Acelerar las reformas y diversificar las economías, el consejo del FMI a los países de Oriente Medio y África del Norte
El profundo estancamiento de la economía, causado por la pandemia de la COVID-19 y la consecuente caída de los precios del petróleo, ha hecho que el Fondo Monetario Internacional (FMI) inste a los países de Oriente Medio y el norte de África a acelerar sus reformas, incluida la diversificación de sus economías.
El FMI predice, en su actualización de las perspectivas económicas publicadas este lunes, que las economías de la región se contraerán un 5% este año, frente a una proyección de -5,7% en julio. A pesar de la mejora, en declaraciones a la agencia de noticias AFP, el director de Oriente Medio y Asia central del FMI, Jihad Azour, dijo que la situación requiere “una llamada a la acción (y a aprovechar) la oportunidad para impulsar la transformación de la economía y generar más oportunidades, especialmente para los jóvenes”. Esta contracción del 5% del PIB podría llevar a " un aumento del desempleo del 5% ", advirtió Azour, mientras que la falta de empleo ya es un problema social en muchos países de la región. Según el Banco Mundial, el desempleo juvenil se sitúa actualmente en el 26,6%.
Los precios del petróleo serán el factor más importante para la recuperación de los exportadores de petróleo, en particular estados como Arabia Saudita, Irak, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Kuwait, para quienes el producto constituye la mayor parte de los ingresos. Si bien los precios se han recuperado de su caída histórica en marzo de este año, el crudo de Brent de referencia internacional todavía cotiza casi un 40% por debajo de los niveles prepandémicos. El Brent se situó en 42,87 dólares por barril el lunes por la mañana en Londres.
Y el FMI no prevé que los precios del petróleo experimenten una recuperación dramática en el corto plazo, pronosticando precios en el rango de 40 a 50 dólares en 2021.
Uno de los países más afectados de la región es Líbano, que enfrenta su peor crisis económica desde la guerra de 1975-1990: vio por primera vez el colapso de su moneda, antes de sufrir el impacto de la pandemia, y una gigantesca explosión mortal en agosto en el puerto de Beirut que dejó graves daños. La pobreza afecta ahora a más de la mitad de la población y Líbano está experimentando un nuevo éxodo. Según el FMI, se espera que su economía se contraiga un 25% en 2020, más del doble de la estimación de abril (-12%). Alentamos a Líbano a que se mueva hacia un sistema de subsidios más específico que les permita llegar a los más afectados y también les permita tener una mejor utilización de sus monedas extranjeras”, dijo Jihad Azour.
Líbano ha gastado 4.000 millones de dólares en lo que va de 2020 en subsidiar las importaciones de alimentos, medicinas, harina y trigo, dijo el primer ministro interino Hassan Diab a principios de este mes, y advirtió que eliminar todos los subsidios en general causaría una implosión social.
El Banco Central ha dicho que no puede financiar el comercio de forma indefinida a medida que disminuyen las reservas, pero no ha dado un plazo. El FMI ha pedido a los líderes libaneses que elaboren una agenda de reformas completa y creíble. La semana pasada predijo que la economía de Líbano se contraerá un 25% este año, 13 puntos porcentuales más de lo que dijo en abril.
Azour enfatizó la diversificación y las continuas medidas de seguridad contra el coronavirus como clave para fortalecer las economías de la región, con un enfoque en brindar oportunidades para su población joven. “Creo que lo importante para la región en el futuro es que ahora tenemos una situación en la que está claro que diversificar la economía es la mejor manera de salir de esta crisis”, dijo Azour.
