La misión argelina en Bruselas recula y asegura que la suspensión comercial no afecta al Acuerdo de Asociación con la Unión Europea

Albares consigue el respaldo de la UE y se muestra abierto al diálogo con Argelia

PHOTO/MFA - El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, responde a las preguntas de los medios de comunicación en Bruselas

La crisis diplomática entre Madrid y Argel ha tomado este viernes un cariz europeo. La decisión de la presidencia argelina de poner fin al Tratado de Amistad y Buena Vecindad con España suscrito en 2002 como consecuencia del cambio de postura del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el contencioso del Sáhara Occidental ha forzado al jefe de la diplomacia española a viajar hasta Bruselas para buscar el respaldo del Ejecutivo comunitario.

Y así ha sido. Después de media hora de reunión entre el titular de Exteriores, José Manuel Albares, el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y el comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, la Comisión Europea ha emitido una declaración conjunta en la que ha tildado de “preocupante” la acción de Argel porque “de entrada parece violar el Acuerdo de Asociación UE-Argelia, en particular en el ámbito del comercio y la inversión”.

Bruselas ratifica su posición, fijada minutos después del anuncio formalizado el jueves, cuando exigió a las autoridades argelinas “dar marcha atrás” y reconstruir un acuerdo que garantiza entre otros puntos la cooperación bilateral en los ámbitos militar, político, económico y de lucha contra el terrorismo. Pero la decisión, tomada en la residencia presidencial de El Mouradia, responde al viraje de 180º confirmado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

Desde la tribuna, el líder socialista reivindicó el plan de autonomía bajo soberanía marroquí para el Sáhara Occidental como la base “más seria, creíble y realista” para la resolución del diferendo en una intervención que levantó las críticas de todo el arco parlamentario, no contentó a sus socios de Gobierno e irritó al Ejecutivo argelino presidido por Abdelmadjid Tebboune, que venía amenazando con tomar represalias desde el pasado mes de marzo.

Las tomó suspendiendo el acuerdo de cooperación vigente desde hace dos décadas, que ha fomentado hasta la fecha los contactos entre los sectores productivos, los proyectos de inversión y las instituciones de ambos países. Por de pronto, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Argelia anunció la congelación de los débitos directos para las operaciones de comercio exterior desde y hacia España, por lo que quedan canceladas las exportaciones e importaciones de productos.

Nicolás Maduro Abdelmajid Tebboune

“Saben que la suspensión del acuerdo de amistad significa que la cooperación en la mayoría de los ámbitos puede reducirse al nivel más bajo posible, por lo que es probable que se boicoteen todos los productos ‘made in Spain' en Argelia”, traslada a Atalayar el experto económico argelino, Ishak Kherchi. “Hemos empezado a oír algunos rumores sobre que algunos importadores no han obtenido licencias para importar de España, estos rumores pueden hacerse realidad en los próximos días”.

“Creo que el movimiento de las autoridades argelinas fue sorprendente para muchos, pero vino después de un paquete de medidas de represalia”, indica a este medio el investigador de la Universidad de Glasgow Zine Labidine Ghebouli en referencia, entre otras cuestiones, a la llamada a consultas de Argelia de su embajador en España. “En este sentido, Argel consideró el silencio de Madrid como una confirmación de su alianza con Rabat y ahora intenta retomar el control de la situación”.

“Por ahora, es probable que Argel presione a Madrid para que se produzca una «conversación seria» sobre la cuestión del Sáhara Occidental, pero a la larga las cosas podrían complicarse”, apunta Ghebouli.

Albares, que llegó al Ministerio en sustitución de la exministra Arancha González Laya con el objetivo de reconstruir las relaciones con Marruecos, ha sido testigo de una nueva ruptura diplomática. Esta vez con un socio estratégico del tamaño de Argelia, cuyo volumen comercial con España asciende hasta los 1.800 millones de euros. En esta ocasión, el jefe de la diplomacia española ha elevado la crisis bilateral a nivel europeo, aunque ha subrayado que el Gobierno está abierto a dialogar y no va a dar “ninguna excusa para una escalada”.

Al término del encuentro con los vicepresidentes de la Comisión, Borrell y Dombrovskis, el ministro de Exteriores ha declarado que “la medida unilateral viola el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y ese país y, por lo tanto, aunque va dirigida a España, afecta al mercado único, las relaciones económicas y comerciales de Argelia”. Una apreciación compartida por el Ejecutivo comunitario: “Las relaciones bilaterales de terceros países con los distintos Estados miembros de la UE forman parte de sus relaciones con la UE”.

Argelia, por su parte, denunció el respaldo precipitado de Bruselas a España tras asegurar a través de una misiva que el paso dado por Argel no afecta al acuerdo con la UE. “La Comisión Europea reaccionó sin consulta previa ni verificación alguna con el Gobierno argelino a la suspensión por parte de Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo, en este caso España, sin asegurarse de que esta medida no afecta directamente a ninguno de los dos o indirectamente sus compromisos contenidos en el Acuerdo de Asociación Argelia-UE”, reza el comunicado.

El Acuerdo de Asociación de la UE rubricado con Argelia contiene una vía legal para resolver la disputa, pero su aplicación podría dilatarse meses. En caso de incumplimiento, Bruselas tiene margen de maniobra para adoptar medidas de protección que dañen al país norteafricano. Sin embargo, la Comisión apuesta por el diálogo a pesar de la existencia de otro grave incumplimiento contractual de Argel, que impone restricciones a determinadas importaciones europeas desde el año 2015.

José Manuel Albares

“Estamos en estrecho contacto con el Gobierno español y en contacto con las autoridades argelinas para aclarar rápidamente la situación”, añade la declaración conjunta suscrita por Josep Borrell y Valdis Dombrovskis, que reconoce a Argelia como “un socio importante para la Unión Europea en el Mediterráneo y un actor clave para la estabilidad regional”. “Confiamos en que, en nombre de nuestra sólida y duradera asociación, se encuentre una solución rápida para restablecer plenamente las relaciones comerciales y de inversión”, concluye el comunicado.

El Servicio de Acción Exterior Europeo, el servicio diplomático autónomo de la UE, ha estado en contacto con las partes desde el inicio de la crisis bilateral con el objetivo de encontrar una salida negociada. Albares ha insistido en que el Gobierno de España aboga por volver “lo antes posible al diálogo, a la amistad que tiene el pueblo de España con el pueblo argelino” y restituir los vínculos económicos “normales” entre España y Argelia, así como entre la Unión Europea y Argelia.

Las autoridades argelinas han amenazado además con cortar el suministro de gas. El 41% de las importaciones gasísticas de España en 2021 procedía de Argelia, aunque este volumen descendió hasta el 23% como resultado de la crisis energética. En este sentido, Albares y el resto del Gobierno se han mostrado confiados para la permanencia del suministro. “Puedo asegurar que el suministro de gas natural de Argelia a España se mantendrá en la misma cantidad acordada hasta el final del contrato –sostiene Kherchi–, después de lo cual, si no hay consenso político entre los dos países, espero que no haya renovación del contrato de suministro de gas”.

El economista argelino asegura que “Argelia es un socio fiable y respeta los acuerdos. Es importante señalar que solo pueden surgir algunos problemas si España incumple las obligaciones del contrato, como la exportación de gas a otro país. En cuanto al gas natural licuado, todas las posibilidades siguen abiertas, dado que no hay restricciones ni obligaciones entre el vendedor y el comprador”.

La misión de Argelia ante la Unión Europea ha matizado en el comunicado que, con respecto del posible corte del suministro gasístico, la decisión corresponde en última instancia a las compañías privadas, que deberán de “asumir todos sus compromisos contractuales”.

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