hizo alusión al papel de CAF en la región. Duque destacó el trabajo conjunto con el banco de desarrollo para articular políticas que conviertan las ciudades amazónicas en biociudades. Asimismo, instó a la institución a “convertirse en el banco verde de América Latina y el Caribe”.

Tras las intervenciones de Díaz-Granados, Ribera y Duque, la subdirectora del periódico ABC, Yolanda Gómez, moderó un panel sobre el asunto climático en la región. En el debate participaron Diego Mesa, ministro colombiano de Energía y Minas; Carlos Eduardo Correa, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible; Antonio Llardén, presidente de Enagás; y Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. Al igual que hicieron los ponentes anteriores, abordaron las oportunidades que ofrece Colombia en materia de transición energética y los desafíos que todavía hay que afrontar. 

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