Las autoridades argelinas mandan un mensaje de fuerza en plena crisis con Marruecos y España

Argelia saca músculo militar en el 60 aniversario de su independencia

AP/TOUFIK DOUDOU - Argelia celebra el 60º aniversario de su independencia de Francia con ceremonias en todo el país

Argelia consiguió desprenderse de la ocupación francesa en marzo de 1962, después de siete años de guerra que pusieron fin a otros 132 de dominio colonial y que se saldaron con más de un millón de muertes entre las filas de uno y otro bando. Pero no sería hasta el 5 de julio cuando las autoridades proclamaron de forma oficial la independencia tras la contundente victoria del ‘sí’ en el referéndum de autodeterminación, con más del 99% de los votos. La nación argelina iniciaba su camino en solitario en plena época de descolonización. 

Desde entonces, era habitual que las autoridades conmemorasen el día nacional con un desfile militar. El estallido de la cruenta guerra civil en 1991 provocada por la amenaza islamista suspendió la tradición y sumió a Argelia en un impasse que se ha prolongado más de tres décadas. Ahora, esta ha vuelto en un contexto marcado por el recrudecimiento de las tensiones con Marruecos y la suspensión de las relaciones comerciales con España, en respuesta al viraje del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la cuestión del Sáhara Occidental. 

La principal avenida de la capital, Argel, acogió el martes un despliegue de fuerzas sin precedentes en el continente africano. Durante dos horas, la plana mayor del régimen argelino pasó revista a los miles de efectivos del Ejército, que mostraron su extenso arsenal armamentístico, dotado de carros de combate T-72 modernizados de fabricación soviética, cazabombarderos Sukhoi rusos y carros de combate BMPT-62 también rusos. En el puerto de Argel esperaban los buques de guerra y dos submarinos. Todo ello aderezado con el himno nacional, canciones patrióticas y un mar de enseñas verdiblancas.

Argelia

El blog especializado Menadefensa critica las ausencias del desfile: “Ningún misil balístico Iskander, ningún misil supersónico YJ-21, ningún vehículo blindado Boxer, ningún dron Seeker, Yabhon United 40 y Flash, ningún CH-3 y ningún CH-5. Para todos estos y otros equipos, el Ejército Nacional Popular de Argelia consideró oportuno guardarlos en sus hangares”. 

El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, inauguraba la ceremonia colocando una corona de flores en el Monumento de los Mártires de la independencia. Después, el que fuera primer ministro de Abdelaziz Buteflika y ganador de los polémicos comicios de 2019, celebrados en mitad de las protestas masivas contra el Gobierno, se subió a un Mercedes descapotable en el que esperaba el jefe del Estado Mayor del Ejército, Saïd Chengriha, verdadero hombre fuerte del país. La cercanía entre ambos simbolizó el reencuentro entre el ala política y el ala militar de Argelia. Unidad en el seno del régimen. 

“Estos momentos tienen un profundo significado, y el pueblo argelino está viendo ahora la profesionalidad y el control de la tecnología y la ciencia militar que ha alcanzado nuestro estimado Ejército”, declaró Tebboune. Las Fuerzas Armadas de Argelia ocupan el puesto número 31 del total de 142 Ejércitos nacionales según su capacidad bélica, de acuerdo con la última clasificación de GlobalFirepower. Desde hace unos meses, el país norteafricano se ha visto envuelto en una carrera armamentística con Marruecos, con quien compite por la hegemonía en el Magreb.

Centenares de personas siguieron el desfile a pie de calle, apostados a uno y otro lado de las avenidas. Aunque las escenas más significativas se dieron en la tribuna reservada para las autoridades, donde coincidieron el presidente palestino Mahmud Abás, y el jefe de la oficina política de Hamás, Ismael Haniye, enfrentados por las diferencias de aproximación a la cuestión palestina. Tebboune se jactó de haberles reunido años después para limar asperezas. De cara a la galería, el reencuentro supuso uno de los trofeos de la jornada. 

También hicieron acto de presencia en el desfile el presidente de Túnez, Kaïs Saied, embarcado en una polémica redacción constitucional, el presidente nigerino, Mohamed Bazoum, la ministra de Asuntos Exteriores en funciones de Libia, Najla Mangoush, y el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. La principal autoridad europea fue la presidenta del Senado italiano, Maria Elisabetta Casellati, cuya presencia responde a la mejora de las relaciones bilaterales entre Roma y Argel, sobre todo en materia energética. El diplomático Fernando Morán, embajador en Argel, acudió en representación de España. 

Desfile Argelia

“Fue un recordatorio de la lucha anticolonial que Argelia lideró y cultivó en todo el continente africano, esto quedó claro viendo la lista de invitados” destaca a Atalayar el analista político Zine Labidine Ghebouli. “En cuanto al material en sí, el Ejército solo demostró sus capacidades defensivas, en un mensaje a los socios internacionales sobre la capacidad de Argelia para defenderse a sí misma y a su vecindario inmediato contra las amenazas tradicionales y emergentes”. “El acuerdo entre el presidente Tebboune y la cúpula militar quedó claro y alentó nuevas hipótesis sobre un segundo mandato del actual presidente. La actual cúpula del Ejército parece respaldar a Tebboune y está apoyando su programa desde su llegada al poder”, añade el analista. 

En un ejercicio de magnanimidad, la gerontocracia argelina dijo conceder el indulto a 14.000 presos para calmar las aguas en el 60 aniversario de la independencia, según trasladaron las autoridades. Pero en realidad, las sentencias no se levantaron, sino que se redujeron en 24 meses. El presidente filtró que entre los liberados se encontrarían presos comunes y manifestantes del Hirak (Movimiento), unas protestas masivas que estallaron en 2019, aunque todo “está borroso por el momento”, apunta a este medio Zine Labidine Ghebouli. 

Palestina

La oposición tomó las calles contra el desaparecido expresidente Abdelaziz Buteflika, que pretendía concurrir por quinta vez consecutiva a las elecciones de 2019 tras 20 años de ejercicio. En aquellos comicios acabaría ganando el oficialista Tebboune, lastrado desde el inicio por el déficit de legitimidad popular como resultado de la elevada abstención electoral y el boicot en bloque de la oposición. Un presidente que se ha convertido en la diana de las críticas de la oposición prodemocrática. 

“Seis décadas después de la independencia, vemos más decepciones que promesas cumplidas. Nos enfrentamos a los mismos problemas de inestabilidad política y fragilidad económica”, trasladó en un comunicado el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS), la fuerza de oposición principal al régimen, que no fue invitada a la ceremonia. Desde una parte de la calle interpretan el desfile como una maniobra para quitar la atención de los problemas reales. Argelia es un país lastrado por la elevada tasa de desempleo, la inflación, el encarecimiento del coste de vida y la falta de productos básicos. Pero es militarmente solvente. 

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