Ahmed Barack Allah: “El Movimiento Saharauis por la Paz debe participar en las negociaciones sobre el Sáhara”
El Movimiento Saharauis por la Paz continúa reclamando incluir más agentes influyentes en la mesa de negociación sobre el Sáhara para alcanzar una solución estable, creíble y duradera, como indicó Ahmed Barack Allah, quien pasó por el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid.
¿Qué opinión le merece todo lo que está haciendo Argelia, tras romper relaciones con España, a consecuencia del apoyo a la propuesta de amplía autonomía marroquí sobre el Sáhara?
Francamente, a mi modo de ver, la reacción de Argelia en relación con las decisiones de España respecto a la necesidad de que se abra un proceso de diálogo que conduzca a la solución a través de la propuesta de autonomía que ha propuesto Marruecos, sobre la que nosotros pensamos que puede ser un punto de partida, la reacción de Argelia no se puede entender salvo que se vea en clave interna. Es propio de muchos gobiernos del tercer mundo que ante desafíos internos buscan la manera de establecer tensiones externas para que su propia opinión pública se centre en ellos y esto no es una excepción.
España no es el primer país que adopta esta posición...
Es una de las cosas que más me sorprende, que Argelia no haya reaccionado de la misma forma y con la misma urgencia ante decisiones tomadas en la misma dirección por países no menos importantes como son EE. UU., Francia y Alemania, entre otros. Tampoco frente a países africanos que adoptaron posiciones más avanzadas como son la instalación de misiones diplomáticas en el territorio marroquí. Por tanto, la reacción de Argelia es sorprendente y no deja de ser una señal de la gran complejidad del problema y el hecho de que exista una confrontación entre Marruecos y Argelia, los saharauis son las hormigas de esta pelea de elefantes, nuestro esfuerzo como saharauis es centrarnos en cómo salir de este choque de trenes y salvaguardar el futuro.
El Frente Polisario sigue proclamando que son los defensores de los saharauis, usted es el secretario general del Movimiento Saharauis por la Paz, ¿en qué consiste este movimiento?
Efectivamente, desde 1975 hasta hoy ha pasado mucho tiempo, en un momento determinado de la historia el discurso y los eslóganes del Frente Polisario suscitaron el interés de un sector importante de la población saharaui. Como he dicho, en estos casi cincuenta años ha llovido muchísimo, en mi caso soy una prueba más de que las cosas han cambiado, antes era el representante del Frente Polisario en España, la situación ha evolucionado y el Polisario ha dejado de ser el único representante del pueblo saharaui. Ni en las democracias más perfectas nunca en la historia nadie ha conseguido ser el representante único y legítimo de nada ni de nadie. Evidentemente, como respuesta al déficit democrático del Frente Polisario, y de los errores cometidos a lo largo de estos años, han ido surgiendo voces internas críticas que con el tiempo se han ido consolidando para establecer formas políticas opositoras con objeto de representar a la mayoría silenciosa del pueblo saharaui que está harta de las guerras y el exilio y considera que el plan de amplia autonomía marroquí es un buen comienzo para desbloquear esta situación.
La gran mayoría de los saharauis no quieren más conflictos y abogan por encontrar una solución creíble y duradera...
La solución debe concebirse por encima de los lemas y las fantasías, en ese sentido, es muy importante que el Gobierno de España y su presidente, Pedro Sánchez, hayan comenzado una iniciativa que esperamos sirva para impulsar una solución tan deseada para los saharauis. El Movimiento Saharauis por la Paz es una formación política que recoge el sentir de la población saharaui en la consecución de una solución pacífica, aunque solamente llevamos dos años de vida, nos hemos plantado con mucha fuerza y en cierto modo siendo objeto por casi toda la población del territorio que lamentablemente vive fuera de él. El Movimiento Saharauis por la Paz presenta propuestas moderadas, creíbles y viables que son las que quiere el pueblo saharaui y no seguir enganchándoles con utopías imposibles, esa es la principal diferencia entre nosotros y el Frente Polisario. El Polisario no representa a todos los saharauis, es más no representa ni a la mitad de los saharauis.
Usted reivindica que si Naciones Unidas, con Staffan de Mistura a la cabeza, consigue sentar en la mesa de negociación de Ginebra a las partes de este conflicto debería incluirse al Movimiento Saharauis por la Paz o Defensa de los Derechos Humanos por el Sáhara, no solamente el Frente Polisario.
Estoy plenamente convencido de que, para salir del círculo vicioso, en el que llevamos más de treinta años con este formato de dos partes principales y dos partes de observadores, como el caso de Argelia y Mauritania, es hora de buscar otro enfoque y promover otras ideas para salir de este círculo vicioso. Una fórmula que podría ser adecuada es la de ampliar esa mesa de negociaciones, incluyendo no solamente a más representantes de la población saharaui sino también a los notables tribales, una pieza clave en el proceso de identificación de los votantes cuando se iba a definir un censo electoral de cara a un referéndum de autodeterminación. La ampliación del formato para que haya además de más representación saharaui más países observadores interesados e influyentes con España, Francia o EE. UU. Esta inclusión de más agentes influyentes en la mesa de negociación podría generar mayores consensos y salir de esta situación que no va a conducir a ninguna parte. Creemos que es la solución que debe plantearse para que la oportunidad que tiene el señor De Mistura no le haga tirar la toalla como ya hicieron una docena de enviados especiales de Naciones Unidas. España, desde el enfoque que nosotros planteamos, puede jugar un papel relevante y contribuir en este nuevo planteamiento que seguro sería mucho más útil que los anteriores.
