Según la OMS, hay más de 140 vacunas candidatas en evaluación preclínica y 24 en evaluación clínica

Además de la de Oxford, ¿qué otras vacunas se están probando?

Vacunas COVID-19

Esta semana, llegaba una de las noticias más esperadas desde que estallara la pandemia del coronavirus por todo el mundo: la vacuna, de nombre ChAdOx1 nCoV-19, que está desarrollando la Universidad de Oxford, en Reino Unido, ha obtenido resultados prometedores tras los ensayos clínicos de fase 1 realizados en 1.077 voluntarios: parece “segura” y “entrena” el sistema inmunológico, con la generación de anticuerpos y células blancas de la sangre que pueden combatir el virus. Además, este miércoles se ha conocido que AstraZeneca, el laboratorio que trabaja conjuntamente con la Universidad británica, ha anunciado en el Congreso de Estados Unidos que podría tener la vacuna “en cualquier momento a partir de septiembre” y que la venderá “a precio de coste”.

También se ha conocido esta semana que el Instituto de Suero de India, con sede en Pune, ya ha comenzado a fabricar esta vacuna. Se espera que se produzcan entre 2 y 3 millones de dosis para finales del mes de agosto, según ha informado el director ejecutivo de la entidad, Suresh Jadhav. Asimismo, las autoridades de Nueva Delhi pedirán permiso para llevar a cabo en suelo indio los ensayos de la Fase 3, que han empezado ya en Reino Unido, Brasil (20 de junio) y Sudáfrica (en la primera semana de julio).

Pero además de la Universidad de Oxford, otras compañías y laboratorios han entrado en la carrera por conseguir lo que parece la solución más factible para atajar la expansión de la enfermedad por todo el globo. Según ha registrado la Organización Mundial de la Salud, hay más de 140 vacunas candidatas en evaluación preclínica y 24 en evaluación clínica hasta el momento. De acuerdo con el sitio de rastreo del The New York Times, 19 se encuentran en fase 1, 13 en fase 2, y cuatro en fase 3. 

La vacuna de Moderna Therapeutics

El primer proyecto que se hizo público fue el de la empresa estadounidense Moderna Therapeutics, farmacéutica con sede en Boston, llamada Mrna-1273. Este martes se ha conocido que la Universidad de Illinois, en Chicago (UIC) realizará parte del ensayo de fase 3 de la vacuna producida por Moderna, que empezará el 27 de julio, con el doctor Richard Novak como investigador principal. En total, cerca de 30.000 voluntarios se someterán a las pruebas, quienes recibirán la vacuna o un placebo, y serán monitoreados en todo momento. 

La vacuna de Moderna, según ha informado el medio local CBS, requiere de dos dosis, con un mes de diferencia. Se administró con 28 días de diferencia a partir de marzo, en 45 participantes sanos divididos en tres grupos entre las edades de 18 y 55 años. Los resultados iniciales, que fueron comunicados el 18 de mayo, fueron un éxito, ya que se consiguió que se produjeran respuestas inmunes en todos los voluntarios que fueron inoculados. El 1 de junio, comenzó la Fase II, que dura hasta la actualidad, en la que están involucradas 600 personas. 

“Anticipamos que el estudio durará un mínimo de seis meses, ya que está programado para dos años. Realmente depende de cuántos pacientes estén infectados”, ha advertido Novak, explicando que “el estudio está diseñado para que la mitad de las personas reciban un placebo, que es agua salada, y la otra mitad reciba la vacuna. Y al final, queremos ver menos casos de infección en los receptores de la vacuna que el placebo”. Sobre los voluntarios, el investigador ha revelado que se han presentado “miles de personas”, pero lo que están buscando son aquellas que “estén en riesgo de contraer la COVID-19 por su rutina, la ciudad en la que viven, el tipo de trabajo, etcétera, o que, si la contraen, caigan enfermas”. 

Moderna prevé fabricar aproximadamente 500 millones de dosis por año, con un horizonte de expansión hasta los 1.000 millones a partir de 2021.

La vacuna de CanSino Biologics

La empresa china CanSino Biologics, que ha desarrollado la vacuna denominada Ad5-nCoV de forma conjunta con el Instituto de Biotecnología de Pekín, ya se encuentra en negociaciones con Rusia, Brasil, Chile y Arabia Saudí para realizar los ensayos clínicos de la fase 3 con hasta 40.000 voluntarios. El pasado 25 de junio, las autoridades de Pekín aprobaron su uso para el personal militar durante un año.

La investigación de las fases 1 y 2 ha revelado que el 87% de los 108 voluntarios que participaron en las primeras pruebas presentaron efectos secundarios como fiebre, fatiga, dolor muscular y de cabeza, aunque eran “tolerables”. 

La vacuna de Arcturus Therapeutics y Duke-NUS

Este miércoles, la Autoridad de Ciencias de la Salud de Singapur ha aprobado el inicio de ensayos clínicos (fase 1 y fase 2 combinada) para un candidato a vacuna contra el coronavirus, denominado LUNAR-COV19, que ha sido desarrollado por Acturus Therapeutics, una compañía biofarmacéutica con sede en San Diego, California; y por la escuela de medicina singapurense Duke-NUS. 

Según han informado las dos entidades en un comunicado conjunto, el estudio voluntario incluirá hasta 108 adultos y se examinarán varios niveles de dosis, ya que en la investigación preclínica, observaron que una sola dosis de 0,2, 2 o 10 microgramos generaba anticuerpos neutralizantes que iban incrementándose durante los 50 días siguientes. Por ello, y en base a los datos preliminares, el subdirector del Programa de Enfermedades Infecciosas de Duke-NUS, Ooi Eng Eong, augura que “una sola dosis de esta vacuna puede ser suficiente para desencadenar respuestas inmunes robustas y duraderas”. 

La vacuna de Rusia

El primer viceministro de Defensa de Rusia, Ruslan Tsalikov, aseguró este martes que “la primera vacuna del país contra el nuevo coronavirus está lista”. Según informó el funcionario, dos grupos de voluntarios han completado con éxito los ensayos clínicos y todos ellos han desarrollado inmunidad. “Al momento del alta, todos los voluntarios, sin excepción, acumularon inmunidad al coronavirus y se sintieron bien. Por lo tanto, la primera vacuna doméstica contra la infección por coronavirus está lista”, comunicó Tsalikov en una entrevista con el periódico AiF.

La vacuna, que ha sido desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya y el Hospital Militar Clínico Burdenko, podría “obtener el visto bueno para la producción en masa en agosto”, de acuerdo Kirill Dmitriyev, jefe del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF). Hasta 200 millones de dosis podrían elaborarse para final de 2020 en colaboración con otros cinco países, de las cuales 30 millones se producirían en suelo nacional, ha asegurado el directivo. Dmitriyev también ha revelado que Rusia “planea producir la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxfrod y AstraZenaca”. 

Este anuncio se produce tan solo unos días después de que Bloomberg revelase que “decenas de personas de la élite empresarial y política de Rusia tuvieron acceso temprano a una vacuna experimental contra la COVID-19”. Este grupo, en el que se encuentran altos ejecutivos, magnates multimillonarios y funcionarios gubernamentales comenzó a ser inoculados por el Instituto Estatal Gamaleya en Moscú a principios de abril, aunque esta información no ha sido confirmada por las autoridades. El jefe del Centro de Investigación, Alexander Ginzbur, también ha declarado en Interfax que “no está al tanto de que ningún funcionario del gobierno o líder empresarial recibiera la vacuna de su instituto”. 

Otras vacunas que han entrado en la fase de ensayos clínicos son la de Johnson&Johnson, en colaboración con el Beth Israel Deaconess Medial Center; la de la empresa coreana Genexine; la de la compañía estadounidense Inovio; la de la japonesa AnGes, en colaboración con la Universidad de Osaka y Takara Bio; la de la india Zydus Cadila; o la de la alemana BioNTech, en colaboración Pfizer, con sede en Nueva York, y el fabricante de fármacos chino Fosun Pharma, entre otras.
 

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