El presidente francés, Emmanuel Macron, ha instado a Putin a retirarse de Zaporiyia por el bien de la seguridad energética. Responsabiliza a Rusia del desastre nuclear

Amenaza nuclear en Zaporiyia: ¿cuáles son las consecuencias?

photo_camera REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO - Un vehículo blindado todoterreno ruso está estacionado fuera de la central nuclear de Zaporiyia durante la visita de la misión de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el curso del conflicto entre Ucrania y Rusia en las afueras de Energodar en la región de Zaporiyia

El Ejército ucraniano asegura haber recuperado más de 6.000 kilómetros cuadrados al este y sur del país, dejando así a las tropas rusas debilitadas de cara a la opinión pública y desmoralizadas de cara a quienes apoyan su intervención en el país vecino. De hecho, otro duro golpe para el presidente de Rusia, Vladímir Putin, cuya popularidad se encuentra en horas bajas, ha sido la retirada de las tropas rusas del norte de Ucrania. También una serie de explosiones que se han producido en los alrededores de la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania) y cuya mano ejecutora apunta a Putin, han dejo al país en jaque.

Hasta 84 concejales rusos piden la “dimisión” del jefe del Estado. De hecho, demandan a la Duma –Congreso de los Diputados– que se acuse de alta traición al jefe del Kremlin (Putin) por iniciar una campaña militar contra Ucrania.

Zaporiyia
El desastre nuclear que ‘se aproxima’

Zaporiyia, la planta de energía nuclear más grande de Europa que cuenta con seis reactores y unos 10.000 empleados, se encuentra en grave riesgo de seguridad. Después de que el pasado mes de marzo el Ejército ruso tomara la central ucraniana en contra de los habitantes de la ciudad que da nombre a la instalación y que cuenta con 716.292 habitantes y de Energordar (localidad más próxima a la central: a tan sólo 50 km de su casco urbano), el éxodo de población está siendo masivo. Más de la mitad de los ciudadanos de Energordar, cerca de 50.000, han huido de sus casas. Algunos otros siguen intentando escapar.

Según unas declaraciones de un vecino de la zona realizadas a TVE: “Los rusos son como monos jugando con granadas. No se sabe lo que pueden hacer”. Los combates y bombardeos se producen de manera sistemática en el área nuclear desde el inicio de la invasión.

El peligro es tan obvio que las mismas fuerzas rusas se han dedicado a repartir pastillas de yodo entre la población ucraniana y rusa. Una situación similar a la que se vivió en Chernóbil (Ucrania) en el año 1986, periodo en el que la antigua URSS ocultó durante semanas el que ha sido, hasta entonces, el mayor accidente nuclear de la historia moderna.

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¿Por qué el uso de yodo? Cuando se traga una pequeña dosis de yodo I-131 radioactivo –un isótopo de yodo que emite radiación–, es absorbido en el torrente sanguíneo y se concentra en la glándula tiroides, en donde comienza a destruir las células, por lo que las tabletas de yodo sirven para reducir el daño que la radiación causa en el cuerpo después de un accidente nuclear.

Por su parte, según Energoatom, la empresa ucraniana que opera en la central, ocupada por las fuerzas rusas desde el mes de marzo, y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que mantiene a dos expertos supervisando las instalaciones, se decidió apagar los reactores después de que la central comenzara a operar como ‘isla’, es decir, el único reactor activo se limitaba a suministrar energía para que la planta pudiera seguir funcionando.

Mientras tanto, Moscú y Kiev se acusaban mutuamente de los ataques en los alrededores de la central nuclear. Hasta la ONU se desplazó a la planta para constatar los daños en los reactores y en las ciudades de Járkov y Donetsk, y parcialmente en Zaporiyia, Dnipró y Sumy, otras dos ciudades próximas, viven apagones eléctricos constantes, falta de suministro para la calefacción y escasez de agua. Tan solo son un ejemplo de lo que está ocurriendo en los alrededores de la central.

Zaporiyia

Por su parte, Energoatom, persiste en que sigue habiendo un riesgo alto de un apagón eléctrico y, en este caso, la planta tendría que poner en marcha los generadores de emergencia para mantener los reactores fríos.

Por otro lado, Putin, que se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron la pasada semana para discutir el tema de la seguridad en la central, recibió indicaciones y acusaciones del Elíseo. Según Macron, “la principal causa del riesgo de seguridad en Zaporiyia es la presencia de las tropas rusas y lo ha instado [a Putin] a retirar el armamento de los alrededores de la central”.

Restablecimiento del suministro eléctrico

Tras complicados días y una amenaza aún persistente, según anunció el pasado lunes el OIEA, se ha podido restaurar una segunda línea eléctrica de respaldo a la planta de energía nuclear que permitirá enfriar el último reactor activo y llevar a cabo otras funciones de seguridad.

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De hecho, según Rafael Mariano Grossi, director general del organismo adscrito a Naciones Unidas, “el reactor que se cerró ha entrado en un estado de apagado en frío como los otros cinco reactores de la instalación, lo que significa que requerirá menos energía para enfriarse”.

Grossi hace hincapié, además, en que la situación es totalmente precaria para el estado de la central: “Las cuatro principales líneas eléctricas externas de la central nuclear están todas caídas y actualmente no proporciona electricidad a los hogares, fábricas y otros enclaves. Se necesita urgentemente una zona de protección de seguridad nuclear”.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reclama que Rusia sea declarado “un Estado terrorista” ya que durante la guerra ha practicado, de acuerdo con Zelenski, terror radiactivo, energético y de hambre. De hecho, Francia y Rumanía han firmado un acuerdo para consolidar la exportación de cereales por vía terrestre. Uno de los mayores problemas que supone la subida de los precios y la escasez de productos en Europa. En agosto se alcanzaron los 2,6 millones de toneladas trasladadas por tierras, según un comunicado oficial de Francia.

Rafael Grossi
Riesgo para Europa

Este invierno promete ser uno de los más fríos de las últimas décadas debido a la falta de combustible. La guerra contra Ucrania ha puesto en peligro el suministro eléctrico (ejemplo de ello son los bombardeos en los aledaños de Zaporiyia) y el acceso a la calefacción, que se transfiere mediante los conductos de gas ubicados en Rusia.

De hecho, una de las consecuencias directas del apagón en Zaporiyia, sin duda, es la seguridad eléctrica. Europa ve con preocupación la seguridad de sus países y la exposición a apagones constantes. Ciudades como Berlín ya han ordenado a sus ciudadanos racionar el consumo de energía para estar preparados ante una crisis energética inminente.

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