El presidente Abdelmadjid Tebboune moviliza a varios ministerios para racionar el uso de agua en el país

Argelia restablece a la Policía del agua ante el riesgo de sufrir estrés hídrico

PHOTO/FAROUK BATICHE - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

Argelia se mantiene año tras año entre los 30 países más afectados por la sequía, según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés). Las precipitaciones están en su punto más bajo en décadas y la tasa media de llenado de las presas apenas alcanza el 30%. El país magrebí corre el riesgo de sufrir estrés hídrico en los próximos meses, de quedarse sin las reservas de agua suficiente para abastecer a su población y mantener su economía. Por eso, el Gobierno que preside Abdelmadjid Tebboune se ha visto forzado a tomar medidas urgentes

El Ejecutivo argelino centra su acción en combatir el despilfarro, algo que pasa en gran medida por racionar el uso de agua. Para ello, Tebboune anunció al término de un Consejo de Ministros celebrado a principios de enero que había ordenado “movilizar a gran escala” a los ministerios de Interior, Recursos Hídricos, Agricultura, Industria y Medio Ambiente para tejer un plan de emergencia basado en “una nueva política de ahorro de agua en todo el país”. Una medida que combinaría con el reacondicionamiento de los proyectos de estaciones depuradoras de aguas residuales “para explotarlas en regadío en lugar de utilizar las aguas subterráneas”.

Protestar por la detención por parte de la policía de su representante la Protección Civil   durante una manifestación anterior en la que reclamaban mejores condiciones de trabajo AFP/RYAD KRAMDI

Las medidas tardarían demasiado tiempo en cristalizar y el margen de maniobra es estrecho. Por eso, el presidente argelino tomó la decisión de restablecer las actividades de la denominada Policía del agua, una rama de las fuerzas de seguridad instituida por primera vez en agosto de 2005 que tiene el cometido de “reprimir el despilfarro de agua venga de donde venga con la fuerza de la ley y pleno poder”, subrayó el ministro de Recursos Hídricos, Mustapha Kamel Mihoubi. 

El ministro, catedrático de Hidrología, había advertido semanas antes en una entrevista con la radio nacional argelina que el Consejo de Ministros pondría en marcha una serie de medidas para imponer “el uso racional de las distintas fuentes de agua en estos tiempos de déficit pluviométrico”. Pero no adelantó cuáles. 

La Policía del agua se movilizó por última vez en Argelia hace ocho años, bajo la estancia de Zidane Merah al frente de la Dirección General de Aguas de Argelia (ADE, por sus siglas en francés). De su eficacia sobre el terreno dependerá esta vez que Argelia alcance un nivel “crítico” para 2040, sostiene el WRI. 

La Policía tendrá acceso a las obras e instalaciones hídricas públicas y privadas, en especial las vinculadas con el sector del agro, que consume aproximadamente el 70% de los recursos disponibles. Podrá solicitar al propietario de las infraestructuras que estas se pongan en funcionamiento para efectuar comprobaciones útiles y exigir la documentación que estime necesaria para evaluar el estado de las instalaciones. Los agentes se encargarán también de notificar las infracciones cometidas mediante un acta en la que consten los hechos y las declaraciones de sus autores, una tarea para la que contarán con el respaldo del Ejército, explican las autoridades.

sequia-argelia

La Agencia Nacional de Presas y Trasvases (ANBT) advierte de que el llenado de las presas no supera el 30%. El director de la Agencia Nacional de Recursos Hídricos (ANRH), Mehdi Akkad, aseguró que la capacidad de almacenamiento de agua de las 80 presas distribuidas por todo el país aumentará hasta los 9.000 millones de metros cúbicos para 2024 y los 12.000 millones de metros cúbicos en 2030. Pero solo 65 de las 80 presas construidas están en servicio. El resto necesitan ser rehabilitadas. 

La respuesta ante la amenaza de sufrir estrés hídrico pasa por reparar las tuberías con el objetivo limitar las fugas, extender las técnicas modernas de uso del agua y mantener el desarrollo de los recursos hídricos no convencionales. Habría que favorecer los cultivos que consuman menos agua, sostienen lo expertos. En el Consejo de Ministros de principios de enero, el Ejecutivo aprobó también la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar en un proyecto que se construirá a lo largo de la costa. 

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